Luis Rodríguez Usado con permiso - ObreroFiel

Pero enfoquémonos en la primera cita. (Transición: Antes de ... Israel se encontraba. Se puede vislumbrar un pueblo que está parado en la frontera con una.
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¡SÍ A LAS TRADICIONES, NO AL TRADICIONALISMO! Temático Deductivo

Luis Rodríguez Usado con permiso INTRODUCCIÓN: Cuando nació mi hijo, mi esposa y yo aún nos encontrábamos estudiando en el seminario. Fue muy interesante notar un fenómeno que se presentó debido a que en el seminario se encontraba una población que representaba a más de 20 culturas diferentes de América Latina, Norte América, y países de Europa y Asia. Al menos en mi país yo me había acostumbrado a escuchar recomendaciones para el cuidado del bebé que eran el resultado de acciones tradicionalistas, de las cuales algunas tenían un fundamento real y otras no. Sin embargo, en el seminario se dio una lluvia de mitos, prácticas y tradiciones culturales para el cuidado del bebé que me quedé asombrado. De la misma forma, algunas tenían fundamentos reales pero otras no. Por ejemplo, algunos decían que la mamá no debía bañarse, peinarse ni cortarse las uñas ni el pelo durante la cuarentena porque esto le quitaría la leche. Otros decían que hay que ponerle un hilo rojo al bebé en la frente para quitarle el hipo. ¿Por qué no un hilo azul o verde? Otros decían que si llegaba alguien sudado a la casa donde se encontraba el bebé había que envolver al bebé para que no le diera pujo. ¡En primera! ¿Qué es pujo? Sin duda, en cada país existen elementos y conceptos que enmarcan la cosmovisión del lugar en particular. La cosmovisión de una zona está enmarcada por elementos o conceptos intelectuales que se creen en dicho lugar y que estos llevan a la gente a mantener un estilo de vida particular y acorde a la zona y a su cosmovisión. Creo que no podría mejorar la definición de Sire, quien dice: Cosmovisión es un grupo de presuposiciones (asunciones que pueden ser verdaderas, parcialmente o totalmente falsas) que sustentamos (consciente o inconscientemente, consistente o inconsistentemente) acerca de la constitución de nuestro mundo.1 Por lo tanto, podemos decir que los conceptos que aprendemos en nuestra cultura nos mueven a sensaciones, sentimientos y a una vida práctica la cual refleja dicho concepto aprendido. Sin embargo, ¿qué hacemos con los conceptos que aprendemos de la Biblia? ¿Podemos decir que de la misma manera en que los conceptos culturales determinan nuestra cosmovisión y manera de vivir, lo han hecho los conceptos bíblicos y teológicos? ¿Podemos decir que existen tradiciones buenas en la iglesia, pero tradicionalismos que afectan la vida cristiana? Para ello quiero invitarlos a analizar tres escenas aisladas del libro de Deuteronomio. Estas son ubicadas en 7:18; 8:2-6 y 9:7. Pero enfoquémonos en la primera cita. (Transición: Antes de ello veamos brevemente la…) Explicación del contexto Dios utilizó con el pueblo de Israel una palabra muy interesante que exhortaba no sólo a identificar elementos culturales o tradicionales sino que los animaba a vivir una vida práctica de acuerdo a lo que ellos debían creer. La palabra “recordar” los remontaba a entender elementos 1

James W. Sire, The Universe Next Door. A Basic Worldview Catalog. Tercera edición.

