María Emma Mejía, la nueva cara de la integración regional

Hoy, Dominique Strauss-Kahn. 1. 2. 3. Cuando el secretario de De- fensa norteamericano, Robert. Gates, vio la imagen editada digitalmente de Barack Obama.
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ENFOQUES

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Domingo 22 de mayo de 2011

El Perfil

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María Emma Mejía, la nueva cara de la integración regional Mujer determinada y hábil negociadora, lideró la lucha antidrogas en Medellín en los años violentos de Pablo Escobar, fue canciller de Colombia y directora de la fundación Pies Descalzos, de Shakira. Ahora acaba de ocupar la silla que dejó vacante Néstor Kirchner al frente de la Unasur, con el mandato de dotar al organismo de instituciones duraderas JOSE VALES PARA LA NACION

S

i hay algo a lo que María Emma Mejía, reemplazante de Néstor Kirchner en la Secretaría General de Unasur, está siempre dispuesta, es a conjugar el verbo convencer. Posiblemente porque vive convencida de que no hay empresa grande ni conflicto que no pueda resolverse es que, a lo largo de su dilatada trayectoria, suele aparecer persuadiendo a los que la rodean de que todo es posible. En ese terreno comenzó a batallar desde hace diez días, cuando asumió el cargo vacante tras el deceso del ex presidente argentino en octubre pasado, en un meteórico peregrinar que la llevó de Georgetown a Bogotá, de Bogotá a La Paz y de La Paz a Lima, con el único fin de empezar a persuadir a cada uno de los presidentes de que su propuesta de sentar los cimientos para la institucionalización del organismo regional es factible de aquí al 9 de mayo de 2012, cuando deberá cederle el lugar al ex canciller venezolano Alí Rodríguez. Después de sus dos primeras semanas en el cargo, esta atractiva colombiana nacida en Medellín (Antioquia) hace 57 años desborda optimismo en torno al futuro de Unasur, convencida de que su designación, compartida con el venezolano, es el resultado de la corta labor de Kirchner al frente del organismo. Una suerte de epílogo del principal logro del ex mandatario en su brevísimo mandato –al que había llegado el 4 de mayo de 2010–, cuando prestó su aceitada relación con Chávez y la súbita empatía con el colombiano Juan Manuel Santos para que Caracas y Bogotá restablecieran relaciones diplomáticas. “Si Unasur existe hoy en el mapa es gracias al presidente Kirchner y al espíritu de integración que todos decidieron blindar ante las diferencias”, asegura Mejía mientras da sus primeros pasos en el cargo, a sabiendas de que todo lo que tiene por delante es lo que su antecesor no llegó a poner en marcha –o nunca lo hubiese hecho, imposible saberlo. Persuasión y pragmatismo Así, persuadida, busca avanzar en la creación de instituciones del nuevo organismo y la reafirmación de una cláusula democrática exclusiva de la región. Y justamente eso de convencer –y autoconvencerse– funciona como uno de los combustibles que movilizaron la vida y la carrera de esta multifacética mujer que el día 27 estará en Buenos Aires para presidir la reunión del Consejo de Estudios Estratégicos para la Defensa. Su primer intento lo tuvo a los 18 años cuando, convencida de que su pasión infantil por el ballet se transformaría en una profesión, intentó en vano que sus padres la autorizaran a atravesar la Cortina de Hierro para instalarse en Kiev (Ucrania) y continuar allí su formación. La negativa le reveló otra de sus facetas más reconocidas a lo largo de su carrera política, el pragmatismo, al disponer su energía hacia el séptimo arte.

Quién es Nombre y apellido: MARIA EMMA MEJIA

Edad: 57 AÑOS Primeros años Nació en Medellín, en el seno de una tradicional familia paisa. Estudió Periodismo en Colombia y Cine en Londres y, tras una incipiente carrera cinematográfica, saltó a la política de la mano de Luis Carlos Galán. Diplomacia regional Fue consejera presidencial en Antioquia, embajadora en España, ministra de Educación y canciller. Tras algunos reveses electorales dejó la política partidaria, presidió la fundación de Shakira y es ahora titular de la Unasur.

