No más trabajo infantil La omnipresente barbarie

27 jun. 2007 - con simpatía, la agenda legislativa y política de los últimos años ... “matrimonio” homosexual y sus se- cuelas, la promoción del laicismo en.
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Opinión

Página 16/LA NACION

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Miércoles 27 de junio de 2007

Cartas de lectores Los no pensantes Buenos Aires, miércoles 27 de junio de 2007

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 “LA NACION será una tribuna de doctrina” (Núm. 1, Año 1) Director: BARTOLOMÉ MITRE

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La omnipresente barbarie

estas alturas, aquí y ahora, daría la impresión de que el término barbarie se ha convertido en sinónimo de fútbol. Sobre todo, después del desenlace del partido que por la permanencia en la primera división A sostuvieron anteayer Tigre y Nueva Chicago, en la cancha de esta última entidad. Ganó Tigre y ascendió, después de 27 años de permanecer en las categorías inferiores. La justificada alegría de sus simpatizantes se trocó abruptamente en pánico ante la bárbara reacción de numerosos integrantes de la barra brava local, invasores descontrolados del campo de juego y enceguecidos agresores, dentro del estadio y, después, fuera de él, de cuanto semejante sospechoso de ser “hincha” de Tigre se les cruzase. El absurdo se completó cuando algunos desaforados visitantes aceptaron el desafío. Un muerto, apedreado y apaleado hasta la destrucción de su cráneo; 30 heridos y 78 detenidos resumieron una jornada que debió ser deportiva y terminó siendo de luto y dolor. Era previsible: los jugadores de Tigre comenzaron a ser amenazados antes del comienzo del cotejo. Nada ni nadie podría encontrarle el más mínimo justificativo a tan demencial epílogo. Tanto más por el hecho de que 24 horas antes, en Mendoza, Huracán y Godoy Cruz se habían enfrentado en similar instancia y, tras una confrontación ejemplar, las únicas lágrimas derramadas fueron las de quienes festejaban la victoria o lamentaban la derrota. Múltiples interrogantes asaltan al espectador imparcial, aquel que ya hace tiempo ha huido de las canchas, espantado por el crispado predominio de la violencia rayana en la locura. ¿Qué hizo la policía (350 efectivos) para prevenir y después reprimir esos desmanes? ¿Nadie advirtió que ocupantes de la tribuna

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local hacían gestos de que estaban armados? ¿Cómo se toleró que esa instancia decisiva fuese jugada en un escenario tan precario e inseguro? ¿Quién le quitó toda presión al agua que debió haber surtido las mangueras de los bomberos? ¿Quién permitió que los barrabravas locales abandonaran el estadio para emboscarse en las inmediaciones? Una vez más, todos los responsables, sin excepción, reiterarán el gesto bíblico de lavarse las manos. Así, en vano, pretenderán descargar torcidamente sus conciencias. Un fiscal contravencional clausuró, tarde, el estadio de Nueva Chicago. La justicia de instrucción trata de esclarecer quiénes asesinaron al desprevenido e indefenso espectador cuya única pretensión fue la de asistir en paz, con sus familiares, a un mero espectáculo deportivo que en modo alguno puede tener el absurdo costo de una muerte. El subsecretario de Seguridad de Espectáculos Futbolísticos, Javier Castrilli, expresó ayer que una vez investigado el hecho habrá sanciones para los culpables de la indiferencia colectiva y la irresponsabilidad masiva, desencadenantes de esta instancia dramática. Es de esperar que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y su pasivo titular, Julio Grondona, actúen con parecido rigor: puede ser que esta vez así ocurra, dado que el oportunismo político aprovechó con presteza esta coyuntura y ha requerido la intervención de aquella entidad. Lo intolerable sería que una vez más y a caballo del intencional alargamiento de esas actuaciones no ocurriese nada y la violencia irracional y mafiosa, malamente disfrazada de fanatismo, siguiera impune. Si así ocurriese, no exclusivamente al fútbol, sino a toda nuestra sociedad debería “caérsele la cara” de vergüenza.