culturales, históricos y por consiguiente tradicionales. Inclusive se puede observar una cultura judía llena de tradiciones. Pero, ¿son malas las tradiciones? En esta ocasión nos enfocaremos, como ya he dicho, en tres escenas aisladas que reflejan la palabra que Dios pronunció de manera enfática al pueblo de Israel -- “¡Acuérdate!”. (Transición: y que nos muestra que…) Idea Central Homilética: Recordar eventos bíblicos por medio de tradiciones nos mueve a una identidad con el pueblo de Dios, a un sentimiento de protección por parte de Dios y a una vida práctica en los estatutos de Dios. Cabe mencionar que la presente disertación desarrollará brevemente cada una de las escenas, subrayando su aporte a la tesis central. (Transición: Por lo tanto, en primer lugar veamos que…) I. DIOS EXHORTÓ A ISRAEL A RECORDAR LA GRAN LIBERACIÓN DE EGIPTO (7:18) En primer lugar lo que debe notarse es que Dios utiliza una palabra de mucho significado para Israel. La palabra es (zakar) que no solamente ilustraba un recordatorio común y corriente, o simplemente histórico. Cuando los israelitas veían esta palabra podían entender no sólo una exhortación, sino también una demostración de cuando Dios se acordaba de sus promesas. Por lo tanto, podemos decir que se esperaba una actitud similar a la que Dios tuvo con ellos. Este pasaje brinda prácticamente un panorama casi tangible de la escena en la que el pueblo de Israel se encontraba. Se puede vislumbrar un pueblo que está parado en la frontera con una incertidumbre de lo que sucederá en el momento en que comiencen a conquistar la tierra que se les ha prometido. La incertidumbre probablemente se puede confundir con temor, el cual les impide tener una seguridad de que todo lo que hagan será respaldado por Dios. ¿Se ganará la batalla? ¿Podremos tener ventaja sobre ellos? ¿Podrá un pueblo de campesinos por tradición vencer a ejércitos ya preparados de antemano? ¿Dios estará luchando por nosotros? Moisés sabía exactamente lo que sucedió cuarenta años antes cuando se le dijo que iban a entrar a la tierra enfrentando a los ejércitos cananeos. Desgraciadamente el temor y la desconfianza los venció y no cumplieron el propósito de Dios. Es decir, que esta exhortación a recordar el evento de Faraón los debía mover a no enfocarse en la fuerza de las naciones enemigas. Este recordatorio los tenía que impeler a esperar que se repitiera la historia de la destrucción de los cananeos al igual que como sucedió con los egipcios.2 A pesar de que esta generación no fue testigo en su totalidad de la destrucción de Faraón y su ejército, debía confiar en los sucesos históricos que evocaban a ello. (Transición: por lo tanto el primer elemento que podemos ver aquí es que…) A. El recordatorio (de la liberación) nos impele a mantener una identidad con el pueblo de Dios

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Jack S. Deere, Deuteronomio, trad. Bernandino Vázquez, en Jhon f. Walvoord y Roy B. Zuck, eds., El conocimiento Bíblico: Un comentario expositivo, Antiguo Testamento (Puebla: Ediciones Las Ameritas, 1999) 2: 30

