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| Lunes 24 de marzo de 2014
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| Lunes 24 de marzo de 2014
Una obra de arte En un clásico inolvidable, Messi deslumbró con tres goles, dos de penal, y una asistencia para el 4-3 de Barcelona a Real Madrid ● Leo batió tres récords y la Liga de España se reabrió en la lucha por el título Martín Rodríguez Yebra CoRRESPonSAL En ESPAñA
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ADRID.– Pasarán las décadas y de tanto en tanto las televisiones del mundo repetirán la imagen de ese chico que se besa con rabia el escudo del Barça. Mostrarán desde todas las perspectivas el gol que desató el festejo de ese chico sobre el cierre de un partido que fue muchos partidos. El séptimo tanto de una noche agónica: una obra de arte que desmiente el lugar común sobre la casualidad que rige el destino de un penal. Ese chico le pega a un ángulo, se besa el escudo y grita, allá abajo, pero en el Santiago Bernabéu sólo se oye un murmullo tenue, incrédulo. Lionel Messi –el chico es él, claro– acababa de arruinarles la fiesta de una Liga liquidada antes de tiempo a esas 80.000 personas con banderitas blancas. El resultado de picado de barrio, 4 a 3, resolvía el duelo más cotizado del fútbol profesional moderno. Y el Bernabéu se vació en silencio; el Paseo de la Castellana era un río de hinchas sin ánimo de descargar la bronca por el clásico perdido, tal vez con el íntimo consuelo de haber sido testigos de la historia. El primer Real Madrid-Barcelona de 2014 se jugó en la montaña rusa. Lo ganaba el Barça. Se puso 2-1 el Madrid. Lo empató el Barça. Desequilibró el Madrid. Y lo dio vuelta, irremediablemente, Messi. Con tres goles y una asistencia, Messi volvió a dejar viejos los manuales del fútbol. Sacrílego, pulverizó en el santuario madridista el récord de Alfredo Di Stéfano y se convirtió en el máximo goleador de los clásicos de España: 21 tantos en 27 partidos. De paso, le arrebató a Hugo Sánchez, otra gloria del eterno rival, el segundo lugar en la tabla histórica de la Liga. Lleva 236 y nada impedirá que, con 15 más, alcance a Telmo Zarra, un vasco de los años 50 que murió creyendo que nadie lo alcanzaría. El Barcelona revivió el campeonato. Quedó a un punto de Real Madrid, que llevaba un invicto de 31 partidos, y del Atlético de Simeone, beneficiado colateral del clásico. Este equipo de una era, al que no paran de escribirle prólogos de su final, se aferró a una esperanza que pudo desvanecerse una y otra vez a lo largo de la noche. El Madrid salió a asfixiar con una presión sobre los defensores que hacía presagiar un show de pelotazos desde el fondo. El Tata Martino resignó un
Juan Pablo Varsky PARA LA NACION
La dedicatoria de Leo, la frustración de Cristiano
El penal de la Pulga para el 3-3: Diego López no llega
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DT: Carlo Ancelotti Cambios: ST: 19m, Raphael Varane por Benzema; 39m, Isco por Di María, y 44m, Alvaro Morata por Modric. Suplentes: Iker Casillas, Nacho, Asier Illarramendi, Fabio Coentrao. Expulsado, ST: 18m, Ramos, por último recurso.
6 3 7 4 6 C 8 A 7 A 6 10 6 10
El primero de Messi, para el empate 2-2
DT: Gerardo Martino Cambios: ST: 22m, Pedro por Neymar, y 32m, Alexis Sánchez por Fábregas. Suplentes: José Marío Pinto, Adriano, Marc Bartra, Sergi Roberto, Alexandre Song.
