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Pamplona y la Cuenca
Diario de Navarra Sábado, 11 de enero de 2014
Tendencias m
‘Atrapados’ por los sistemas de principio cuesta un poco, pero es cuestión de hacerse”, afirma Rosana Díaz Pascual, con una malla de naranjas, kiwis y una caja de cereales en la cesta de la compra. En Carrefour apuntan que el sistema funciona “bastante bien”. “Estamos contentos con las cajas automáticas, ya que no las usa solamente un perfil concreto de clientes, como podrían ser los jóvenes, sino que suele depender de la fila de espera de las cajas tradicionales”, explican desde la sede central de la cadena.
2. Gasolinera Repostar a cualquier hora
Varios clientes compra a través del nuevo sistema de pago automático implantado en E.Leclerc.
JOSE CARLOS CORDOVILLA
Cada vez son más los clientes que prefieren realizar por sí mismos sus gestiones, sin intermediarios
Muchos de los clientes que acceden al supermercado Simply, situado en el polígono Mugazuri, en Burlada, aprovechan tras haber hecho la compra para rellenar los depósitos. La gasolinera situada en la explanada del comercio pone a disposición de quienes se acercan la posibilidad de repostar de dos maneras: pasando por caja tras haber llenado el depósito o efectuando la transacción completa por sí mismos. “Está muy bien porque si vas a salir de viaje y ves el depósito vacío puedes venir, seatempranoomuytarde”,expresa Miguel José Aranguren Castro, vecino de Villava. Este mismo sistema también está implantado en la gasolinera de E.Leclerc, en el centro comercial de La Morea. “La gente lo utiliza mucho, aunque también hay quien todavía siente reparo en hacerlo solo y sigue viniendo a ventanilla a pagar”, sostienen en el recinto. En el modelo automático, los clientes calculan el dinero que necesitan para llenar el depósito. “Si se pasan y la manguera salta antes de llegar al cupo del importe, no pasa nada. La máquina ingresa directamente la diferencia en la tarjeta de crédito utilizada”, muestra Iker Cubelo, vecino de Pamplona, después de rellenar el depósito de su Seat Ibiza.
NOELIA GORBEA Pamplona/Burlada/Egüés
3. Farmacia Un vending con potitos y hasta alcoholímetros
Hoteles que no disponen de recepción. Gasolineras en las que puedes repostar a las cinco de la mañana. Farmacias que, sin estar de guardia, permiten adquirir chupetes o cremas un domingo a medianoche. Centros comerciales en los que se puede comprar sin pasar por las manos de una cajera. Panaderías sin dependiente que reponen el género varias veces al día. Los ya conocidos telepeajes de las autopistas. O incluso establecimientos hosteleros en los que elegir el menú sin tener que hablar con quienes se colocan detrás del mostrador. Pese a parecer un listado de escenarios del futuro, esta realidad existe. Los sistemas de autopago están cada vez más presentes en nuestras vidas cotidianas. Sin darnos cuenta, nos dejamos ‘atrapar’ por su llamada para saber cómo funcionan o acallar ese gusanillo de probar una práctica que se implanta con rapidez. Así, decidir qué se desea, pagarlo y
A punto de cumplir el año, la farmacia Basarte de Pamplona, situada en la avenida Carlos III, mantiene en activo una idea que surgió por la simple iniciativa de facilitar el servicio a sus clientes. Sin pensarlo dos veces, los propietarios de esta farmacia decidieron instalar un vending o máquina expendedora en el exterior de su comercio. En ella, ponen a disposición de quienes lo necesiten desde chupetes a caramelos, pasando por tiritas (adultos y menores), termómetros, potitos, crema de manos o alcoholímetros desechables. “Mantenemos los mismos precios que dentro de la farmacia, ya que nuestro único objetivo es facilitar la gestión a quienes tengan una urgencia por la noche o en un festivo en el que nosotros no estemos de guardia. Así pueden cubrir sus necesidades sin desplazarse o esperar al día siguiente”, explican los dueños. Recalcan que ninguno de los productos que ofertan en la máquina expendedora necesita re-
Varios vehículos esperan su turno para poder repostar en el servicio 24 horas de la gasolinera Simply.
