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SOCIEDAD
I
Sábado 21 de julio de 2012
MADRES EJECUTIVAS s UN AVANCE CULTURAL EN EL MERCADO LABORAL
Mujeres líderes en casa y en el trabajo Elegir entre la maternidad y el ejercicio de un puesto jerárquico en una empresa está dejando de ser una disyuntiva en la Argentina SEBASTIAN A. RIOS LA NACION “Cuando fui mamá por primera vez, tuve cuatro días de licencia total en los que sólo recibí un mail. Al quinto día, estaba en la oficina, con el bebe y los puntos de la cesárea porque teníamos una visita del exterior y yo tenía que hacer una presentación”, cuenta Fabiana Castiñeira, de 41 años, CEO de la compañía de seguros Allianz, y mamá de dos chicas de cinco y ocho años. Conciliar maternidad y un puesto de alta responsabilidad es posible, coinciden Fabiana y otras ejecutivas consultadas por LA NACION. Pero demanda no sólo un esfuerzo doble, sino también apoyo familiar, capacidad de organización y algo aún incipiente en la Argentina: el compromiso de las compañías con las nuevas responsabilidades de sus empleadas, ahora también madres, que se exprese, por ejemplo, en la apertura de guarderías dentro de las empresas o en el llamado maternity soft landing, que permite un regreso paulatino al trabajo una vez cumplida
la licencia de maternidad. “Entre los 30 y los 35 años es un momento en el que se dan oportunidades para puestos gerenciales, y que coincide con la edad en el que hoy hay un interés por ejercer el rol de madre en cualquier mujer. Eso genera una disyuntiva, que hoy no es tan dicotómica como lo era hace unos años –afirma Fabiana Gadow, socia directora de Recursos Humanos de Deloitte–. Antes estaba instalado socialmente ser madre o hacer una carrera, hoy hay una tendencia por equilibrar ambas cosas.” “Creo que en los últimos años las empresas de nuestro país han comprendido que la maternidad no es una traba para acceder a un puesto gerencial. Por el contrario, se valoriza un aporte de características de la mujer en esta etapa de la vida, como el estilo de liderazgo, la empatía, la capacidad de escucha y de organización”, opinó Rosana Felice, de 46 años, directora médica de la farmacéutica GlaxoSmithKline para la Argentina y Cono Sur, y madre de tres chicos. Sin embargo, dice Agustina Cenda-
li, de 38 años, gerenta general para la Argentina y mánager directora para América latina de Lakeland, firma norteamericana que se dedica a la producción de ropa de trabajo, “no todas las empresas argentinas le están dando mucha prioridad al tema de la maternidad. Tengo amigas que han sido madres y que tienen que trabajar muchas horas y no tienen flexibilidad de horarios”. Agustina tuvo a su hija, hoy de 4 años, mientras desde Nueva York llevaba adelante la compra de una planta en Brasil. “En la empresa me apoyaron en todo, estaban contentos porque sabían que me había costado tiempo, y cuando en el embarazo tuve que hacer reposo, trabajé desde mi casa, al igual que durante todo el primer año de mi hija”, recuerda.
