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espectáculos
| Lunes 21 de enero de 2013
Los mil proyectos de Zeta Bosio repaso. El músico recuerda sus últimos 15 años: su vida después de la separación de Soda Stereo,
los proyectos como productor y director artístico, el paso por la tele y la radio, y el presente de DJ Viene de tapa
“Una de las cosas que había charlado con Gustavo [Cerati] y Charly [Alberti] en aquel momento era que, por suerte, habíamos hecho las cosas bien con la banda y quedábamos de cara a poder hacer lo que quisiéramos en el futuro. Soda era un grupo que había propuesto muchísimas variables, se había metido en distintas áreas, y nosotros participábamos como creativos de un colectivo artístico. La idea era encontrar un proyecto que me brindase esa oportunidad, no sólo tocar el bajo, que era la imagen que los demás tenían de mí.” En su casa, en San Isidro, no había semana en la que alguien no le dejara un demo de su banda en el buzón de correo. Alimentados por el deseo de que le guste a un Soda y que eso permita que se abran las puertas más pesadas de la industria discográfica, los músicos noveles empezaron a dibujarle una nueva vocación al bajista. “En un porcentaje muy alto no me atrapaba para nada el material que escuchaba, pero cuando se fue acumulando el que sí me interesaba, pensé: «Si junto todo esto tengo un compilado como la gente» y lo primero que distinguí fue la incipiente movida rapera. Era el año 98, 99 y caí en Sony con el proyecto de Nación Hip-Hop.” –En esa época aún no estaba instalada la figura del productormúsico. –No, nosotros fuimos productores de nuestros discos, de la generación que se autoproducía, buscábamos la forma de que los discos sonaran como lo imaginábamos. Dentro del ambiente, por lo menos en la Argentina, no había nadie que nos ofreciera eso, que nos diera tranquilidad o seguridad, entonces teníamos que aprender en el estudio y eso nos llevó a ser productores. –Querías involucrarte en un proyecto en el que pudieses meter mano como selector y productor, ¿no? –Quería un proyecto que calmase todo eso. Como músico sentía que estaba atravesando una situación particular. Después de haberle dado tanto de mí a Soda no me daban ganas de empezar otro proyecto de banda. Me pareció
Zeta hoy: estampa de DJ
IGNACIO COLO
“La electrónica hizo que volviera a tener ganas de intervenir en la música”
interesante rodearme de músicos jóvenes, estar con esa energía del que recién empieza, con esa esperanza e inocencia. Entré a Sony como director artístico para tratar de promover artistas nuevos y al mismo tiempo estaba empezando a armar Proyecto Under. La idea era crear una comunidad virtual de bandas, algo que en ese momento no existía. Estábamos fuera de época, pensá que MySpace recién explotó en 2005. –La experiencia en Sony fue breve. ¿Y fructífera? –Sí. En Sony batimos un récord. Firmamos casi 50 artistas en un mismo día. El sello tenía la opción, por un año, de editarles el disco a todos los que participaron de los compilados. Yo me fui al año y el proyecto se desarmó, pero por suerte pude llevarme a Oisín y Charlie 3 a Alerta Discos, el sello de Proyecto Under. –Cabezones se mudó de Santa Fe a Buenos Aires después de aparecer en los compilados de Sony. –Me di el gusto de trabajar con ese grupazo. Después de Sony, los ayudé para ir a México. Hicimos una gira juntos, tocando una lista en la que había muchos temas de Soda versionados, como “Sueles dejarme solo”. Yo tocaba el stick con ellos, porque había encontrado en el stick a un instrumento que entraba dentro de ese sonido nu metal que tenía Cabezones. ¡También toqué el stick con Natas! –Con Rock Road empezaste a incursionar, primero, en la tele, y después, en la radio. ¿Qué te dejó la experiencia de conocer los festivales de Europa y Estados Unidos por dentro? –Una de las cosas que me pasó fue que me empezó a interesar la escena electrónica. Hizo que volviera a tener ganas de intervenir en la música y, de a poco, me empecé a meter en la escena dance. Arranqué de cero, primero, compré mucha música, y luego, traté de definirme dentro de los distintos estilos del dance. –En un año marcado por los concursos de voces, bandas y solistas nuevos como fue 2012, aceptaste la propuesta de Ballantines para elegir un puñado de músicos y grabar un disco con ellos. ¿Cómo fue la mecánica de trabajo? ¿Qué buscabas encontrar? –Lo que hicimos fue subir unas pistas y que la gente las interviniera. Todo era válido, pero descarté a los que subieron sus temas. Los que más me sorprendieron fueron los que agarraron para un lado que no me imaginaba. Uno hizo una versión down-tempo de una de las pistas que terminó pareciéndose a Soda.
