Espectáculos
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Página 6/Sección 4/LA NACION
LA GUIA DEL FIN DE SEMANA
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Viernes 20 de abril de 2007
TEATRO
Música popular/música clásica/teatro/cine/video/televisión/danza
en la escena oficial y el off
Los rostros de Alicia Berdaxagar
l UN ENEMIGO DEL PUEBLO Dirigida por Sergio Renán. En el San Martín, Corrientes 1530. De miércoles a domingos, a las 20. De 10 a 20 pesos.
Hoy estrena El último yankee, de Arthur Miller, en el Regio, con dirección de Laura Yusem Para acercarse a conocer algo de lo que piensa, siente o sueña en relación con su trabajo hay que derribar varias murallas. Alicia Berdaxagar no tiene muchas ganas de hacerle fácil la tarea a quien quiera saber un poco más allá de lo que ella ya tiene calculado como límite de entrega mayor. Apenas se inmuta cuando ve llegar a esta cronista y a la fotógrafa, un poco retrasadas por la tormenta del martes, al Teatro Regio, donde mañana subirá a escena El último yankee, de Arthur Miller, con dirección de Laura Yusem. Recostada sobre una de las escalinatas del hall, casi no se mueve; sólo estira una mano para saludar e, inmutable, espera que comiencen las preguntas. Habla bajo, en forma pausada; mira hacia algún punto distante. Si fuera sólo por el tono de voz costaría reconocerla como la misma que le puso el cuerpo a la matriarcal protagonista de Las de Barranco, una de las últimas piezas que protagonizó, pero si uno se guía por la mirada, la distingue clara, altiva, segura de sí misma. En cada palabra se percibe esa misma seguridad que la llevó hace más de cincuenta años –después de sufrir un desplante–, a considerar que no necesitaba representante, idea que hasta aún hoy mantiene y con la que se llevó muy bien considerando que en tanto tiempo de carrera sólo durante 1990 y 1994 no trabajó. El resto, protagonizó decenas y decenas de obras –hasta superar holgadamente la centena–, muchas de las cuales la llevaron de gira por lugares lejanos e inolvidables. Carrera envidiable, en la que se dio el gusto de poder elegir muy libremente qué papel tomar y cuál dejar pasar, a tal punto que casi no se quedó con ganas de interpretar demasiados papeles. “Ahora ya no podría, pero en su momento me hubiese gustado hacer La señorita Julia, pero no mucho más. Es que he hecho a tantas mujeres”, dice, casi admirada de sí misma, y suavecito empieza a notarse cierta apertura en la mirada, en el tono de voz, en el cuerpo. Alicia ya no está en guardia. –¿Qué fue lo que te llevó a aceptar este personaje de El último yankee? –La atracción mayor estuvo dada por el desafío que significaba hacer a una mujer temerosa, sometida, depresiva que, a la vez, tiene algunos mambos en su cabeza, como casi el capricho de aprender tap. Además, después de hacer cuatro años a la Margarita de Copenhague, un personaje muy sufrido; luego de María Barranco y de, por sólo dar otro ejemplo,
l LOS PADRES TERRIBLES Con Mirta Busnelli, Luis Machín, Noemí Frenkel y elenco. Jueves, viernes y sábados, a las 21, y domingos, a las 20, en El Cubo, Zelaya 3053, 49632568. Desde 30 pesos.
l LAS MUJERES SIEMPRE SON (Ver nota aparte.) l VINCENT
Citas de Cartas a Theo, de Vincent Van Gogh, de y por Hilario Quinteros, dirigido Christian Forteza. Viernes, a las 22.30, en El Excéntrico de la 18, Lerma 420, 4772-6092. De 10 a 15 pesos. l UN MISMO DUELO Dirigida por Osvaldo Ross, con Fernanda Casares y Natalia Schvetz. Sábados, a las 21, en Premiata, Rodríguez Peña 370. Entradas: 15 pesos. l TARTUFO Dirigida por Jorge Graciosi, con José María López, Stella M. Closas, Jorge Ochoa, Elena Petraglia y elenco. Sábados, a las 18.30, y domingos, a las 18, en el Payró, San Martín 766, 4312-5922. l LA ULTIMA CARTA DE GOYA De Reynaldo Sietecase, dirigida por Guillermo Asencio, con música de Néstor Ballesteros. Sábados y domingos, a las 19, en el Museo Larreta, Mendoza 2250, 4786-0280. 12 pesos
Berdaxagar, sobre el escenario del Regio, donde interpreta a una mujer depresiva que se anima al tap SOLEDAD AZNAREZ
PARA AGENDAR
■ El último yankee, de A. Miller. Teatro Regio, Córdoba 6056. Jueves a sábados, a las 20.30; domingos, a las 20. Entradas, $ 10 y $ 15; jueves, $ 8.