El primer elemento movió al pueblo de Israel a una identidad con el pueblo de Dios en general, remontándolos al evento pasado donde sus antecesores vivieron la victoria ante Egipto. Los judíos no solamente escucharon una historia bonita con un final feliz. Los judíos estaban escuchando la historia que representaba la vida de sus padres y tal vez abuelos. En general era la vida de todos sus antecesores. Este recordatorio de la liberación seguramente los movió a sentirse identificados con el pueblo escogido por Dios. Es decir, ellos después de este recordatorio tenían un sentido de pertenencia a todo el pueblo de Dios. Esto fue de la misma forma en que nuestros eventos históricos hoy en día nos recuerdan los sucesos que formaron nuestra patria y ahora nos hacen sentirnos identificado y pertenecientes a un país. Pero, ¿qué a nosotros? ¿Cómo podemos entender esto en nuestra vida? Existe un canto muy interesante que en uno de sus coros dice: “¿Qué sería de mí si no me hubieras rescatado?” ¿Podemos decir que Dios nos ha liberado a nosotros como iglesia o como persona de alguna opresión? ¡Claro! Antes de conocer a Cristo éramos esclavos del pecado, pero Cristo nos liberó y nos llevó al nivel de ser parte del pueblo de Dios. El hecho de recordar lo que éramos antes no debe ser para jactarnos y hacer un énfasis desmedido de nuestra vida pasada sobre nuestra vida nueva. Es triste observar gente que comparte su testimonio diciendo más de lo que era antes que de lo que es ahora. El recordar que Dios nos liberó del pecado debe movernos a sentirnos parte del pueblo de Dios y orgullosos de serlo. (Transición: en segundo lugar esta escena de…) B. El recordatorio (de la liberación) nos mueve a una sensación de seguridad y respaldo dado por Dios. Algo que siempre me pasa cuando enseño el Antiguo Testamento es que me gusta preguntar a los hermanos si les impresiona pensar en un Dios que abrió el mar, o que mandó plagas y alimento a su pueblo con alimento del cielo. Todos asientan con la cabeza o con un amén. Pero el propósito de esta pregunta es para hacerles ver que ese mismo Dios del A.T. es el Dios que nosotros tenemos. El es el Dios que aún tiene su pueblo, y dicho pueblo somos nosotros, su iglesia. Probablemente hoy día no veamos eventos milagrosos tan espectaculares. Pero de algo sí debemos estar seguros, que el mismo Dios que liberó a Israel de Egipto, es el mismo Dios que nos liberó a nosotros del pecado. Es más -- el mismo Dios que hizo esos milagros tan sorprendentes es el Dios que nos cuida en todo momento. ¿Por qué, entonces, tenemos miedo a los obstáculos que implican el seguirle? Sin duda saber de que tenemos un Dios poderoso nos debe dar una seguridad y una sensación de respaldo por Dios. (Transición: en tercer lugar esta escena de…) C. El recordatorio (de la liberación) nos provoca a vivir una vida práctica de acuerdo la palabra de Dios. (APLICACIÓNES) Antes de introducirnos completamente en este elemento, se debe reconocer que toda la Biblia siempre tiene una inclinación a que se vuelva una vida práctica. Por eso, esta parte yo resumiría en la siguiente frase: “Ya vieron mis obras, ahora ¡marchen de frente y luchen!” Prácticamente podemos ver en este tercer elemento una consecuencia de entender los dos elementos anteriores. Es decir, si yo me identifico como hijo de Dios (identidad) y me siento respaldado por ser hijo de Dios (seguridad), como consecuencia debo vivir como la Biblia dice que es un hijo de Dios, y plenamente seguro de que todo lo que haga, si yo amo a Dios, me será para bien.

