Junio, julio y agosto de 2012

Libertad: Hágala personal Ponga las posesiones en su sitio Unos a otros

El plan de la salvación 1. El problema de todos: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3.23). 2. La paga: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6.23). 3. Dios provee: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5.8). 4. La promesa: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10.9-10).

Oración pidiendo la salvación Esta oración es solo un ejemplo. No es para momarizar ni repetir. Ella en sí no tiene algún poder mágico, su intención es solamente ofrecerle una guía.

“Señor Jesús, confieso que soy pecador. Creo que Tú moriste por mis pecados y que Dios te resucitó de entre los muertos. Te pido que me perdones y que me salves del pecado ahora mismo. Lo pido en tu nombre. Amén”.

Primeros pasos hacia la obediencia 1. Confesión pública

“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10.32). 2. Bautismo público “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. […] Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hechos 2.38, 41).

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Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos

La estrategia de LifeWay para una experiencia de estudio bíblico integrada y equilibrada La vida cristiana tiene que ver con las relaciones, pero no es acerca de una sola relación. Sí, el andar espiritual de una persona tiene que ver, primero que nada, con su relación con el Señor, pero cuando se comprende y aplica adecuadamente, esa relación única afecta todas las demás relaciones de la vida. Por ello, vivir una vida cristiana equilibrada implica hacer cada una de las siguientes cosas: conectarse, crecer, servir, ir. Al tomar esto en cuenta, hemos señalado cuál de esas categorías es el énfasis principal de cada estudio bíblico de este manual.

TM

Connectar

TM

Crecer

TM

Servir

TM

Ir

¿Qué significa conectarse, crecer, servir e ir?

•• Conectarse: Un cristiano sano se esfuerza por conectarse con Dios en oración y adoración, se relaciona con los demás en relaciones positivas y se convierte en parte vital de una iglesia local.

•• Crecer: Un cristiano sano se esfuerza por crecer en su relación con Dios aumentando su conocimiento y comprensión de Dios por medio del estudio de su Palabra y luego actúa para aplicar ese estudio.

•• Servir: Los cristianos deben servir con otros creyentes en la iglesia. Quizá usted pueda servir enseñando una clase de Escuela Dominical, colaborando con la despensa de alimentos o liderando reuniones juveniles. Cuando usted sirve, los cristianos que están en la iglesia y los no cristianos que no asisten a la iglesia sienten atracción hacia el Señor y reciben grandes beneficios.

•• Ir: Cristo llama a todo cristiano a salir de las cuatro paredes de la iglesia y hablar a los demás de Él. El evangelismo y las misiones son vías por medio de las cuales los creyentes van y proclaman la buena noticia de Jesucristo a otros.



Lección para el domingo,   | 

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Manual para el Participante

Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos

V ER ANO: JUNIO, JULIO Y AGOS TO DE 2012

TEMA 1

Ponga las posesiones en su lugar 8 3 de junio

posee usted? r ¿Qué 1 Crónicas 29.10-20

16 10 de junio

está su r ¿Dónde tesoro? Mateo 6.19-34

24 17 de junio

es r ¿Cuánto suficiente? Filipenses 4.10-20; 1 Timoteo 6.6-12

32 24 de junio

qué ser s ¿Por generosos? Lucas 19.1-10; 2 Corintios 8.3-4; 1 Juan 3.16-18

Foto: ©2012 PhotoSpin

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Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos

2 EL PLAN DE LA SALVACIÓN

3 APROVECHA AL MÁXIMO LOS ESTUDIOS BÍBLICOS

6 EDITORIAL 7 LOS TEMAS DE ESTUDIO 112 PLAN DE LECTURA DE BIBLIA

114 EN EL PRÓXIMO TRIMESTRE

Fotos: ©2012 PhotoSpin

TEMA 2

Hágala personal 40 1 de julio

Derechos personales

r Filipenses 3.17-21; 2 Pedro 2.10b-19

48 8 de julio

Una lista de control personal

r

(Lección de evangelismo) Gálatas 3.1-3, 10-14, 19-26

56 15 de julio

Una relación personal

c (Lección de evangelismo)

