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espectáculos

| Jueves 10 de octubre de 2013

Mipcom y el futuro de la TV

encuentro. La tecnología al servicio de la programación, al tope de la agenda Marcelo Stiletano LA NACioN

CANNES, Francia.– Ayer por la tarde, hasta el último acto trascendente del Mipcom 2013 tuvo color, imagen y sonido de la Argentina. Antes de que el poderoso ejecutivo Jeffrey Katzenberg recibiera en el auditorio principal del Palacio de los Congresos el título de personalidad del año, se proyectó allí un breve corto animado realizado en esténcil por Juan Pablo Zaramella, en el que varias figuras (de Gardel al papa Francisco, pasando por Messi y el Che Guevara) se desplazan sobre paredes porteñas al compás del tango “Rodríguez Peña”, de Francisco Canaro. Ese corto antecedió durante los últimos tres días a cada uno de los encuentros públicos, mesas redondas, paneles, exposiciones, debates y charlas del mayor mercado y punto de encuentro anual del mundo televisivo, en el que la Argentina fue investida como país de honor. Un título que también salta a la vista desde el gigantesco cartel que recibe hasta hoy desde la marquesina del Palacio, a pocos metros del Mediterráneo, a los casi 4000 participantes de la muestra, llegados de todo el mundo para presentar, comprar y vender formatos televisivos y participar en discusiones sobre el presente y el futuro del medio. A lo largo de tres días desfilaron por aquí más de 300 representantes argentinos (la mayor delegación de toda la muestra), que incluyó desde altos ejecutivos de los canales y empresas privadas líderes hasta integrantes de productoras regionales y pymes, además de autoridades y funcionarios de los medios públicos. Según reconoció a la nacion Liliana

cine

néticas transformaciones. El hombre fuerte de DreamWorks Animation, que hace poco ingresó de lleno a la vanguardia televisiva al adquirir el canal Awesomeness, surgido de internet y pensado para el público adolescente, hizo un veloz relato sobre la evolución de los medios, desde Gutenberg hasta nuestros días. “Hoy sabemos que ninguna tecnología nueva logró desplazar del todo a la anterior, sino sumándose a ella en el proceso evolutivo. Los nuevos medios jamás reemplazarán a los viejos. Nos ayudarán a enriquecer nuestra experiencia creativa y de entretenimiento”, dijo en su exposición, precedida por acordes tangueros. El sello argentino del Mipcom 2013.ß

Película anclada por su origen teatral Los quiero a todos (argentina/2012). ★★ regular. dirección y guión:

Jalfen, Santiago Gobernori, Alan Sabbagh, Ramiro Agüero, Valeria Lois. distribuidora: Lat E Cine. duración: 78

Oferta millonaria

El gigantesco cartel del Palacio recuerda que nuestro país es el invitado de honor Mazure, presidenta del incaa y de la delegación argentina, hubo un muy plausible espíritu de colaboración e integración entre sectores públicos y privados durante la muestra. De los debates, negociaciones, encuentros y tratativas que tuvieron lugar tanto los dos amplios “espacios argentinos” que dispuso el incaa y en los stands de canales y productoras privadas surgieron varios hechos destacados. Desde la perspectiva de las señales líderes, el programa de Telefé Aliados, creado por Cris Morena, tuvo tal vez el perfil más alto a partir de su condición de ciclo multiplataforma (la integración entre pantallas fijas y móviles fue uno de los grandes temas de debate este año) y, desde el otro lado, la flamante distribuidora

internacional Federal logró vender más de 50 horas de ficciones y documentales realizados en el interior del país a Canadá y los Estados Unidos pocas horas después de presentarse aquí en sociedad. A la vez, los paneles que tuvieron como expositores a productores y ejecutivos argentinos dejaron algunos datos dignos de mención: Claudio Villarruel y Bernarda Llorente anunciaron el lanzamiento del ciclo Televisión por la justicia, compuesto por 13 unitarios, el miércoles 6 de noviembre, a las 23, por Canal 9; Liliana Parodi (responsable artística de América) definió a ese canal como “un formato en sí mismo” al contar con 16 horas diarias de programación en vivo, y Víctor Tevah (Pol-ka) señaló que cada uno de los capítulos

s. nogier/efe

de una tira diaria tiene un costo de entre 50.000 y 70.000 dólares, valores que pueden llegar hasta 120.000 dólares si se trata de un unitario. Las exigencias de un escenario en permanente mutación fueron el común denominador de las discusiones abiertas y las charlas de pasillo. Se habló mucho del concepto de “segunda pantalla” (el teléfono celular o la tablet que complementa al televisor cada vez más en forma simultánea), de la llegada de la tecnología 4K (que duplica la definición de imagen de una pantalla HD) y de cómo se utilizan cada vez más los recursos digitales y las redes sociales en la definición de la agenda editorial de las señales informativas. Ayer, Katzenberg dejó flotando su mirada sobre este momento de fre-

Luciano Quilici. elenco: Mar-

garita Molfino, Loren Acuña, Diego

minutos. calificación: apta para mayores de 16 años.