llevárselo a casa sin tener que tratar con trabajadores o intermediarios se ha convertido en una de las tendencias que más auge está despertando. Con tarjeta de crédito y en efectivo. El abrumador desarrollo de las nuevas tecnologías provoca que cada vez más empresas se inclinen por fomentar este tipo de sistemas en sus negocios. Por “rapidez, ahorro y comodidad”.
1. Hipermercados Comprar, cobrarse, pagar y marchar Cuatro cajas enfrentadas y una sola dependienta para resolver las dudas de los clientes que deciden pagar la compra que han realizado por su cuenta, sin la obligación de que una empleada pase por el lector de códigos de barras
todos y cada uno de los productos que se acaban de adquirir. Sin importar la edad, adolescentes, padres y jubilados aguardan su turno delante de esta nueva posibilidad. Con cautela para no equivocarse, los clientes de centros comerciales como Eroski, Carrefour o L.Eclerc van pasando por los infrarrojos del sistema de autopago todos los alimentos que componen sus compras. La pantalla registra los productos, suma las cantidades y, tras aplicar los correspondientes descuentos, imprime la factura de compra. “Es importante que los clientes no se olviden de depositar los artículos que ya han sido cobrados por la cesta de metal situada en los laterales de las cajas automáticas. Sirve para desactivar las posibles alarmas que puedan
SESMA
tener productos como champú, desodorantes, botellas de alcohol, etc.”, explican las cajeras de E.Leclerc en Pamplona. Los problemas surgen cuando estos nuevos usuarios electrónicos no encuentran los códigos de barras, no saben dónde pedir una bolsa o desconocen qué tipo de pan o lechuga llevan en la mano. Batavia, de roble, escarola, francesa, iceberg, romana, milamores, rizada... “La lista que se despliega al intentar identificar la lechuga es casi infinita”, indica Jaime Liberal, de 30 años. “Se vuelven locos, pero es normal. Solo tienen que familiarizarse con el procedimiento”, coinciden los empleados del supermercado Eroski, en la calle Serafín Olave de Pamplona, que también dispone de este sistema. “Es la tercera vez que me sirvo sola. Al
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Tendencias
autopago ceta ni tampoco son medicamentos. “Son artículos de primera necesidad, un servicio añadido para nuestros clientes”, dicen desde Basarte.
4. Posada Pernoctar sin pasar por recepción Sin recepción. Así es la posada ubicada en el polígono industrial de Egüés. Los clientes interesados en pernoctar en este establecimiento, regentado por Alfonso Javier Albero Mauleón desde hace tres años, solamente deben estar en posesión de una tarjeta de crédito o DNI electrónico. Según afirma Albero, el sistema es “muy sencillo”. Basta con introducir la tarjeta y elegir si se desea una habitación doble con cama de matrimonio o dos individuales. “El ordenador va adjudicando habitaciones en orden, no puedes elegir”, aclara el gerente. Actualmente, la posada dispone de 19 estancias, que cuentan con baño y televisión. Este particular sistema permite que los usuarios puedan reservar a cualquier hora del día. “Estamos abiertos 24 horas y, en caso de emergencia, siempre dejo tarjetas en todas las habitaciones con mi número privado de móvil para que los clientes me puedan llamar a cualquier hora del día”, indica Albero. Al no disponer de minibar en las habitaciones, se permite que los clientes introduzcan comida y bebida a la posada. “Es lo lógico”, dice, al tiempo que insiste en que el perfil mayoritario de sus clientes son parejas de Pamplona y Comarca. Asimismo, por no tratarse de un hotel al uso, el gerente permite que sus clientes salgan más tarde de las 12 horas. “Aunque suele ser la hora recomendada habitualmente, no pasa nada si se quedan más”, declara. Entre las anécdotas, una de las que más se repite entre los clientes primerizos, ya que “muchos repiten”, está relacionado con el uso de la tarjeta de crédito. “No tenemos llave de acceso a las habitaciones, sino que es la propia tarjeta de crédito la que se convierte en llave. La máquina le aplica una clave para esa ocasión, por lo que basta con pasar la banda magnética para abrir la puerta”, explica Albero. “Son ya muchos los que me han llamado a las dos de la
La farmacia Basarte, en Carlos III, ofrece un sistema vending con tiritas y chupetes.
