el mundo | 5
| Miércoles 23 de abril de 2014
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Recuperan cuerpos en Corea
SEÚL (DPA).– Mientras siguen las tareas de búsqueda en la zona donde hace ocho días se hundió el ferry surcoreano Sewol, las autoridades informaron ayer que la cifra de cuerpos recuperados ascendió a 121. De las 476 personas que iban a bordo del barco –en su mayoría estudiantes–, 181 continúan desaparecidas. Gracias a que
reuters
el mar estuvo calmo y a una mejora en las condiciones meteorológicas, los equipos pudieron acelerar la búsqueda, aunque en los laberintos de pasillos y camarotes del ferry la visibilidad para los buzos es muy escasa. “La tarea de buscar cadáveres se vuelve muy difícil”, dijo un vocero del servicio de guardacostas.ß
Máscaras, encierro y muerte: el Ébola atemoriza a África brote. Los métodos de tratamiento del letal virus, que ya se cobró
la vida de más de 100 personas en Guinea, asustan a la población
CONAKRY, Guinea.– Para muchas personas en África occidental, la epidemia de Ébola es como estar viviendo una película de terror: los médicos van ataviados con trajes futuristas, los familiares de los enfermos son ingresados en cuarentena en estaciones de aislamiento improvisadas y el gobierno ordenó no comer ningún animal salvaje, como murciélagos o monos. Desde fines del mes pasado, el Ébola, uno de los virus más contagiosos y letales del mundo, se extiende por la paupérrima Guinea, donde los ciudadanos reaccionan con enojo y agresividad ante la enfermedad. Así pasó en un pueblo del sudeste del país, donde hace poco lanzaron piedras contra un centro de atención de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). “Entendemos el temor de la población. Hasta la fecha, no se había dado el Ébola en Guinea y nuestros trabajadores visten overoles de protección, lo que resulta impactante para las personas que no los conocen –explicó Corinne Benazech, coordinadora de MSF en el país–. Tenemos que asegurarnos de que la población entiende la enfermedad.” En Guinea y Liberia, otro país afectado por el virus, se instó a los ciudadanos a que se laven las manos y eviten al máximo el contacto
físico entre sí. Los diarios locales, en tanto, están plagados con titulares alarmantes de la creciente cifra de víctimas. En Guinea ya hay más de 100 muertos; en Liberia, más de diez. Pero además de los decesos, lo que a las personas les impresiona es ver las fotos de médicos con overoles blancos y máscaras. Uno de los problemas es que los expertos en salud no sólo investigan los casos sospechosos y tratan a los enfermos, sino que también buscan a aquellos que han tenido contacto con los pacientes. Sólo así se puede impedir que se propague el contagio, sobre todo a otros países. Pero eso es algo que muchos no quieren ver en África occidental. Les falta el suficiente conocimiento para poder ponderar el peligro del contagio y de los métodos de tratamiento. Ésa es la razón por la que no dejan de producirse incidentes curiosos. Poco después de que aparecieran los primeros casos de Ébola en Guinea, por ejemplo, algunos pacientes abandonaron en secreto el hospital para buscar el consejo de sus sanadores tradicionales. Creían que se trataba de una enfermedad misteriosa, que no podía ser curada por médicos “normales”. En otra oportunidad, una mujer que contrajo el virus huyó de un hospital y puso en peligro a decenas de personas cuando tomó un ómnibus para volver a su casa. Finalmente, fue encontrada y toda su familia fue
puesta en cuarentena. Éste y otros sucesos provocaron que el Ministerio de Salud en Monrovia, capital de Liberia, enviase la siguiente disposición: “El ministerio advierte a todos aquellos que con conocimiento y a propósito hayan dado refugio, escondido y/o no lo hayan notificado a las autoridades de posibles casos de Ébola. Esos individuos serán perseguidos penalmente, porque pusieron en peligro la vida de otros ciudadanos de forma desconsiderada”. El pánico también cunde entre los extranjeros que viven en Guinea y Liberia. “En un momento, muchos creyeron que tenían que ser evacuados en avión, pero luego se tranquilizaron”, dijo el estadounidense Matt Jones, que vive en Monrovia. Ahora la atmósfera es mucho más distendida, en parte gracias a un comunicado de la embajada norteamericana que aclaró informaciones erróneas. Entre otras cosas, notificó que las personas que se infectaron pero no tuvieron síntomas agudos de la enfermedad no pueden contagiar el virus. “Pese a ello, la mayoría de los extranjeros llevan alcohol en gel en sus bolsos y muchos se niegan a estrechar la mano”, relata Seanan Denizot, otra estadounidense que vive en Liberia. Y es que no importa cuántas explicaciones se den, el Ébola es una enfermedad terrible y letal, que no tiene cura, certeza más que suficiente para tener miedo.ß
perú
nepal
australia
Arwen Kidd y Carola Frentzen AGENCiA DPA
La SIP exige el castigo de un crimen
Sin Everest por la huelga de sherpas
Continúa la búsqueda del Boeing 777
A 10 años del asesinato del periodista Alberto Rivera Fernández, la Sociedad interamericana de Prensa (SiP) solicitó a la Corte Suprema de Justicia de Perú esclarecer en su totalidad el crimen, a fin de que a nivel de autoría intelectual no quede en la impunidad. Rivera Fernández fue asesinado el 21 de abril de 2004. Un día antes reveló los nombres de autoridades que estarían involucradas en actividades ilícitas, entre ellos Luis Valdés Villacorta, ex alcalde de Coronel Portillo en Ucayali, acusado como instigador del asesinato.ß
KATMANDÚ (AFP).– Los guías de montaña nepaleses, o sherpas, anunciaron ayer que no escalarán más el Everest esta temporada, en homenaje a sus colegas muertos el viernes en un alud, poniendo así fin a los planes de ascenso de cientos de montañistas extranjeros. Los sherpas aportan una ayuda crucial a la escalada de la más alta montaña del planeta, al transportar los suministros, pero también reparando el material de escalada o fijando las cuerdas para ayudar a sus clientes a hacer cumbre en los 8848 metros.ß
PERTH (Reuters).– El submarino no tripulado continuará con el rastreo del lecho del océano indico en busca de pistas del Boeing 777 de Malaysia Airlines después de que termine con su actual misión, informaron las autoridades australianas. En tanto, las autoridades del gobierno de Malasia analizaban emitir en los próximos días certificados de defunción para las 239 personas a bordo del vuelo MH370 que desapareció cuando cubría la ruta entre Kuala Lumpur y Pekín.ß