Gálatas 4.1-7; 1 Juan 1.5-9; 3.1-3

64 22 de julio

Una responsabilidad personal

r

Romanos 6.8-18

72 29 de julio

Un servicio personal

s Gálatas 5.13-16, 22-26; 6.7-10

TEMA 3

Unos a otros 80 5 de agosto

unos a otros c Ámense Juan 13.34-35; 1 Juan 3.10b12, 16-18; 4.7-13, 19

88 12 de agosto

unos a c Perdónense otros Colosenses 3.12-13; Filemón 8-22

96 19 de agosto

se critiquen unos a c No otros Romanos 14.1-12, 19; Santiago 4.11-12

104 26 de agosto

de acuerdo c Pónganse unos con otros Génesis 13.1-12; Romanos 12.16-18; 15.5-6

* Lección sobre la santidad de la vida humana

** Lección de evangelismo

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Estudios Bíblicos LifeWay® Volumen 11, Número 4 Junio, julio y agosto de 2012

Equipos de Producción y Ministerio Óscar J. Fernández Senior Editor General

Elizabeth Diaz-Works

Editor Asistente

Michelle Swafford

Producción y Multimedia

Jorge Claudio, Ralph Tone y Patrick Regalado Consultores para ministerios Hispanos

Envíe sus preguntas y comentarios a Editor General de Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos Multi-Language Publishing One LifeWay Plaza Nashville, TN 37234-0175 O un mensaje electrónico a ministerioshispanos@ lifeway.com

Administración Luis López,

Director, MBT Hispano

David Francis

Director Ministerio de Enseñanza Bíblica, E.D.

Bill Craig

Director, MBT Liderazgo y Adultos LifeWay Church Resources Printed in the United States of America Multi-Language Publishing Unit

Hace un tiempo conocí a un hombre que me dijo que él no podía perdonar a su hermano. Habíamos estado estudiando el pasaje de Mateo 18.21-22 en nuestro grupo de Estudio Bíblico. Seguramente que para Pedro la respuesta del Señor implicaba ir mucho más allá de lo que se pudiera esperar de cualquier persona. Eso era como perdonar todas las veces que fuera necesario. En verdad perdonar una ofensa en muy fácil, cuando el ofensor es otra persona y es ella la que debe perdonar. El problema se presenta cuando nosotros somos los ofensores. ¿Y qué de cuando somos los ofendidos? ¿Perdonar a alguien que nos ofendió y que ni siquera se ha disculpado? ¿Perdonar a alguien que nos ofendió y sigue ofendiéndonos? ¿Y que no se disculpa? En verdad es algo muy difícil, pero eso es lo que nos manda el Señor. Mi esposa estuvo envuelta en una situación en la que era maltratada y humillada diariamente por una empleada de un lugar en el que trabajaba, que no tenía su nivel profesional ni a la cual ella tenía que rendirle cuentas. El asunto llegó a tal extremo que muchas veces le dije que ella tenía que denunciar el caso y establecer una querella judicial por discriminación racial. La respuesta de mi esposa siempre era la misma: “Hay que perdonar”. Un día en el que ya el abuso me tenía muy molesto le dije: ¿Y hasta cuándo vas a perdonar a esa arpía? Y sonriendo me dijo: “Hasta setenta veces siete”... Guao, que gran lección para mí.

Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos, Manual para el Participante (ISSN 0740-0071; Item 005075116) is published quarterly by LifeWay Christian Resources, One LifeWay Plaza, Nashville, TN 37234, Thom S. Rainer, President. © 2012 LifeWay Christian Resources of the Southern Baptist Convention. ¿Tiene algún problema con el pedido de la literatura? Visit www.lifeway.com/espanol o escriba a LifeWay Church Resources Customer Service, One LifeWay Plaza, Nashville, TN 37234-0113. Para subscripciones envíe un FAX al (615) 251-5818 ó un mensaje a la dirección de correo electrónico [email protected]. Para múltiples copias que se envían a una misma dirección cada trimestre, envíe un FAX al (615) 251-5933 ó un mensaje a la dirección de correo electrónico [email protected]. También puede hacer su pedido mediante nuestra página Web: www.lifeway.com/espanol y en los Estados Unidos, Puerto Rico y Canadá puede llamar gratis al teléfono 1-800257-7744 de 8:00 am a 4:00 pm Hora del Centro. Creemos que la Biblia tiene a Dios como su autor; la salvación como su finalidad, y la verdad, sin ninguna mezcla de error, como su tema. La declaración de la Convención Bautista del Sur de 2000, titulada "Fe y Mensaje Bautistas" es nuestra guía doctrinal. A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas se han tomado de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1960, © Copyright Sociedades Bíblicas en América Latina, publicada por Broadman & Holman Publishers, Nashville, TN. Usada con permiso.

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Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos

Temas de estudio

E

sta serie de estudios explora el punto de vista bíblico sobre las posesiones materiales. Vivimos en una sociedad materialista en la que muchas personas, incluso cristianos, están más interesados en la comodidad, la autogratificación y la riqueza que en lo que Dios quiere y lo que lo apasiona a Él. Como consecuencia de estudiar estas lecciones, se desafiará a los participantes a rechazar los valores materialistas y adoptar un aspecto bíblico con relación al dinero y las posesiones.

Tema 2 Libertad: Hágala personal

E

ste estudio de cinco semanas examina cómo logramos la verdadera libertad y cómo podemos vivirla en la práctica. Podemos buscar diferentes clases de libertad: política, religiosa, relacional, económica…, y aun así, no llegar a sentirnos verdaderamente libres. Solo Cristo nos ofrece una libertad permanente, duradera, una libertad que afecta todas las facetas de nuestra vida. Este estudio nos mostrará que ser libres en Cristo es ser verdaderamente libre.

Tema 3 Unos a otros

E

sta serie de estudios, centrada en algunos de los mandatos que da el Nuevo Testamento para practicar “unos a otros”, examina las formas en que los creyentes deben comportarse entre sí. Vivimos en un mundo egoísta, pero la Biblia enseña a los creyentes que vivir la vida cristiana implica comunidad y el cumplimiento de ciertas responsabilidades recíprocas hacia el otro. Muchas de estas responsabilidades se expresan en mandamientos “unos a otros” del Nuevo Testamento que deben cumplirse.

Fotos: ©2012 PhotoSpin

Tema 1 Ponga las posesiones en su lugar

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r

3 de junio de 2012

Foto: ©2012 PhotoSpin

¿Qué posee usted?

Pasaje bíblico 1 Crónicas 29.10-20

¿Por qué es importante esta lección? De qué trata Un punto de vista esta lección correcto acerca de la Esta lección estudia riqueza y las posesiones la importancia y la comienza cuando necesidad de reconocer reconocemos que que Dios es el legítimo todo lo que tenemos dueño de todo lo que pertenece a Dios y tenemos. proviene de Dios. Somos responsables ante Él de cómo usamos lo que Él nos ha confiado. Tal

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actitud contrasta drásticamente con la orgullosa ilusión de autosuficiencia del mundo.

Efecto para su vida Esta lección puede ayudarle a poner las posesiones en su lugar, haciéndole reconocer que Dios es el Dueño y el Dador de todo lo que usted tiene.

