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INFORMACION GENERAL
I
Sábado 27 de noviembre de 2010
Sociedad
Los hombres se apropian de la estética El valor de la imagen los acerca cada vez más a los tratamientos de belleza en salones unisex, sin que su virilidad sea cuestionada
Del corazón a la piel SERGIO SINAY PARA LA NACION
YJ UL IAN BO NGI OVA NNI
El desopilante ruego publicitario de “no me pidan que cabecee”– aquel coqueto futbolista que con su melena recién acicalada se encaminaba hacia la mirada de multitudes– hace tiempo que dejó de ser el reflejo paródico sobre el cuidado estético masculino. Hoy los hombres que se entregan a los tratamientos cosméticos saltaron el corralito de los narcisos y metrosexuales y se suman a la legión de los que buscan una imagen reconfortante de sí mismos. A diferencia de una década atrás, la faena de embellecimiento no se hace a escondidas ni en salones reservados o exclusivos para ellos. Hoy la gravitación de la imagen los empuja a mezclarse con ellas en los salones a la hora de los alisados de pelo a base de formol, de los reflejos con platinium, los tratamientos capilares nutritivos, la belleza de manos y pies, y la depilación, permanente o no, del torso, espalda y piernas, sobre todo entre los más jóvenes. Los peelings con puntas de diamante, el Botox en el entrecejo, el fotorrejuvenecimiento y hasta la eliminación de adiposidades con frío forman parte del menú estético del hombre modelo siglo XXI, precisan en el Centro de Estética M & D. Claro que en esta avanzada también prima la mirada descolocada de muchas mujeres que manifiestan cierta perplejidad frente a la certeza de que el sexo opuesto se muestra dispuesto a dedicarle igual o más tiempo y dinero a su apariencia que ellas. La gravitación del fenómeno fue medida por la consultora Advise entre 300 hombres de la Capital y el Gran Buenos Aires. Mientras que para el 81 por ciento es prioritario cuidarse para verse bien, el 53% de los hombres reconoció frecuentar mensualmente algún recinto donde mejorar su imagen, desde una peluquería hasta el consultorio de un dermatólogo. Pero esa misma proporción trepó al 82% al indagar en los hábitos de varones de entre 25 a 40 años. “Las nuevas generaciones llevan incorporados los ritos de belleza como propios de ambos sexos. Hoy el cuidado estético es unisex”, señalan las conclusiones de Advise. Omar Hassan tiene 25 años, es licenciado en comercialización, trabaja en una empresa automotriz y frente a LA NACION admite que destina $ 800 por mes para verse bien. Eso incluye depilación del pecho –“herencia de mi paso por el fútbol”, dice–; pedicuría y un tratamiento facial al mes. Además, está el corte de pelo de moda, que un estilista le realiza en un salón de belleza unisex en Palermo. Allí, entre ritmos electrónicos y cócteles, los hombres superan en número a las mujeres. “Mi novia me carga y me dice que parezco gay, pero, para mí, verme bien es una necesidad”, cuenta con naturalidad Hassan, que luego del corte logrará un real parecido físico con Ronaldo. No en vano le extendió a su estilista, Sebastián Hernández, una foto en su celular con el último look del astro portugués para que le reeditara el corte.
OPINION
NE SP OL O
LA NACION
Hernández contó a su vez que hoy lo más pedido entre varones son los alisados de pelo que popularizó Carlos Tevez en el último Mundial. Son furor también los baños de crema, el apagado de canas, la manicuría sin brillo y las ceras capilares para aplicarse en el hogar. Aunque para muchos ya es tradición, hasta Mauricio Macri sucumbió a un tenue maquillaje facial en su boda campera. Y si bien nunca lo admitirían en público, se cuentan de a decenas las manicuras que, con reserva, visitan oficinas y domicilios de encumbrados empresarios. “La realidad es que el hombre se cuida muchísimo y gasta igual o más en su imagen que la mujer”, dicen Liliana Fiocco, dueña de Rooms, en Palermo. “Con la edad, uno va perdiendo ciertas cosas e incorporando otras. Pero el hombre siempre se embelleció a escondidas”, argumenta Juan Carlos Bottinelli, comerciante de
O
LORELEY GAFFOGLIO
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La inspiración de Ronaldo Omar Hassan muestra a su estilista el último look del ídolo del Real Madrid, ícono de la moda al igual que David Beckham, para que le realice el mismo corte de pelo.
