Cultura

Página 12/LA NACION

La asamblea de la SIP, en Madrid

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Martes visuales

Patrimonio en riesgo

El rey de España pidió una prensa libre y medios imparciales

Aportes de Bélgica al patrimonio

Vargas Llosa criticó el sensacionalismo Por Silvia Pisani Corresponsal en España MADRID.– El rey Juan Carlos defendió ayer la libertad de expresión como “un derecho fundamental de la persona, cuya consecución ha costado y cuesta enormes sacrificios y no pocas víctimas en distintas regiones del planeta”. El monarca hizo ese llamado en favor de la libertad de prensa al inaugurar la 64a. Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que delibera en esta ciudad, con la presencia de propietarios y editores de medios de América y de Europa. “Convoco a los profesionales del periodismo a ejercer su tarea desde la veracidad y desde la imparcialidad”, dijo el jefe de Estado español, quien también exhortó a los poderes públicos a permitir que los medios puedan desarrollar su función “en condiciones de plena libertad”. Pidió, así, una prensa libre y medios imparciales.

Civilización del espectáculo El rey de España fue el orador principal en la ceremonia de apertura de la asamblea. Luego, le tocó el turno al escritor y periodista Mario Vargas Llosa, quien arremetió contra lo que denominó “la civilización del espectáculo y sus adláteres”, a quienes culpó de “frivolizarlo todo”. Definió, así, a la civilización que han construido las democracias en Occidente para “huir de la reflexión y de todo lo que no sea divertido”. Sólo un “puritano fanático” criticaría que se diera “solaz a vidas encuadradas en rutinas deprimentes”, dijo Vargas Llosa, pero advirtió que “convertir el entretenimiento en valor supremo [tiene] consecuencias inesperadas, como la generalización de la frivolidad, que, en el campo del periodismo, se alimenta del escándalo”.

En Buenos Aires ■ MADRID.– Buenos Aires será en 2009 la sede de la Asamblea General de la SIP. El plenario será en noviembre del año próximo y su organización corre por cuenta de un comité anfitrión cuya presidencia está a cargo del director de LA NACION, doctor Bartolomé Mitre. “Es algo que debe alegrarnos a todos. La SIP es sinónimo de libertad de prensa y, lamentablemente, los problemas de libertad de expresión están hoy en nuestro continente”, dijo a LA NACION el escritor Mario Vargas Llosa.

Vargas Llosa ofreció la primera conferencia magistral del encuentro y fue presentado por el director de El País, Javier Moreno. “Creo que el periodismo vive un momento difícil y de transición, cuyos perfiles no están aún definidos, pero que abren paso a una etapa fascinante”, dijo el editor, antes de ceder el turno al autor de La tía Julia y el escribidor. Vargas Llosa advirtió que “la frontera entre el periodismo serio y el sensacionaista es cada vez menos nítida” y cuestionó a quienes se dedican a “entretener informando”. El novelista y ensayista suscitó exclamaciones, aplausos y carcajadas, al cargar contra el “endiosamiento” de la diversión y sus “graves consecuencias”. Aseguró que por esta presencia dominante de la “civilización del espectáculo” la literatura, las artes plásticas, la crítica, el cine, la política, el sexo y el periodismo corren riesgo de perder su esencia más pura, porque hay un total “desdén” por todo lo que recuerda que “la vida no solo es diversión, también drama, dolor, misterio y frustración”. A la hora de poner ejemplos, el autor no vaciló. Y así, enumeró a John Galliano, Woody Allen, la revista Hola y también el escritor Paul Auster como “adláteres” de la “civilización del espectáculo”, a la que atribuyó el valor de “huir de la reflexiòn y de todo lo que no sea divertido”.

La libertad de expresión La Asamblea dará a conocer hoy un informe con recomendaciones para el ejercicio de la libertad de expresión, basado en un informe sobre cada uno de los países miembros. En el caso de la Argentina, el documento celebró “el cambio de rumbo en el vínculo con los medios”, emprendido por el gobierno nacional, después de que se vivieran “momentos de suma tensión” entre las partes. Al dar cuenta del informe, el director del Diario de Cuyo, Francisco Montes, saludó un giro que implica una “inyección de democracia” y un “punto de inflexión” para replantear una gestión que fustigó a quienes “no compartían la opinión oficial”. Participan en el encuentro editores y propietarios de medios de todo el mundo. Entre los representantes de nuestro país se encuentran el director de LA NACION, doctor Bartolomé Mitre, y el gerente de Relaciones Institucionales del diario, Norberto Frigerio.

