ESPECTACULOS
Viernes 15 de abril de 2011
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MUSICA s LA BANDA URUGUAYA SE PRESENTA EN EL LUNA PARK
Gustar
No Te Va
UN SENTIMIENTO A AMBOS LADOS DEL RIO Continuación de la Pág. 1, Col. 2 al Uruguay. O como hoy nomás, en el Luna Park. Una apuesta que empezó con dos fechas, siguió con una tercera y terminó con cuatro. Sí, la última función cae lunes, igualito a lo que pasó siete años atrás... Llegamos con la banda y en camioneta a la escena del crimen. Es poca la gente que a las 6 de la tarde espera el show, pero con el correr de los minutos, la cifra de asistentes va en rápido ascenso: 20, 30, 40... ¡60.000 personas o más! Se quedaron cortos el cantante y el tecladista de NTVG, y en ese mal cálculo inicial está una de las claves de la banda montevideana: subir un escalón por vez. Así, ante la pregunta de cuál es el próximo desafío, ellos contestan: “El próximo paso es disfrutar”. Emiliano Brancciari es argentino, se crió en Munro y, cuando sus padres se separaron, se fue con su mamá a Montevideo. Del otro lado del río hizo la secundaria, conoció al bajista Mateo Moreno y al baterista Pablo Abdala y, cuando quiso darse cuenta, ese trío inicial ya se había convertido en octeto. Incorporó una sección de vientos, percusión y teclados y el reggae y Manu Chao desembarcaron con fuerza en el puerto de Montevideo. Así, el germen del nuevo rock uruguayo encontró un interesante caldo de cultivo en la melancolía lírica de Emiliano. En el 99 y a cinco años de sus inicios, editan su primer disco, Sólo de noche. Ese mismo año también sale el debut de La Vela Puerca, Deskarado. Están cómodos los NTVG en su casa nueva del barrio de Pocitos. Sala de ensayo, estudio de grabación en construcción, una oficina para el manager, otra para el jefe de prensa
De rojo, Brancciari
La gran noche del rock uruguayo Sí, fue un show de No Te Va Gustar, pero también fue la gran noche del nuevo rock uruguayo, ese que se hizo fuerte en la última década gracias a La Vela Puerca y a la banda encabezada por Emiliano Brancciari. Auspiciado y filmado por DirecTV y en el marco de las celebraciones por el bicentenario de Uruguay, la presentación anual de NTVG en Montevideo fue una síntesis de más de 15 años de trayectoria: 32 canciones, dos horas y media de show y una lista de invitados que incluyó a la murga Agarrate Catalina, a Luciano Supervielle (Bajofondo), a Fabián Krut (Cursi) y a Sebastián Cebreiro (La Vela Puerca), entre otros. Todos arriba del escenario y también tras él, celebrando después del concierto lo que se respiraba en el aire: el punto más alto de una década que marcó el despegue de la nueva escena y la consagración definitiva de “veteranos” como El Cuarteto de Nos, Buitres y Trotsky Vengarán, entre otros. Esta noche, en el Luna Park, la historia será otra. Hay un disco que presentar: Por lo menos hoy y un nuevo sonido al que se adaptarán los clásicos de la banda. Ellos ya avisaron: “Vamos a tener la oportunidad de tocar el disco casi íntegro y van a rotar las canciones viejas. Nosotros vamos a quedar conformes y la gente que repita, también, porque respetamos mucho a los que hacen el esfuerzo para ir más de un día y queremos que vean distintos shows”.