GOLES: PT: 6m, Iniesta (B); 19m y 23m, Benzema (RM), y 41m, Messi (B). ST: 9m, Ronaldo (RM), de penal, y 19m y 38m, Messi (B), los dos de penal. CANCHA: Santiago Bernabéu (Madrid). PÚBLICO: 80.000 espectadores. ÁRBITRO: Alberto Undiano Mallenco (mal)
delantero y plantó en cancha cuatro volantes de precisión para quitarle la pelota a un rival con aires de invencible. El clásico se ganaría o perdería en el medio, había dicho. Antes de que Martino empezara a sufrir, Messi habilitó a Iniesta, que definió como si no fuera él: un bombazo que dejó en pose a Diego López. Desde entonces el partido fueron dos personas: Ángel Di María y Karim Benzema. El argentino desbordó por la izquierda hasta convertir a Dani Alves en una caricatura del mejor lateral derecho que alguna vez se supone que fue. Y el francés pasó de errar tres definiciones imposibles a marcar dos goles exquisitos, en los que dejó a Mascherano preguntándose por qué no lo pondrán otra vez de 5. El Barça es un equipo de dos caras que vive peligrosamente. La banda lujosa, de toque preciso y ataque electrizante, perdía contra su endémica endeblez en el fondo. Benzema pudo liquidarlo en ese primer tiempo que amenazaba con tormenta, pero un pie salvador de Piqué –una defensa en sí mismo– evitó en la línea el inicio de una goleada. Los catalanes apelaron al ADn. Xavi resurgió de su temporada gris y empezó a mover la pelota de izquierda a derecha. El hombre tiene un master en paciencia. Y cuando consigue juntarse con Iniesta –capaz otra vez de superarse a sí mismo–, el circuito recupera la
Lo hizo otra vez, en un partido de colección
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real madrid barcelona Diego López 5 Víctor Valdés Daniel Carvajal 5 Dani Alves Pepe A 6 Gerard Piqué Sergio Ramos C R 5 Javier Mascherano Marcelo 5 Jordi Alba Luka Modric A 6 Xavi Xabi Alonso A 5 Sergio Busquets Angel Di María A 7 Cesc Fábregas Gareth Bale 7 Andrés Iniesta Karim Benzema 7 Neymar Cristiano Ronaldo A 6 Lionel Messi
Al ángulo, notable categoría para tirar el penal
“Este equipo siempre responde en las grandes ocasiones. Hay que seguir así y no cometer ningún error más” lionel messi
Neymar y Busquets se cuelgan de Messi en el festejo; el Bernabéu enmudeció cuando Leo marcó el penal del 4-3 memoria; desafía lo imposible. Messi emparejó las cosas. Entró al área tocando con neymar y capturó un rebote a la velocidad de la luz, en un desparrame que dejó en el suelo a Sergio Ramos, Pepe y Xabi Alonso. Se fueron al vestuario sin que Cristiano Ronaldo hubiera merecido una mención en esta crónica. Pero el portugués tiene lealtad a la estadística y acabaría celebrando en su primera acción de peso; un enganche fugaz en la puerta del área que provocó otra entrada a destiempo de Alves. Fue afuera, pero el árbitro señaló el punto penal. ¿Quién podía creer en la remontada después de ese 3-2 de Cristiano, después de ese grito desaforado de Carlo Ancelotti, el italiano impasible?
