Los secretos de una banda narco de la villa 21 comandada por mujeres

10 jun. 2013 - Maciel, Estela Maris Barreto Vega,. Olga Sebastiana Ruiz Díaz ... Maciel como Barreto Vega serían quienes ocuparían ..... el hospital Italiano.ß.
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SEGURIDAD | 17

| Lunes 10 de junio de 2013

SEGURIDAD Edición de hoy a cargo de Fernando Rodríguez | www.lanacion.com/seguridad

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Los secretos de una banda narco de la villa 21 comandada por mujeres procesamiento. Un “arrepentido” reveló a la Justicia de dónde

provenía la cocaína que vendían, cómo era introducida al país y cómo se guardaba; manejaban hasta $ 1 millón por mes

Gabriel Di Nicola LA NACION

Se arrepintió y habló ante la Justicia. Contó con lujo de detalles cómo era el negocio de la venta de estupefacientes en la villa 21, en el límite entre Barracas y Parque de los Patricios. En un mapa hecho a mano, precisó la ubicación del lugar utilizado como depósito. Dijo que la cocaína era comprada en Bolivia e ingresaba a la Argentina en balsas, de Paraguay a Formosa. Explicó que, para disimular, en sus conversaciones a la droga le decían “camisa”, “costillita”, “vacío” y “asado”. Afirmó que, cada mes, los organizadores podían manejar entre 500.000 y 1.000.000 de pesos. Y que decidían no mudarse de la villa porque se trata de un lugar estratégico para mover la “mercadería” y que usaban una peluquería y quioscos como “pantalla”. Así, según el “arrepentido”, funcionaba una organización de presuntos traficantes de cocaína que los investigadores del caso bautizaron La Banda de las Narcoesposas, porque dos de las sospechosas se habrían hecho cargo del negocio cuando fueron detenidas sus parejas, en septiembre de 2012. En las últimas horas, el juez federal porteño Sergio Torres procesó con prisión preventiva por el delito de tráfico y comercio de estupefacientes a María Estela Ruiz Díaz Maciel, Estela Maris Barreto Vega, Olga Sebastiana Ruiz Díaz y Marta Eva Paiva Vega. “Tanto María Estela Ruiz Díaz Maciel como Barreto Vega serían quienes ocuparían mayor jerarquía en el grupo criminal investigado, coordinando la obtención y el acondicionamiento del material estupefaciente, y también las funciones desplegadas por las otras dos acusadas”, sostuvo el juez Torres en el auto de procesamiento, al que tuvo acceso la nacion. Las cuatro habían sido detenidas el 17 de mayo pasado por detectives de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal al mando del comisario inspector Néstor Roncaglia, que fue baleado

hace poco más de una semana en un presunto intento de asalto en la puerta de su casa, en Olivos. Durante los allanamientos la policía secuestró 4109 “tizas” y “cápsulas” de cocaína; según surge de la investigación judicial, el material decomisado tendría un valor cercano a 1.643.600 pesos, ya que se supone que cada una de las dosis era vendida a 400 pesos. El “arrepentido” también relató al juez federal Torres y a su secretario, Diego Iglesias: “La droga se compra en Bolivia, después pasa a Paraguay y de ahí la pasan en balsa para la Argentina, hasta Formosa. Una vez que ya está en la Argentina, se la coloca en camiones preparados, la traen para acá [Buenos Aires]; puede tardar semanas en llegar, se usan caminos alternativos, caminos de tierra, por eso se tarda tanto. Una vez que el camión está en la provincia va hasta la villa Itatí, en Bernal, en Quilmes, y después la van a buscar en remises. A la villa 21 llega siempre de madrugada”.

Menos pena al que aporta datos ^b^b^ La ley de estupefa-

cientes 23.737 faculta al órgano judicial interviniente a reducir o incluso eximir de pena a aquel que habiendo tenido participación en el hecho dé datos útiles para la causa.

^b^b^ Valora especialmen-

te, en los casos de organizaciones, que el “arrepentido” revele la identidad de los coautores, “proporcionando datos suficientes que permitan el procesamiento de los sindicados o un significativo progreso en la investigación”.