D

espués de la comida de su cumpleaños, Coye, mi hijo, pegó una nota en el recipiente donde quedaron los restos de la torta de cumpleaños. La nota decía: “Esta torta pertenece a Coye. ¡Antes de comer, pide permiso!” Mi hijo estaba actuando según las normas de la casa. Desde tortas de cumpleaños hasta camisas, vestidos y cuentas bancarias, nuestros hijos saben que algunas cosas les pertenecen. Y no es de extrañarse que valoren en gran medida algunas de sus posesiones. Algunas veces mi esposa y yo actuamos como árbitros o los animamos a compartir cuando es necesario, pero en última instancia, la decisión es de ellos. Dios también deja en nuestras manos esta clase de decisiones, aunque nos anima y hasta nos da órdenes en cuanto a lo que debemos hacer. Todos tenemos algunas cosas que nos pertenecen, ¿verdad? En cierto sentido, sí, las tenemos. Y en otro sentido, no. La decisión de dar o no dar es nuestra, ¿verdad? Sin duda, lo es, pero debemos rendir cuentas al Señor, que nos ha dado la libertad para decidir, pero también quiere que ejerzamos una buena mayordomía de todo lo que Él nos ha confiado. Acumular no es actuar como Dios quiere, aunque Él nos permitirá cometer ese error si insistimos. Esta lección le recordará que Dios es el dueño de todo lo que tenemos, y Él nos lo ha dado. También se verá desafiado a administrar bien lo que Dios le ha confiado, y a hacerlo con actitudes que le agraden al Señor.

Dios es dueño de todo 1 Crónicas 29.10-11

Asimismo se alegró mucho el rey David, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo. 11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 10

Cuando el reinado de David sobre Israel (1005 – 965 a.C.) se acercaba a su fin, el rey comenzó a hacer preparativos para construir el templo. La responsabilidad de supervisar la construcción, en realidad 

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iba a corresponder a su hijo y sucesor, Salomón. Sin embargo, David preparó “con todas [sus] fuerzas […] para la casa de […] Dios”. Todos los líderes de Israel “ofrecieron voluntariamente” y dieron oro, plata, bronce, hierro, madera, piedras preciosas y mármol para el proyecto. Además, con gran generosidad David dio de su propio tesoro “oro y plata” (1 Crónicas 29.1-9). David invitó al pueblo a entregar “ofrenda voluntaria a Jehová” (v. 5). En otro lugar del Antiguo Testamento la palabra que se traduce aquí como “dar” hace referencia a apartar a los sacerdotes para servir al Señor (vea Éxodo 28.41). Para realmente dar es necesario consagrarnos —apartarnos— a nosotros mismos al igual que nuestras posesiones para el Señor. David dedicó las ofrendas con una oración de alabanza: David, […] bendijo a Jehová, entre otras cosas, por la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor que corresponden solo a Él. David confesó: Tuyo, oh Jehová, es el reino. Dios había redimido a Israel de la esclavitud en Egipto para que fuera su propio “reino de sacerdotes, y gente santa” (Éxodo 19.6). Tanto Israel en conjunto como cada individuo dentro de ese pueblo pertenecían a Dios. Esto no significa que las otras naciones no fueran suyas (vea Salmo 50.12), pero Israel pertenecía a Dios de una manera que las otras naciones no pertenecían, porque Dios se había revelado a Israel de manera directa y personal. De igual forma, Cristo se ha revelado a sí mismo de una manera personal (vea Juan 1.1, 14) y ha redimido a los creyentes para Dios por Su sangre (vea Apocalipsis 5.9). Aunque toda persona en la tierra pertenece a Dios (vea Salmo 24.1), los que somos creyentes en Cristo pertenecemos a Él en un sentido especial (vea 1 Corintios 6.19-20).

son algunas implicaciones prácticas de que Dios ➲➲ ¿Cuáles no solo es dueño de nuestras posesiones, sino de nosotros mismos? David confesó a Dios: todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Esto no eran meras palabras piadosas. David las decía en serio: el oro, la plata y todas las cosas que poseía eran, en última instancia, de Dios. David era solo un mayordomo, un

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administrador de lo que Dios poseía. Darse cuenta de esto lo ayudó a dar con generosidad y libertad.

verdad espiritual, que debemos tener presente, nos ➲➲ ¿Qué ayudará a ser mejores administradores de todo lo que Dios ha puesto a nuestro cargo? Como administradores de Dios, debemos complacerlo con el uso que hacemos de lo que a Él le pertenece. ¡Esta es una responsabilidad inmensa! Aunque no somos igualmente ricos en bienes materiales, somos igualmente responsables ante Dios del uso que demos a los recursos que Él ha puesto a nuestra disposición, sean cuales fueren (vea Mateo 25.14-30).