Messi. Con un pase milimétrico en profundidad despabiló a neymar, que hizo su única genialidad de la noche: enredarse convincentemente con las piernas de Ramos al quedar mano a mano con el arquero. Casi desde otra ciudad el árbitro marcó penal y echó al defensor. 3 a 3. Entonces, las pulsaciones se desbocaron. El Bernabéu ardía de ansiedad, rezando por un empate que sabía a gloria. Era recibirla Iniesta y se oía un zumbido de horror. La pelota se acercaba a Messi y las manos volaban a la cara, para no ver. Replegado, el Madrid apostó a ahogar los pases del Barça y apostar a una contra salvadora del velocista Gareth Bale. Martino tardó, pero al final se decidió por jugársela: puso a
Pedro y a Alexis Sánchez, el 4-3-3 más reconocible e incisivo. Xavi movía los hilos sin prisas, como si hubiera visto antes que el resto del mundo el final de la historia. Sería Iniesta el que rompiera la resistencia madridista con una gambeta que desafió la ley de la física. Quiso atravesar entre el cuerpo de dos marcadores y consiguió que uno de ellos, Xabi Alonso, lo derribara en el área. Después, lo dicho… el penal pateado al ángulo, el chico que besa el escudo, el silencio de 80.000 personas. La última escena pareció una metáfora escrita por un guionista culé. Messi se escapa solo por el círculo central y lo bajan de un patadón. El árbitro no cobró la falta: prefirió pitar el final. Para qué más. ß
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fotos de efe, afp y reuters
236 21 Messi se convirtió en el máximo goleador extranjero de la Liga de España. Superó al mexicano Hugo Sánchez (234).
los tripletes de Messi en su carrera en Barcelona por todas las competencias oficiales. En el seleccionado argentino tiene 3 hat-tricks.
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Leo tiene el récord de tantos en el historial del clásico Barcelona-Real Madrid. Dejó atrás a Alfredo Di Stéfano, que llegó a 18.
El rosarino es el primer jugador que le convierte dos tripletes a Real Madrid. El anterior fue un 3-3 en la Liga 2006/07.
“La Liga empieza de nuevo. De Messi ya se dijo todo, no quiero agregar nada más. Sólo espero
que me regale la pelota” gerardo martino
“Querían que el Barça siguiese en la lucha y ahí está. Fueron muchos errores del árbitro, no tuvo categoría para este partido” cristiano ronaldo
aTLÉTICO aPROVECHÓ Y Es PunTERO b^b^b A la sombra del clásico en el Bernabéu, Atlético de Madrid continuó con su gran campaña al vencer de visitante 2-0 a Betis y alcanzar a Real Madrid en el primer puesto. Gabi y Diego Costa marcaron para el equipo de Diego Simeone, que expresó: “Para lo que sea, seguimos dependiendo de nosotros”. Valencia, dirigido por Pizzi, volvió al éxito tras tres partidos con un 2-1 a Villarreal. Sevilla le ganó 2 a 1 a Osasuna. las posiciones Equipos pts. J G E p Gf Gc Real Madrid 70 29 22 4 3 80 30 Atl. de Madrid 70 29 22 4 3 66 21 Barcelona 69 29 22 3 4 85 25 Athletic Bilbao 55 29 16 7 6 52 32 Sevilla 47 29 13 8 8 53 44 Real Sociedad 46 28 13 7 8 49 39 Villarreal 45 29 13 6 10 49 36 Valencia 39 29 11 6 12 41 40 Espanyol 37 29 10 7 12 32 34 Levante 37 29 9 10 10 26 35 Granada 34 29 10 4 15 28 39 Celta 33 29 9 6 14 33 40 Málaga 32 29 8 8 13 28 36 Elche 30 29 7 9 13 24 41 Rayo Vallecano 30 29 9 3 17 33 63 Osasuna 29 29 8 5 16 25 50 Getafe 28 29 7 7 15 26 46 Valladolid 27 29 5 12 12 31 49 Almería 26 28 7 5 16 27 52 Betis 19 29 4 7 18 22 58 Juegan hoy: Almería vs. Real Sociedad. Fecha 30a: Elche vs. Athletic Bilbao, Levante vs. Betis, Málaga vs. Espanyol, Real Sociedad vs. Valladolid, Getafe vs. Villarreal, Atl. de Madrid vs. Granada, Barcelona vs. Celta, Sevilla vs. Real Madrid, Rayo Vallecano vs. Osasuna, Almería vs. Valencia.