Si algo se le reconoce a los paisas (como se apodan a los nacidos en Antioquia) es su arraigo al trabajo, su concepción del progreso y la característica de que para ellos no hay empresa imposible. En eso Mejía suele hacer honor a sus raíces, incluso desde sus tiempos de universitaria, cuando matizaba sus gustos por el rock con el tango y el folclore argentino (que en Medellín se escuchan tanto como en Buenos Aires o Salta) y se propuso hacer cine en un país donde la industria cinematográfica era por entonces inexistente. Fue por eso que a la hora de ingresar a la Universidad eligió la carrera de Comunicación Social y luego la de Periodismo como atajo hacia el set de filmación, al que llegaría en el London National Film School, mientras trabajaba en el Servicio Internacional de la BCC a mediados de los 70. Allí rodaría su ópera prima, Bienvenidos a Londres, mientras terminaba por convencerse de que el cine era el camino. Desde entonces, su militancia por el convencimiento registra más logros que fracasos.

EFE/IVAN FRANCO

Convenció al presidente Belisario Betancurt (1982-1986) de que se podía fortalecer el Instituto de Fomento Cinematográfico (Focine), después de ganar el Festival de Cartagena con Anita Lenoit, su segundo cortometraje. Una historia basada en la amante francesa del Libertador Simón Bolívar, en la que ella misma protagonizó el rol de Anita. Se dejó persuadir por Luis Carlos Galán, el líder liberal asesinado en 1989, para ingresar a la militancia en el Nuevo Liberalismo. Fue por seguir a Galán que dejó su carrera en el cine, tras producir la versión cinematográfica de Crónica de una muerte anunciada (Francesco Rosi, 1986) y el rodaje en Colombia de La Misión (Roland Joffé, 1987). César Gaviria debió reemplazar al asesinado Galán y, una vez en la presidencia, la designó consejera presidencial en su Medellín natal. Un cargo que por entonces era lo más parecido a estar sentado sobre una bomba y en el que terminó convenciéndose de que era el lugar ideal para luchar contra la violencia del narcotráfico en tiempos de Pablo Escobar. Aquella aparecía como una misión casi imposible para la menor de seis hermanos (cinco mujeres y un varón) de uno de los hogares más tradicionales de la ciudad. De la mano del periodista y escritor Alonso Salazar, autor de No nacimos pa´ Semilla, baqueano en los meandros sociológicos del narco y actual alcalde de Medellín, la ex ministra y ex canciller de Ernesto Samper (1994-1998) se había internado en los barrios, que funcionaban como exclusivos reservorios de “traquetos” (sicarios) del cartel de Medellín. La ahora titular de Unasur suele recordar la primera vez que estuvo frente a frente con esos muchachos a los que la marginalidad los sometía a confiarle sus vidas a la “Virgen de los Sicarios” en la tétrica lógica del narcotráfico. “Estaba muerta del miedo cuando llegamos a un barrio y veo que todos los muchachos estaban con el rostro tapado. Yo, medio inconsciente, les pregunto. ‘¿Qué les pasa a ustedes, están todos con gripa o

