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3 feb. 2016 - CÁRITAS ASTURIAS PIDE REIVINDICAR. CON FUERZA LA PRIMACÍA DEL BIEN DE LA PERSONA. En un comunicado sobre la polémica ...
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SERVICIO DE NOTICIAS – 3 de febrero de 2016 – Nº 2.372

OT A D E P R E NS A

N O TA D E PR EN SA

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CÁRITAS ASTURIAS PIDE REIVINDICAR CON FUERZA LA PRIMACÍA DEL BIEN DE LA PERSONA En un comunicado sobre la polémica suscitada en el Principado en torno al Salario Social Básico Cáritas. 3 de febrero de 2016.- Cáritas Diocesana de Oviedo ha difundido un comunicado en el que sale al paso de la polémica suscitada la semana pasada en el Principado de Asturias en torno al Salario Social Básico. Este es el texto íntegro de la nota: Cáritas pide reivindicar con fuerza la primacía del bien de la persona

Oviedo, 1 de febrero de 2016.- Ante las últimas noticias publicadas la semana pasada en referencia al salario social básico, Cáritas Asturias quiere destacar las siguientes cuestiones, en base a la experiencia de años de trabajo acompañando a las personas en situación de pobreza o de pobreza extrema, los últimos y no atendidos a los que se debe Cáritas. La pobreza y la exclusión social son fenómenos estructurales que no se deben únicamente a la crisis, (aunque esta haya acentuado sus consecuencias), si no que nos acompañaban incluso en épocas de crecimiento económico. Acercarnos a la realidad social, desde el crecimiento económico, a través de indicadores ajenos a las personas, nos lleva a desentendernos de quienes más sufren. A ocultar e invisibilizar, e, incluso en ocasiones, a culpabilizar, a los más desfavorecidos. El informe FOESSA, sobre exclusión y desarrollo social en el Principado de Asturias, elaborado por Cáritas Asturias y la Fundación FOESSA destacaba en el año 2014 que el núcleo central de la sociedad asturiana que llamamos integración plena es ya una estricta minoría y que la acumulación de problemas en distintas dimensiones de entre las analizadas (empleo, consumo, participación política, educación, salud, vivienda, conflicto social y aislamiento social) había crecido significativamente. No solo se ha producido una extensión de todas estas problemáticas, sino que además éstas cada vez se acumulan más en las personas afectadas. La pobreza se intensifica y se cronifica. Es por esto que el carácter estructural de la pobreza y la exclusión, que no afecta a pocos, requiere por tanto la puesta en marcha de políticas distributivas concretas: • Conseguir que la protección social alcance estándares básicos en Asturias y toda España y que se haga operativa a través de un sistema de "garantía de mínimos", complementada con un acompañamiento a las personas real y efectivo en procesos de inserción en los que los beneficiarios estén implicados y participen activamente, evitando que su papel sea el de meros receptores de una prestación económica. • Desarrollar una protección social desde el fortalecimiento de los servicios sociales públicos, que facilite la promoción y empoderamiento de las personas y no quede reducida a la gestión de las prestaciones económicas.

Además de una evaluación seria, un seguimiento de las fortalezas y debilidades de las estrategias del Plan de Inclusión Social del Principado de Asturias. Agilizando los tiempos de resolución de la renta mínima de inserción, y del regreso a la misma, dado el carácter precario de un importante volumen del empleo que se está creando, y una revisión del requisito de acreditación de residencia efectiva (empadronamiento) —como indicamos el pasado mes de noviembre en la presentación de la campaña de Personas Sin Hogar— y de permanencia en la situación de carencia de recursos durante 6 meses. • Considerar el gasto social como una "inversión social", priorizando aquellos ámbitos que son más correctores en términos de desigualdad como son las pensiones, rentas mínimas, sanidad, educación. Y especialmente desarrollando políticas familiares eficaces que apoyen a familias con menores y evite la trasmisión intergeneracional de la pobreza Creemos y constatamos, en nuestro trabajo de acompañamiento a las personas, que las prestaciones sociales en ningún modo sustituyen lo que un trabajo puede ofrecer a la persona y su dignidad. Y así lo subraya también la Iglesia a través de sus escritos. La pobreza que provoca el desempleo degrada la dignidad del ser humano. “El estar sin trabajo durante mucho tiempo, o la dependencia prolongada de la asistencia pública o privada, mina la libertad y la creatividad de la persona y sus relaciones familiares y sociales, con graves daños en el plano psicológico y espiritual” subrayaba el Papa Benedicto XVI (Caritas in Veritate, 25). La propuesta actual de contrato social apoya a aquellos a los que "les va bien" bajo el supuesto que se ha demostrado fallido de que esto genera un efecto contagio que termina por mejorar también las condiciones de vida de los más vulnerables. Pero queda demostrado que esta lógica está creando estructuras de desigualdad y pobreza. Por ello creemos debería pasar a ser un contrato redistributivo, basado en derechos, que implica superar la discrecionalidad del asistencialismo y asumir la cohesión social como principio fundamental. Por eso pedimos, que la asistencia, ayuda y acompañamiento a las personas y familias asturianas en riesgo social o en exclusión, se basen en su promoción, en la libertad de actuación en preservar su dignidad y no únicamente en dar lo que a los demás nos sobra y no nos implica. En resumen, hacer con ellas lo que nos gustaría que nos hiciesen a nosotros. Pedimos también que no se politice un tema tan delicado como es la pobreza y la exclusión que tienen nombres e historias de vida propias y que Cáritas bien conoce. El mismo informe mencionado anteriormente, refleja en el apartado Las dificultades del eje político y ciudadanía, que existe una diferencia notable de participación en la política a través de los procesos electorales, la tasa de participación de la población integrada es del 89.5% y solo alcanza el 65,8% entre la población en exclusión. Las diferencias más significativas según el espacio social, se hallan en el análisis de las persona que nunca participan en las elecciones, siendo la población excluida a la que no le interesa votar en las elecciones municipales, tres veces superior a la población integrada. La pobreza pues, daña incluso la iniciativa a participar en la sociedad, de la que también forman parte.

Prensa Cáritas Asturias: Martha Alonso (985.20.80.23 – 985.20.80.89)