Video. Entrevista a Mario Vargas Llosa, por Adrián Sack. videos.lanacion.com

FOTOS DE ANDREA KNIGHT

Obras de arte acumuladas en el primer piso del museo, que está cerrado al público

La casa de Ricardo Rojas, castigada por el olvido Filtraciones y la caída del cielo raso amenazan el museo “Museo cerrado al público por refacciones”, dice en el sitio online de la Secretaría de Cultura de la Nación, pese a que no se encuentra ningún albañil ni andamios en los corredores del Museo Casa Ricardo Rojas, en Charcas y Anchorena, que en abril último cumplió su cincuentenario. “Empezaron, pero no terminaron”, dijo a LA NACION la directora interina del museo, Laura Pellegrini, al explicar la situación del plan de recuperación del museo dirigido por el área Patrimonio y Museos de la Secretaría de Cultura. “Arreglaron la terraza y los techos externos. Sin embargo, lo importante es el avanzado deterioro del interior del edificio y el grave problema de la humedad. Todavía no hicieron nada. Un día venían cuatro albañiles, al día siguiente tres, dos, uno y un día, no vinieron más”, dijo Pellegrini. Fundado el 12 de abril de 1958, el museo funciona en la casa donde vivió Ricardo Rojas, una planta de dos pisos, con un valioso patrimonio arquitectónico, artístico y bibliográfico, en el que se destaca especialmente la biblioteca, que contiene materiales inéditos, textos que él nunca publicó. El museo está hoy cerrado al público, aunque se desarrollan talleres de literatura e historia del arte, en condiciones edilicias pésimas. Para evitar que se arruinaran los muebles y los objetos de la planta alta fueron acomodados en la parte inferior de la casa, y el auditorio del museo se ha convertido en un gigante depósito, en el que se acumulan libros, muebles y obras de arte. Así lo pudo ver LA NACION, al recorrer la casa.

La fachada del museo (Charcas 2837), réplica de la Casa de Tucumán

Arte arrumbado

EFE

Martes 7 de octubre de 2008

En medio de todo, en una esquina fue ubicado un cuadro de Cesáreo Bernaldo de Quirós. El deterioro de la obra es grave y, en las condiciones de humedad en la cual esta guardado, sólo puede empeorar, admitió la directora. Explicó que está prevista la restauración de la pieza, aunque parece casi imposible trabajar sobre la obra en las condiciones del edificio. “No podemos respirar”, dijo Pellegrini, al subrayar la dificultad del personal para realizar trabajos de restauración “en un lugar todo roto”. “Fueron cincuenta años de abandono, de descuido total. Ahora, por lo menos, han descubierto que la casa existe. La situación del museo es co-

La humedad causa estragos

mo un elefante que estaba dormido y que ha empezado a caminar, pero ahora no tienen que detenerlo. ¡Que siga caminando!” Esta metáfora usada por Elvira Ibargüen, profesora de letras y miembro de la Asociación de Amigos del Museo Casa de Ricardo Rojas, explica las dificultades del museo para conseguir recursos. “Con la llegada de Nani Arias a la Dirección de Patrimonio y Museos, las cosas cambiaron, pero los que estaban trabajando se fueron a otro la-

do. No cuesta nada terminar lo que han empezado”, dijo la directora. Antes de morir, Ricardo Rojas donó su casa y todo el patrimonio que contenía al Estado nacional para crear el Centro de Investigaciones, un lugar de educación para los jóvenes. Hoy sólo funcionan dos talleres. “Cortaron el servicio eléctrico por filtraciones de agua. Los suelos tienen huecos y el aire es irrespirable. Lo que me da más tristeza es el mal estado de los libros”, enumeró la directora Pellegrini. Martha Fazio Rojas de Grandinetti, profesora de letras, integrante de la Asociación de Amigos y descendiente del escritor, dijo que la misión de difundir las ideas de Ricardo Rojas está severamente comprometida por el descuido de la casa. “No sólo los ladrillos se deterioran. En esta casa, se está perdiendo toda la riqueza espiritual”, señaló, al destacar el valioso legado del recordado rector de la Universidad de Buenos Aires (1926-1930), promotor de la educación y creador de la primera cátedra de literatura argentina. Como reclamo simbólico, la Asociación de Amigos realizó hace diez días un abrazo al museo. “Somos pocos. No alcanzamos a abrazar toda la manzana. Pero sólo queremos que la gente se entera del mal estado de este lugar hermoso”, dijo la presidenta de la entidad.

