Espectáculos

Viernes 27 de julio de 2007

Variedades EN ROSARIO

Lo nuevo de Zotto y la compañía Tango x 2 ■ Su historia, segunda parte se llama la pieza de Miguel Angel Zotto que se estrena esta noche, en el teatro Auditorio de la Fundación Astengo, de Rosario. Continuación de la anterior, Su historia, este espectáculo, que recorre los 19 años de la compañía de tango, se verá en Buenos Aires en octubre. ULTIMA FUNCION

Se termina el ritual de danza afroamericana ■ Pasado mañana, a las 21, subirá por última vez a escena el trabajo coreográfico de la compañía Ududuwa, creado y dirigido por Julieta Eskenazi, con música original de Ramiro Musotto, que indaga en los significados de la danza afroamericana. En el Teatro del Sur, Venezuela 2255. Entradas: 15 pesos. POLITICA Y POETICA

La cortina de abalorios ■ La obra de Teatro Abierto de Ricardo Monti, con dirección y puesta en escena de Silvia Piccoli, propone un teatro político, pero poético. Esta farsa trágica continúa en cartel en el teatro La Ranchería, los viernes, a las 20.30, en México 1152. Entrada: 12 pesos. POR JOVENES

Música y teatro ■ Los Morocco Topo Gipsy Band presentan Me Morocco de la risa, un espectáculo que mezcla ritmos (del reggae al folklore, pasando por la cumbia) con actuación y humor. Los domingos, a las 20, en el bar sala Premiata, Rodríguez Peña y Corrientes. Entrada: 10 pesos.

Mozart en los cuerpos Buena

✩✩✩ Mozartiana. Coreografía: Mónica Fracchia. Música: Wolfgang Amadeus Mozart. Intérpretes: María Celeste Martín, Flavio Dilorenzo, Ilana Schvetz, Micaela Quesada, Jimena Visetti, Laura Monge, María Cecilia Vicencio, Alexis Ledesma, Glenda Cassaretto, Hernán Nocioni, Sergio Villalba, Ramón Salina, Lucas Flores, Ed Virasoro. Asesoría de vestuario: Nené Murúa. Asesoría musical: Juan Carlos Figueiras. Asistencia técnica: Fernando Muñoz. En el Centro Cultural Borges. Funciones: viernes, a las 21. Duración: 50 minutos.

Con tres composiciones musicales de Wolfgang Amadeus Mozart, la coreógrafa Mónica Fracchia construye una experiencia sensible en la que, tres mundos bien diferenciados, se develan a través del movimiento y, en un contrapunto, en el que una joven compañía propondrá el encuentro con diferentes estados interiores en una continuidad en la que el campo de lo clásico, lo contemporáneo y hasta algunos movimientos particulares, atrapados de la pura cotidianidad, se mixturarán para dar cuenta de una posible lectura de lo que esas músicas pueden provocar en un cuerpo atento a dejarse modificar por ellas y, a la vez, proyectar sus resonancias. Mientras que en el primer tiempo de Mozartiana, “Afortunada alegría”, Fracchia propone, sobre la música de la Pequeña serenata nocturna, un sexteto femenino con una fuerte base romántica que juega con suma vitalidad sobre cuestiones cotidianas; en el segundo, “Transición” (Concierto para piano Nº 23-Adagio), dos solos irán dejando de lado ese romanticismo para ingresar en un mundo donde el amor parecería develarse y, por tanto, una interioridad más en conflicto se apodera de la escena. En el tercero, “Desolación extrema” (Lacrimosa, Fragmento de réquiem) la creadora se anima a jugar con

La violencia que puede provocar la violencia Muy buena

✩✩✩✩ Monos con navaja. De Luis Sáenz. Dirección: Roberto Peloni. Con Marcelo Schnaider, Jorge Almada, Emmanuel Robredo Ortiz, Diego Corán Oria y Tamara Alamprese. En La Ratonera Cultural, Corrientes 5552, 4857-2193. Sábados, a las 21. Duración: 60 minutos.

Hace seis años se estrenó esta obra de Luis Sáenz en una interesante puesta de Justo Gisbert, en el momento exacto: secuestros, asaltos y una inseguridad que crecía en forma alarmante. Bueno, hoy en día no queda anacrónica, lamentablemente. Todo aquí ocurre en el momento en que un joven entra en una panadería para comprar churros. La atiende un personaje como salido de una película de Tobe Hooper y, enseguida, aparecen sus dos hijos, cortados por la misma tijera. Fueron asaltados 60 veces, entonces ven una amenaza en cualquiera que entre al negocio. De este modo, el joven es tomado prisionero y se crea una situación tan violenta como absurda en donde el autor deja plasmadas muchas preguntas sociales sin respuesta. Monos con navaja cuenta con el humor necesario como para que semejante sadismo y violencia que se ve en escena no repercuta demasiado en los nervios del espectador. Aunque, logra crispar y sobresaltar en muchos momentos. El hombre y sus “sacados” hijos torturan al joven y lo someten a lo que ellos creen que podrían ser sometidos si un asaltante-invasor entra en el territorio de su panadería. Pero la historia, como la realidad, tiene giros: todos pueden ser sospechosos en un país violento y corrompido. Roberto Peloni consigue meter al espectador en el sombrío mundo de