Como se advirtió en la investigación de otras organizaciones desbaratas por el juez Torres en villas de la ciudad de Buenos Aires, la La Banda de las Narcoesposas contaba con “satélites” o “campanas”. Dijo de ellos el “arrepentido”: “Son pibes que consumen paco, que los ponen para que digan si viene la policía; están bien organizados, por ahí uno entra y los ve y dicen «son paqueros», pero en realidad son los que avisan que ya entró la policía, a la que le dicen «feos»; les pagan con paco”. En su resolución, el juez Torres sostuvo: “Se advierte que la información suministrada en su momento por quien se acogiera a la figura del «arrepentido» fue luego corroborada por la investigación llevada a cabo por el personal policial”. Advirtió que las conversaciones y mensajes de texto de los imputados entre sí y con otras personas se hacían en guaraní, con “el fin de dificultar una eventual investigación”. La organización, según la investigación del juez Torres, no sólo se dedicaba al almacenamiento y la distribución de la droga, sino también al procesamiento de la cocaína. “También he de sostener que si bien el secuestro concretado tras los allanamientos realizados sólo permitió el hallazgo de droga elaborada a base de cocaína, lo cierto es que el tenor de los mensajes expuestos también evidencia que la organización se dedicaría al tráfico de marihuana en grandes cantidades”, sostuvo el juez en su resolución. Afirmó Torres que Olga Ruiz Díaz se habría dedicado a la venta de droga en “menor escala” por encargo de su hermana María Estela. Y que Paiva Vega tenía como función “la guarda del material narcótico, como así también la entrega del mismo y de dinero en efectivo para el pago de las operaciones”. “De esta forma, queda en evidencia el acuerdo de voluntades dirigido a la concreción de las actividades de tráfico de estupefacientes, funciones que se presentan flexibles y que bien pueden variar de acuerdo con las circunstancias devenidas”, concluyó el juez Torres.ß

Crimen en Ayacucho: creen que la esposa de la víctima pagó a sicarios investigación. Tres testigos declararon ante la Justicia que la mujer los contrató por $ 22.000; se fueron con la plata sin cumplir el trato Los investigadores del homicidio de Carlos Irigoyen, el empleado de Obras Públicas de Ayacucho degollado hace nueve días en esa ciudad bonaerense, sospechan que la esposa de la víctima, detenida por el caso junto con un hijo suyo, contrató a tres hombres para cometer el crimen, aunque éstos finalmente no lo hicieron. Según informaron fuentes judiciales a Télam, así se desprende de la declaración de esos tres testigos, que admitieron que la sospechosa les pagó 22.000 pesos, pero que ellos se quedaron con el dinero sin cumplir con lo acordado. La mujer, de 43 años, y su hijo de 19 –de un matrimonio anterior– se negaron a declarar al ser indagados en las últimas horas por el fiscal de Dolores Diego Bensi, que les imputó el delito de homicidio agravado contra Irigoyen, que tenía 59 años y seis hijos, tres de ellos con la ahora detenida. Ambos fueron detenidos el viernes, a instancias de una serie de elementos y declaraciones testimoniales que los comprometieron y por contradicciones en la declaración de la propia mujer. La fuente judicial consultada explicó que las sospechas sobre la esposa de la víctima surgieron dos días después de descubierto el crimen, cuando se presentaron a declarar ante los investigadores tres

hombres residentes en Villa Gesell, uno de los cuales había estado preso con el hermano de la mujer, actualmente detenido por homicidio. Este hombre dijo al fiscal Bensi que conocía a la mujer de haberla visto en las visitas a la cárcel y que ella “siempre decía quería hacer desaparecer al marido”. Las fuentes señalaron que, según la versión de estos testigos, la mujer los contrató para que mataran a Irigoyen y que el viernes anterior al hallazgo del cadáver de la víctima fueron a Ayacucho, donde la acusada les pagó los $ 22.000, que, justamente, su esposo tenía previsto utilizar para la compra de un automóvil. Estos testigos declararon que en vez de cometer el crimen regresaron a Villa Gesell con el dinero y que decidieron contar lo ocurrido cuando se enteraron del homicidio y no quisieron quedar “pegados” al hecho. El fiscal Bensi ordenó una serie de diligencias para acreditar la versión de esos tres hombres. Por el GPS del remís que usaron para ir hasta Ayacucho y las imágenes de las cámaras de seguridad municipales se determinó que los testigos llegaron a la ciudad a las 12.08 y salieron a las 12.20, período en el que no habrían podido asesinar a Irigoyen. En ese sentido, la principal hipótesis que maneja el fiscal apunta a que luego de que estos hombres se

