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CULTURA

I

Domingo 19 de septiembre de 2010

EN FAVOR Y EN CONTRA s MIRADAS CONTRAPUESTAS SOBRE EL CONFLICTO ESCOLAR

MIENTRAS TANTO

La protesta divide a los estudiantes

JUANA

LIBEDINSKY

Tres referentes de los secundarios defienden la ocupación de escuelas como estrategia y explican su militancia JULIETA MOLINA LA NACION Tienen 18 años y quieren terminar el secundario “ya”, pero aseguran que no van a interrumpir el reclamo hasta que no se arreglen los 30 colegios que están en el centro del conflicto, aunque eso los obligue a estudiar en febrero. Están convencidos, además, de que la única forma de modificar la realidad es a través de la movilización y de la participación activa, pero critican el funcionamiento institucional de la democracia en la Argentina. En cada una de las manifestaciones de los estudiantes secundarios marcharon en primera fila y en el centro de la columna. Son Fernando Ramal, secretario general del centro de estudiantes de la escuela Normal N° 1; Alejandro Furman, consejero resolutivo de la Escuela Carlos Pellegrini, y Ramiro Yordan, presidente del centro de estudiantes de la Escuela Juan Pedro Esnaola. Todos integran la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES), son referentes del grupo que hace más de un mes se enfrenta al Ministerio de Educación porteño y, aunque muchos les reconocen la legitimidad de su reclamo, también les critican su modalidad de protesta, que impacta en el derecho de los otros a estudiar. LA NACION conversó con ellos a pocos días de la multitudinaria marcha en conmemoración de La Noche de los Lápices y en un contexto en el que 28 escuelas siguen tomadas, para averiguar quiénes son y hasta dónde pueden llevar el conflicto. “La democracia ha logrado la igualdad jurídica entre las personas, pero no una igualdad real”, explicó Yordan. “No es verdad que todos los votos valen lo mismo; vale más el de los empresarios que convence Cristina Kirchner y después bancan la publicidad de campaña”, dijo Ramal. “Hay un grupo minoritario que utiliza la democracia para defender sus propios intereses; entonces, si no nos representan y gobiernan para destruir la educación pública, sí digo: «Fuera Macri»”, detalló Furman, el de pensamiento más radical. Furman pertenece a la agrupación Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), fundada en 2009 como un desprendimiento de la Juventud Socialista. Los otros dos jóvenes pertenecen a esta última agrupación, que es parte del Partido Obrero (PO) y si bien desean un “gobierno de los trabajadores”, reconocen que las consignas políticas no deben ser siempre las mismas, ya que tampoco lo es la “movilización social”. Fernando Ramal es hijo de Marcelo Ramal, dirigente del PO. “Vengo de una familia muy politizada, mi papá y mamá militan; mis tíos también. En la mesa, mamé mucho la discusión política y cuando entré

La vida en una toma Todos los episodios que narran son evidencias que demuestran por qué creen que sólo con la movilización se modifica la realidad. En 2005 se construyó en el Normal N° 1 una salida de emergencia, logro que reconocen a la toma del colegio realizada en aquella época. “Da la casualidad que al Confederación Suiza y al Mariano Acosta los empezaron a arreglar cuando se tomó el colegio; es raro que estuviese planificado justo para esa fecha”, sugirió Yordan. Por otro lado, en 2008, y a través de una movilización estudiantil que incluyó marchas y tomas de edificios, los alumnos de secundarios porteños impidieron el recorte de miles de becas estudiantiles. “Muchos dicen que tomamos los colegios porque nos gusta; yo me quiero matar de tener que tomar el colegio”, dijo Ramal. “El primer día puede estar bueno, pero al día 15 no. Pasás frío y dormís mal. Te acostás a las 2 para controlar la seguridad y te despertás a las 7, rodeado de cientos de alumnos para hacer la asamblea”, prosiguió el joven. “Mi hermano se burla porque ya no salgo; me dice que estoy viejo, pero la verdad es que estoy cansado”, explicó Yordan. “Estoy todo el día pensando en cómo hacer para que el movimiento triunfe, pero creo que es un sacrificio que hay que hacer”, destacó Furman. “Estamos perdiendo días de clases, pero si no cortamos esto de raíz, no se corta más. Es una cuestión de seguridad y si nosotros no hacemos nada con tal de cumplir esos 180 días, algún día va a ocurrir una tragedia”, agregó Ramal. Los padres de estos jóvenes, según ellos mismos afirman, no avalan las tomas, pero sí apoyan la decisión de los estudiantes y reconocen como legítimos sus reclamos. Furman admitió que hay muchos puntos en los que no coincide con sus padres y Yordan explicó que los suyos tenían temor a que se involucrase en política, aunque ya se han “acostumbrado”. Ramal quiere estudiar comunicación; Furman, derecho, y Yordan, el profesorado de música e historia. Insisten en que el conflicto finalizará cuando “presenten planes de obra que comiencen en 2010 y abarquen la totalidad de las necesidades planteadas en las escuelas, con montos de dinero y firmas a la vista. Estamos negociando, ya ni hablamos de las becas y las viandas”, según sintetizó Ramal.

