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Lunes 15 de diciembre de 2008

POLO

Tras la conquista de Palermo

La fiesta del éxito inolvidable Varios cientos de personas celebraron en el club de General Rodríguez hasta pasadas las 4 de la madrugada

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uera del club, la quietud y la oscuridad de una noche más en General Rodríguez. Dentro, donde el hotel de La Baronesa –el predio contiguo al de Ellerstina–, música, luces y euforia en el festejo

de la primera coronación del equipo de los hijos de Gonzalo Pieres. Dos interminables filas de cientos de autos estacionados contiguos a un par de canchas daban una idea de la magnitud de la ma-

sa de gente que había querido estar junto a los nuevos campeones argentinos. La excelente música, el buen ambiente entre amigos y allegados y el excepcional motivo de festejo hicieron de la fiesta

una como de casamiento. Así era la alegría general. “We are the champions”, “Matador” y otros temas pintaban la ocasión. Ellerstina había contraído enlace con la gloria polística.

Matías Mac Donough, ex back de Ellerstina

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DESPUES DE LA FINAL DEL ABIERTO

Lo psíquico jugó su papel, pero también la táctica del campeón Se sabía de antemano que habría dos grandes claves en la final de anteayer del Argentino Abierto: la cuestión anímica y de concentración, y la estratégica. A la primera se refirieron casi todos los integrantes de Ellerstina (ver aparte); sobre la segunda, el que profundizó con más apasionamiento fue Facundo Pieres. “Había que ir cada uno con un hombre, olvidarse de quién era Cambiaso. Para mí, en la temporada Lucas Monteverde era el mejor de La Dolfina; hacía todo. Y

pensamos: «Que Cambiaso la lleve y la lleve. Y si nos hace 17 goles de tocadera, que los haga, pero en algún momento va a cansarse». En 2007 la táctica fue marcarlo con dos hombres, y no funcionó. Porque en seguida se sacaba de encima la bocha, y al q... nos lo hacían Mariano Aguerre y Lucas y Lolo [Castagnola]. Esta vez, estábamos totalmente decididos a ganar y ellos, como más tranquilos por haber logrado tres títulos, algo impresionante”, explicó el delantero.

Videos y charlas de estrategia Durante la semana previa a la final los jugadores de Ellerstina miraron videos y se reunieron varias veces para hablar de la táctica. Facundo Pieres lidera un ataque // E. LASALVIA

EL COMPAÑERO QUE YA NO ES. Matías Mac Donough, que fue el back de Ellerstina desde 2003 hasta 2007 –lo reemplazó Nero–, estuvo en el recuerdo de los hermanos Pieres. “Quiero agradecer a Matías por haber estado con nosotros tantos años. El también es parte de esto. Creo que merecía algún resultado; no se nos dio más por culpa nuestra; él estaba maduro y nosotros no tanto. Mucho de esto es gracias a él”, subrayó Gonzalito. Facundo manifestó: “Me habría encantado ganar un Abierto con Matías; mereció al menos uno. Son cosas de la vida. Tuvo mala suerte. Verlo acá bancándonos me impresionó y me dio ganas de festejar con él”.

EL HANDICAP. Nadie en Ellerstina se inquieta mucho por lo que ocurra con la valorización del conjunto. Actualmente es de 39 tantos, porque Juan Martín Nero posee 9. “Si no somos 40 goles, no sé... Le ganamos a un equipo de 40”, observó Gonza Pieres, aludiendo a La Dolfina. Y ponderó al nuevo back: “Juan Martín es un 10 goles en todos lados. Es un 10+. Si hubiera 11, habría que ponérselo. Es un monstruo”. También Facu se deshizo en elogios al nuevo compañero: “Que Nero tenga 9 me parece cualquier cosa. Es uno de los mejores jugadores que hay, un 10 goles indiscutible, completo. Si Ellerstina debe tener 40 goles es porque Nero debe tener 10. Si no los tiene él, me bajaría yo. Pero como equipo merece más 40 goles La Dolfina por lo que hizo en tres años. Si nosotros llegamos a ganar el Abierto tres años, merecemos 40 goles”.

DEDICATORIAS AL PADRE. La emoción de Gonzalo Pieres, el padre de los chicos y factótum de Ellerstina, no se había extinguido en Palermo. Su vibración, su estado al borde de las lágrimas eran casi una constante. Posó con la copa junto a su mujer, Cecilia, y expresó: “A ésta la quiero más ahora”, en alusión a que disfrutó más el triunfo de sus hijos que los nueve que obtuvo como jugador. Ellos le dedicaron el logro. “Tengo que agradecer, fundamentalmente, a papá, por apoyarnos tanto. El estaba más contento que nosotros y casi lo hicimos morir en el 8º chukker. Merecía este título, por todo lo que hizo. Y a toda la gente que trabaja en nuestra organización. Ellerstina es un grupo muy grande y merecía esto”, enfatizó su hijo homónimo. “A mi viejo. A nadie más”, agradeció el hermano menor. Por su parte, Nero mostró su gratitud a su petisero (Raúl), su veterinario (Gustavo), su “mecánica” física (Marcela) y el grupo de 20 personas que trabaja para él.