fueron de la casa de la víctima tras cobrar los 22.000 pesos, Irigoyen fue a buscar el dinero para comprar el auto y, al no hallarlo, tuvo una discusión con su esposa y el hijastro. Siempre de acuerdo con esa línea de investigación, el hombre fue asesinado dentro de la casa, donde los peritos hallaron rastros de sangre. Tras el crimen, el cuerpo de Irigoyen fue trasladado, probablemente en una moto que fue secuestrada en la casa, hasta el lugar donde apareció al día siguiente, el 1° del actual, en un canal de una zona de quintas en las afueras de Ayacucho. Sobre las supuestas contradicciones de la acusada, las fuentes señalaron que el jueves pasado la mujer denunció que un grupo de delincuentes había entrado a robar en su casa y la había incendiado, y dijo que eran las mismas personas que el viernes anterior habían irrumpido en la misma vivienda para llevarse a Irigoyen. Ante las dudas de los investigadores, sostuvo que no había contado eso antes por “miedo”. Para los investigadores aún no queda claro cuál fue el móvil del crimen, y por el momento no descartan que haya sido económico –la víctima era dueña de varias propiedades– o personal –Irigoyen se habría negado a que el hermano de su esposa cumpliera arresto domiciliario en su casa–, agregó el informante.ß

La detención de una de las sospechosas, en Villa Zabaleta, el 17 de mayo

archivo

Secuestran 300 kg de marihuana en el límite entre Mendoza y San Juan Estaban en el doble fondo de un camión que había partido de Salta; el conductor fue apresado Un millonario cargamento de más de 300 kilos de marihuana, oculto en un camión proveniente de la provincia de Salta, fue secuestrado en la localidad mendocina de Jocolí, en el límite entre esa provincia y San Juan. El conductor del transporte fue detenido, al cabo del operativo realizado por la policía de ese distrito cuyano, destino final del embarque de la sustancia estupefaciente. El procedimiento, según informaron fuentes policiales, fue realizado anteayer, a las 16.30, en la ruta nacional 40, a la altura del departamento de Lavalle, unos 35 kilómetros al norte de la ciudad de Mendoza. El ministro de Seguridad provincial, Carlos Aranda, informó ayer: “Desde hacía varias semanas sabíamos que podía ingresar a la provincia un cargamento de marihuana. Teníamos datos acerca de las características del rodado y de que entraría por Jocolí”. Precisó que la droga “se encontraba embalada en 329 ladrillos encintados y cubiertos con grasa, ubicados en el doble fondo de la caja de un

la plata

Baleado por la espalda en una entradera Un hombre de 64 años fue herido de tres tiros al forcejear con delincuentes que intentaron ingresar a robar en su vivienda del barrio La Loma, en La Plata. Fuentes policiales informaron a la agencia Télam que la víctima, identificada como Mario Amestil, fue abordada anteayer por tres ladrones cuando guardaba su auto en el garaje de su casa, situada en 23 y 39. Al resistirse, recibió tres disparos, uno en la espalda y otros dos en la ingle. Quedó internado en grave estado en el hospital Italiano.ß

parque avellaneda

Murió al caer de la moto desde la AU Perito Moreno Un motociclista murió tras perder el control del vehículo y caer desde la autopista Perito Moreno, a la altura del barrio de Parque Avellaneda. Fuentes policiales informaron que el accidente ocurrió ayer a la madrugada, cuando la calzada se encontraba resbaladiza debido a la lluvia caída por esas horas. Según los voceros consultados por Télam, el conductor de la moto perdió el control, salió despedido del rodado y cayó en medio de la avenida Juan B. Alberdi, donde murió prácticamente en el acto.ß

camión Ford 4000” de color blanco que, según el ploteado que presentaba en sus laterales, pertenecería a una empresa petrolera. El ministro Aranda señaló que “los delincuentes realizaron un trabajo prolijo en el vehículo de carga para evitar cualquier tipo de control” y que la grasa con la que estaban recubiertos los ladrillos de marihuana

