La cosecha de la discordia

malgasto de la bonanza son la historia misma de la ... arquitectura o el urbanismo, sino con el arte y la cultura. Se ... en Europa occidental disminuyeron un.
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Enfoques

Página 2/Sección 6/LA NACION

[ PUNTO DE VISTA ]

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Domingo 1º de junio de 2008

Puerto Libre REUTERS

La semana en foco

Amenazas en la China olímpica

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Por Orlando Barone

La cosecha de la discordia

Por Nicholas D. Kristof The New York Times KASHGAR, China Los informes de conjuras terroristas que emanan este año desde esta región musulmana en el lejano oeste de China podrían parecer imaginarios: un fallido intento de poner una bomba en un avión; una reserva de TNT con miras a plantar bombas durante las Olimpíadas, una “violenta pandilla terrorista” dispuesta a secuestrar atletas. Pero no se trata sólo de susurros en Internet sino de informes del gobierno chino. Así que tomé un vuelo a Kashgar –un oasis en la antigua Ruta de la Seda, donde los minaretes y camellos y tapetes ofrecen un ambiente medioriental– para encontrar terroristas. En vez de eso, el Ministerio de Seguridad de Estado de China me encontró a mí. Había estado en Kashgar unas pocas horas cuando mi camarógrafo, de origen chino, me llamó para decirme que dos oficiales lo estaban interrogando. Le habían pedido que no me dijera nada, ya que los periodistas estadounidenses tienden a ser sensibles con ese tipo de cosas. El interrogatorio fue un indicio de la ansiedad que la estabilidad en el oeste musulmán despierta en las autoridades chinas. Los separatistas de la región de Xinjiang se proponen crear la nación del “Turquestán Oriental” y, en los hechos, cada tanto vuelan alguna comisaría. En marzo pasado, el gobierno chino anunció que había frustrado una conjura dirigida a “provocar un choque aéreo”. Y en abril, las autoridades dijeron que habían confiscado explosivos con los que los uigures planeaban llevar a cabo atentados suicidas. “Esta violenta banda terrorista planeó en secreto el secuestro de periodistas, visitantes y atletas durante las Olimpíadas de Pekín”, informó la prensa, citando las palabras de un vocero del Ministerio de Seguridad Pública. Este mismo mes un ómnibus repleto de gente estalló en Shanghai. Tres personas murieron en el hecho, y aunque ...“Este mes un nadie se lo adjudicó, ómnibus repleto fue un recordatorio de los reiterados atentados de gente estalló con bombas que militantes uigures perpetraron en Shanghai. en 1997. Ronald Noble, el secretario general Tres personas de Interpol, citó estos incidentes –así como murieron”... los informes de una conjura separatista dirigida a interrumpir los Juegos Olímpicos con gas venenoso– y declaró en rueda de prensa que un atentado terrorista durante los juegos es “una posibilidad real”. No quedó del todo claro qué se podría extraer de lo anterior, ya que caminando por Kashgar, encontré el área notablemente calma. No esperaba descubrir una célula terrorista, pero sí una mayor hostilidad hacia el gobierno central. Los uigures con los que conversé expusieron quejas veladas, pero no estaban que echaban humo como los tibetanos. “A nadie le gusta la idea de que todos los chinos se muden aquí –dijo el dueño de un negocio–. Por supuesto, estamos molestos, pero ¿qué podemos hacer?”. Una joven ofreció una perspectiva diferente. “Cuando yo era niña, mi madre solía decirme: ‘No te pierdas, o los chinos te robarán. Ellos comen carne humana”’. Entre risas agregó: “En realidad no les tememos, las relaciones están bien”. Y algunos jóvenes criticaron las Olimpíadas porque, dijeron, dragarán los presupuestos locales. Así y todo, podría haber encontrado una sedición antigubernamental más dura en cualquier esquina de Manhattan. Normalmente el gobierno chino le resta importancia a los riesgos de seguridad, pero grupos por los derechos humanos arguyen que China está utilizando la inquietudes respecto de los uigures como excusa para aplicar severas medidas contra la población uigur en general. Después del 11 de septiembre de 2001, China declaró su propia guerra contra del terrorismo en Xinjiang, pero según Human Rights Watch y Amnistía Internacional con frecuencia esto ha convertido en objetivos a uigures totalmente opuestos a la violencia. Por desgracia, el gobierno de Bush ha respaldado en buena medida esta versión china de la lucha anti terrorista. Un informe de este mes del Departamento de Justicia deja entrever que tropas estadounidenses suavizaron a prisioneros uigures en Guantánamo para los interrogadores chinos de visita. Dejaron de alimentarlos y les impidieron dormir justo antes de permitir el acceso de los interrogadores. Eso fue una vergüenza, un ejemplo más de una instancia en la cual la administración Bush permitió que el combate al terrorismo socavara nuestra claridad moral.

