Melodrama ortodoxo adornado con un elemento sobrenatural

9 feb. 2012 - Treinta años atrás, en el casco de una estancia de un pueblo del interior llamado Villa Rita, una mujer da a luz a un niño. No es un parto más.
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ESPECTACULOS

Jueves 9 de febrero de 2012

TV

I

((((( BUENA

TELENOVELA

Lobo

EL TRECE

Melodrama ortodoxo adornado con un elemento sobrenatural

Lucas Moreno (Gonzalo Heredia) convertido en hombre lobo LOBO: TELENOVELA L AUTORAS: LILY ANN MARTIN Y CECILIA GUERTY L ELENCO: GONZALO HEREDIA, VANESA GONZALEZ, OSVALDO LAPORT, GERARDO ROMANO, VIVIANA SACCONE, LUISANA LOPILATO, ADRIAN NAVARRO, ESTEBAN PEREZ, LAURA AZCURRA, ESTEBAN MELONI, MONICA GALAN, PETO MENAHEN, MARCELO DE BELLIS, LUIS MACHIN L PRODUCCION EJECUTIVA: PAULA GRANICA L DIRECCION: JORGE MONTERO Y JORGE BECHARA L CANAL: EL TRECE L HORARIOS: LUNES A VIERNES, A LAS 22.30. L

Treinta años atrás, en el casco de una estancia de un pueblo del interior llamado Villa Rita, una mujer da a luz a un niño. No es un parto más. El chico es el séptimo hijo varón de la familia. La figura siniestra de una mujer de negro observa a través de los vidrios esmerilados y los visillos que tapan las ventanas del caserón la materialización de lo que sus visiones le han predicho. Esa pequeña criatura, tres décadas después de este día, cada vez que la luna muestre su redondez completa en la noche, se convertirá en una bestia capaz de destrozar a cualquiera con sus uñas y sus dientes. Y a quien querrá eliminar será a su propio padre. Esa sola mención de la vidente convence a Leopoldo Díaz Pujol para mandar a eliminar a ese hijo que acaba de nacer. Una decisión que no cuaja con las características del personaje, quien en la actualidad aparece como un

poderoso directivo de una empresa de productos electrónicos que difícilmente tenga la credulidad suficiente en supersticiones como la del lobisón para mandar a matar a un hijo por ello. La propuesta de Lobo adosa, a una telenovela que responde a la matriz del melodrama ortodoxo, un elemento sobrenatural originado de algún mito universal como el de la licantropía o el vampirismo, tendencia de moda en historias de amor hechas para el cine o la televisión, que llega a

17,0 PUNTOS DE RATING

hizo anteayer. Había debutado con 21,6

la producción local con un delay de un par de temporadas. La manera prácticamente lineal y tan transparente, sin ningún tratamiento que le aporte alguna novedad ni opalescencia que genere algo de misterio a la maldición que acosará a Lucas Moreno durante toda su existencia, demuestra el carácter decorativo con que está puesta su condición de lobisón en esta historia. Lo importante en ella es que esa maldición con la que vino al mundo el personaje al que interpreta Heredia es la típica caída en desgracia de la heroína (en este caso el héroe) en el melodrama, de la que deberá recuperarse y reivindicarse a lo largo del tiempo que dure la trama de la historia. El verdadero misterio, la intriga que plantea Lobo, es la de conocer cómo se liberara este lobisón del estigma que lo marcó el turno en el que le tocó nacer entre sus

hermanos (aunque uno “intuye” gracias a la memoria que tiene de otras propuestas del género que lo hará gracias a la fuerza del amor). Más allá de la utilización de un esquema de género probado y la presencia de algunos galanes convocantes de suspiros en la platea a la que atrae la figura masculina (a la que la producción no se priva de mostrarle cuerpos húmedos con armonioso desarrollo muscular), la fortaleza de esta propuesta pasa por el muy buen trabajo de producción que presenta un producto con una envoltura de primera calidad. Desde la elección de las locaciones, hasta los efectos especiales, pasando por la ambientación de los distintos lugares en los que se desarrolla la historia, las escenas de acción, la edición, la musicalización, la iluminación y la fotografía del programa contribuyen a generar una imagen atractiva que suaviza cualquier debilidad en la elaboración de los libros o de ciertas carencias actorales en algunas interpretaciones.

Ricardo Marín

ZAPPING POR NATALIA TRZENKO Play. Uno podría pensar

que la foto y el título del programa, Mi gran boda gitana, lo dicen todo. Nada más alejado de la verdad. El docu-reality que estrenó Liv es mucho más que la suma de sus estridentes partes. El fascinante estudio de una tribu urbana poco conocida, los gitanos del Reino Unido, se sumó a la fascinación que la TV actual tiene con los preparativos necesarios para casarse. Claro que en este caso la

cuestión va mucho más allá de la elección de la tela del vestido. Click. “Ves como se visten las chicas y pensás que son prostitutas. Pero no. Son chicas de familia que se preparan toda la vida para el matrimonio, al que llegan vírgenes, por supuesto”, revela la modista elegida para todas las celebraciones gitanas. Y no exagera. Con ropa mínima y pintarrajeadas, las primas Cheyenne y Montana cuentan como son los rituales para conseguir

novio, se preparan para la boda de una amiga y explican que para ellas casarse entre los 15 y los 17 años es lo normal. Click. Pero no sólo de casamientos se alimenta este recorrido por la sociedad semisecreta. También se ocupa de mostrar la primera comunión de un par de hermanitos que, como la costumbre lo indica, van a la iglesia en limusina acompañados por sus amigos y tomando “champán falso”. Click. Quiero ver más.

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