La Bernhardt, necesitaba correrme de ese registro, de esos tonos. Tanto necesitaba acercarse a otra propuesta, que este año ya rechazó dos proyectos teatrales porque los consideraba extremadamente tristes. “Si bien la obra de Miller tiene momentos tremendos, también tiene, no te digo pasos de comedia, pero sí situaciones que te permiten jugar
en forma más distendida. De hecho, estoy convencida de que es una obra muy accesible para el público; en algunas escenas se va a divertir, va a encontrar espejos, pero después lo hace bolsa. Tiene de todo.” A esta altura de la entrevista, ya no quedan rastros de resistencia por parte de Alicia. Sigue sentada en la escalera, pero ya no recostada sino incorporada, más atenta, más predispuesta a la sonrisa. –¿De todos los personajes que hiciste, cuáles son los que recordás con más cariño? –Amé a la Liubov de El jardín de los cerezos, pero, en realidad, mis mejores
recuerdos son más bien momentos chiquitos, aislados, sobre todo de la época de los ensayos. Me gusta la época de la búsqueda, cuando estás ahí y no sabés bien para qué lado agarrar. Un momento inolvidable fue cuando vino Gerardo Gandini e hizo la música de una escena de El jardín... y le salió ese valsecito que nos mató a todos. Más acá en el tiempo, hice un personaje no central, en Veraneantes, de Gorki –en la que también me dirigía Laura Yusem–; era una medio locatelli, y no me puedo olvidar del momento en que me tiraba bien delante del público, en la Sala Casacuberta, y me comía con deleite
“Situaciones claras, sin simbolismos” “Miller creó con El último yankee una pieza con personajes muy ricos y con situaciones muy definidas, muy claras, muy fuertes, dramáticamente verdaderas, y ése es el gran atractivo de la obra; no hay ningún simbolismo”, sintetiza la actriz, que interpreta por segunda vez un texto de Miller; la primera fue en 1984, con Todos eran mis hi-
jos. El dramaturgo norteamericano toma la vida casi devastada de dos matrimonios que aparentemente sólo tienen en común que las mujeres están internadas en un hospital neuropsiquiátrico y que refleja de modo dramático qué quedó del sueño americano. Además de Alicia Berdaxagar, forman el elenco Alejandro
Awada, Beatriz Spelzini, Aldo Barbero y Nya Quesada. Esta puesta que dirige Yusem se trata de una versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino. La música es de Cecilia Candia, la iluminación de Alejandro Le Roux, el vestuario de Gabriela Fernández y la escenografía de Norberto Laino.
los pétalos de las rosas, un momento muy sutil… Otro, con La Bernhardt, cuando buscaba cómo acercarme a ese personaje, no físicamente, sino en sus histerias, sus raptos… [Se entusiasma y continúa.] Tengo otro… Haciendo [La casa de] Bernarda Alba, un día me pasó en plena función que sentí odio verdadero y me sorprendió porque no es un sentimiento que haya experimentado nunca; me acuerdo de mi posición en el escenario, hacia dónde miraba… Fantástico. Y ahora, con su Karen Frick, de El último yankee, seguramente ya está encontrando momentos que luego serán gratos recuerdos. Es que Alicia Berdaxagar se mueve sobre terreno firme. Conoce a la directora, con quien ya trabajó en tres oportunidades y sabe que Yusem da esos permisos que ella necesita para investigar, buscar y descubrir cómo llegar a su personaje. “No es una directora que viene con el papel dibujado y con una idea cerrada sobre lo que quiere, sino que el personaje se va creando con ella y, por supuesto, con el autor”. Con esa certeza, la actriz se despide, dichosa.