Conectados

Hasta la Casa Blanca le teme a los memes

qué?’”. No tardó en convencerlos de que se mostraran a cara descubierta, incluso hasta presentarlos en el recordado programa de televisión Arriba mi barrio, que desde la Consejería conducía junto a Salazar. Eso sirvió para que muchos de esos jóvenes lograran ponerse a salvo alejándose del narco. Aun a costa de innumerables amenazas, aquella experiencia la marcaría para siempre en su trayectoria política. Fue una suerte de trabajo de campo para un doctorado en mediación, cuyos conocimientos volvió a poner en práctica nuevamente entre 1998 y 2002, cuando el presidente Andrés Pastrana la designó consejera en los frustrados diálogos de Paz con las FARC en San Vicente del Caguán y más recientemente al frente de la Fundación Pies Descalzos de la cantante Shakira, función que matizó con dos misiones electorales de la OEA, en las presidenciales de Paraguay (2008) y en Costa Rica (2010). Si bien lograba convencer a los sucesivos presidentes como a todo el que se le cruzara que lo suyo no obedecía a su singular belleza y simpatía sino al profesionalismo y su apego al trabajo, María Emma, como la conoce más de media Colombia, intentó infructuosamente convencer al electorado de que podría ser una excelente vicepresidente de Horacio Serpa, en el 98, o una diligente alcalde de Bogotá en tres oportunidades (1999, 2003 y 2007). Quienes mejor la conocen sostienen que la frialdad que muestra a la hora de medir sus próximos pasos y su condición de tiempista en los momentos más cruciales de una negociación le jugaron en contra ante un electorado que la observa algo distante y dueña de un oportunismo que no repara en banderías políticas. Y es que desde su llegada a Focine en 1984, a instancias de Betancur, Mejía ostentó cargos y funciones en todos los gobiernos excepto en el de Alvaro Uribe (2002-2008), cuando se dedicó a fundar escuelas e impulsar planes sociales para más de seis mil niños al lado de Shakira, ‘la Reina del Pop’, lo más cercano a una Casa Real que pueda existir en Colombia. Esa es la crítica más frecuente que suelen hacerle sus detractores, ante la que esta socialdemócrata con carné (fue delegada a la Internacional Socialista) suele responder con el credo del pragmatismo a flor de labios y la naturalidad que caracteriza cada uno de sus actos: “Yo fui una funcionaria pública y, como tal, he tratado de hacer lo mejor mi trabajo a favor del país”. Hasta sus detractores le reconocen su devoción al trabajo y una de sus mayores cualidades para el rol diplomático: “Es casi imposible encontrar a alguien que diga que alguna vez se haya peleado con María Emma”. A Unasur llegó propuesta por un viejo amigo de su etapa en Londres, Juan Manuel Santos, el presidente con quien después compartiría años de militancia en el Partido Liberal y el gobierno de Gaviria. Su nombre fue bien recibido por la mayoría de los presidentes en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata. Incluso Chávez, quien propuso la fórmula combinada con su ex canciller, Rodríguez, de inmediato apoyada por el gobierno argentino “en honor al consenso” y a aquella gestión de Kirchner entre ambos países. Dicen que meditó bastante antes de aceptar ya que la función la obligará a estar mucho tiempo alejada de casa y de su hijo Pedro, de 18 años, o de su pasatiempo favorito, mirar películas de todo género y tenor. También debió delegar la presidencia de Pies Descalzos y abandonar los dos programas de TV en los que se había refugiado de los reveses electorales que la llevaron a cerrar la etapa de la política partidaria para siempre: El radar y Enterate con Maria Emma. No es la primera vez que María Emma Mejía deja todo por estar convencida. En estos días se instalará en la sede de Unasur, en Quito, por el próximo año, convencida, como dice estar, de que “como pocas veces antes” la tan declamada integración ahora es posible.

ARIEL TIFERES LA NACION

Cuando el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, vio la imagen editada digitalmente de Barack Obama y su gabinete luciendo el estrambótico sombrero que usó la princesa Beatrice en la boda real, supo que su gobierno no difundiría las fotos de Ben Laden muerto. La toma original, en la que el presidente de EE.UU. observa el desarrollo de la denominada Operación Gerónimo, fue modificada por bloggers e internautas para mostrarlo, por ejemplo, jugando con la Playstation o acompañado por un dinosaurio. Esta clase de producciones, que en la jerga de la Red se las denomina “memes”, provocaron que Gates declarara al sitio Politico que su gobierno no permitiría que estas ediciones se reprodujeran con la imagen del líder terrorista asesinado. El actor Keanu Reeves fue otro protagonista de este fenómeno. Luego de que un paparazzo publicara un retrato de la estrella de Hollywood en el que parecía estar triste en un banco de plaza de Nueva York, cientos de parodias inundaron los blogs con la foto de Reeves rodeado de elementos que justificaban su depresión. Los memes son tan populares que provocaron una explosión de sitios que se dedican a clasificarlos. La página Know your meme (http://knowyourmeme. com/) tiene la mayor base de datos de este fenómeno propio de Internet y explica el nacimiento de cada uno, con la imagen original o hecho que lo provocó y su impacto en el tiempo. A pesar de que habitualmente son videos o fotografías, los memes pueden ser también bromas de otro tipo. Un ejemplo es el Rickroll: consiste en promocionar un link –habitualmente en las redes sociales– con un título vendedor, pero luego de hacer clic, el navegador es dirigido al video musical de Rick Astley, “Never Gonna Give You Up” en Youtube.

@gauyo

Más información. Enlaces, videos y otros contenidos multimedia www.lanacion.com.ar/diario-dehoy/ suplementos/enfoques

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http://bit.ly/timelinememe Línea de tiempo con todos los memes desde el comienzo de Internet hasta la actualidad. http://huff.to/ehE4pR Selección de los mejores memes de la última década. http://bit.ly/infomemes Infografía con los memes más conocidos de Internet.