Dios nos da lo que tenemos 1 Crónicas 29.12-16

Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. 13 Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre. 14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. 15 Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura. 16 Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo. 12

David confesó humildemente a Dios: Las riquezas y la gloria proceden de ti, […]; en tu mano está […] el hacer grande. David había sido un simple pastor de ovejas (vea 1 Samuel 16.10-13) que luego fue fugitivo del rey Saúl (vea 21 – 30) antes de ascender al trono de Israel. Aunque había luchado mucho y se había dedicado al gobierno de la nación, sabía que no podía llevarse el crédito por sus logros. Así que alababa el glorioso nombre de Dios. 

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Explicación adicional Un peregrino es un residente temporal, alguien que habita entre un pueblo extranjero, en contraste con un ciudadano. La palabra peregrinos hacía referencia a las personas que no poseían propiedades en la tierra donde vivían. Por tanto, no tenían seguridad personal; debían confiar en el trabajo o la generosidad que pudieran ofrecerles los ciudadanos locales. Además, necesitaban protección. Después de poseer la tierra prometida, el pueblo de Israel debía tener la actitud de ser residentes temporales, conscientes de que la tierra pertenecía al Señor y de que dependían de Su generosidad y protección. Nosotros, como pueblo de Dios en la tierra, también somos residentes temporales. Estamos en un peregrinaje espiritual de este mundo al próximo. La tierra no es nuestro hogar ni nuestra fuente de seguridad. Por lo tanto, debemos cuidarnos de no apegarnos demasiado a este mundo presente ni encariñarnos con él.

Toda la nación de Israel había pasado de ser esclavos en Egipto a ocupar la rica y fértil tierra prometida. ¿Podían llevarse el crédito por esto? No. Dios los había sacado de Egipto, y Dios les había dado la tierra y las posesiones que estaban donando para el templo. David preguntó, con justicia: ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente y con tal generosidad cosas semejantes?

qué sentido aun la persona que más se esfuerza en su ➲➲ ¿En trabajo depende de Dios para cualquier éxito que logre? David y su pueblo no podían ni deseaban llevarse el crédito: Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. Por medio de Moisés, Dios exhortó a Israel a recordar a “Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas” (Deuteronomio 8.18). Cuando recordamos esta realidad y vivimos de acuerdo con ella, luchamos contra la corriente actual del ambiente autosuficiente. Esta

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conciencia va de la mano con el convencimiento de que extranjeros y advenedizos somos delante de Dios. Lo que demos a Dios provino de Él primero, porque ya todo es suyo. Pensemos que nuestra capacidad para dar es muy semejante a nuestro llamado a la salvación y nuestro llamado a servir a Cristo, en el sentido de que todas estas cosas nos vienen como regalos de Dios. El resultado es que no tenemos nada para jactarnos (vea Efesios 2.8-9). “El que se gloría, gloríese en el Señor” (1 Corintios 1.31). Es que Dios es el origen tanto de la riqueza espiritual como de la material.

Dios examina nuestro corazón 1 Crónicas 29.17-20

Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente. 18 Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti. 19 Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual yo he hecho preparativos. 20 Después dijo David a toda la congregación: Bendecid ahora a Jehová vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo a Jehová Dios de sus padres, e inclinándose adoraron delante de Jehová y del rey. 17

Hacía muchos años que David sabía que “Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16.7). Se regocijaba porque con rectitud de […] corazón voluntariamente le había ofrecido todo esto y porque su pueblo también había dado para Él espontáneamente. David oró para que Dios conservara perpetuamente esta voluntad gozosa y dispuesta en ellos y encaminara su corazón a Él. Anhelaba que el pueblo diera de sí mismo y de sus posesiones para Dios con corazón sincero, siempre. Y oraba para que 