No más trabajo infantil

L celebrarse el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reiteró dos llamados de alcance global destinados a figurar entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). El primero se refiere a la necesaria promoción del “trabajo decente”, entendido como labor productiva, con remuneración justa, seguridad física, protección social y perspectivas de desarrollo personal y social. El segundo se relaciona con el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC). Esta triste realidad todavía perjudica gravemente a 218 millones de menores, entre 5 y 17 años, 190 millones de los cuales desempeñan tareas consideradas peligrosas por diversas causas. En América latina se estima en 20 millones el número de niños y adolescentes cuya actividad laboral daña su salud, les impide asistir a la escuela y reduce sus posibilidades futuras. La convocatoria de la OIT alienta a poner en marcha planes y programas que contribuyan a eliminar el trabajo infantil en todas las naciones, propuesta sustentada en la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño y los convenios de la OIT sobre la edad mínima, la seguridad laboral y las peores formas del trabajo infantil. En lo que concierne a nuestro país, cabe anotar que participa en el IPEC desde 1996 cuando se firmó un memorando de entendimiento entre la OIT y el Ministerio de Trabajo, documento que se renovó en 2002 con vigencia hasta el presente año. A partir de 1997 se creó en el ámbito del citado ministerio una Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conaeti), integrada por representantes de organismos oficiales y no gubernamentales, con objeto de coordinar, evaluar y

seguir las actividades que se ejecutarán para superar el problema. En tanto, una subcomisión especializada de dicha Conaeti se dedicó a elaborar una propuesta de ley nacional en la cual se plantean objetivos como la creación de un Sistema Nacional de Información, el desarrollo de campañas de sensibilización social, el fortalecimiento de la inspección del trabajo, la reinserción de los menores que abandonaron el sistema educativo. Con motivo de la reciente celebración, la Conaeti hizo saber que no existen estadísticas precisas en el área de su interés después de 2004, en que se realizaron encuestas en el GBA y en las provincias del NOA y del NEA, cuyos resultados sirvieron para elaborar un plan de tareas, antecedente del proyecto de ley, que todavía aguarda para su sanción en el Congreso. Este relato pone de manifiesto una vez más la lentitud con que avanzan los buenos propósitos. A once años de la creación de la Conaeti, el pesado trámite burocrático y legislativo deja pasar el tiempo. Mientras tanto, un millón y medio de niños o adolescentes (de acuerdo con las estimaciones del año 2005) trabajan en negro, con pago a destajo, en tareas rurales sobre todo, pero también urbanas, ya sea en el cartoneo, o ejerciendo la mendicidad, la venta ambulante y tantas labores precarias, sometidos a menudo a una explotación perversa. De ese modo, los menores ponen en juego su salud, desertan de la escuela y contribuyen a producir un destino de pobreza o indigencia. Si no media una acción dinámica, efectiva y continuada del Estado y la sociedad, este doloroso problema de tantos chicos argentinos persistirá con características tanto o más graves que hoy, en las subsiguientes celebraciones de los días instituidos contra el trabajo infantil.

Otras opiniones: la Iglesia, el Gobierno y la acción política ¿Por qué le resulta tan difícil al Gobierno su relación con la Iglesia? Una razón posible, acaso no la única, es una cierta incapacidad por parte del Presidente como de la mayoría de quienes lo rodean a la hora de percibir lo religioso. Néstor Kirchner carece de formación religiosa, de práctica y de familiaridad con lo que la Iglesia representa. Lo mismo ocurre con otros funcionarios importantes. Es significativo que el mismo secretario de Culto, a quien se le reconocen sus esfuerzos, haya llegado a la función como un outsider. Desde esa plataforma, la Iglesia es vista únicamente como un factor de poder, como un jugador de la política, y seguramente no el más simpático ni el más afín con las ideas del Gobierno. Hay, también, una distancia importante en las preocupaciones fundamentales. Eliminado el terreno de lo propiamente religioso como lugar de encuentro e interés común, queda lo social. En el discurso público hay una preocupación compartida por el bien común. En la práctica, el Gobierno ha dado muestras de que