C

ada expresión artística tiene sus códigos. Por supuesto que las reglas muchas veces pueden doblarse hasta quebrarse, si eso es lo que requiere la obra en cuestión. Para hacerlo, el contrato establecido entre el creador y su público debe estar lo suficientemente afianzado como para que el abandono de las convenciones no afecte la narración y pueda conmoverlo. En cine, uno de los elementos para establecer ese lazo entre el relato y sus espectadores es la actuación de sus protagonistas. Que, en el caso de Los quiero a todos, como casi todos los elementos que lo componen, revela el origen teatral de la historia y los personajes. Las interpretaciones de los muy interesantes actores principales sencillamente ocurren en el marco equivocado. El artificio de la actuación, aceptado y hasta buscado en el teatro, rara vez funciona en el cine, y para hacerlo necesita de una puesta en escena que explore hasta el límite su vena escénica o la ignore por completo. Ninguna de esas dos instancias ocurre en este film dirigido y escrito por Luciano Quilici, que adaptó su propia obra para el cine convirtiendo las escenas en viñetas que revelan las patéticas y superficiales vidas de seis amigos reunidos en una quinta en la que nadie parece estar pasándola demasiado bien. De hecho, no hay en este grupo un personaje que permita alguna posibilidad de identificación real. Los monólogos muchas veces generan la reacción contraria: un rechazo provocado por la trivialidad y la facilidad con la que enuncian crueldades sin que se genere conflicto alguno. A las dos integrantes femeninas del conjunto les tocan los poco inspirados arquetipos de la amiga puta y la esposa sumisa, y apenas los personajes interpretados por Alan Sabbagh y Santiago Gobernori logran, por momentos, elevarse por sobre el material con el que trabajan.ß natalia Trzenko

Jeffrey Katzenberg sorprendió a todos aquí al revelar que hace seis semanas ofreció 75 millones de dólares por la realización de tres episodios adicionales de la serie Breaking Bad. “El programa me volvía loco y por supuesto se trataba de una idea loca. Pero con lo que ofrecí ellos iban a ganar más dinero del que obtuvieron con toda la serie”, señaló al sorprendido auditorio en Mipcom, que consagró ayer al poderoso ejecutivo de Hollywood como personalidad del año. La propuesta, según Katzenberg, incluía la posibilidad de exhibir ese material adicional on line, a razón de seis minutos por cada segmento, mediante un pago para los suscriptores de entre 50 y 99 centavos de dólar por cada acceso. “Les dije que iba a crear el mayor acontecimiento de la historia de la televisión pay per view para contenidos de ficción, pero se ve que ya tenían definida con mucha anterioridad la trama decisiva del programa.” ß

poLémica

Assange contra sí mismo Julian Assange no quedó muy contento con el retrato que hizo de él el film El quinto poder. En una carta a Benedict Cumberbatch, quien lo interpreta en el film, el titular de WikiLeaks le pidió que abandonara la película, “Vas a ser usado como un asesino a sueldo, adoptando la apariencia de verdad de modo de poder asesinarla”, escribió.ß

Abril Sosa y Carla Quevedo, protagonistas

AeroplAno

cine

Una comedia romántica ligera abriL en nueva York (argentina/2012). ★★★ buena. dirección y guión: Martín Piroyansky. elenco:

Abril Sosa, Carla Quevedo,

Matt Burns. fotografía: Pix Talarico. duración: 77 minutos. calificación:

sólo apta para mayores de 13

años.

P

ara su primer largometraje como director, Martín Piroyansky se atrevió con un género que, bien realizado, fluye con una naturalidad y una sencillez que en realidad ocultan un complejo trabajo de guión y la hazaña de conseguir la impredecible química entre sus protagonistas. Abril en Nueva York es una comedia romántica que en ciertos pasajes logra justamente eso. El film tropieza cuando se aleja del elemento humorístico de la fórmula, recae en tópicos muy transitados y algo de la frescura inicial se diluye. Pero no se pierde, porque aun en esos momentos el director y guionista nos hace saber que domina por completo su material. “Soy un cliché”, dirá Ben, el tercero que genera algo de discordia en la relación entre Pablo (Abril Sosa) y Valeria (Carla Quevedo), jóvenes artistas argentinos ins-

talados en Nueva York. El guiño a las convenciones de la comedia romántica, que obligan a siempre tener un antagonista que sea todo lo que el protagonista no es, alivia algo la carga del guión, que exagera en su construcción de estos opuestos. Ben es la opción perfecta –demasiado perfecta, claro– para quebrar la pareja que no funciona, mientras que Pablo no podría ser más adorablemente imperfecto. Con pretensiones de bohemia, irresponsable y con una alta valoración de sí mismo sostenida con sus propias fantasías de grandeza, el personaje se acerca demasiado a la caricatura, trampa de la que escapa por poco, en gran medida ayudado por su contraparte femenina. Gracias a la expresiva y bella Quevedo, Valeria resulta un personaje complejo, interesante, contradictorio, pero siempre coherente con el planteo del film. Sostenido por diálogos entre graciosos, absurdos e incómodos, Piroyansky demuestra tener un buen pulso para encontrar y desarrollar la insoportable y excitante tensión de los momentos esenciales de las relaciones amorosas. Esos que van de la ilusión del primer beso a la desolación de la última pelea.ß natalia Trzenko