• Debemos mantener una actitud de recordar de dónde nos liberó Dios, llevando este testimonio en nuestro mensaje del evangelio, a nuestros amigos, vecinos, familiares y conocidos. • No debemos avergonzarnos de compartir el evangelio, de orar en público, o de hacer las cosas que nosotros sabemos que son las correctas aunque eso nos traiga consecuencias difíciles. • Debemos mantener una seguridad al saber que Dios nos respalda, siempre y cuando nosotros le mostremos amor por medio de la obediencia. Esto se puede ver reflejado en los momentos difíciles, como por ejemplo, enfermedad, problemas económicos u otros. • Una buena tradición es utilizar el testimonio personal, recordando siempre la liberación que Dios nos dio, para compartir el evangelio a todos los contactos que tengamos. ESA ES UNA BUENA TRADICIÓN. • Alejémonos del tradicionalismo, poniendo en primer lugar el amor de Dios antes que los métodos y estatutos. (Transición: Por lo tanto, en primer lugar, hemos visto cómo los tres elementos se encuentran en la exhortación que Dios hace al recordar la liberación de Egipto; ahora veamos cómo se repiten estos elementos cuando…) II. DIOS EXHORTÓ A ISRAEL A RECORDAR LA PROVISIÓN DIVINA EN MEDIO DE LA PEREGRINACIÓN (8:2-6) Una vez más la palabra utilizada en esta sección es (zakar), que enfoca el desarrollo de esta temática. En esta escena el recordatorio recae en un evento que resulta familiar para los oyentes. Porque si bien pudo haber existido alguno de los oyentes que no estuvo en los milagros de Egipto a Sinaí, sin duda todos eran testigos de la provisión y el cuidado de Dios en la peregrinación en el desierto. Esto, además, reflejaba que la obediencia y la desobediencia serían probadas en la historia y de esta manera se enseñaban las consecuencias de sus acciones. Existe un dicho popular que dice: “Con dinero baila el perro.” Es decir, que si se le da algo que realmente se necesita se puede obtener un resultado favorable a la persona que provee dicha necesidad. Como el pueblo había sido rebelde, el Señor disciplinó a Israel, haciéndolo depender de él en todo: comida, agua, y vestido. Como todas estas cosas fueron provistas por Dios, Israel se vio obligado a depender totalmente de él. Por consiguiente, debían obedecer todos sus mandamientos y además temerle. Deere comenta que es un temor a desobedecerle de nuevo.3 Lloyd menciona que Israel debía acordarse no tanto de los acontecimientos, sino de los propósitos de la peregrinación que duró cuarenta años. Debían meditar constantemente en ellos para evitar que tuvieran que pasar por lo mismo otra vez. 4 (Transición: Al ver esta segunda escena debemos observar que igualmente se encuentran los tres mismos elementos, así que el primero nos ilustra que…) A. El recordatorio (de la provisión divina) nos impele a mantener una identidad con el pueblo de Dios

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Ibíd. 36 Roberto Lloyd G. Al este de la frontera, instrucciones divinas para el pueblo de Dios (Puebla, Ediciones Las Américas, 1994):49. 4

Es interesante notar la actitud del hombre cuando hace las cosas por interés. Muchas veces nosotros hacemos las cosas porque el resultado va a ser algo beneficioso para nosotros o el resultado puede evitar un castigo. Por ejemplo, a veces nuestros hijos sacan buenas notas en la escuela porque probablemente algunos de nosotros acostumbramos a premiar esas notas. Sin embargo, también existe otra motivación. Muchas veces nuestros hijos hacen sus deberes porque si no los hacen se les disciplina. Prácticamente esta es la figura que se nos presenta: un padre que cuida de sus hijos y hace que dependan completamente de él debido a la indisciplina que ya mostraron anteriormente. Nosotros nos sentimos identificados a una familia, es decir, al núcleo familiar de papá y mamá. Ellos nos cuidaron, nos alimentaron, nos hicieron sentir seguros en sus brazos, pero también nos condicionaron, e hicieron que dependiéramos totalmente de ellos. Probablemente ahora no dependemos de ellos, pero esa dependencia y ese amor y cuidado provocó que ahora sigamos sintiéndonos parte de esa familia aunque sea de manera emocional. Seguimos llevando sus apellidos. En el caso del Señor, el nos dice, “Mirad cuán gran amor se nos ha dado para hacernos hijos de Dios, y eso somos.” El Señor nos anima por medio de esa dependencia a mantener una identidad con su pueblo. (Transición: Por otro lado debemos observar también que…) B. El recordatorio (de la provisión divina) nos mueve a una sensación de seguridad y respaldo dado por Dios. Bien dice la Biblia que no hay justo que mendigue pan. Y si entendemos por justo a todo aquel que ha aceptado a Cristo, entonces yo puedo decir que he experimentado en su totalidad ese cuidado de Dios. Es interesante que cuando estuvimos viviendo y estudiando en Guatemala, mi esposa y yo escribimos un presupuesto en papel para ver con cuánto podía estudiar y vivir un matrimonio en el seminario. Observamos que era necesario un ingreso de por lo menos 800 dólares, sin lujos como enfermarse, comprar ropa, jamón, y tomar vacaciones o entretenimientos. Fue algo muy chistoso, pero a la vez impactante a nuestras vidas, porque durante tres años de casados que estuvimos en el seminario solamente teníamos 300 dólares de ofrendas mensuales. Pero nunca pasamos hambre, siempre tomamos vacaciones, fuimos al médico lo necesario, comimos jamón e incluso queso Oaxaca. Sin embargo, nuestra dependencia en Dios consideramos fue probada a lo máximo. Y de lo que siempre estamos seguros es que recordar la provisión divina que Dios siempre nos da, nos debe dar una sensación de seguridad y respaldo por Dios, por la simple y sencilla razón de que somos sus hijos. (Transición: Pero como hemos dicho que todo esto debe movernos a una vida práctica, debemos observar que…) C. El recordatorio (de la provisión divina) nos provoca a vivir una vida práctica de acuerdo la palabra de Dios. (APLICACIONES) ¿A qué nos debe mover de forma práctica el recordar la provisión divina en nuestras vidas? Hemos visto una analogía muy particular con la que se puede dar entre un padre y un hijo. Cuando lo vemos en cuestiones como éstas, que se viven en la vida diaria, podemos entonces pensar en vivir una vida como la de un hijo obediente que honra a su padre.