su mirada difícilmente abarca más allá de las próximas elecciones. Algo bastante alejado de los prelados, quienes deberían mirar la realidad sub specie aeternitatis. Y que, cuando descienden a lo inmediato y cotidiano, generalmente es para encontrar los aspectos más negros de la realidad, los que los gobernantes menos quisieran que se pongan de manifiesto, porque son la muestra de su fracaso, al menos parcial. Queda, por fin, la cuestión ideológica. El Presidente es un pragmático, pero ha dado a su gestión un halo ideológico que gusta definir como “progresista”. Lo cierto es que el Gobierno elige un progresismo selectivo y a veces opta por los campos que más duelen a la sensibilidad católica. Más allá de si proviene en forma directa del vértice del Poder Ejecutivo o simplemente es algo que desde allí se tolera con simpatía, la agenda legislativa y política de los últimos años desborda de iniciativas al menos provoca-

doras: las sucesivas aproximaciones a la despenalización del aborto y al “matrimonio” homosexual y sus secuelas, la promoción del laicismo en diversos ámbitos comenzando por la educación, por ejemplo. Desde otro punto de vista, sin embargo, lo mismo que aparece como un obstáculo para el diálogo puede ser considerado un aliciente, y hasta una exigencia para llevarlo a cabo. La profundización de los disensos es inconducente; la búsqueda sincera y honesta de puntos de encuentro, en cambio, debería ser el camino a transitar. Se trata de un camino empinado, cuyo recorrido exige no sólo dejar de lado los personalismos de los líderes, sino también un cambio de actitud. Del lado gubernamental: desistir de la casi constitutiva renuencia al diálogo y el consenso con la Iglesia, y con casi todos los protagonistas sociales. Del lado eclesial: la disposición a comprender la lógica interna de los interlocutores, moderando la tendencia a pontificar sobre lo que es debido o, en el otro extremo, la tentación de abroquelarse en los propios privilegios.

Señor Director: “Y llegó la segunda vuelta, y Mauricio, que es Macri, ganó. Y Daniel, que es Filmus, perdió. Y el ministro de Educación de la Nación, que es Daniel Filmus, además, habría perdido la memoria ya que, a lo largo de su discurso, no pudo pronunciar los nombres de sus adversarios al momento de felicitarlos por la contundente victoria. ¿Acaso habría perdido algo más? “Me formulo esta pregunta ya que tildó, en forma indirecta, a más del 60 % de la población capitalina como seres «no pensantes».”

se encuentra con su destino en un momento único y aterrador, ésta no conoce desenlace y permanece como una amenaza latente. Los numerosos cultores del nuevo género, entre los que se encuentra la mayoría de los funcionarios del gobierno de la ciudad, discurren así: «Por suerte, o por milagro, no había nadie bajo el techo». “Tienen razón. Pero se olvidan de que la «cuasi tragedia» insidiosa sigue sucediendo. Y, cuando la suerte no nos acompaña o el milagro no se produce, como en Cromagnon, la tragedia, efectivamente, sucede.” Juan Carlos Savariano [email protected]

Ana Mercedes Ormilugue Posadas 1556, Capital

“No pienso” Señor Director: “Según el ex candidato Filmus, por haberlo votado a Macri yo no pienso, y ¿sabe...?, creo que tiene razón. No pienso escuchar más pavadas; no pienso que tenga entidad suficiente para calificar a nadie; no pienso que tenga capacidad suficiente para gobernar esta ciudad; no pienso que tenga la dignidad ni la hidalguía suficientes para reconocer su poca capacidad, y no pienso votar a nadie que lo lleve en sus listas. “Es verdad, tiene razón: no pienso.”

Peligro en la ruta Señor Director: “El 20/6, en la intersección de la autopista y la circunvalación de Rosario, los «muchachos piqueteros» hicieron otra vez sus «habituales tareas»: quema de gomas, colocación de cajones rotos, etcétera, y se produjo un desorden en el tránsito, con la anuencia de la policía provincial. “Hay consecuencias que no se miden como los residuos en la calzada (pedazos de gomas, vidrios, clavos, maderas) y los que transitamos por

José Casaux Alsina DNI 11.266.669

“¿No pienso?” Señor Director: “Yo lo voté a Macri; luego, ¿no pienso?”