Flexibilidad “Horarios flexibles o la posibilidad de trabajar desde casa, ésas son cosas que facilitan muchísimo la vida, y eso es algo que en la empresa donde trabajo actualmente se ofrece en forma general, ya que se apuesta a que
tengamos un desarrollo integral, y no sólo profesional”, comentó Débora Ludman, de 43 años, directora de Legales y Compliance de la empresa de seguros Zurich, y mamá de dos chicos de seis y nueve años. “Desde hace un año, el estudio tiene una política de trabajo part time [para maternidad]. Antes uno volvía de la licencia directamente a trabajar ocho horas, hoy trabajamos medio día durante un año”, cuenta Andrea Casas, de 36, gerenta A de Financial Services, de la consultora PwC, mamá de un niño de siete meses, y agrega: “Yo estoy en esa etapa, y es muy beneficiosa, porque te sirve para ir acostumbrándote, y a la vez, te hace volver antes. Antes, las mujeres se tomaban más licencia”. “La realidad es que cuando una llega a directora o a gerenta, la empresa sabe que es una persona totalmente dedicada a su trabajo y, aunque venga con una noticia de embarazo, sabe que va a trabajar todos los días como siempre –afirma Susana Agustín, de 57 años, madre a los 36 y hoy presidenta de Lyberty Seguros–. Una
mujer de carrera quiere seguir su carrera, e independientemente de que sea madre, no va a hacer nada para descuidarla.” A las herramientas que las empresas puedan ofrecer para ayudar a compatibilizar responsabilidades laborales con las que derivan de la maternidad, se suman aquellas que, según las ejecutivas entrevistadas, deben ser puestas en juego por ellas mismas. “La misma organización y la misma capacidad de delegar que una pone en juego en la empresa, hay que reproducirlas en la casa”, afirma Agustín. Los viajes, por ejemplo, suponen todo un desafío para la ejecutivamadre reciente. “Mi responsabilidad implica que yo viaje, por lo que trato de tener ahora una organización y una logística aún mayor, que, por supuesto, requiere del apoyo familiar, para poder compatibilizar el viajar con la organización familiar”, asegura Celina Peper, de 39 años, gerenta de comunicaciones corporativas para Latinoamérica Sur de Syngenta. Madre de tres chicos, uno de siete
meses, Celina recuerda haber logrado acortar un viaje para poder estar en el cumpleaños de uno de sus hijos. “Claro que antes de irme, tuve que dejar todo organizado...”, agrega. Pero para que todo funcione, es fundamental contar con una red en el hogar. “Una necesita mucha ayuda: mis padres, por ejemplo, van a buscar a mis hijas al colegio y las llevan a casa, en donde tengo alguien que me ayuda con las tareas diarias. Eso me permite que, cuando llego a las 19, pueda compartir momentos con mis hijas”, dice Andrea Medina, de 40 años, gerenta senior de producto de Herbalife, y madre de dos niñas de tres y ocho años. “Hoy la mujer se siente más segura y no elige entre carrera y maternidad. Si las empresas les dan la oportunidad, las mujeres asumen la posibilidad de que sean ambas –comenta Gadow–. Por otro lado, en un mercado tan competitivo como el de hoy, las empresas no pueden darse el lujo de poner en la balanza otra cosa que no sea el talento, y de discriminar por género.”
Una mañana en la vida de una ejecutiva
Andrea Medina, de Herbalife, desayuna con su hija Oliva
Camino al colegio, pero también al trabajo
Ya en la oficina, en su rol de gerenta senior FOTOS DE KORNBLIHTT / NISCOVOLOS /AFV / GENTILEZA LIBERTY Y PWC
Marissa Mayer, una mamá-CEO polémica
Tres historias
Una falsa dicotomía que quedó atrás
Generó un debate al pasar de Google a Yahoo! y al día siguiente anunciar que espera un bebe HERNAN IGLESIAS ILLA PARA LA NACION NUEVA YORK.– Marissa Mayer, una ingeniera rubia de 37 años tan fanática de las computadoras como de los vestidos de alta costura, hizo dos anuncios sorpresivos esta semana. El lunes dijo que dejaba Google, adonde había llegado en 1999 (cuando la empresa tenía solamente 19 empleados y ninguna ingeniera), para convertirse en presidenta y CEO de Yahoo!, la vieja pionera de Internet que lleva varios años dando tumbos. El martes, su primer día como máxima ejecutiva de Yahoo!, Mayer anunció que estaba embarazada y que esperaba su primer hijo (está casada con el director de un fondo de capital de riesgo) para fines de octubre. La noticia se expandió tan
MARISSA MAYER FLAMANTE CEO DE YAHOO!