“Los delincuentes realizaron un trabajo prolijo en el vehículo de carga para evitar cualquier tipo de control”, señaló el ministro Aranda era “para contrarrestar el trabajo de los perros adiestrados”. Fuentes de la investigación dijeron al diario mendocino Los Andes que la droga estaba escondida en un doble fondo que había sido recubierto con plomo, “tal vez para impedir que la presencia de la droga fuera advertida con el uso de escáneres”. Los informantes precisaron que los paquetes, de un kilo de peso cada

uno, estaban atados con piolas por cada uno de sus laterales de manera que en el centro formaban una cruz y que, a su vez, cada ladrillo estaba unido, a través de esa soga, con al menos ocho bultos rectangulares más. Ese rudimentario mecanismo permitía que, al tirar de la cuerda, saliera una docena de paquetes, según informó Los Andes. Con respecto al conductor, las fuentes de la investigación dijeron que es oriundo de Salta y que tiene 51 años. Explicaron que, al ser sorprendido en el retén policial, negó cualquier conocimiento de la carga que llevaba, aunque finalmente confesó. Fue trasladado desde Jocolí hasta la alcaidía del juzgado federal en Mendoza capital, donde quedó a disposición del juez federal Walter Bento. El director general de Lucha contra el Narcotráfico, comisario Juan Carlos Caleri, estimó que la droga incautada tiene un valor aproximado de un millón de pesos, aunque estimó que “si se supone que iba a ser comercializada al menudeo su valor podría duplicarse”. Caleri fue felicitado por el ministro Aranda, ya que desde la creación de la nueva división de narcocriminalidad, en enero pasado, el del sábado fue el secuestro de droga más importante.ß

En 15 años, 112.276 muertos en accidentes inseguridad vial. Según la ONG Luchemos

por la Vida, 2008 fue el año con más víctimas

En los últimos 15 años los accidentes de tránsito se cobraron en la Argentina 112.276 vidas, a un promedio diario de 21 muertes, según las cifras divulgadas ayer por la asociación civil Luchemos por la Vida. “La mayoría de las muertes en accidentes de tránsito se debe principalmente al exceso de velocidad y al consumo de alcohol y drogas. No obstante, hay otros ítems que también hay que considerar, como el uso de casco y cinturones de seguridad, que todavía son insuficientes”, explicó el presidente de Luchemos por la Vida, Alberto José Silveira. El informe fue difundido con motivo del Día de la Seguridad Vial, que se conmemora hoy. Esa fecha recuerda el cambio de sentido de circulación vehicular en la Argentina, que el 10 de junio de 1957 pasó del sistema inglés al continental. Según las cifras del informe de Luchemos por la Vida, el año con mayor cantidad de víctimas en ese período fue 2008, con 8205 muertes; en tanto que el de menor cantidad de víctimas fue 2002, con 6806 vidas perdidas en accidentes de tránsito. Las estadísticas de esta ONG están basadas en los casos publicados en los medios de comunicación. “La cifra estoy seguro de que es mucho mayor”, sostuvo Silveira. Entre los problemas que, según esta asociación civil, agravan la problemática de los accidentes se

encuentran el uso de celulares por parte de conductores y peatones; entre los primeros se duplicó y entre los segundos se triplicó entre 2007 y 2011. “La única forma de reducir abruptamente la cantidad de muertos es que se genere mayor conciencia ciudadana y que ésta sea acompañada por políticas de control y sanción más firmes”, resumió Silveira. El gobierno porteño destacó que en 2007 las muertes por accidentes de tránsito superaban las 140 al año en la ciudad, pero resaltó que cinco años después el registro llegó a 75, la cantidad más baja en ocho años, se informó. En la provincia El gobierno bonaerense labró más de 124.000 actas de infracción durante mayo para sancionar a los conductores que cometieron exceso de velocidad o circularon sin luces encendidas en las autopistas. “Son las faltas más habituales en autopistas metropolitanas”, reconocieron autoridades provinciales, tras realizar un muestreo en los distintos operativos de control que realizan las fuerzas de seguridad y personal de vialidad en el distrito. Las infracciones por luces bajas no encendidas o defectuosas representaron 87.602 actas y “duplicaron” a aquellas elaboradas por excesos de velocidad, unas 36.921.ß