Debaten el “plan de lucha” de la semana Al cierre de esta edición, eran aproximadamente 28 las escuelas tomadas y la asamblea semanal de la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES) debatía una vez más cómo continuar el reclamo por las reformas edilicias pendientes en escuelas porteñas, reunidos en el Nacional N° 17, en Caballito. Lejos de lo que el ministro de Educación de la ciudad, Esteban Bullrich, había augurado en la semana, el reclamo estudiantil no ha comenzado a apaciguarse, sino que se siente revitalizado a partir de la masiva convocatoria de anteayer. “Fue la marcha más grande de secundarios del año; sólo nosotros éramos al menos cinco mil”, dijo ayer por la noche a LA NACION Fernando Ramal, miembro de CUES.

Una artista que da vida a los emblemas urbanos

en primer año, ya pensaba en la militancia política y el centro de estudiantes”, explicó Ramal. Pertenecen a una generación marcada por la tragedia de Cromagnon, situación que les permitió advertir que “los problemas edilicios no eran exclusivos de los boliches, sino también de las escuelas”.

“No sabemos cómo sigue el reclamo porque cada colegio tiene su particularidad, pero lo que sí se confirma es que el conflicto sigue abierto porque todavía hay muchas escuelas que no recibieron planes de obra en condiciones”, prosiguió . En un conflicto que ya atraviesa su segundo mes, ambas partes continúan sin ponerse de acuerdo en gran cantidad de puntos. Mientras en la cartera de Educación insisten en que los planes de obra empiezan, en su mayoría, en 2010 y son bien recibidos en las comunidades, los estudiantes reiteran que son más de doce las escuelas que no están satisfechas. Sólo un punto en común podría ayudar a destrabar el conflicto: muchos padres están involucrándose en la situación.

osiblemente sea la tapa más famosa de un libro de arquitectura de todos los tiempos: los edificios emblemáticos de Nueva York, el Empire State y el Chrysler, son sorprendidos en la intimidad de un cuarto de hotel por el Rockefeller Center. La ilustración, titulada “Delito flagrante” (que fue la cubierta del libro Delirio de Nueva York, de la superestrella de la arquitectura holandesa, Rem Koolhaas), es considerada el intento más persuasivo de ilustrar la doble vida de las construcciones modernas. La artista oculta detrás del dibujo es la mujer de Koolhaas y cofundadora de su famoso estudio OMA, Madelon Vriesendorp. Si bien su obra es “tan central a nuestros recuerdos de la arquitectura de la ciudad como Piranesi o Metropolis”, según dijo el Financial Times, Vriesendorp –calificada de “una de las mejores artistas de las cuales jamás se escuchó hablar” por ese diario– mantuvo durante décadas un bajísimo perfil. Ultimamente, su obra en el Guggenheim y el Pompidou, así como retrospectivas en Londres o en el Museo Suizo de Arquitectura la están volviendo ligeramente de culto, con las “historias eróticas” de edificios como uno de sus sellos distintivos. Incluso realizó un dibujo animado sobre qué ocurre cuando la Estatua de la Libertad, viendo lo que están haciendo las otras construcciones de la ciudad, se harta de tener que ser siempre virtuosa. Es sabido que Vriesendorp, que llama a su arte misconceptual como ironía sobre el arte conceptual, suele incorporar a su obra imágenes emblemáticas de las urbes que visita. Si bien está de paso por primera vez en la Argentina, esta redactora la conoció en Londres, donde su círculo íntimo incluye porteños que evidentemente ya le habían contado historias sobre las relaciones en una ciudad tan “psi” como Buenos Aires. La prueba es que, a poco de llegar al Río de la Plata, confesó tener ideas para la continuación de su célebre video, que se proyectó como parte de una muestra colectiva de su grupo en el Centro Borges. Dice que el Obelisco y el Kavanagh se aman con pasión, pero las relaciones aquí no parecerían ser nunca simples, y que podrán ser felices por siempre jamás a condición de que vivan, como ahora, separados.

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Alejandro Furman, Ramiro Yordan y Fernando Ramal, en la puerta del Normal N° 1 EMILIANO LASALVIA

Las mismas aulas, distintas opiniones Sí, a las tomas La Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES) se formó en 2008, integrada en su mayoría por militantes de partidos de izquierda. Desde ese año, la falta de gas en las escuelas y los problemas con las becas fueron sus reclamos centrales.

No, a las tomas Los estudiantes que reclaman volver a clase no están organizados formalmente. Tienen más actividad en redes sociales como Facebook. Sólo Franja Morada Secundarios ha criticado abiertamente la medida.