Un suelo llano, con marcas poligonales: así se vio la superficie de Marte en las primeras imágenes que la sonda Phoenix transmitió después de su aterrizaje en ese planeta y que fueron divulgadas esta semana

[ PRISMA ]

El malgasto de la bonanza La persona o, en este caso, un Gobierno que no puede reconocer un error, que está imposibilitado de decir “me equivoqué” o “tiene Ud. razón”, posee, detrás de la presunta fortaleza que exhibe, un oculto problema de debilidad. Es esa debilidad la que lo fuerza a presentar un bloque monolítico, y es esa misma debilidad de fondo lo que lleva a sentir que si se admite una pequeña fisura todo se puede venir abajo estrepitosamente. En este sentido, la extrema dificultad para ceder explícitamente ante una situación errónea denota un problema de madurez emocional para concebir y administrar el poder. Y la voluntad solipsista de ejercer el poder, al no oxigenarse con el exterior, corre el riesgo de una brusca reversión, corre el riesgo de una autodegeneración. Es una actitud que llama exactamente, tarde o temprano, a aquello que teme, como las profecías au-

Por Enrique Valiente Noailles Para LA NACION tocumplidas. El Gobierno se comporta como si tuviera delante de sí una comunidad de tiburones que, al olfatear la menor gota de sangre, pudiera congregarse en poco tiempo para devorarlo. Aunque la imagen es extrema, algo de cierto hay en ella también, porque la sociedad argentina es extremadamente impaciente, tiene rasgos autoritarios y es capaz de ensañarse con las muestras de debilidad, como le ocurrió a otros presidentes. Pero el dato que no pasa inadvertido es confundir la admisión de un error con una debilidad inconfesable, y apelar para enmendarlo a todo tipo de eufemismos. Sin embargo, el verdadero problema que ha aparecido en estos últimos tres meses es de otro orden.

Podríamos denominarlo la anti-resiliencia. Se denomina resiliencia a la capacidad de emerger fortalecido de una situación de adversidad. Ahora, ¿cómo denominaremos a la capacidad de emerger debilitados –gratuitamente– de una situación de bonanza? ¿Cómo denominar al despilfarro gratuito de los recursos y de las oportunidades? En un extremo del arco, en el 2002, la sociedad argentina reaccionó con una gran capacidad vital para salir de la crisis. Pero, al llegar al otro extremo, con una situación inéditamente favorable y con grandes oportunidades a la vista, nos vemos compelidos a retornar a nuestro elemento natural, la crisis. En cierto sentido, el derroche y el malgasto de la bonanza son la historia misma de la Argentina. Y esa historia es la que hay que estar alertas para revertir de una vez. [email protected]

Jeff Parker / Florida Today, de Florida, EE. UU. –Estaremos bien mientras esa cosa sólo encuentre agua. Pero si descubre combustible, ¡estamos fritos!

Mike Lester / The Rome News-Tribune –Nunca le dispare a quien conoce dónde están sepultados los cadáveres, señor. –Yo pensé que era sólo una expresión... Bill Schorr / United Media –Hmm... Mi compañero de fórmula debería ser un sureño, que resulte atractivo a los demócratas que votaron a Reagan, con experiencia en política exterior... – Acepto.

Asia y Africa evitan la crisis de los celulares tendencias

OSCAR NIEMEYER: el nuevo proyecto de este brasileño centenario y de fama internacional no tiene que ver con la arquitectura o el urbanismo, sino con el arte y la cultura. Se trata de una revista trimestral, titulada Nuestro Camino, que dirigirán el propio Niemeyer y su segunda esposa y cuya propuesta es abrir la mente de los jóvenes profesionales de la arquitectura.

raciones, plantea la duda acerca de si al habla argentina ya hay que identificarla únicamente por los gritos aunque no se escuche lo que se dice. El lenguaje ha sido subordinado a las nuevas interpretaciones en que diálogo es igual a beligerancia, propuesta igual a imposición y reclamo igual a chantaje. Y en el cual una palabra despojada como “campo” muta su antiguo significado bucólico y pasa a adquirir significaciones interesadas. Porque esa palabra de cinco letras hoy acapara el lenguaje mediático. Y ya no remite al paisaje y a la naturaleza, ni al mítico gaucho de las tradiciones, sino a una discordia de negocios y política. El exceso no sólo satura sino que reduce. Urge un voluntario y masivo purgante social que nos limpie del empacho. Hay por ahí –se nos ofrece– un interesante planeta colmado de amor y de sangre, y hay también una vida que nos depara un ecléctico derrame de gozos y de sombras. Pero hay demasiados ingratos frente a la generosa dádiva que nos permite respirar en vez de condenarnos a la asfixia, y que nos perdona y no nos quita el habla aunque sigamos hablando de “eso” como si no se tuvieran recursos para un recreo imaginativo. La realidad ya no es la de antes: la empírica; tampoco es la que se cuenta desde el Gobierno, que se elige. Es la que prevalece en las sobremesas satisfechas y en los blogs y los mails en tanda. Y la que oímos en la radio, en el taxi o en el círculo de amigos y conocidos. En Gualeguaychú ni siquiera el carnaval se limita a la fecha tradicional y se consagra en cualquier época del año. La realidad real no es ya más aquella de nuestra comprobación y percepción cotidianas sino la que se recibe a través de las noticias y rumores. La que damos por cierta por más increíble que suene. Venga de un conciliábulo oficial o extraoficial, o de un conciliábulo paralelo al aire libre al borde una ruta. Una destacada mayoría ha perdido la capacidad de conversar y se entusiasma enojándose. Su estado actual de normalidad es bramar y despotricar contra lo que, se ha propuesto creer, es una época de cataclismo. Se supone que para haber llegado a ese diagnóstico feroz deben haber estado comparando épocas recientes, anteriores. Y que de esa comparación concluyen que ésta es la más desgraciada. Suele ser paradójico asistir a estas agorerías abisales en medio de una comida para no carecientes. O en el transcurrir de una fiesta. Pero, también a la inversa, el diagnóstico feliz se plantea alborozado que éste sería el tiempo triunfal de bisagra de la historia. Sean modestos. Dejen de ser argentinos antiguos. Hay momentos, como éste, en que la lucidez que se revela en tantos intelectuales de peso que opinan con certidumbre acerca de este misterio, a mí se me niega. Y no entiendo.