l AVENIDA DEL SUR Comedia musical con el elenco estable de la UADE. Sábados, a las 20.30, y domingos, a las 19.30, en el Salón Auditorio, Lima 717. Entrada libre y gratuita, con un alimento no perecedero. l EL ULTIMO YANKEE (Ver nota aparte.) l INCONSCIENTE MASCULINO Tragicomedia musical dirigida por Daniela González con Daniel Paccosi. Domingos, a las 20, en La Clac, Av. de Mayo 1158, 4382-6529. 15 pesos. l DESMESURA VAGINAL De Martín Marcou. Domingos, a las 21, en El Fino, Paraná 673, 1er. piso, 43722428. 12 pesos. l BRILLOS Unipersonal de Solana Pozzi, dirigida por Violeta Zamudio. Domingos, a las 21, en El Excéntrico de la 18. l MUJERES Dos obras de Javier Daulte, dirigida por Martín Ortiz. Con Cecilia Bruza y Magalí Melia. Domingos, a las 20, en La Tertulia, Gallo 826. 15 pesos. l HOMENAJE A MI MISMA De Marcelo Bertuccio y Roberto Saunier. Con Andrea Vázquez. Domingos, a las 16.30, en Apacheta, Pasco 623, 4941-5669. De 13 a 18 pesos.
Verónica Pagés
Las mujeres siempre son y Más ridículas que preciosas
Las aventuras de Fausto
Beatriz Matar: autora y directora Entre el último fin de semana y este que comienza, estrenó dos nuevos espectáculos
Danza, marionetas e ilusiones
Criaturas que brillan en la oscuridad Volvió El Teatro Negro de Praga El Teatro Negro de Praga volvió a la Argentina con un nuevo trabajo: Las aventuras de Fausto. “Es un espectáculo familiar para un público amplio, desde los 5 hasta los 85 años de edad”, según declara Pavel Horetk, director ejecutivo de la compañía. La nueva propuesta es un viaje por el mito de Fausto. Sus creadores partieron de varias fuentes: la leyenda, la obra de Goethe y la supuesta casa de Praga desde donde el protagonista inicia su viaje por el cielo. Desarrollaron una obra poética, en la que el pescador, por sus problemas cotidianos, hace un pacto con el diablo. Las aventuras de Fausto es un espectáculo de gestos, música y danza sin palabras, al mejor estilo PARA AGENDAR
■ Las aventuras de Fausto. Gran Rex, Corrientes 857. Hoy y mañana, a las 21.30, y pasado, a las 20.30. Entradas: desde 30 pesos.
de El Teatro Negro de Praga, que fue fundado en 1986. Lógicamente, las luces y las sombras dan vida a todos los objetos y personajes de la obra. Esta técnica está basada en los principios del antiguo gabinete negro. Sobre un escenario en el que predomina la oscuridad –en telones, objetos y personas–, cualquier cosa que no sea negra es la única perceptible por los espectadores que, de esta manera, se introducen en un mundo de ilusión y fantasía. De esa sencillez, a la que añaden danza, música y técnicas de marionetas, se sirven los integrantes de El Teatro Negro de Praga. La dirección artística de la obra es de Michal Kocourek; la música, de Jiri Doubek, y la dirección general, de Iván Holecek. Luego de sus presentaciones en Buenos Aires seguirán sus giras por Mendoza, Córdoba, Paraná, Santa Fe, Rosario, Mar del Plata y en el Argentino de La Plata (el 5 de mayo).
