TIEMPOS DE CONFUSIÓN Y CONFIRMACIÓN Lucas 7:18-35 Por Bryan Smith INTRODUCCIÓN: ¿Alguna vez has tenido una duda, inclusive sobre Dios o la fe cristiana? ¿Estás pasando por un tiempo de aflicción? Dudar y pasar por pruebas es normal. Si has dudado alguna vez no estás solo. Grandes personajes bíblicos tuvieron sus momentos de duda, unos hasta el punto de desear morir: Moisés: 14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. 15Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal. Números 11:14-15 Elías: 4 Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. I Reyes 19:4 Jeremías: 17 porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre embarazado para siempre. 18¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta? Jeremías 20:17-18 Pablo: 8 Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. 2 Corintios 1:8 En nuestro pasaje hoy vemos un momento de duda de parte de otro gran hombre de Dios, Juan el Bautista. Juan estaba en la cárcel, y ya había estado allí unos meses. En un tiempo futuro hasta sería decapitado por el rey Herodes. Juan era un hombre que había vivido en el desierto. Me imagino que estar encarcelado le afectó de una manera muy fuerte emocionalmente. Sus discípulos le mantenían al tanto con lo que estaba haciendo Jesús, pero, ¿por qué estaba él en la cárcel, si el Mesías había llegado; el que iba a “pregonar libertad a los cautivos” y “poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18)? Bajo el estrés emocional y física le comenzaron a llegar las dudas acerca de Cristo. Estaba confundido. ¿Te has sentido así alguna vez? Ya vimos que el mensaje de Jesús había sido confirmado con sus grandes milagros. Vemos en el versículo 17 que se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor. Esto llegó hasta los oídos de Juan en la cárcel por medio de sus discípulos. Aquí empieza nuestra historia.
* Leer Lucas 7:18-35 * Orar * Bosquejo: I. Introducción (1:1-4) II. Historias de nacimiento y niñez (1:5-2:52) III. Preparación para el ministerio de Jesús (3:1-4:13) IV. El ministerio galileo de Jesús (4:14-9:50) A. La primera fase (4:14-6:16) B. El gran sermón de Jesús (6:17-49) C. Su ministerio hacia varias necesidades humanas (7:1-9:17) D. El punto culminante del ministerio galileo (9:18-50)
I. CONFUSIÓN ACERCA DE QUIÉN ERA JESÚS (Vv. 18-20) A. Juan escucha lo que hacía Jesús (v. 18) 1. Le dieron las nuevas de todas estas cosas 2. Juan no había tenido la oportunidad de ver personalmente los milagros de Jesús 3. Escuchó acerca de todo lo que estaba pasando 4. Llamó a dos de sus discípulos B. Juan manda a hacer la pregunta a Jesús (vv. 19-20) 1. La pregunta es simple, ¿Eres tú el que había de venir, o esperamos a otro? 2. La pregunta nos muestra la confusión de Juan 3. Él conocía las profecías acerca del Mesías en el libro de Isaías que decían en parte: 6
Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, 7para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas. Isaías 41:6-7 4. Sí Jesús realmente era el Mesías, ¿por qué estaba él, su siervo, sufriendo en la cárcel? 5. Era un tiempo de transición, y muchos mal entendieron a qué iba a venir el Cristo. Esperaban un libertador político, que salvaría físicamente a su pueblo del imperio romano y sus otros enemigos. 6. Eso es una realidad, pero todavía a tiempo futuro C. ¿Es malo dudar cuando no entendemos lo que Dios está haciendo en nuestras vidas? *Quizás dices, “yo he servido a Dios, y quiero acercarme a él, pero, ¿por qué me pasa lo que me pasa? ¿Él no ve mi situación? ¿No se preocupa de mí?” 1. Dudar NO es malo, pero ¿qué hacemos con nuestras dudas? 2. Oswald Chambers dijo una vez: “La duda no siempre es una señal que un hombre está mal. Podría ser una señal que está pensando.” 3. Juan le hizo saber sus dudas a Jesús, y nosotros también debemos 4. Veamos la respuesta de Jesús a Juan, y a nosotros también II. CONFIRMACIÓN ACERCA DE QUIÉN ERA JESÚS (Vv. 21-23) A. Jesús demuestra que él es el Mesías una vez más (vv. 21-22) 1. En el momento que llegaron los discípulos de Juan y le hicieron la pregunta a Jesús, él hizo muchos milagros 2. Jesús les dice que regresen a Juan, y le digan todo lo que habían visto. Todo lo que se había profetizado acerca del Mesías se estaba cumpliendo. 3. Cuando dudamos, y hacemos preguntas, Dios es fiel para contestarnos y enseñarnos, siempre y cuando venimos a él con la actitud correcta. Él a veces usa otras personas para ayudar a sacarnos de nuestras dudas, como usó los discípulos de Juan. B. Dios bendice a los que no tropiezan sobre Cristo (vv. 23) 1. Dudar es natural, pero debe llevarnos a pensar, buscar, evaluar, y crecer 2. Si la vida, muerte, resurrección, y enseñanza de Jesús nos lleva a tropezar, y por nuestras dudas no queremos creer, entonces estamos mal, y no seremos bendecidos 3. Hay gran bendición cuando uno confía en él por completo después de un tiempo de duda III. CELEBRACIÓN DE LA VIDA Y MINISTERIO DE JUAN (Vv. 24-30) A. Jesús confirma y celebra la vida de Juan (vv. 24-28a) 1. ¿Quién era Juan? a. No era una caña sacudida por el viento - Esto se refiere a alguien inestable y fluctuante en lo que cree b. No era un hombre bien vestido que vivía en un palacio