Sin vello en el cuerpo La depilación permanente es requerida por los varones más jóvenes. La permanente con láser cuesta $ 400 por sesión.
Masculinidad
Contra las arrugas Hidratación profunda gracias al método Skinlight. El hombre también busca una piel lozana y la cuida con tratamientos antienvejecimiento.
Belleza de manos y pies Preferentemente sin brillo en las uñas. Los costos van desde $ 35 a $ 65, tanto para hombres como para mujeres.
EL ESCENARIO
Los muchachos de antes...
56 años, que acaba de apagarse la canas con reflejos rubios. “Mi trabajo requiere que esté siempre impecable, ya que la gente te trata como te ve”, dice con crudeza. El dermatólogo Mario Fuks, director de M&D, afirma que hoy ellos representan el 30% de los pacientes de ese centro. “No hay prejuicios. Se mezclan con las mujeres. Y hasta los folletos de los tratamientos son unisex”, cuenta. Fuks sólo distingue el comportamiento masculino del femenino en materia estética en que ellos son, por lejos, “mucho mejores pagadores”.
Que cada vez más hombres atiendan su cuerpo es una buena noticia. Parecen descubrir así que la masculinidad no es una cuestión de pelo en pecho y que un mimo no la pone en riesgo. Empiezan a sentir su cuerpo y perciben que, además de exigencia, éste merece también cuidado. El estereotipo de la masculinidad tradicional sostenía que “el hombre, como el oso, cuanto más feo, más hermoso”, lo que redundó en abdómenes prominentes, cabezas peladas, músculos caídos y desgastes tan variados como visibles. A eso se sumó el uso del cuerpo como una herramienta (deportiva, laboral, sexual) a la que se le pedía rendimiento y aguante, pero no se le ofrecía mantenimiento. Un hombre no cuida su cuerpo como su auto. Usualmente, los varones han vivido su cuerpo como algo ajeno y aquello que exigen de las mujeres (juventud, lozanía y turgencias eternas) no suelen ofrecerlo como contrapartida. De manera que bienvenida la nueva tendencia. Pero sería erróneo deducir de ahí que ya existe un nuevo varón, más sensible, más perceptivo, más flexible.
MARIANO WULLICH LA NACION “¿Te acordás, hermano, qué tiempos aquellos?/ Eran otros hombres más hombres los nuestros/no existía cocó, no había morfina/los muchachos de antes no usaban gomina...” Si, un poco sí, porque apenas llegamos a usar un poco de Glostora para no despeinarnos. No, un poco no, porque ya nos daba vergüenza a los hoy cuarentones peinarnos con esa especie de gel que después se
convirtió en una nueva moda. Me contaban los veteranos que se hacían las uñas. “¡Con un poco de brillo, no más!” Que los “fiolos” del centro se empolvaban la cara y que una buena “carmela” teñía el jopo... “¡No mucho más!”Pero los que vivimos el tiempo intermedio y a los que los 40 se nos convirtieron en 50, no pasamos del Valet para la caspa, de un desodorante en aerosol y, a veces, una colonia Tomkinson. Pero debo aceptar que una buena Eau Sauvage, una Yves Saint Laurent,
MACRI FIRMO UN DECRETO QUE DEBE ANALIZAR LA LEGISLATURA
o una 4711 eran respiradas por las más agraciadas: ¡pucha si lo eran, y pucha si uno lo sabía! Nadie se depilaba, por lo menos entre nosotros. La crema para la piel no existía, y eso de enjuagarse el pelo no se veía. La lima era para cortar una reja; el talco, para los bebitos, y la pinza, para los cables chiquitos. Hoy, la peluquería sale más de 350 pesos; las uñas ya no las piden ni de los 60 y eso del slip parece una suerte de streep tease. “¡¿Te acordás, hermano...?!”