rápido como la de su nombramiento. En un país donde no existe la licencia de maternidad obligatoria y donde durante décadas las mujeres han luchado por obtener derechos laborales equivalentes a los de los hombres, el doble anuncio dejó perplejo a más de uno. ¿Realmente había contratado Yahoo!, que necesita cirugía mayor urgente, a una mujer embarazada para ser la jefa del quirófano? ¿No le sería más útil alguien que pudiera dedicar el 100% de su tiempo y energía en el próximo año? Lo más sorprendente, en todo caso, fue que nadie en la empresa pareció hacerse estas preguntas o prestarle demasiada atención al asunto. Mayer no es la primera CEO mujer de una gran empresa tecnológica (eBay, HP, IBM y la propia Yahoo! tienen o tuvieron presidentas mujeres), pero sí es la primera CEO de una empresa del Fortune 500 (las 500 más grandes de Estados Unidos) que se declara embarazada. Aun así, Yahoo! dijo que el futuro parto de su máxima ejecutiva no interferirá en sus planes corporativos. “Me gusta mantenerme al tanto de lo que pasa”, aclaró la
propia Mayer. “La licencia de maternidad sólo será un par de semanas, en las que probablemente, además, voy a trabajar desde casa.” Estas declaraciones de Mayer generaron un debate casi instantáneo sobre su caso. De un lado estaban quienes señalaban que se trataba de una buena noticia para las mujeres, porque una gran corporación había elegido contratar a Mayer a pesar de su embarazo. Para otros, en cambio, el hecho de que sólo le dedicará dos semanas a su bebe conspira contra los reclamos de extender las licencias de maternidad pagas. Rosalind Chait, investigadora de la Universidad de Brandeis, prefiere otro foco: “Si fuera un varón el designado para este trabajo y su mujer estuviera embarazada, nadie diría nada. Nadie estaría hablando del tema”. En cualquier caso, el trabajo que le espera a Mayer es brutal. Yahoo!, una de las reinas de la primera Internet, a fines de los años 90, ha tenido problemas para ajustarse a la nueva Internet de las redes sociales y la publicidad personalizada. Es el pato de la Web: nada, vuela y camina (tiene correo electrónico, portal de noticias y motor de búsqueda), pero no hace ninguna de estas cosas demasiado bien. Primero le pasó por encima Google; más recientemente, Facebook. ¿Qué puede ofrecer Yahoo! en la Internet de hoy? La incapacidad de la empresa para responder esta pregunta ha contribuido a su alta rotación de ejecutivos: Mayer será el quinto CEO en cinco años. Reemplaza a un interino que había reemplazado a un tipo que había mentido en su currículum y que a su vez había reemplazado a una mujer, Carol Bartz, despedida el año pasado por malos resultados. Durante sus años en Google, Mayer creó uno de los rasgos más emblemáticos de la Web: la pantalla minimalista y de fondo blanco de Google.com. Hace unos años le preguntaron por qué había decidido hacerlo así. “Google tiene tantas funciones como una navaja suiza”, respondió. “Pero en nuestra página de inicio preferimos mostrarla cerrada, porque es simple y elegante. Muchos de nuestros competidores, en cambio, parecen navajas suizas abiertas. Y eso puede parecer intimidante o dañino”. El principal de aquellos competidores, con todas las funciones de la navaja a la vista, era, por supuesto, el portal de aterrizaje de Yahoo! El mismo que desde ahora tiene la tarea de limpiar.
