Luis Ricardo Castañeda Olvera Universidad Autónoma de Querétaro 07/11/2017 ¡HABEMUS CÉRVIX!: FESTIVAL DE MONSTRUOSIDADES TRANSGRESORAS Colonialismo corporal, idolatría a la extinción, y sangre fueron las tres características principales del performance postporno: “El Gabinete de la Dra. Kaligary”. Actuación sadomasoquista en donde se puede advertir que dejó conmocionado a un público de medio de centenar, en la inauguración del Festival Chupasangre, la primera celebración que festeja la cultura al horror. El performance contó con actos audiovisuales que transportaban a los asistentes a “un viaje a través de los horrores de la historia de la medicina”. Un ritual físico cuya meta era mantener la memoria de Mysfita Terata (izquierda) y Klau Kinki (derecha) aquellos cuerpos sacrificados por la ciencia, como lo son los de: brujas, sanadoras, esclavas, pobres e inmigrantes. Esto manejando una perspectiva de crítica e ironía, además de sus acciones corporales consideradas arte extremo. La actriz, Klau Kinki, por medio del vudú, exhibió las injusticias cometidas por el “patriarcado de la ginecología” respecto a los cuerpos anónimos utilizados para la ciencia. Public Cervix Announcement (anuncio público del cuello uterino) era el título del acto, donde se insertó un espéculo y gritó “¡pasen a ver mi cérvix!”; mientras personas pasaban, ella contó la historia de la creación del artefacto. Mysfita Terata interpretó dos actos en donde involucró una representación de una vasectomía y un aborto, mientras que en el otro se caracterizó por haberse hecho un masaje prostático. Conforme iba avanzando su performance, este platicaba: como el fisting había salvado su vida, su ideología anti familia, que se esterilizara a los hijos, se exorcizara la reproducción normativa, y que la próstata es un órgano que no tiene género. “¡La próstata es un órgano desgenerado! ¡La próstata es un órgano desgenerado!” Los dos artistas protagonizaron un “exorcismo corporal”, pidieron de esta manera una liberación del patriarcado sobre el cuerpo y mente de las víctimas de la ciencia. Mientras Klau daba vueltas con un péndulo enganchado a su cuello, Mysfita atravesaba su cara con una aguja que iba de mejilla a mejilla. Un final sangriento que provocó que la protagonista se resbalara. La actuación sucedió en la inauguración del Festival Chupasangre, que fue organizado por los artistas escénicos Lechedevirgen Trimegisto y Sorshamn Lara. Tuvo lugar del 1 de noviembre al 3 de noviembre de 2017, en el Museo de la Ciudad. Este fue el primer festival que celebró la cultura del horror y lo gore, desde aquel controversial Esplendor de Cadáveres que tuvo lugar en la misma locación en 1999.