La masculinidad tradicional está viva y vigente. Su paradigma (que exige fortaleza, impiedad, rendimiento, ganar a toda costa, obedecer al más fuerte, someter al más débil, disociarse de las emociones y apartarse de las actividades receptivas y protectoras, como criar, educar, alimentar, escuchar, nutrir) rige en aspectos decisivos de la vida colectiva, como son la política, los negocios, el deporte, la ciencia. Las guerras las declaran los hombres; ellos integran las barras bravas y los directorios de las corporaciones que contaminan y depredan el medio ambiente. Son una clamorosa minoría en las salas de espera de los pediatras y en las reuniones de padres de los colegios. Huyen de cualquier espacio de reflexión (cursos, talleres, foros), en los que se hable de vínculos, emociones, espiritualidad. Pueden suavizar su piel, pero mantienen áspero el mundo. Y así como una mujer en el poder no hace más humanista, más sensible ni más compasiva a la política por el solo hecho de ser mujer (suele ocurrir lo contrario), que un hombre use cosméticos, se haga un lifting o se depile no anuncia, de por sí, una masculinidad más íntegra y trascendente. Los cambios profundos y verdaderos no van de afuera hacia adentro, sino desde el corazón hacia la piel.
El autor es periodista y escritor
SINGULAR INICIATIVA
Cambios, luego de la tragedia en Beara Para que casas de fiestas no se conviertan en boliches, incorporan nuevas figuras y crean un registro LAURA ROCHA LA NACION Las dos muertes que dejó el derrumbe ocurrido en el local Beara, de Palermo, que estaba habilitado como casa de fiestas privadas, pero que desvirtuaba su rubro y funcionaba como boliche, derivó en que la Agencia Gubernamental de Control (AGC) decidiera endurecer las normas en vigor. Después de un trabajo conjunto con familiares de las víctimas de Cromagnon y especialistas en seguridad, el jefe de gobierno, Mauricio Macri, firmó un decreto de necesidad y urgencia (DNU), en el que incorpora el rubro de casas de fiestas privadas,
establece que es incompatible que funcione como café, bar o casa de lunch; prohíbe la venta de entradas y consumiciones, y establece el límite de capacidad en una persona por metro cuadrado. “Lo que intenta la normativa es evitar la desvirtuación de rubro. Por eso, en este decreto también se incorpora como figura la casa de cultura, en tanto que para los bares se creará un registro especial. Lo que antes estaba en resoluciones ahora será incorporado al Código de Habilitaciones”, indicó Javier Ibáñez, presidente de la AGC. Todos los locales que tengan alguna actividad nocturna deberán contar con un cartel luminoso de
50 cm por 25 cm, que indique la capacidad autorizada que tiene el establecimiento, y también deberá tener otro, que consigne si esa capacidad ha sido alcanzada. El decreto deberá ser evaluado por la Legislatura en un lapso inferior a 30 días desde su publicación en el Boletín Oficial, que es inminente. La iniciativa también establece que cualquier recital requerirá un contrato, al tiempo que define que cuando concurran más de 150 espectadores a un lugar se trata de un espectáculo público y que cuando asiste más de esa cantidad de personas se está ante la figura de diversión pública. Estas dos nuevas estipulaciones
pretenden evitar que se realicen los recitales y se transformen en boliches locales que no están habilitados para tal fin. Un cambio importante es la incorporación de un experto en seguridad e higiene para habilitar la capacidad del lugar. “Aunque se puso un tope máximo de una persona por metro cuadrado, un experto dirá cómo será distribuido el espacio, teniendo en cuenta todas las variables. Creo que eso incrementa la seguridad”, indicó. Si la Legislatura aprueba el DNU, los responsables de los locales tendrán 180 días para ajustarse a la norma e inscribirse en los registros correspondientes.
EMILIANO LASALVIA
Barracas, pintada por vecinos El martes concluirá el programa oficial Buenos Aires Más Color Barracas Pinta Bien. Después de seis meses de trabajo, que incluyeron talleres de pintura, los propios vecinos habrán pintado 70 casas, en un radio de 18 cuadras. El año pasado, la experiencia se había realizado en Pompeya.