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No permita que sus posesiones lo posean a usted Una antigua historia habla de un hombre de negocios que comenzó ganando $50 a la semana. El hombre le pidió a Dios que bendijera su trabajo y le prometió gozosamente dar el diezmo durante toda su vida. Dos años después, ganaba $5,000 por semana y daba $500 de diezmo. Pronto comenzó a quejarse de tener que diezmar tanto. Un amigo lo escuchó quejarse y le sugirió: “¿Por qué no le pides a Dios que reduzca tus ingresos para que vuelvas a ganar $50 por semana? Cuando ganabas esa suma, no tenías problemas para diezmar”. ¿Por qué suele suceder que cuanto más tenemos, más queremos?

Salomón, su hijo, tuviera un corazón perfecto, obediente y devoto. La forma en que usamos los recursos que nos confían revela la verdadera naturaleza de nuestro corazón. Aferrarnos con desespero a las posesiones es demostrar que las consideramos nuestras y que deseamos disfrutarlas de manera egoísta. Si realmente creemos que todo lo que tenemos pertenece a Dios y queremos agradarle a Él, no nos aferraremos tanto. Jesús dijo que ningún hombre puede “servir a dos señores”; no podemos “servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6.24). La semana próxima estudiaremos esta y otras declaraciones poderosas que hizo Jesús acerca de la riqueza material.

puede causar que empeore nuestra actitud al ofrendar? ➲➲ ¿Qué ¿Qué podemos hacer para evitar tales cambios? Después de dar voluntariamente, el rey y su pueblo alabaron a Jehová Dios. Su alabanza, casi seguro, no podía ser más adecuada ya que el templo se convertiría en un lugar donde iban a adorar a Dios (vea 1 Crónicas 23.4-5; 2 Crónicas 7.3). Como el antiguo Israel, usted, siendo creyente, debe anunciar “las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”

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(1 Pedro 2.9). A medida que damos con generosidad, nuestra gratitud, humildad y disposición para dar aumentarán y lo que demos, expresará alabanza al Dios que es dueño de nosotros y de todo lo que tenemos.

puede causar que una persona aferrada a las cosas ➲➲ ¿Qué materiales comience comience a soltarlas? Solemos cantar canciones e himnos que hablan de fijar nuestra atención y nuestros afectos en Jesús. Cuando nos concentramos en Él, las cosas terrenales pierden poder o fascinación para nosotros. Pero muchas veces parece que hacemos lo contrario; concentramos nuestra atención y nuestros afectos en las cosas materiales, y nuestro amor por Jesús se enfría. Aparte un tiempo para reflexionar con cuidado en lo que su Salvador ha hecho por usted. Dígale cuánto le agradece todo lo que ha hecho, y recuerde cuán insatisfactorias son, realmente, las cosas terrenales. ¡Vuelva a enamorarse de Jesús!

CONCLUSIÓN David y su pueblo reconocieron que todo lo que tenían pertenecía a Dios y provenía de Él. Sabiendo estas verdades, dieron con gozo y buena voluntad. Los creyentes en la actualidad, ¿tienen menos razones para hacer lo mismo? El nombre de William Borden (1887 – 1913) quizá le resulte familiar; hemos hablado de él en otras lecciones. Este joven cristiano, heredero de la fortuna de la empresa láctea Borden entregó su vida a las misiones y al terminar la escuela secundaria, escribió en su Biblia: “Sin reservas”. Graduado de la Universidad de Yale en 1909, ya millonario, escribió en su Biblia: “Sin retroceder”, y lo dejó todo para ir a servir a Dios en Egipto. Allí contrajo una meningitis fatal y se fue de este mundo al cielo. Cuando su madre vio su Biblia, no vio dos anotaciones, sino tres: “Sin reservas”, “Sin retroceder” y “Sin remordimientos”. Borden entregó su vida y su riqueza para servir a Cristo. Cuando servimos, podemos dar de lo que Él nos ha dado sin reservas, sin retroceder y sin remordimientos.



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