OPINION
ALEJANDRO MELAMED PARA LA NACION
Rosana Felice, en la guardería que funciona dentro de GSK
Andrea Casas, de PwC, el año pasado, durante su embarazo
¿Se puede estar embarazada y tener un buen trabajo? ¿Es posible tener hijos y desarrollar una actividad profesional de alta performance? ¿Es posible conciliar una actividad laboral de demanda intensiva y atención a la vida familiar? Ya es parte de la historia la falsa dicotomía planteada, desde una mentalidad básicamente masculina, en la que el hombre trabaja y la mujer está en la casa con los hijos. Todos tenemos múltiples facetas e intereses, que incluyen lo personal, lo familiar, lo profesional y lo laboral, entre otros. El desafío está en posicionarnos adecuadamente y priorizar situacionalmente, entendiendo que toda generalización sería un reduccionismo improductivo. La sociedad cambió, ha evolucionado la constitución familiar y, por suerte, también están progresando los trabajos. Hoy podemos hablar de múltiples tipos de personas, modelos familiares y numerosas modalidades organizacionales y laborales. Y hay un concepto orientado al largo plazo que llegó para quedarse: sustentabilidad; gente, familias, trabajos y organizaciones sustentables en el tiempo. El incremento constante del talento femenino en el mundo laboral ha generado una serie de acomodamientos y replanteos de paradigmas tradicionales que impacta positivamente en todos los estamentos de la sociedad. En un mundo en el que la guerra del talento es una realidad más compleja –donde convive una masa creciente de desocupados con numerosas posiciones abiertas sin candidatos para cubrirlas– cada vez son más las empresas que desarrollan sofisticadas estrategias y prácticas a fin de atraer a los mejores, independientemente de su género. Pero el desafío no termina ahí, una vez que los más capaces están en las empresas, también hay que generar los mecanismos para que sigan eligiendo cada día seguir desarro-
llándose en las mismas. Y a la hora de identificar y fidelizar el talento, la clave está en sus capacidades, competencias y en el valor que pueda agregar, no en si es mujer o varón. La principal diferencia de género es biológica: sólo las mujeres dan a luz. La otra diferencia, la cultural, sólo existe porque, muchas veces, los hombres han hecho las reglas. Dentro de las prácticas que mayor impacto están generando para impulsar ese encantamiento con los mejores lugares para trabajar, encontramos el acompañamiento a la mamá durante su período de embarazo (o en la adopción) y durante los primeros meses de vida del bebe. Estar atentos, brindarle atención y contención, otorgarle seguridades, facilitarle la posibilidad de un retorno paulatino, que tenga acceso a salas de lactancia, guarderías, asesoramiento pre y posparto… estar a su lado en momentos vitales tan importantes tiene un significado muy especial en el largo plazo. No sólo para esa mamá, sino también para el resto de los empleados, para el núcleo familiar y para la sociedad en general. Obviamente que las prioridades durante ese lapso cambian, pero también irán modificándose a medida que el bebe crezca, como van cambiando a lo largo de toda nuestra vida y por múltiples razones. Así como ha evolucionado la sociedad, los modelos de liderazgo tradicionales –basados en modelos mentales mayoritariamente masculinos– están dando lugar a una diversidad de pensamiento y posturas que reflejan la realidad de los mercados y de la sociedad. Debemos dar lugar a un enfoque mucho más realista, auténticamente diverso y genuinamente más humano. Acompañar a todas las personas en momentos importantes de la vida es una manera inteligente de dejar una huella positiva y contribuir a la sustentabilidad en el sentido más amplio.
El autor es vicepresidente de RR.HH. de Coca-Cola Latinoamérica Sur
Cuando se posterga la maternidad
Susana Agustín, en su oficina de presidenta de Liberty Seguros
“En nuestra práctica es frecuente observar que aquellas mujeres que han logrado ocupar puestos gerenciales se caracterizan por haber pospuesto la maternidad”, comenta la doctora Stella Lancuba, directora del Centro de Investigaciones en Medicina Reproductiva (Cimer). Quienes acuden a su consulta, cuenta, “suelen ser mujeres mayores de 40 años, que refieren haber postergado la maternidad por el desarrollo de sus carreras, y no se arrepienten. El principal motivo de consulta es conocer su potencial fértil, y el 70% emprende algún tratamiento” de fertilización asistida.