–¿Se puede sacar algo en limpio de programas de televisión como La Voz u Operación triunfo? –Está bien que existan, son válidos, pero no dejan de ser shows televisivos. Yo fui jurado en Chile de un programa, Factor X, que es un formato inglés. Descubrimos voces y artistas más que interesantes que la gente no hubiera conocido nunca: artistas callejeros, gente que sólo cantaba en sus pueblos. Yo apadriné a un chico del Sur, una especie de Justin Bieber chileno. El ganador del programa fue un tenor que hacía versiones de temas de Raphael. Esto te lo digo sin prejuicios: me ponía la piel de gallina. Fue muy enriquecedor en muchos aspectos, el tema es que ninguno de esos artistas que me parecían geniales empezó a desarrollar una carrera. La industria no está desarrollando artistas, está enfocada en sobrevivir y en firmar artistas que ya funcionan para poder manejarles los shows, que es de donde pueden recuperar el dinero que invierten en publicidad. De todas formas, es un lindo momento, porque Internet hizo que la música vuelva a manos de sus dueños, los músicos. Ya no se puede hacer tanto negocio como en la época en que las discográficas manejaban el mercado, pero se puede grabar un disco en una computadora y hacerlo accesible a todo el mundo gracias a la Red. Lo que hay que hacer es trabajar más en la comunicación viral. –¿Hay una escena under? –Cromagnon fue un golpe muy duro para todo el business del entretenimiento. Es difícil conseguir permisos para que las bandas toquen, hay pocos lugares. Antes, en un lugar como éste, por la noche tocaba una banda. No hay escenas casi y es difícil armar una. Yo lo veo a mi hijo, Simón. Es un gran guitarrista, toca desde los 6 años, es virtuoso. Tiene una banda, un trío y llevan diez años tocando juntos. ¡Imaginate cómo suenan! Tienen 23 y desde los 13 que tocan juntos. Hacen música vintage, versiones de Zeppelin, Hendrix, The Doors, Beatles. También hacen temas propios muy bluseros. Encima, si quiere renegar de mi nombre le va a costar más [risas]. Es lógico, no quiere cargar con la mochila del papá. Tiene una banda de blues y no tiene nada que ver que sea el hijo de un Soda, porque generaría una falsa expectativa en la gente. –Si fuera el hijo de Pappo... –¡Podría sacar mayor provecho! –Benito –el hijo de Gustavo Cerati– va a sacar su primer disco. –Es mucha presión para un chico. Me encanta que Benito esté armando su camino. Lo sigo en Twitter, escribe bárbaro y me parece que absorbió muchas cosas de Gustavo. Es lindo ir de menos a más cuando empezás y que no te observan tanto. La charla continúa trago de por medio. Recuerda a Cerati y se excusa de referirse al presente de su amigo. “El azar es parte de todo esto”, había dicho unos minutos atrás y en esas palabras se esconden todas las respuestas.ß
Pantallas argentinas Julia Montesoro
director // el universo de subiela
Tras recorrer distintos festivales, el 3 de marzo estrenan, en el Malba y en el Espacio Incaa Km 0 (ex Gaumont), Paisajes devorados, el “falso documental”, dirigido por Eliseo Subiela, que protagoniza su colega Fernando Birri, en el papel de un pintoresco veterano –y supuesto director de cine–, recluido en un neuropsiquiátrico. “En paralelo al estreno, editaremos un libro, que es el «cuaderno» en el que el personaje de Birri anota sus reflexiones sobre el cine y la vida. Tendrá fotos de la película, textos y dibujos”, contó a la nacion Eliseo Subiela, quien actualmente trabaja en un nuevo guión, y el mes próximo será objeto de una retrospectiva en el Cine El Plata (Juan Bautista Alberdi 5751; del 1° al 14 de febrero). Allí se podrá ver, con entrada libre, el ciclo Sinfonías de Amor en Clave Subiela, una selección de diez films del cineasta, entre las cuales figuran El lado oscuro del corazón, No te mueras sin decirme a dónde vas, Despabílate amor y Rehén de ilusiones.
El documental de Eliseo Subiela en la boca, el segundo largo de ficción que prepara Belón, también realizador de varios documentales, entre los cuales destaca Beirut -Buenos Aires – Beirut, film producido por Al Jazzera Channel, ganador del primer premio en el Festival Latin Arab, que será estrenado en nuestro país el 21 de febrero.
anticipos de pinamar // homenajes
animación que promete // afiche
Se dio a conocer el nuevo afiche de Metegol, el largo animado en 3D, dirigido por Juan José Campanella, que tiene lanzamiento confirmado para el 20 de junio. Como anticipamos, el propio Campanella, el escritor Eduardo Sacheri y Gastón Gorali firman el guión de esta animación inspirada en un cuento de Roberto Fontanarrosa, y en torno de las aventuras que vive un joven junto a los jugadores de su metegol. El film cuenta con la supervisión de animación del talentoso Sergio Pablos (Rio, Mi villlano favorito), y en las voces de distintos personajes intervienen Pablo Rago, Miguel Ángel Rodríguez, Horacio Fontova, Diego Ramos y
La película de Campanella Fabián Gianola. Coproducida por la Argentina y España, la película será distribuida en nuestro país por UIP.
proyecto en carpeta // protagonista
Leonardo Sbaraglia volverá a ser dirigido por Hernán Belón, con quien hace tres años filmó El campo, drama intimista coprotagonizado por Dolores Fonzi. El actor fue convocado para encabezar Sangre
Anticipos de Pinamar. Al director Carlos Hugo Christensen y a dos recordadas películas argentinas, Tango feroz, de Marcelo Piñeyro, y Paula cautiva, de Fernando Ayala, estarán dedicados este año los homenajes de Pantalla Pinamar, el Encuentro Cinematográfico Argentino-Europeo, que tendrá lugar en el balneario bonaerense, del 9 al 16 de marzo próximos. Habrá, desde luego, más presencias nacionales en la muestra, organizada por el Incaa y el municipio pinamarense, pero la programación completa recién se conocerá en la última semana de febrero, según lo anunciado por Carlos Morelli, director del encuentro audiovisual.