Mientras sea presidente de River, lo único que quiero es

28 dic. 2014 - En una charla distendida, la máxima autoridad del club de Núñez realizó un balance, después del ... fútbol de River, para el plantel supe-.
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Entrevista

| Domingo 28 De Diciembre De 2014

En una charla distendida, la máxima autoridad del club de Núñez realizó un balance, después del primer año de gestión: los títulos, la revolución futbolística que provocó el técnico Gallardo, el presente institucional, la lucha contra la violencia...

D’Onofrio “Mientras sea presidente de River, lo único que quiero es que Gallardo sea mi técnico” Textos Martín Castilla y Alberto Cantore | Fotos Daniel Jayo

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na pequeña infografía con todos los modelos de camisetas que usó River en la historia y el diploma de socio vitalicio, las referencias millonarias que se exhiben en las oficinas de Barrio Parque donde el presidente Rodolfo D’Onofrio recibe a la nacion. Un espacio que representa el costado empresarial junto al de la pasión del dirigente deportivo, el que hace un año y diez días tomó las riendas de una institución en crisis. Hoy, la realidad sigue siendo compleja, pero en Núñez se mira el futuro con optimismo. Hay señales que compusieron un presente distinto, de vueltas olímpicas y gloria recuperada; de gestión y logros; de proyectos para que River vuelva a ser River. “Hace 15 meses que no paro, ganamos las elecciones y el mismo día que asumimos tuvimos que salir corriendo porque nos entraban cinco millones de pesos en cheques”, recuerda ahora, con una sonrisa, aquel primer acto de gobierno. –¿Pensó que podía ganar un campeonato tan rápido con semejante panorama institucional? –En Tandil, en la pretemporada, me di cuenta de que River podía salir campeón. Me encontré con un equipo, un grupo humano, muy unido. Si más o menos lo poníamos en marcha, tenía que salir bien. Todo eso, más el aporte fundamental

de Enzo [Francescoli]. Y al mismo tiempo debíamos poner al River institución de pie. River debía volver a ser River, lo cumplimos, pero falta. Esto recién empieza. No sólo en lo deportivo hay que buscar logros, sino también en la gestión. –¿Cómo se vivió el cambio futbolístico por pasar de Ramón Díaz a Gallardo? –Fue sorpresivo. Veníamos con una idea cuando asumimos para todo el fútbol de River, para el plantel superior como para las divisiones inferiores. Nos tomamos tiempo para conocer a las personas que estaban, pero en un momento Ramón nos dijo «me voy». Nosotros teníamos algunas ideas con Enzo y uno de los candidatos era Gallardo. Estábamos convencidos de las ideas del Muñeco, pero obviamente no pensamos que tan rápido íbamos a lograr los objetivos. Y eso es también porque es un plantel muy inteligente, que después de ser campeón se adaptó a otra forma de juego y fue por más gloria. Estoy orgulloso de ellos y del cuerpo técnico. Gallardo es un líder silencioso que tiene muchos méritos y colaboradores de primer nivel. El técnico transmite muy claro y los jugadores tienen ambición de más gloria. Mientras sea el presidente de River, lo único que quiero es que Gallardo sea mi técnico. –¿Qué imagen recuerda del festejo en el vestuario, tras la

Con una pirámide, D’Onofrio grafica cómo marcha el club obtención de la Sudamericana? –Viví muchas cosas lindas, pero hay una anécdota que me movilizó. Cuando entré, el vestuario era una fiesta, con música, familias, abrazos, una locura de felicidad. Me encuentro con un jugador y le agradezco por el esfuerzo y por la alegría que nos dan… Pero enseguida él me responde: «D’Onofrio, yo le agradezco a usted. Porque cuando la cabeza está en orden, el club funciona. Cuando vimos el acompañamiento de la dirigencia, nosotros nos dedicamos exclusivamente a jugar». Cuando camino por el club, se respira un clima de optimismo.

–Si se quedaban con las manos vacías… –[Interrumpe]. Hubiese sido injusto. Todos hablaban y destacaban el estilo. Pero sin duda que en el exitismo que vivimos ayuda mucho ganar un campeonato para que la gente se acuerde más. Gallardo tiene muy claro lo que quiere y siempre digo: este River no te pierde un partido, se lo gana el adversario por ser mejor. Veo un equipo que se sabe adaptar a las circunstancias, que te permite ganar esa semifinal o final que tanto querés. En un momento las cosas hay que adaptarlas, la idea es buena, pero hay que ser adaptable.

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“El hincha está mucho más orgulloso, camina con una sonrisa pícara”

–Durante una parte del último semestre, River evidenció un desgaste que lo obligó a elegir. ¿Considera que es un plantel corto? –Ahora tenemos que jugar ocho copas en un año, nos vamos a emborrachar con tantas [sonríe]. Si es un plantel corto o largo es muy difícil saberlo. Pregunto: ¿tener un plantel largo es tener un N° 9 suplente tan bueno como el titular? ¿Y cómo se maneja el vestuario con dos que están al mismo nivel? Hay que ser inteligente, como lo es Gallardo. Tenerlo es imposible desde lo económico y también desde lo deportivo. River compitió en tres campeonatos y peleamos hasta último momento. No fue una cuestión de corto o largo, y para mi River no tiene un plantel corto. Pero sí debo decir que el técnico, lo que debe de estar considerando es que para todo lo que tiene por delante debe tener opciones. No todos los partidos son iguales ni todos se juegan con el mismo planteo, así que para lo que viene debe tener distintas opciones. Eso es lo que debe de estar pensando, porque así lo noté cuando hablamos. No creo que busque uno mejor que lo que tiene, creo que elegirá opciones para tener más variantes de juego. –¿Gallardo les pidió muchos refuerzos? –Muchos no van a ser. Ya me lo demostró a mitad de año. Ellos confiaban en el plantel y en el mercado no había algo mucho mejor de lo que teníamos. De la misma manera que nosotros no queríamos hacer cambios bruscos, Gallardo quería ver lo que tenía. Y el gran acierto fue haber puesto el ojo en Pisculichi. Cuando me lo nombró, me gustó de entrada. Primero, porque es un gran jugador; segundo, porque le hizo goles a Boca. Lo que no sabía era si el rendimiento iba a ser muy bueno. Gallardo quería saber si Pisculichi quería gloria, y cuando habló con él, lo comprobó, y lo trajimos. Lo demostró con creces. –Aimar es una realidad. ¿Cuáles son los sueños? –Aimar habló con Gallardo y está contentísimo. Sueño son Lucho González, algún día Pipita Higuaín... Saviola, con el que no tuvimos ninguna comunicación, pero al que sin dudas le abrimos las puertas.ß