y una enorme parrilla que promete encuentros memorables. Brancciari y Curuchet son los primeros en llegar y, tras ellos, las bebidas con las que brindarán después del show histórico (ver recuadro). Entonces, unos mates y tiempo de conversar con ellos sobre su nuevo disco, Por lo menos hoy. “La esencia es la misma”, acota Emiliano, cuando se le plantea que el álbum que desde esta noche la banda presentará en el Luna Park es más rockero que su antecesor, El camino más largo. “Buscamos un cambio y ayudamos para que se diera. Cambiamos de productor (aquí trabajaron con Juanchi Baleirón) y tratamos de no repetirnos, pero hay cosas NTVG en el que salen sin que nos demos barrio cuenta. En este disco, les dimos montevideano de Pocitos, sede de su lugar a las canciones que más nueva sala de nos gustaban y en consenso. ensayo No hicimos una votación, sino que llegamos a esta síntesis y fue un disco que se compuso no sólo en Montevideo, sino en varias ciudades, productor, al sello, al público, pero porque El camino... nos llevó por el show es un ida y vuelta.” muchos lugares. Después de que ele–¿Hay material que ya no los gimos las canciones nos dimos cuenta represente? de que era el disco más homogéneo Brancciari: –Sí, hay canciones de la banda, sin tantos saltos de gé- que queremos mucho, pero ya no neros. Entró otro guitarrista (Pablo nos representan porque fueron parte Coniberti); las canciones salieron nuestra en la adolescencia. más rockeras y Juanchi (Baleirón) Curuchet: –No se dejan de incluir canciones porque sean viejas, sino nos ayudó a potenciar eso.” “Cada vez nos cuesta más armar la porque no encajan en el show. Hay lista de temas”, confiesa Marcel. Pero temas que ocupan un mismo espacio las funciones en el Luna Park son una ventaja: casi todas las canciones nuevas sonarán diseminadas entre PARA AGENDAR las cuatro noches y habrá clásicos para los fans de las distintas etapas. No Te Va Gustar: presentación del “El show es el momento en que deálbum Por lo menos hoy. Luna Park: jamos de ser egoístas y pensamos en Corrientes y Bouchard. Hoy, mañael público –cuenta Emiliano–. Para na, pasado mañana y el lunes, a las el disco, sólo pensamos en nosotros, 21. Entradas desde 60 pesos. más allá de lo que les importe al
FOTOS DE MAURO V. RIZZI
y se pelean entre ellos por estar. Es lo que nos pasa con canciones de tempo más lento. No pueden ir diez seguidas, y nosotros nos encargamos de armar un concierto con distintos climas. En 2010, NTVG pasó la barrera de los 100 shows. Como en 2009, como en 2008... “Grabamos un disco cada dos años y por ahora se nos está dando que en ese período vamos a casi todos lados dos veces –cuenta Brancciari–. Pero vamos a tener que elegir ir sólo una vez a algunos sitios porque se suman otros nuevos, como Canadá, adonde vamos a ir por primera vez este año.” –Siempre paso a paso... Brancciari: –Es la filosofía de la banda no saltearse nunca escalones, nunca fijarse metas a largo plazo y muy altas, porque eso te lleva a pequeñas frustraciones; sí, en cambio,
ir derecho a lo que tenemos enfrente. Como los jugadores de fútbol que dicen que no están pensando en el clásico, sino en el próximo partido. Cuando empezamos en la Argentina, ya llevábamos mucha gente en Uruguay, pero en ningún momento quisimos utilizar eso. Empezamos de cero tocando en El Mocambo (Haedo) para 50 personas y en San Telmo. Y ahora vamos a un lugar nuevo y hacemos lo mismo, cargamos equipos, armamos, desarmamos. Eso te termina dando muchas satisfacciones. Hubo un momento crítico para la banda y fue cuando el bajista y el baterista dedicieron irse, con Todo es tan inflamable (2006), el cuarto disco, recién salido. “Por un momento la noticia nos desestabilizó y no sabíamos si seguir o no –cuenta Curuchet–. Por suerte, el grueso de la banda estuvo
unido y quiso continuar. Pero no salimos a hacer un casting, sino que buscamos entre la gente que conocíamos. A los pocos días ya estaban Barta (Diego Bartaburu; batería) y Guzmán (Silveira; bajo), las cosas se democratizaron bastante en la banda, y todos tuvimos que hacernos cargo de distintas cosas.” La Argentina es el segundo hogar de NTVG... o el primero, si lo medimos por densidad poblacional. “Nos falta ir a cuatro provincias –comenta Brancciari–. Tenemos el privilegio de que nos tratan bien en todo el país y en muchos sitios nos dijeron que éramos los únicos en ir a tocar. –¿Cuál va a ser el próximo paso? –Disfrutar de esto, seguir viviendo de gira y divertirnos juntos como siempre.