SOCIEDAD | 21
| Domingo 29 De junio De 2014
Séptima generación de una familia de cirqueros, vino a Buenos Aires para presentar su último récord, The Ultimate Daredevil
Bello Nock. “Me gustaría cruzar la 9 de Julio de lado a lado sobre un alambre” Texto Soledad Vallejos | Fotos Aníbal Greco
E
s un hombre de récords extraños, de peinados extravagantes y hábitos extremos. Bello Nock nació en los Estados Unidos rodeado de trapecios, alambres, trampolines y todo tipo de malabares. Es parte de la séptima generación de una familia de cirqueros. Y eso lo explica todo: caminó por un alambre sobre dos cruceros en el mar; se colgó de los pies de un trapecio bajo un helicóptero sobre la Estatua de la Libertad y, hace tres semanas, en Times Square, estableció un nuevo récord mundial al convertirse en el primer hombre que dio más entrevistas en una cuerda floja durante el período más largo de tiempo. Bello vino a Buenos Aires para presentar su próximo récord The Ultimate Daredevil, donde completará una serie de 15 proezas que desafían la muerte en tan sólo 15 minutos. Como si no fuera poco atravesar una pared de fuego en moto o salir expulsado de un cañón como una bala humana para sobrevolar un helicóptero, deberá hacerlo contra reloj. Si sobrevive en el intento, como él mismo dice, el show se podrá ver el próximo 30 de agosto en un evento pay per view en vivo por TheUltimate.com. –¿Qué sentido tuvo convertirte en el primer hombre en dar mayor cantidad de entrevistas sobre una cuerda floja? Suena un poco… –Ridículo [se ríe]. Estuve ocho horas balanceándome en una silla sobre una cuerda floja en Times Square. Hablé con todas las radios y cadenas de noticieros. Fue una de las noticias más presentes durante todo el día. –Fuiste payaso en un circo durante muchos años y hacías espectáculos para niños. ¿Creés que es más difícil ahora captar la diversión de los niños? –La pregunta es buena; la respuesta es dura. Siempre es difícil llamar la atención de la gente o hacerla reír. Pero creo que hoy los game boys y los juegos en red son la principal di-
versión de los niños. Para mí en la vida siempre se necesita un balance. Está bien la computadora, pero también el juego físico. Está bien trabajar, pero también el tiempo con la familia. Equilibrio. Y creo que falta un poco de eso. –¿Qué clase de hazaña te gustaría hacer en Buenos Aires? –La verdad es que mi visita era sólo parte de una gira para promocionar The Ultimate, que se completa con la visita a otros 15 países. Pero me enamoré de la ciudad, y sobre todo de los asados [se ríe]. La carne aquí es deliciosa. Pero la verdad es que me gustaría volver el año próximo para cruzar la 9 de Julio de lado a lado sobre un alambre. La idea sería cruzarla varias veces. La primera caminando, la segunda con una venda en los ojos, la tercera en moto, y así seguir aumentando los niveles de desafío. –¿Por qué dejaste el circo para ofrecer tus shows en Internet? –He trabajado en muchísimos lugares en donde la gente tenía que comprar un boleto para verme. Y a mí me gusta tener relación con la gente. Ese ida y vuelta está en
Facebook, Twitter y otras redes. Es fantástico. Las personas me preguntan todo el tiempo cómo hago mi peinado, cómo me entreno, cómo me preparo para los desafíos. Por eso no estoy en TV y sí en Internet. Eso hago con #TheUltimate. Es un sistema pay per view, pero el pago es simbólico, como uno o dos dólares. –¿ Hay gente que piensa: “¿Qué clase de tonterías hace este hombre?”. ¿Qué le dirías? –Mucha gente piensa que hago locuras. Pero para mí no son tonterías. No soy un demente. Tengo una familia, tres hijos y una esposa. Soy la séptima generación de una familia de cirqueros. Y siempre vi cómo mis padres disfrutaban de su trabajo. Lo mismo me pasa a mí, afortunadamente. Soy un showman entertainment, una mezcla de artista con deportista extremo. Ensayo, entreno mi cuerpo, y todo lo que hago tiene un foco. No busco el peligro sin saber lo que va a pasar. Y tengo un nivel de preparación muy exigente. No hay otras cinco personas juntas que puedan hacer lo que yo hago.ß
1931-2014
Albino Dabove Un periodista con vocación educativa A los 83 años, falleció el periodista Albino Dabove, que tuvo una extensa trayectoria en medios periodísticos y un fuerte compromiso con instituciones y experiencias dedicadas a la educación. Hombre de convicciones firmes, vasta cultura y fino sentido del humor, había nacido en Venado Tuerto el 12 de mayo de 1931. Radicado en Río Cuarto –luego de vivir en Rosario y en Córdoba–, trabajó en el diario Puntal. De sólida formación humanista –sabía latín–, se trasladó a comienzos de los años 80 a Buenos Aires. Con diferencia de pocos meses ingresó en La Razón, donde trató a Félix Laíño y Jacobo Timerman y
llegó a ser jefe de la sección Corrección, y en la nacion, donde se integró a la Redacción y fue uno de los editores de temas educativos. Ya en esos años alertaba sobre el deterioro del sistema educativo y promovió experiencias novedosas de enseñanzas. Fue autor del libro Escuela pública o privada, donde destierra mitos sobre la estéril polémica que enfrentaba a los dos sistemas de gestión de la enseñanza. Siguió de cerca los debates del Congreso Pedagógico, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y la reforma educativa del gobierno de Menem. A mediados de los años 90 dejó la nacion, pero no abandonó su in-
quietud por la problemática escolar y universitaria. Fue asesor de la ministra Susana Decibe y asistió a los rectores en el Consejo Interuniversitario Nacional. Alentó la formación de chicos talentosos y creativos y en la última década promovió iniciativas en la Universidad Nacional de General San Martín. Siempre atento al avance de las tecnologías, impulsó la creación de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, que se expandió a partir de convenios con el Incaa, y consolidó la licenciatura en enseñanza de las artes audiovisuales. Sus restos fueron cremados y conducidos al cementerio de Río Cuarto.ß