Ya casi no parecen quedar rastros de lo que debe haber sido el año más difícil en la vida de Beatriz Matar. Apenas, quizá, cierta rigidez al caminar, pero no mucho más. Poco, poquísimo, si se sabe que justo hace un año se la llevó por delante un borracho de enorme y pesado cuerpo que la tiró a la calle de espaldas, aplastándola contra el asfalto. Varias lesiones en la espalda que la dejaron en cama durante un tiempo, y decenas y decenas de sesiones de recuperación con un fisioterapeuta. Luego, unos meses después de ese incidente (no le gusta de ninguna manera llamarlo accidente), fue víctima del secuestro virtual (un engaño telefónico) de su hijo Juan Cristóbal, situación que la dejó en estado de shock. No fue fácil para ella salir de semejantes situaciones, pero con ayuda profesional y el apoyo de su familia
Jerónimo, Titina Makantassis, Mabel Pessen, Juana Karsh y Cristina Allende, la obra hace eje en las historias entre cinco amigas, ya maduras, que enfrentan con humor, solidaridad y dolor el paso del tiempo. Matar no sólo se sintió identificada con la historia sino que se conmovió por la “sensibilidad y el fino humor con que se acerca a un tema muy pocas veces tratado”. Matar, en su rol de directora, trató de acercarse a una estética kitsch para
poner el acento en el costado humorístico de la obra. “Eso de apoyarme en el humor es lo que hice en casi todas las piezas que escribí.” Y volvió a hacerlo en Más ridículas que preciosas, un texto que surgió durante sus clases de actuación. “Son brillantes como actores, todos profesionales –dice Beatriz Matar en relación con el elenco integrado por Silvia Camarero, Elsa Espinosa, Marisa Ini, Marisa Napitello, León
Artista inquieta Ponerse al día con el currículum de Beatriz Matar puede llevar bastante tiempo y un gran esfuerzo de concentración, ya que no sólo se destacó como actriz en cine y teatro, sino también como directora y autora teatral, rol que cumplió también para televisión, por ejemplo, para el ciclo Alta Comedia, que dirigió María Herminia Avellaneda. Pero no se puede dejar de lado su papel como docente, que viene practicando con deleite desde hace décadas, tarea que cumple por estos días en el IUNA, donde dicta actuación para los alumnos de tercer año. “Debo decir que esta profesión tiene grandes lugares de placer y, sin duda, para mí uno de los más grandes es el de formar actores”, destaca la teatrista. Y ahí no para su búsqueda. Ahora, luego de estos estrenos que la tenían ocupada, espera poder ponerse manos a la obra con su nuevo proyecto: formar una compañía propia y estable como fue, en la década del 60, Gente de Teatro Asociada, que dirigía Orestes Caviglia. “Ese es un gran sueño que tengo y espero poder concretarlo. Me encantaría poder formar un grupo con el que trabajar obras propias y también ajenas.” Mientras sigue adelante con sus anhelos, Beatriz no se queda quieta. Su espíritu aventurero la llevó a dedicarse al arte digital, práctica que la volvió experta en el manejo de computadoras. Tanto fue así, que en una de sus búsquedas por Internet hasta consiguió marido.
PARA AGENDAR
■ Las mujeres siempre son, de Elisa Fernández Navarro. Teatro del Pueblo, Av. R. Sáenz Peña 943. Viernes, a las 21; domingos, a las 18. $ 20.
■ Más ridículas que preciosas, de Beatriz Matar. Boedo XXI, Boedo 853. Sábados, a las 21.30. $ 12.
y de sus amigos, lo logró. Y vaya si lo hizo. El último sábado estrenó Más ridículas que preciosas, una versión suya de Las preciosas ridículas, de Molière, que escribió para un grupo de ex alumnos de sus talleres de teatro y que, con dirección de Alejandro Velazco, se está representando en el teatro Boedo XXI. Y esta noche, a las 21, subirá a escena en el Teatro del Pueblo Las mujeres siempre son, una pieza de Elisa Fernández Navarro, que Matar dirigió. “Con Las mujeres siempre son me sumé a un grupo totalmente integrado por mujeres, a instancias de la autora del texto Elisa Fernández Navarro, que quiso que yo las dirigiera”, explica Matar. Con un elenco integrado por Susana Di
Tawil y Alejandro Velazco–, lo que facilitó mucho la tarea de versionar esta pieza de Molière.” –¿No te costó dejar un material escrito por vos en manos de otro director? –Para nada, conozco al grupo y al director, y estoy totalmente tranquila con el resultado. Tuvieron toda la libertad para trabajar y estoy feliz con el resultado.
Beatriz Matar, una mujer multifacética MARIANA ARAUJO
Verónica Pagés