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Alamprese y Schnaider

estos seres desde el momento en que entra en la pequeña (y fría) sala de La Ratonera Cultural. Algunos efectos especiales, una ambientación lumínica acorde y una puesta escénica pulcra. A su vez, es un buen provocador, pero en función de la obra, no de su regodeo personal. En la dirección de actores, Peloni encontró una línea intermedia entre el grotesco y el realismo, y puso acentos en la imagen. Contó con actores dúctiles que entendieron muy bien su propuesta y la del autor. Jorge Almada, como el panadero, hace una caricatura de límites bien marcados; Diego Corán Oria y Emmanuel Robredo Ortiz, componen a unos hijos de trazo grueso, mientras que Tamara Alamprese hace una intervención de peso y Marcelo Schnaider, como la víctima, le da a su personaje los matices necesarios como para convertirse en el centro de la escena en varias oportunidades.

Pablo Gorlero

Círculo Antígona, un proyecto de Pompeyo Audivert

El Rojas lanzó un interesante ciclo Mostrará obras que están en proceso

Una propuesta rica, que busca poetizar la desolación

cuestiones más sombrías; lo trágico se hace presente, y allí la soledad, la angustia y hasta la ambigüedad de los seres aportan un marco cargado de fuertes sutilezas, y las lecturas para el espectador podrán ampliarse, mientras su propia experiencia personal se pone en actividad.

Un homenaje formal Mozartiana, realizado en homenaje a la coreógrafa Ana María Stekelman, posee una factura cuidada y, a través de su línea creativa, podrá repararse en diversas posibilidades que el ser puede atravesar a la hora de dejarse guiar por un mundo

musical que lo contiene, mientras le propone una expresividad singular. Es rica como propuesta y sus resultados exponen rigor. Aún así, en ciertos aspectos, la experiencia es de una textura muy formal, todavía. Resta que los bailarines, sobre todo en la última parte, se permitan dejarse atravesar sensiblemente por esa secuencia de movimientos y así posibilitar una mayor trascendencia a una coreografía que busca poetizar la sensación de desolación y con la apoyatura de un réquiem.

Carlos Pacheco

En agosto, el Centro Cultural Ricardo Rojas (Corrientes 2038) presentará una nueva idea vinculada al quehacer teatral: Panorama Work in Progress, un espacio que anticipará los próximos estrenos en la cartelera porteña para acercar a los espectadores a ser partícipes del alma de una creación. El proyecto fue presentado a la prensa ayer, en el Rojas, y será totalmente gratuito. El ciclo que acercará el modo de creación de cada espectáculo comenzará el miércoles con La asfixia, de López y Binetti, en la sala Cancha, que también se presentará el miércoles 10, a las 21. Es una obra que habla de los que están llegando a los treinta años. Círculo Antígona, de Pompeyo Audivert, se hará los sábados 4 y 11, a las 23, en la sala Biblioteca, basado en técnicas de composición pictóricas renacentistas y en el automatismo de los surrealistas. ¡Karamazov!, de Alejandro Tantanian, irá los lunes 6 y 13, a las 21, en la sala Batato Barea, con Mirta Bogdasarian, Analía Couceyro, Gaby Ferrero, Stella Galazzi, Javier Lorenzo, María Onetto, Nahuel Pérez Biscayart, Pablo Rotemberg, Luciano Suardi, Diego Velázquez y Ciro Zorzoli. Tren, de Piel de Lava, irá los martes 7 y 14, a las 21, en la sala Cancha,

con Elisa Carricajo, Valeria Correa, Laura Paredes y Pilar Gamboa, sobre un grupo de mujeres que viaja en un tren para encontrarse con Dios. Dónde está el Norte, de Gabriela Izcovich, será los jueves 16 y 23, a las 21, en la sala Cancha, obra que surgió de un taller y que se estrenará en febrero del año que viene. Mujeres en el baño, de Mariela Asensio, irá los sábados 18 y 25, a las 21, en la sala Cancha. La presa, de Bernardo Cappa, irá los domingos 19 y 26, a las 20.30, en la sala Biblioteca, que se empezó a trabajar con la consigna de que la actuación se sostenga por formas plásticas más que con relatos y situaciones. Adela está casando patos, de Maruja Bustamante, será los martes 21 y 28, a las 21, en la sala Cancha, sobre el pesimismo que dejó la década del 90. Entretanto Nelidora (o el extraño caso de las hermanas con la piel continua), de Santiago Loza, por Anahí Berneri, irá los viernes 24 y 31, a las 21, en la sala Cancha, con Luciana Lamoglia y Lara Lutufyan. Por último, Más solos, de Alejandro Catalán, irá el sábado 25 y el lunes 27, a las 22, en la sala Biblioteca, sobre trabajos realizados en su estudio.