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En primer lugar, como iglesia debemos encontrar y reconocer los mandatos que Dios nos da y que probablemente hemos descuidado. Por ejemplo, mandatos que suelen ser descuidados fácilmente son: las misiones, la comunión, la organización, la preparación con anticipación. O descuidamos cuando se comienza a dar chismes, envidias o cosas por el estilo difíciles de localizar. Observemos que el hecho de ser pueblo de Dios significa que no existen condiciones para ser bendecidos. Al igual que nosotros ponemos condiciones a nuestros hijos Dios nos condiciona de tal manera a ser obedientes. Mantengamos esa actitud presente. Sintámonos a la vez seguros de tener un Dios amoroso y que nos respalda en todo momento. A pesar de que nos equivocamos siempre tendremos la puerta abierta para pedirle perdón, arrepentirnos y seguir siendo favorecidos con su misericordia. Una buena tradición, al recordar su provisión divina, es mantener una relación en dependencia con el que se vea reflejada en nuestro tiempo de oración, meditación y también en nuestro diezmo u ofrenda a la iglesia. Como familia sería UNA BUENA TRADICION juntarse todos a la mesa para destinar la parte económica que le corresponde a Dios, y hacer un recuento de las bendiciones que Dios les ha dado durante ese período (probablemente en esa semana). Alejémonos del tradicionalismo pensando que nuestra vida es más que una rutina de dos aspectos, la vida eclesiástica y la vida cotidiana durante la semana. En otras palabras alejémonos de la religiosidad. Seamos todos cristianos y ministros de tiempo completo.

(Transición: Hemos visto cómo las dos escenas anteriores nos invitan a observar los tres elementos de esta tesis, finalmente veamos la repetición de estos elementos cuando…) III. DIOS EXHORTÓ A ISRAEL A RECORDAR EL PECADO PASADO DURANTE SU PEREGRINACIÓN (9:7) En esta ocasión es la primera vez que se nota el verbo recordar en imperativo, lo cual puede reflejar un fuerte énfasis en prestar atención a este concepto. Además, no conforme con ello se agrega el “no olvides”, lo cual resalta aún más el énfasis. En otras palabras, en esta sección lo que Moisés refleja es que realmente desde la salida de Egipto hasta ese preciso momento Israel había mostrado rebelión, desobediencia e inconsistencia en su relación con Dios. En ese sentido la gracia y misericordia de Dios sobre Israel iba a ser como el elemento que los marcaría. Recordarían no sólo su pecado, sino también la misericordia de Dios.5 (Transición: Una vez analizando este último pasaje podemos ver que…) A.

El recordatorio (del pecado pasado) nos impele a mantener una identidad con el pueblo de Dios.