Seguros Señor Director: “LA NACION informó que la Superintendencia de Seguros estaría por obligar a las compañías aseguradoras a aumentar sus tarifas. “En el pasado, las empresas ya recurrieron a ese organismo para convalidar, con el ropaje de una ordenanza gubernamental, acuerdos monopólicos de precios. Los resultados fueron catastróficos. “Supongo que la regresión general en la que estamos embarcados no hará excepciones en el campo del seguro, por lo que no me sorprendería que en pocos años tengamos un operativo de rescate del sistema, como el que se llevó a cabo en los 90, que costó cientos de millones a los argentinos, curiosamente capitaneados por quienes hoy son altos funcionarios políticos.” Dardo Gasparré [email protected]

Tomógrafo Señor Director: “Lo que se olvida de decir el doctor Hirsch, en su carta del 21/6, contestando otra del doctor Palau, es que casi venden el edificio del viejo hospital con el pretexto de comprar un tomógrafo, pero no pudieron porque los estatutos de la sociedad no lo permiten. “Este edificio fue construido en 1885 por la Sociedad Socorros de San Isidro, según el arquitecto Marcelo Salas hace constar en su libro Del pago de la costa al San Isidro actual. Fue entregado a la municipalidad para que lo administre y no para que lo venda. De más está decir que los planos los hizo el arquitecto Ernesto Bunge.”

Marcela Suárez DNI 13.697.908

Matilde de Abelleyra Beláustegui [email protected]

Ineficiencia Señor Director: “¿Hasta cuándo nuestro país deberá tener a un ministro de Defensa paralizado en sus funciones? Dos pilotos muertos, el Almirante Irízar incendiado y los aeropuertos colapsados por falta de radares son sólo muestras de la ineficiencia de nuestra ministra en la asignación de prioridades. ¿De qué sirven 40.000 millones de dólares de reservas frente a esta realidad? “Entiendo que el ministerio esté ocupado en seguir hurgando en los archivos en busca de militares castigables, pero, en su tiempo libre, ¿podría pensar un poco en nuestro triste presente y nuestro ausente futuro?” Luis Palomba Rosario 128, Capital

Odol Pregunta Señor Director: “Como nos recuerda el señor Pablo Pirovano, asistíamos semanalmente, a través de la televisión, a una verdadera cátedra de disciplinas del saber, conducida por el señor Cacho Fontana, que se llamaba Odol Pregunta y premiaba a los participantes que contestaban acertadamente los interrogantes que sobre el tema elegido preparaba el jurado. “Otros programas culturales llegaban también a nuestros hogares, como Alta Comedia y Tribunal de Apelación; de entretenimientos, como Horangel y Tu Sam, o novelas, como Simplemente María, que contribuían a la formación y distracción de la familia respetando la moral. “¿No podrían hoy colaborar con la ética y a la vez enaltecer los valores nacionales y nuestra tradición, el Canal 13, trayendo en Bailando por un sueño por lo menos un 50% de danzas del folclore nacional, y Telefé proponiendo a los habitantes de la casa de Gran Hermano que demuestren sus habilidades y virtudes para que sirvan de ejemplo a nuestra juventud? “Construir ética e intelectualmente, enseñar, revivir nuestra tradición, honrar nuestros valores culturales, serán las mejores propuestas para tener un pueblo libre. “Basta de inmoralidad. Formemos a nuestra juventud exaltando los actos humanos, voluntarios y libres que hacen a su perfección individual para consolidar una nación.” Gualtiero Martín Marchesini LE 7.737.760

Cuasi tragedia Señor Director: “Soy padre de un alumno de 3er. grado del Colegio Mariano Acosta y percibo con estupor que la caída de un techo se suma al surgimiento de un nuevo género literario: la «cuasi tragedia». A diferencia de la tragedia clásica, en la que un personaje

Deuda con la ONU allí sufrimos los inconvenientes: rotura de neumáticos o pinchaduras, es decir, grave riesgo en la conducción de los vehículos, máxime en noches cerradas por la lluvia, y el barro que se acumula por el desvío de una mano a la otra. “¿No entienden las autoridades que los piquetes violan no sólo el derecho constitucional de transitar, sino que ponen en riesgo la vida de las personas? ¿Para qué está la policía? ¿Para custodiar el piquete?”