J.C.CORDOVILLA
Un vending para adquirir pan.
mañana porque no encuentran la llave”, rememora entre risas.
5. Pan Recién hecho cuatro veces al día Dentro del sector alimentario, el panadero de Obanos también se ha hecho un hueco en el mercado del autopago. Gracias a una máquina expendedora de pan situada en la calle Tajonar, en la esquina con Larrabide, los clientes pueden comprar tres tipos de barras a cualquier hora. Como añadido, reponen género cuatro veces al día: a las 7, 11, 17 y 21 horas.
Una clienta introduce el DNI y su tarjeta de crédito para reservar una habitación.
J.A.GOÑI
ADIÓS A LA NIETA
A
lo largo del año no ha dejado de sorprendernos,enelatriodelaCatedral, la presencia exótica de las esculturasdeAntonioLópez.Pues bien, lo que nos sorprende desde ayer es su ausencia, el vacío que han dejado frente a la fachada catedralicia, como si hubieran estado siempre allí y no desde hace sólo doce meses. La noche y el día -o Carmen, la nieta del artista, despierta y durmiendo-, ha sido un pórtico imaginativo de Occidens, bajo las columnas neoclásicas de la fachada, obra de Ventura Rodríguez de final del XVIII. - ¿Y ahora qué pasa con el espacio vacío encerrado en las pilastras de la verja? - Pues nada; para eso sirve nuestro poligonal atrio: para mayor gloria arquitectónica de la fachada. Y para lo de los Gigantes, en su momento (momento con ‘ico’).
Antonio López y Ventura Rodríguez se hanllevadobien,cadaunoensuestilo,enun diálogo separado por cientos de años. Las esculturasdeCarmenrepresentabanladulzura, frente a la frialdad de la fachada. Las caras,queacariciábamosyparecíaqueiban a sonreír, plantadas cariñosamente bajo el trazo inmutable y altivo de las columnas. Antonio López, un pintor al que obedece la luz, como se decía de Monet, sabía perfectamente el juego artístico que representaba la colocación de las esculturas en aquel lugar, con independencia del motivo de Occidens. Ya las estamos echando en falta. Vinieron con un visado temporal y ha vencido la fecha. La fachada de la Catedral recupera toda su gravedad, que es mucha, y gana el espacio vacío del atrio como si fuera lo que por otra parte es, un patio para admirar el
PLAZA CONSISTORIAL José Miguel Iriberri
Se acabó la estancia en Pamplona. Calleja
escenario. Sólo le faltan las butacas. Dicho sea este apartado sin la menor intención de avivar la polémica sobre la cara de nuestra “rosa de piedra”, como titula Julio Llamazares su libro sobre las catedrales. Antonio López ya sabe dónde estamos, por si tiene a bien mandarnos alguna otra nieta. Es una bobada decir que él es aquí como uno más, pero así es como le vemos, de visita también, comprando verduras en la plazaparasusbodegones.LadobleCarmen sevaaNuevaYorktrasdocemesesdeinfancia en Pamplona. No olvidaremos su dulce belleza de bebé. Al leer ayer en estas páginas la despedida que le daba Pilar Fernández Larrea, a uno, la verdad, le daba hasta pena pensar en el viaje que le espera a la niña: casi 7.000 millas marinas hasta el otro lado del Atlántico, tan lejos de su catedral.