© LA NACION

Terapia (arriba también se sufre)

Hoy, Dominique Strauss-Kahn DIEGO SEHINKMAN PARA LA NACION

DSK: Esta es una operación para desprestigiarme, se lo aseguro. Puede que yo me haya abalanzado sobre ella. Pero ella lo quería... Terapeuta: ¿La mucama del Sofitel? DSK: No, Grecia... (El terapeuta, mandado por el Tribunal para hacer una pericia psicológica y una evaluación de riesgo de autoagresión del detenido, está en el departamento de Manhattan donde DSK cumple arresto domiciliario. DSK está sentado en un sofá, con las piernas cruzadas. De fondo, un noticiero de TV duplica su imagen.) DSK: (Señala el televisor, sonriente.) ¿Sabe lo que escuché hace un rato? La hermana de un vecino mío de celda en la prisión de Rikers Island dijo, indignada: “Mientras otro, por haber hecho lo mismo, se pasa 10 años entre las rejas, Strauss-Kahn puso un millón y ya está afuera. No hay dudas: el viejo verde y abusador es el dólar”. T: Le habrán informado. La mía es una visita formal y de rutina. Será breve...

DSK: (Irónico.) ¿Vino a ver si soy capaz de quitarme la vida? (Gira la cabeza y mira más fijo que nunca.) Ya lo hice. Como los viejos rockeros, me suicidé en un cuarto de hotel... T: ... DSK: (Con un gesto ampuloso, invita al terapeuta a sentarse.) No tema. Ni usted es mujer, ni es sofá cama... T: Veo que no pierde el... DSK: ... ¿Sentido del humor? (Estira el brazo donde reluce la pulsera electrónica, y con el control, cambia de canal.) Vea: los franceses estábamos acostumbrados a la quema de automóviles en las calles de París, pero esta vez los africanos fueron demasiado lejos. Una mucama de Nueva Guinea, para reclamar por sus derechos, prendió fuego a un candidato presidencial... T: Tendrá alguna hipótesis de cómo sucedió... DSK: (Inspira profundo, agobiado.) Ahora soy el lobo. Y en este cuento no dejan de aparecer caperucitas. Me culpan de haber acosado hace años a una mucama mexicana, a una jefa de prensa del Partido Socialista,

a una periodista francesa muy joven a la que, según mis difamadores, cité en una habitación y luego intenté violar en el suelo... El mundo entero habla, como decimos nosotros los franceses, de mis “affaires de fesses” –affaires de nalgas–. Pero usted que es especialista en salud mental, seguramente podrá comprender: ¿qué culpa tiene un pobre compulsivo sexual, con rasgos sádicos que él no eligió tener, si una muchacha de bajos recursos, temerosa de decir que no por su condición de inmigrante, se mete en el radio de acción de su testosterona? T: Patologizarse, a veces, puede funcionar como una buena coartada. Un adicto sexual, un compulsivo, saca la banderita blanca, se rinde y en vez de recibir cargos, pide recibir ayuda. DSK: Aunque suene presumido decirlo, doctor, yo siempre fui más seducido que seductor. Es que soy muy admirado. Pregúntele a cualquiera del mundo financiero: ¿quién cree que se volvió indispensable para llevar adelante el rescate de los países europeos más afectados por la crisis? Hasta mis detractores reconocen que soy brillante y carismático co-

mo economista. ¡Por eso, además, la mayoría de los franceses lamenta que haya quedado afuera de la elección presidencial! T: ¿Es cierto, como dicen testigos, que minutos antes de que los policías lo bajaran del avión de Air France y lo arrestaran, usted, desde su butaca, le dijo a una azafata que pasaba “bonito culo”? DSK: Era bonito... T: ¿Lo advierte? Usted se maneja dentro de una ley personal cuyo artículo principal diría así: “El pequeño precio que le cobro al mundo por mi excepcionalidad como líder es un ocasional exabrupto sexual”. En la próxima audiencia, hasta podría argumentar: “Señores jueces: sé que me acusan por siete cargos y que podrían darme hasta 74 años de cárcel. Pero si lo repiensan con cuidado, verán que encarno la teoría del mal menor”. DSK: ¡Eso estuvo perfecto! ¡Usted debería

ser mi abogado! T: ¿Es cierto que dijo en una entrevista al diario Libération, a principios de abril, que reconocía que uno de sus puntos débiles eran las mujeres y que temía la posibilidad de que el gobierno de Sarkozy le hiciera una cama mandándole alguna? DSK: Es cierto... T: ¿De modo que usted era consciente de su Talón de Aquiles, pero aún así, haya sido armado o no, no lo pudo evitar? DSK: No... T: A eso, nosotros los psicólogos lo llamamos profecía autocumplida... DSK: Los felicito... T: ... DSK: (Clava el mentón sobre su pecho, y se queda serio, en silencio.) T: ¿Quisiera contarme qué... se quedó pensando? DSK: (Con la mirada perdida en algún rascacielos.) ¿Sabe? Los franceses le decimos al orgasmo “la petite mort”... T:... DSK: (Mira al terapeuta, en fatal insight.) ... Nunca más cierto.