- No era una celebridad famosa y rica. Al contrario, él vivió en el desierto y su vestuario y comida eran rústicos. c. Sí era un profeta de Dios - Y aún fue más que un profeta. Su ministerio había sido profetizado por otros d. Sí era predecesor del Mesías que preparó su camino (Malaquías 3:1) - Él tuvo el gran privilegio de presentar el Mesías al pueblo de Israel 2. ¿Qué valor tenía su vida y ministerio? a. No hubo mayor profeta que Juan b. Su ministerio fue de gran importancia para Cristo 3. De esta manera Cristo reafirmó a Juan en su tiempo de duda, y quedó escrito para que gente alrededor del mundo lo pudiera leer. Cristo también nos reafirma a nosotros en nuestros tiempos de duda, y un ejemplo de esto viene a continuación. B. Jesús confirma y celebra a la gente que responde correctamente (vv. 28b-29) 1. Tenemos una posición privilegiada (v. 28b) a. Siendo parte del reino de Dios, tenemos grandes privilegios como hijos de Dios que otros en el Antiguo Testamento no tenían. b. ¿Como cuáles? (vivimos bajo la época de la gracia, el Espíritu Santo mora en nosotros, Cristo nos ayuda e intercede por nosotros, etc.) 2. Aunque somos pecadores, reconocemos el plan de Dios (v. 29) a. En tiempos de Juan, los que se reconocieron como pecadores vieron la sabiduría que tenía el plan de Dios, y se sometieron a ese plan. b. Nosotros también tenemos que tomar una decisión. ¿Qué haremos con Cristo? ¿Lo aceptamos o lo rechazamos? ¡Aún siendo pecadores, Cristo murió por nosotros! C. Jesús comienza a condenar a la gente que responde incorrectamente (v. 30) 1. Los religiosos del día lo rechazaron 2. En vez de aceptar el mensaje y mensajero de Dios, lo desecharon 3. Vemos el contraste en estas palabras de Cristo a los fariseos: 32
Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle. Mateo 21:32 4. Todos tenemos el mismo privilegio de vivir en esta época, y de recibir el mensaje de Dios. Depende de nosotros si queremos aceptarlo o no. Él ya puso el camino en frente de nosotros. ¿Lo tomaremos, o seguimos en nuestro propio camino? IV. CONDENACIÓN DE ESA GENERACIÓN (Vv. 31-35) A. Jesús hace una comparación (vv. 31-32) 1. Compara a esa generación, probablemente hablando de los fariseos y escribas, a niños caprichosos jugando en la plaza. 2. Ellos tocaban la melodía que querían en sus instrumentos, y querían que todos les siguieran a ellos su juego. Si tocaban algo feliz, que todos bailaran, y si tocaban algo triste, como un canto fúnebre, que todos lloraran. 3. ¿Han visto un niño así que dice, “¡Si no juegan como yo quiero, yo ya no juego!”? B. La razón por la comparación (vv. 33-34) 1. Ni Juan, ni Jesús eran de su agrado como mensajeros 2. Criticaban a Juan por su manera de ser y vivir, y decían que tenía un demonio (O sea que él no “bailaba cuando tocaban algo alegre”) 3. Criticaban a Cristo por su manera de ser y vivir, y decían que era comilón y bebedor de vino (O sea que él no “lloraba cuando tocaban algo triste”) 4. Tenemos que tener cuidado al criticar el mensajero de Dios. Warren Wiersbe lo dice bien cuando dice:
“La gente que quiere evitar la verdad acerca de ellos mismos siempre encuentran algo para criticar en el predicador. Esto es una manera en que se justifican a ellos mismos.” 5. No seamos hijos caprichosos de Dios, criticando a todos y ni viendo dónde estamos mal nosotros, y dónde tenemos que cambiar. C. La sabiduría justificada (v. 35) 1. El verdadero mensaje de Dios es comprobada en los que lo han aceptado 2. Los fariseos pensaban que eran muy sabios. Sí conocían mucho, pero aplicaban poco. La sabiduría es la aplicación del conocimiento. 3. Hay sabiduría cuando realmente aplicamos lo que Dios nos enseña CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN: ¿Estás pasando por un momento difícil de duda o aflicción? Puedes manejar tu duda o aflicción de dos formas, pero solo una de las formas trae bendición. Puedes permitir que tu tiempo de aflicción o duda te aleje de Dios, como los fariseos, o puedes permitir que tu tiempo de duda y aflicción te acerque a Dios. ¿Recuerdan el ejemplo de Pablo y su tiempo de aflicción que vimos al principio? 8
Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. 2 Corintios 1:8 Estos son los versículos que siguen: 9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; 10el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte; 11cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos. 2 Corintios 1:9-11 Usado con permiso
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