Saskia Rothschild

Mucho antes de que la perestroika y la glasnot fueran un hecho, el arte unió a Rusia y a los Estados Unidos en una formidable exposición de intercambio entre las colecciones de Catalina La Grande y las del Met neoyorquino, Por Alicia con el de Arteaga eslogan “el arte derriba fronteras porque habla un idioma universal”. Esta dinámica vuelve a ser realidad con la visita del príncipe Felipe de Bélgica, que más allá de la intención de impulsar negocios entre ambos países resultará una oportunidad única para revisar el patrimonio arquitectónico de Buenos Aires, enriquecido por el aporte de los arquitectos belgas. Este será el tema de la exposición, organizada por la diputada Teresa Anchorena, que se inaugurará hoy, a las 18, en el hall central de la Legislatura de Buenos Aires, con la presencia del príncipe Felipe, duque de Brabante y de descendientes de familias belgas radicadas en la Argentina. Curada por Fabio Grementieri y con fotos de Xavier Verstraeten, la muestra revisa varios edificios de Buenos Aires que llevan la firma de profesionales belgas. Va como ejemplo máximo el Teatro Colón; la central eléctrica de Puerto Nuevo, que se eleva como una catedral frente al río; el palacio de aguas corrientes, sobre la avenida Córdoba (fabuloso edificio que fue traído pieza por pieza); el teatro Opera; la embajada de Brasil y la Fundación Bunge & Born, entre otros. Anchorena destacó la larga relación cultural entre la Argentina y Bélgica, marco auspicioso para una visita que no comienza ni termina en cuestiones de balanza comercial. * * * Felipe tiene 48 años y fue educado por su tío, el rey Balduino, que lo imaginó su delfín, pero su repentina muerte, en 1993, cambió los planes. Mientras espera su turno en medio del fuego cruzado que divide Bélgica entre los flamencos al Norte y los valones al Sur, Felipe asumió la presidencia de honor de la oficina belga de Comercio Exterior. En ese papel, escoltado por un centenar de empresarios, ha llegado al país. Se sorprenderá hoy al descubrir cuántos lazos más poderosos que el dinero –tan volátil en medio del tembladeral financiero mundial– nos unen a Bélgica. Según Grementieri, el clímax de la relación con Bélgica llegó antes de la Primera Guerra Mundial, cuando nuestro país, en la apoteósis del granero del mundo, proyectaba obras monumentales, como el Palacio de Aguas Corrientes para albergar un sistema de tanques y el Teatro Colón, al que el belga Jules Dormal completó y dotó de la mejor acústica del mundo.

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El rey Juan Carlos en la apertura de la asamblea de la SIP

A los 88 años

Breves

Falleció la escritora Victoria Pueyrredon Dirigía la revista Letras de Buenos Aires La escritora Victoria Pueyrredon falleció en esta ciudad a los 88 años; hasta sus últimos momentos mantuvo la curiosidad por el mundo intelectual y el empuje infatigable que la hacía editar con esmero su revista libro Letras de Buenos Aires. Poeta, cuentista, editora y periodista, en 1980 fundó Letras de Buenos Aires, revista literaria que editó 50 números en una primera etapa, y que reanudó en un segundo ciclo: el número 15 debía aparecer en estos días. Hija de Carlos Alberto Pueyrredon, que fue intendente de Buenos Aires y académico de Historia, y de Silvia Saavedra Lamas, había nacido el 6 de julio de 1920. Desde su adolescencia publicó cuentos y poemas en la revista Atlántida. Editó en francés su primer libro de poemas, Sentiments (1940). Le siguieron otros, como Coplas para ti (1942) y Poemas de soledad (1966). Colaboró en LA NACION, La Prensa y otros diarios, y durante diez años fue corresponsal del diario El País, de Mon-

tevideo, y tuvo a su cargo las entrevistas de su edición dominical. Editó muchas de ellas en el libro Mis reportajes, que reúne perspicaces conversaciones con Jorge Luis Borges, Luis F. Leloir, Pablo Neruda, Leopoldo Marechal, Manuel Mujica Lainez, Haroldo Conti, Victoria Ocampo, Roger Caillois y otras figuras de primer nivel. Escribió los libros Destinos (1972) y Acabo de morir (1976), ambos de cuentos, y prologó, junto con Pablo Neruda, el libro J. M. C, el húsar desdichado (1973). Participó en congresos internacionales de escritores y dio innumerables y amenas conferencias. Obtuvo la Pluma de Plata del Pen Club, la faja de honor de la SADE, y fue jurado de los premios Konex. Formó una gran familia, con hijos, nietos y bisnietos, y brindó su amistad con apertura a gente de todas las edades y orígenes. Católica practicante, su fe y su amor a Dios y al prójimo se expresaron en su obra y en su vida. El sepelio se efectuará hoy, a las 11.30, en Jardín de Paz, en Pilar.

EN SANTA ESCOLASTICA

Murió la abadesa María Leticia Riquelme ■ A los 65 años y luego de conducir el monasterio por más de 30 años, falleció ayer la madre María Leticia Riquelme, abadesa emérita de la Abadía de Santa Escolástica. Hoy, a las 17, se hará la misa de exequias en la Iglesia Abacial, Martín Rodríguez 547, Victoria. FERNANDEZ BLANCO

Fotografía checa ■ Hoy, a las 19, se inaugurará en el Museo Fernández Blanco, Suipacha 1422, una muestra del fotógrafo checo Josef Sudek, que comrprende la exhibición de 61 imágenes de la Galería de Moravia, de Brno.

Culto católico Santoral. Ntra. Sra. del Rosario. Devoción iniciada en el siglo XV. El Papa atribuyó a su intercesión el triunfo de Lepanto, en 1571. Liturgia. Hoy se leen los Hechos (1, 12-14) y el Evangelio de San Lucas (1, 26-38).