Sin duda nuestros padres son expertos en recordarnos nuestros errores. Muchas veces es cómico ver cómo nuestros padres cuentan, ahora que somos adultos, las travesuras que de niños hicimos. Eso a veces nos sonroja y nos hace reír. Pero no cabe duda que recordar eso nos hace ver, a la vez, cuánto nos amaban y nos demostraban su amor, a pesar de nuestros errores y desobediencias. Sin duda, sus regaños siempre nos hicieron entender que debíamos tomar un camino diferente al que habíamos tomado, y eso nos hizo ser los adultos que ahora somos. Esos regaños y recomendaciones ahora han marcado nuestra personalidad y nos hacen parecernos a ellos. 5

Carson, D.A.; France, R.T.; Motyer, J.A.; Wenham, G.J., Nuevo Comentario bíblico: siglo veintiuno, (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2000):1999.

Cuando cometemos un error en la vida cristiana las consecuencias vienen por sí solas y estas nos enseñan a no desviarnos más, nos forman como personas y nos inclinan a buscar lo correcto. Bien dice la Biblia que la palabra de Dios “es útil para instruir, redargüir, corregir y guiar en justicia.” Recordemos y aprendamos de nuestros errores, y propongamos en nuestras vidas no hacerlos más. Pues, al parecer, esto puede ser un condicionante también. (Transición: Veamos ahora el segundo elemento que nos muestra que…) B.

El recordatorio (del pecado pasado) nos mueve a una sensación de seguridad y respaldo dado por Dios.

Probablemente no sea necesario agregar mucho a esto, pues como ya he dicho, Dios nos muestra su amor, en que a pesar de haberle fallado, él nos da esa seguridad -- “en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Dios no sólo nos da el respaldo por haberle aceptado, sino porque de antemano él tomó la iniciativa de amarnos, entregarse a sí mismo por nosotros y regalarnos la vida eterna. (Transición: Finalmente veamos que…) C.

El recordatorio (del pecado pasado) nos provoca a vivir una vida práctica de acuerdo la palabra de Dios. (APLICACIONES) •

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La iniciativa principal que nos invita este pasaje es a mantener una vida en santidad, alejados del pecado en una manera práctica. Es decir, debemos invertir tiempo en buscar cuáles han sido nuestros pecados con los que batallamos en el presente o pasado y recordar que Dios ya nos ha dado la victoria sobre ellos. Vivamos una vida Cristiana pública en todos los sentidos. Es decir, sentirnos seguro de que todo lo que hacemos lo podríamos hacer frente a Dios mismo y frente a nuestros hermanos en la fe. Seamos transparentes en nuestra vida, y nuestras prácticas. Una buena tradición es mantener un tiempo de oración e intercesión con algún hermano de confianza donde se puedan entregar cuentas el uno al otro y orar el uno por el otro de la misma manera. Alejémonos del tradicionalismo de subir y bajar por el mismo pecado argumentando un arrepentimiento falso. Busquemos un arrepentimiento definitivo.

(Transición: finalmente veamos como…) CONCLUSIÓN: Un recordatorio que como iglesia sin duda tenemos, y que lo podemos considerar una buena tradición, es la cena del Señor. No recordemos solamente por recordar, vivamos la cena del Señor. Es un evento que nos invita a recordar que él pagó por nuestros pecados, que murió por nosotros en la cruz, que resucitó, y lo más importante, que vendrá por nosotros. Este recordatorio, al igual que los que el pueblo de Israel tuvieron, nos invitan a una identidad al pueblo de Dios, a una seguridad del respaldo y regreso de Dios por nosotros y vivir una vida práctica en todo momento. Estos tres pasajes por lo tanto nos impulsan a esos tres elementos que hemos citado aquí. Digamos “¡Sí!” a las buenas tradiciones, pero “¡No!” al tradicionalismo enfermizo. Quiero

terminar con una frase muy interesante que un amigo compartió conmigo, que dice así: “Jesús rompió tradiciones por amor a las personas, pero muchas veces tú y yo rompemos a las personas por amor a las tradiciones.” ¡EVITEMOS TAL HECHO! ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.