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Página 10/Sección 5/LA NACION
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FITOSANIDAD
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Sábado 27 de febrero de 2010
) Preocupación entre los productores
Mancha ojo de rana, el principal enemigo de la soja Este hongo apareció en cultivos de varios distritos de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires; se estiman pérdidas de 15/20 kilogramos por hectárea Por Marcelo Carmona Para LA NACION Durante recorridas efectuadas por Monte Buey, Marcos Juárez, Bengolea, Los Cardos, El Trébol, Las Petacas, Piamonte, Ferré, Salto, San Antonio de Areco, Rancagua, Pergamino, se ha comenzado a observar la verdadera dimensión de la importancia de la Mancha Ojo de Rana (MOR) en los cultivos de soja en la Argentina. Mientras muchos quedan impresionados por la magnitud de los daños (estimaciones de daño de hasta 1500-2000 kilogramos por hectárea), otros (aquellos que no han tratado sus cultivos o han llegado tarde) aún no han percibido que actualmente la principal enfermedad de la soja en nuestro país es este hongo llamado MOR. En tanto se anuncian los primeros focos de roya asiática con baja intensidad, como nos tiene acostumbrado, la MOR va conquistando plantas, vainas, semillas y rastrojo alcanzando la máxima extensión geográfica posible, convirtiéndose probablemente la principal preocupación de los productores y asesores.
Replanteo de estrategias A decir verdad la MOR hasta “gambeteó” las estimaciones que realizaron las empresas en sus ventas por lo que debieron replantearse estrategias sobre la marcha. Claro, es que nuestro país se convirtió en uno de los pocos (probablemente el único) del mundo con ataques seve-
Una lupa de 200 aumentos facilita el diagnóstico BASF
Tecnología para la detección temprana de la enfermedad
El mal provoca daños en plantas, vainas, semillas y rastrojos SILVANA DI NUBILA Y MARCELO CARMONA
ros desde estados vegetativos que obligó a tomar medidas de control inesperadas, incluso antes de los estados reproductivos. Mientras tanto, otros asesores están movilizados y sorprendidos porque la enfermedad ya llegó súbitamente a de General Villegas, América, Daireaux, Pehuajó, y hasta localidades de Entre Ríos y hoy estamos juntos diseñando nuevas medidas químicas, incluso de una infrecuente segunda aplicación de fungicidas en soja , procurando asegurar el retorno económico y el control eficiente de la MOR y las enfermedades de fin de ciclo. En mis 22 años de fitopatólogo nunca he visto en nuestro país una
enfermedad que haya conquistado tan sorpresivamente tanta geografía y con tanta intensidad como la MOR. Variedades muy susceptibles muestran en algunos lotes un panorama desolador de desfoliación, atizonamiento, folíolos perforados, con elevada presencia de tallos y vainas manchadas dejando pérdidas significativas. Los próximos años sobre el territorio argentino habrá una verdadera alfombra infinita de rastrojos infestados y un volumen nunca visto de semillas infectadas que ya nos obliga a generar una prospectiva para establecer medidas de manejo integrado si es que se repite un año caluroso,
lluvioso y si se continúan sembrando variedades muy susceptibles. Este año el rol de los investigadores y asesores será un punto clave para el futuro. Junto a Mercedes Scandiani, Norma Formento, Alicia Luque, Carlos Grosso, Pablo Ponzio entre otros estamos trabajando intensamente contra reloj recaudando información sobre las razas y biología del hongo, control químico, detección en semilla, supervivencia, ambiente, daños, monitoreo, y en la generación de las mejores medidas de manejo. El autor es profesor titular de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba).
Con el Digilab, una herramienta digital que BASF lanzó en 2009, se pueden adelantar diagnósticos de patologías Desde el lanzamiento de los Digilab a fines de 2009, BASF reforzó su colaboración con técnicos de instituciones, empresas y universidades para la detección temprana de enfermedades. Digilab es una herramienta digital que, a través de una lupa de 200 aumentos conectada en red, permite realizar diagnósticos de plagas y enfermedades en forma rápida y precisa. De esta manera los productores pueden adelantarse a problemas en la sanidad de sus cultivos y evitar así la pérdida de productividad. En esta campaña, una de las enfermedades más detectadas a través de la red Digilab es la Mancha Ojo de Rana (Cercospora sojina), particularmente en Córdoba. Esta enfermedad puede identificarse fácilmente en las hojas de la planta, ya que produce manchas circulares rodeadas de un halo marrón oscuro y, a veces, incluso pueden verse las fructificaciones del patógeno. La Mancha Ojo de Rana (MOR) es una enfermedad policíclica, es decir que tiene varios ciclos, y se transmite por semilla y rastrojo. Allí puede sobrevivir incluso de un año a otro lo cual hace más dificultosa su erradicación una vez que los cultivos han sido infectados. Si bien existe una diferencia en el comportamiento de la enfermedad según las diferentes variedades de soja, es importante destacar que por las condiciones climáticas ocurridas en esta campaña, su aparición ha resultado bastante frecuente.
Severidad “Es una enfermedad que ya veníamos reconociendo a campo en forma aislada desde hace algunos años en la región cordobesa, y aunque el año pasado apareció con mayor importancia hacia final de campaña, nos sorprende el progreso y los niveles de severidad que está alcanzando en los cultivos esta campaña”, dijo Angela Pérez, delegada técnica de BASF en la zona Centro. Según Pérez, hoy hay muchas situaciones de lotes con un 100% de sus hojas afectadas y niveles de severidades (porcentaje de
tejido afectado) superiores al 70 por ciento. “Si bien la mayor cantidad de datos de pérdida de rinde causado por esta enfermedad se van a conocer este año, hay datos de la campaña anterior en zonas endémicas (como Marcos Juárez y W. Escalante), con niveles similares a los nuestros este año, que arrojan perdidas de entre 400 y 500 kilogramos por hectárea”, señaló.
Importancia El desarrollo de tecnologías como el Digilab son de infinita importancia para facilitar la detección y precisar correctamente
Los productores pueden adelantarse a problemas en la sanidad de sus cultivos y evitar pérdidas las patologías de forma temprana como en el caso de la enfermedad MOR: “Frente a la fuerte presión de enfermedades que identificamos en esta campaña, estamos trabajando con los productores, por un lado, en la detección de enfermedades a través del Digilab y, por otro, en la prevención mediante el uso de fungicidas como Opera, que tiene amplio espectro de control”, comentó Ricardo Paglione, gerente técnico del cultivo de soja en BASF. Al mismo tiempo, señaló que además del momento de aplicación, también son importantes el producto y la dosis. “Nosotros recomendamos aplicar el fungicida en el estadio de R3 del cultivo (inicio de formación de vainas), a una dosis de 500 cc/ha, para lograr un tratamiento preventivo con buena residualidad”. Eduardo Manacero, técnico de la empresa Agroservicios Cordobeses, aseguró que “la riqueza del Digilab no sólo radica en la detección de enfermedades, sino también en la posibilidad del intercambio de información entre los diferentes Digilab, lo cual constituye un valor agregado adicional”.