LA JOYA DE MI ALMA Por Constantino Arriaga La joya que más brilla y más vale de verdad no es nada sencilla procede de la deidad.

Jesús se sacrificó tanto, tanto por ella que a cambio entregó su sangre tan bella.

Es la joya de mi alma plena de inmensidad me inunda de calma, me embriaga de felicidad.

El precio es tan alto de esa joya cuantiosa Jesús pagó el costo con su sangre preciosa.

Es regalo cuantioso de inapreciable valor, me hace un ser valioso de célico resplandor.

Jesús por tu alma se dio en un cruel sacrificio mas con gozo expiró por nuestro beneficio.

En ella se encierra todo ansia del cielo se disfruta la tierra y se goza lo bello.

De nada aprovecha quien el mundo grajeare sí estará satisfecha quien a Cristo aceptare.

En ella se encierra del amor la esencia y brota a la tierra la virtud y clemencia.

El alma es de Cristo él la ha recobrado, en la cruz yo insisto el precio fue pagado.

Jesús dejó el cielo y se vino a la tierra trayendo un anhelo: “Rescatarnos el alma”.

Tú a Dios perteneces en joya y estuche. Si a él obedeces brillarás en la noche.

Se había perdido esa joya preciosa hoy estoy convencido lo que es de valiosa.

Brillarás cada día y brillarás cada noche y en el cielo un día brillarás con derroche.