ADRID.– Tocó la última pelota. En campo propio, recostado sobre la izquierda. Llegó antes que Morata. El chico le pegó una patada. El árbitro cobró la falta y terminó el partido. Se llevó la pelota a su casa. Tata Martino se la pidió en la conferencia de prensa. Había empezado el juego bien de punta, entre los centrales Pepe y Ramos. Muy separado del resto del equipo en el repliegue. Un número telefónico extraño: 4-1-4-1. Busquets entre defensores y medios. Neymar e Iniesta, de extremos pero alineados a los interiores Xavi y Fábregas. No es la formación que mejor le calza. Pedro y Alexis Sánchez tienen lo que el equipo necesita ahí: desmarques, descargas, retroceso y goles. Tata apostó por la formación de la primera rueda, 2-1 de local. En esos primeros 20 minutos, Barcelona se pareció al de 2009-2011. A ese que nunca más volverá a jugar así durante una temporada entera. Aunque en esta transición no pueda sostener ese nivel y esa intensidad, el Barça sabe competir en estos duelos. Como los Chicago Bulls modelo 98 de Jordan y Pippen. Se motiva en las grandes citas y puede ser campeón. Un deleite el arranque. Todos juntos alrededor de la pelota. Pases de 3 o 4 metros, no más. Ataque estacionado en fases, como en el rugby. Recibió a la espalda de Xabi Alonso. Los centrales no achicaron. Lo vio a Iniesta en la izquierda. Habilitado. Es casi imposible que él se la pase a un compañero en off-side. Andrés le prendió fuego a la bola. Golazo. Todavía hoy se debe estar reprochando la que falló con el juego ya 0-1. No le dio seco. Dejó solo a Neymar que la terminó mal. El rival caminaba. No podía presionar. Salían de a uno y pagaban. Pero Real Madrid estornuda y te hace dos goles. Cansado de no influir como medio, Di María se tiró de wing izquierdo. Hizo un desastre. Dani Alves quedó expuesto. Mascherano también, por la potencia de Benzema. Dos desbordes, dos centros, dos goles. Salud, Madrid. El local jugó mejor con el 2-1. Presión alta en la dosis justa. Menos espacio para los receptores. Durante veinte minutos, no participó del juego. Encontró el espacio. Sus compañeros lo encontraron a él. Encaró, pasó y ubicó a Neymar. El lateral Carvajal se la devolvió sin querer. Esta vez sí seco. Entre cuatro defensores y el arquero López. La pelota pasó por el único lugar posible. 2-2 y al descanso. Barcelona comenzó bien la segunda parte, pero empezó a jugar el árbitro, principal protagonista del segundo tiempo. Cobró tres penales. Ninguno fue. La doctrina del histérico “lo toca, lo toca”, más la distorsión de la cámara lenta le han hecho mucho daño al fútbol. Los jugadores han perfeccionado el arte de fingir. La transmisión televisiva empuja a pedir penales por todos lados. Cristiano se enganchó fuera del área. Neymar simuló y se hizo falta a sí mismo. Iniesta se tiró ante un mínimo contacto. Con el fútbol mancha, se mancha el fútbol. A pesar de Undiano, partidazo de colección. Ancelotti sacrificó a Benzema y puso a Varane por la expulsión de Ramos. 4-4-1 con Cristiano arriba. Martino metió a Pedro y a Alexis por Neymar y Cesc. Armó la formación natural del Barça. El triángulo Xavi-Busquets-Iniesta jugó en modo Wembley 2011. El Barça con su Old School a pleno ganó el mediocampo. Andrés hizo todo bien anoche. Podría haber sido el mejor jugador del partido. Condujo al equipo. Como Scottie Pippen. Pero Michael Jordan hizo tres goles y un pase gol para ganar el partido. ¿Vieron la pelota que le pone a Neymar en el primer penal y dónde la clava en el segundo? ¡Qué Enano hermoso! Lionel Messi lo hizo otra vez. Ojalá el 13 de julio también toque la última pelota. ß