[ SERA NOTICIA ]

[ IDEAS EN MARCHA ] JEAN NOUVEL: el reconocido arquitecto francés le pondrá su sello a un edificio de trescientos metros que comenzará a construir en la Defensa, el barrio financiero de París. La torre Signal competirá en altura con la Torre Eiffel y su finalización está prevista para fines de 2013. A un costo estimado de 600 millones de euros, albergará oficinas, viviendas y comercios.

¿Cómo salirse de la manada, del rebaño, de la jauría y de la montonera? Los imaginarios ya están llenos de plantaciones de soja y de reclamos de granjeros. Y de discursos de opositores y de descamisados con espuma en la boca. El periodismo ha sido incitado todo este tiempo a girar sobre una noria que excluye todo cuanto la rodea. Y lo que la rodea es el mundo y la vida. Es curioso cómo tanta gente que se resistiría a ser esclavizada por personas se resigna con bastante entusiasmo a dejarse esclavizar por un monotema de tedio ya prolongado. El mandato del “yuyo brujo” que nació alborozado está terminando en cosecha de discordia. Debe de haber alguna patología del displacer que nos aleja del carpe diem y que nos escupe el asado justo en el momento en que parecía más jugoso. Nada. Es una porquería. Queremos otro nuevo aunque haya que tirar toda la carne a la zanja. Ni siquiera es ya relevante discernir las diferencias entre paro y lock-out, entre rebeldía y sedición, y entre pequeño y grande. O mínimo. Lo que se ha oído en esta reyerta pública, sea dicho desde tractores, atriles o mesas de decla-

A pesar de que se espera que el volumen mundial de teléfonos celulares crezca entre un diez y un quince por ciento durante este año, no todo es optimismo dentro del sector. Es que, de acuerdo con un informe reciente de la consultora Gartner, este aumento se deberá, principalmente, al avance en mercados como el asiático y el africano, mientras que el mundo desarrollado empieza a dar señales

contundentes de desaceleración. Así, por ejemplo, en el primer trimestre de 2008, las ventas de teléfonos celulares en Europa occidental disminuyeron un 16,4 por ciento. Este descenso, el primero que registra la consultora desde que comenzó a realizar este tipo de mediciones, en 2001, tiene varias explicaciones. Por un lado, las compañías europeas comenzaron a focalizarse en la venta

de dispositivos más de avanzada, con contratos más largos, lo que dificulta el recambio de equipos. Pero además es cierto que el clima de recesión mundial también desalienta la compra de este tipo de equipos más costosos. Entre enero y marzo de este año se vendieron casi 300 millones de aparatos en todo el mundo. La empresa más beneficiada fue Nokia, seguida por Samsung y Motorola.

JACQUELINE VAN MAARSEN: esta holandesa nacida en 1929 era la destinataria de las cartas que escribió Ana Frank durante su permanencia en un campo de concentración nazi. Luego de un largo silencio, Van Maarsen acaba de publicar en español su autobiografía, en la que repasa su amistad con la joven judía y ofrece un retrato de la época y de su propia familia. El libro, titulado Me llamo Ana, dijo Ana Frank, será llevado al cine el año próximo. Hija de un holandés judío y una francesa católica, Van Maarsen conoció a su amiga a los 12 años, cuando ambas estudiaban en el Liceo Judío de Amsterdam, pero fue la religión de su madre lo que evitó que la joven Jacqueline siguiera el mismo destino que su amiga Ana. Me llamo Ana, dijo Ana Frank también relata la entrañable relación que entabló con Otto Frank, padre de Ana, tras colaborar con él en la difusión del famoso diario.