Estudiantes de Franja Morada Secundarios, contra las tomas ALFREDO SANCHEZ

“La toma no debe usarse para no tener clases” Algunos alumnos critican el reclamo y piden volver al colegio SILVINA PREMAT LA NACION Porque no comparten la medida o la aceptan, pero sólo por poco tiempo, porque necesitan levantar sus promedios o simplemente porque no les gusta estar en sus casas sin hacer nada, los estudiantes secundarios que no participan de las tomas de los colegios en la ciudad de Buenos Aires aguardan ansiosos su levantamiento y el reinicio de las clases. Según dijo hace días el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, en las escuelas que fueron tomadas “la mayoría son alumnos que quieren ir a clase y no pueden”. Lo cierto es que fue necesario que el conflicto se prolongara por más de cuatro semanas para que los que estaban molestos con esa medida hicieran escuchar su voz. “Al principio, banqué la toma como una forma de llamar la atención del ministerio, pero un mes es un plazo gigantesco porque el total del ciclo lectivo son ocho meses”, dijo a LA NACION Rodrigo Brezín, de 15 años, alumno de tercer año del Colegio Carlos Pellegrini, establecimiento que llevaba anteayer un mes de toma. “Después de cuatro semanas, hay que parar la pelota, hacer un balance y ver qué nos conviene más a nosotros, seguir sin clases o retomarlas”, dijo Brezín, miembro de Franja Morada-Secundarios, la única corriente política que hasta

el momento se manifestó en contra de las tomas. Para encontrar voces disonantes a las que conducen las protestas, hay que buscar en la red social de Internet más usada por los adolescentes: Facebook. Así como existen en esa red los espacios en favor de las tomas, hay otros con nombres como “Las tomas de colegios, excusas para no estudiar” o “No a las tomas de los colegios”. En sus “muros”, se leen leyendas como “paren”, “volvamos a clases”, “ya fue suficiente”.

“Espíritu de vagancia” Según Fernando Núñez D’Agostino, de 17 años y alumno de quinto año también del Carlos Pellegrini y de Franja Morada-Secundarios, “el gran problema es que la mayoría de los que están en contra de las tomas no lo dice porque la otra postura se presenta como consensuada”. Comentó también que “lamentablemente hay muchos chicos” que consideran que la única forma de ser escuchados es cortar una calle o tomar el colegio. “Y los gobiernos porteño y nacional les dan la razón; el plan de obras apareció después de que se desatara el conflicto”, dijo Núñez D’Agostino. Muchos alumnos coinciden en que “a veces prima el espíritu de vagancia y el no querer ir a clases” al momento de votar en las asambleas por la continuidad de las tomas.

“Mi hija es de las que quiere volver a clases, simplemente, porque le gusta ir a la escuela”, contó Erika Jeremías, de 35 años, alumna del tercer año de magisterio en el mismo edificio donde su hija asiste al primer año del secundario, el Normal N° 10. Madre e hija sufren los inconvenientes del estado de ese edificio. “Al techo, hay que impermeabilizarlo porque cuando llueve cae agua dentro y fuera del aula; hemos dado clases con baldes entre los pupitres y podemos seguir tomándolas así”, dijo Jeremías, y se lamentó porque “al no tener clases no nos asignan los colegios para las prácticas y corremos el riesgo de perder todo el cuatrimestre. Además, no podemos hacer las residencias en el verano”, dijo. Otro de los estudiantes que propone “levantar las tomas y llamar al diálogo con el Ministerio de Educación” es Rodrigo Cevallos, de 17 años, alumno de cuarto año del Liceo Nº 12. Para Cevallos, en ese edificio, además de la necesidad de arreglar el piso del único patio que está habilitado (hay otros dos), es “urgente arreglar la pared de mi aula, que la divide de otra y que se mueve si la tocamos; tememos que se caiga encima nuestro o de los alumnos del curso de al lado”. Cevallos es de los que creen que la “toma es una medida correcta, siempre y cuando no se desgaste y no se use sólo para no tener clases”.

Coscia, crítico con Macri Otro integrante del gobierno nacional salió a respaldar ayer públicamente las tomas de escuelas que llevan adelante los estudiantes secundarios porteños y responsabilizó al jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, por el conflicto. Se trata del secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, quien afirmó: “Estamos en presencia de un nuevo fenómeno, de una generación de jóvenes que está entrando en una vida más activa, sin desmerecer a las otras generaciones”. En declaraciones realizadas a Radio 10 desde San Juan, donde participa del III Congreso Argentino de Cultura, Coscia señaló: “La toma de las escuelas es una reacción a una desidia, a un abandono del gobierno de Macri, que es el responsable”.

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Breves CURSO EN LA AAMNBA

Librerías porteñas Mañana, a las 18.30, comenzará a dictarse en la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes el curso “Una librería llamada Buenos Aires”, en el que Alvaro Abós indagará el pasado y futuro de las librerías porteñas, en diez clases (Avda. Figueroa Alcorta 2280, 4803-4062).

EN LA UBA

Eligió Económicas La agrupación Nuevo Espacio, de radicales e independientes, obtuvo el 55,41% de los votos y conducirá el centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. En segundo lugar quedó el Partido Obrero y La Mella (actual conducción de la FUBA), con el 13,09%. Votaron 21.379 estudiantes.

Culto católico Santoral. San Jenaro, obispo y mártir. Fue decapitado en 305 por orden de Diocleciano. Es venerado en Nápoles. Liturgia. Hoy se leen el libro de Amós (8, 4-7); una carta de San Pablo (1 Timoteo 2, 1-8) y el Evangelio de San Lucas (16, 1-13).