Señor Director: “La solución de los problemas de la ONU con la deuda argentina salta a la vista. Cada una de las instituciones acreedoras debería invitar rápidamente (antes del 24 de octubre) a la senadora Kirchner a exponer en su próxima conferencia internacional. De esta manera se asegurarían el pago de la deuda, como hizo la Organización Internacional del Trabajo (OIT).” Jorge E. Lanús [email protected]

Hugo Carassai LE 6.552.242

No fue un regalo Alsogaray

Señor Director:

Señor Director: “El 17/6, en el programa La Clave, conducido por Mariano Grondona, se leyó un mensaje de texto –sin identificar al autor– que expresaba: «Alsogaray tampoco era ingeniero y nadie dijo nada». “Nada agrega a la trayectoria de mi abuelo el título que se le pretende negar pero, en estos días de políticos devaluados que rigen sus ideologías por el resultado de la más reciente encuesta, sí me parece grave que se acuse de faltar a la verdad a quien se aferró a ella durante toda su vida. “Es por ello que me gustaría aclarar que Alvaro C. Alsogaray estudió en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba, donde obtuvo el título de ingeniero mecánico aeronáutico, que quedó registrado en el folio 126 del libro de grados 15.”

“El 18/5 escrituré un departamento que compré con mucho esfuerzo y con un crédito hipotecario a la constructora del ingeniero Serebrinsky y al señor Oscar López y demás socios. “El edificio (un condominio con pileta, gimnasio y laundry) está ubicado en la avenida Forest 1146, en el barrio de Colegiales. A los pocos días de mudarnos, los problemas comenzaron. Por empezar, no liquidan expensas, hace más de dos meses que no se pagan la seguridad, el cable, etcétera, y lo peor de todo es que hay más de 20 unidades vendidas en las que estamos viviendo con luz de obra. “Los trámites ante Edenor no se hicieron en tiempo y forma; no hay cámara de la empresa ni medidores, lo que genera que hoy, cuando los propietarios volvemos a nuestros hogares y aumenta el consumo, se corta la luz. Por su parte, Forest SA presentó documentación ante Edenor que fue rechazada el 12/6 bajo un «no apto» y nadie se hace cargo de solucionar este tema con la urgencia que se necesita. Hay familias con chicos. En mi caso no pude nebulizar a mi hijo por falta de energía. No se puede vivir en esas condiciones; todos pagamos nuestro techo, no fue un regalo.”

Alvaro Javier Erize DNI 27.535.935

Si sos mago Señor Director: “Quisiera preguntarle a la empresa Telecom cómo puedo hacer para que me llamen a casa. Hace aproximadamente un mes recibí de esa empresa un encantador obsequio: una remera con el logo «Llamame, estoy en casa». Hace 20 días que estoy sin línea. Quizá debería usar la remera como paño para hacer señales de humo. Pero, claro, si todos los que sufrimos este problema optáramos por comunicarnos de esta forma, el humo cubriría la ciudad entera, provocando serios problemas de contaminación ambiental. “A la espera de una solución más práctica, me solidarizo con quienes se encuentran en manos de Telecom gozando de tan buen servicio como el que yo he recibido: una preciosa remera a la que le pondría otro logo: «Llamame si sos mago».” María Eugenia Gourdy de Novaro Hueyo Montes de Oca 1224 Boulogne (Bs. As.)

A los lectores

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Atención al lector 4317-3000 Impresión y distribución: Zepita 3251, Capital Federal • Las ventas de LA NACION son auditadas por el IVC. • © Año 2007, S.A. LA NACION, Dirección Nacional del Derecho de Autor, expediente Nº 452.769. Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido del presente diario.

Roxana Paola Segatori Av. Forest 1146, Capital

“Estamos mal...” Señor Director: “A poco de asumir su mandato el ex presidente Menem solía decir: «Estamos mal, pero vamos bien», lo que dejó de ser creíble cuando comenzaron a salir a la luz los casos más resonantes de corrupción, como contrabando de armas, sobresueldos «en negro» a ministros y funcionarios, etcétera. “Actualmente, a través de la lectura de las colaboraciones de economistas, sociólogos, juristas nacionales y extranjeros, que periódicamente publica LA NACION, podemos concluir que «estamos bien, pero vamos mal».” Humberto Juan Pizzi LE 4.765.476

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