Matones de esquina y malevos de arrabal

30 ago. 2010 - SHANGHAI, China.– Cuando. Iñaki Urlezaga ... pisó un escenario chino por prime- ra vez. ... pies de un bailarín clásico, un gusto que Urlezaga ...
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Buenos Aires, lunes 30 de agosto de 2010. SECCION 4

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Espectáculos

País sangriento Ricardo Bartís estrena El box, centrado en la violencia que cree endémica en la política argentina. PAGINA 6

La TV, cada vez más obsesionada con Tinelli

Un dúo sincronizado

Al buen debut de Sábado Show, se le sumará pasado mañana una edición diaria de Zapping. PAGINA 5

Diego Scott y Ursula Vargues conducen y comparten Lado B, por FM Blue. PAGINA 6 Iñaki Urlezaga: se presentó en la Expo Shanghai

En Tango argentino baila también folklore FOTOS GENTILEZA SECRETARIA DE CULTURA DE LA NACION

“Cuando te llaman, volvés corriendo al lugar del que venís” Presentó su espectáculo en el pabellón argentino Por Verónica Pagés Enviada especial

Matones de esquina y malevos de arrabal Rubén Blades cantará versiones tangueras de sus hits, con arreglos de Carlos Franzetti y la orquesta de Leopoldo Federico

Por Mauro Apicella De la Redacción de LA NACION Al panameño Rubén Blades le alcanzaría bajar el ala de su sombrero –ese que usa cuando canta; ese que usó en su última actuación en Buenos Aires, a fines del último año– para lograr un look medio tanguero. Claro

que eso no sirve ni para empezar si el plan es cantar tango; plantarse sobre el escenario del Luna Park, como piensa hacer esta noche, en la primera de las dos finales que tendrán el Mundial de Baile de Tango. Blades no pensó en el sombreContinúa en la Pág. 2, Col. 1

MIGUEL ACEVEDO RIU

SHANGHAI, China.– Cuando Iñaki Urlezaga vino en 1999 por primera vez a Shanghai, como primer bailarín del Royal Ballet de Londres, para la inauguración del Gran Teatro, nunca supuso que iba a entablar con esta ciudad la relación artística y afectiva que ya lo trajo aquí seis veces a bailar. La última sucedió ayer por la mañana –hora argentina– o, lo que es lo mismo, el domingo por la noche, en el Red Hall del Expo Center de la Exposición Mundial Shanghai 2010. Son muchos los cambios a los que Iñaki tuvo que adaptarse, feliz, en sus sucesivos viajes al otro lado del mundo. No sólo están las once horas por delante que el cuerpo tiene que alcanzar, aunque la cabeza ordene otra cosa, sino que están las costumbres del público local que sorprendieron al bailarín platense cuando pisó un escenario chino por primera vez. “La gente comía durante la función, llegaba tarde o se iba sin problemas antes de que terminara el espectáculo, se prendían las luces y sonaban celulares como si nada”, recuerda, ahora muerto de risa, Urlezaga, a sabiendas de que muchas cosas han cambiado, como quedó demostrado en la actuación que –invitado por la Secretaría de Cultura de la Nación– realizó como parte de la programación especial del Pabellón Argentino de la Expo Shanghai 2010. A decir verdad, las 1200 personas que llenaron el enorme auditorio donde el bailarín se presentó con parte de su compañía Ballet Concierto no dejaron ver ninguna de esas costumbres que tanto le llamaron la atención a Iñaki años atrás. Fueron puntualísimos, tremendamente respetuosos y efusivos; en lo único que sí se podía notar alguna costumbre oriental fue en el incesante uso de cámaras de foto o

directamente de filmadoras posadas en oportunísimos trípodes que permitían al interesado en cuestión no sólo controlar la grabación, sino poder darse el lujo de mirar el espectáculo ya no sólo por el visor de su equipo. Es que precisamente eso había que hacer, relajarse y disfrutar de ese Tango argentino, tal el nombre del espectáculo que el bailarín creó expresamente para esta exposición en la que el Pabellón Argentino homenajea también los 200 años de la

El bailarín, en China

patria. Por eso, Iñaki dejó las zapatillas de clásico por un rato y se calzó un señor par de “tamangos” para entrarle al tango, que alternó con unas botas camperas que lo animaron a la zamba. Tango y folklore en los pies de un bailarín clásico, un gusto que Urlezaga aceptó darse ancho de orgullo y realización personal. “Es como el grito de la selva: cuando te llaman, volvés corriendo al lugar de donde venís”, grafica Iñaki, sobre la emoción que le generó el desafío de

Continúa en la Pág. 5, Col. 1