La calma vuelve a las calles en Ferguson tras la furia

tensión; retiran a la Guardia Nacional. FERGUSON ... Guardia Nacional, la fuerza esta- tal que suele actuar .... para crear una zona fronteriza de cuarentena de ...
1MB Größe 6 Downloads 66 vistas
el mundo | 7

| Viernes 22 de agosto de 2014

La calma vuelve a las calles en Ferguson tras la furia racial

Multa récord a un banco en EE.UU. Sanción. El Bank of America pagará 16.500 millones de dólares

ee.uu. El trabajo de líderes religiosos y la

visita del fiscal general disminuyeron la tensión; retiran a la Guardia Nacional Silvia Pisani

CORRESPONSAL EN EE.UU.

FERGUSON, Missouri.– Repetido como un mantra, un consejo del máximo referente en la lucha por la igualdad racial, Martin Luther King, ayudó a serenar, por lo menos por ahora, las dos semanas de choques entre la policía y la población mayoritariamente negra de esta ciudad. “No dejes que los matones te coman una protesta legítima”, machacaron pastores religiosos y líderes afroamericanos, convencidos de que había que poner fin a la ola de indignación racial por la muerte de un joven negro, Michael Brown, a manos de un policía blanco que lo acribilló a balazos en circunstancias más que dudosas y que ahora deberá aclarar la justicia. “Eso fue lo que expliqué a los chicos. Que teníamos que parar con el enojo. Que ya dijimos lo que teníamos que decir y que ahora hay que abrir paso a la escucha”, relató a la nacion el sacerdote Dexter Rustin. Con el traje negro y el cuello blanco distintivo, soportaba el calor en uno de los puestos de “misión pacificadora” que ayer, con aire de kermés de pocos recursos, emergieron frente al memorial que recuerda la muerte, el 9 de este mes, del joven Brown. “Venga, tome un vaso de agua”, convida una de las voluntarias que lo ayudan. Al igual que sus compañeras, lleva una remera con las palabras “amor y paz” estampadas en el pecho. “Estamos trabajando por el reencuentro de nuestra comunidad”, dice, mientras reparte tarjetas con llamados a “hacer lugar para la paz en el corazón”. Los puestos son uno de los resultados de la intensa prédica que los líderes negros, con el jefe policial

Las cifras de un estallido racial Muertos y detenidos en una protesta sorpresiva

2

Muertos Además de Michael Brown, la policía mató el martes pasado de nueve disparos a Kajiem Powell, otro afroamericano

10

Días Se extendieron los disturbios en Ferguson. Habían comenzado el 10 de agosto durante una protesta pacífica en la principal avenida de ese suburbio de Saint Louis

163

Detenidos La mayoría fueron arrestados después de la medianoche. Unas 128 personas fueron acusadas de negarse a dispersarse, 21 por hurto y cuatro por agredir a policías. Otros fueron imputados por distintos delitos

Ron Johnson a la cabeza, llevan haciendo para terminar con los estallidos. Parecen inofensivas carpas blancas, pero son también advertencia de que ya no hay lugar para la violencia y los saqueos. Ayer fue una buena noche. Las protestas no terminaron en desbordes. “Sólo tuvimos seis detenidos”, dijo Johnson, en una conferencia de prensa. No sólo es una caída abrupta, sino que, además, lo es de signo: esta vez los arrestados manifestaban a favor de Darrel Wilson, el policía que hizo los disparos y que permanece escondido desde entonces. “Vinieron a provocar. Pero no caímos en la trampa” dijo a la nacion uno de los jóvenes que llegaron con Rustin. Alentado, el gobernador demócrata Jay Nixon dio orden para que se retirara la Guardia Nacional, la fuerza estatal que suele actuar en casos de emergencia. Apoyo La presencia de referentes afroamericanos fue crucial para serenar los ánimos. Entre ellos, el fiscal y secretario de Justicia, Eric Holder, y su promesa de una “investigación clara” sobre lo ocurrido. “Los fiscales federales conducirán una investigación imparcial e independiente” para determinar si el policía que disparó contra el joven desarmado actuó por motivación racista y si su comportamiento respetó los protocolos establecidos. Más aún, su mensaje de identificación con una comunidad negra que siente que la policía no los protege, sino que los persigue. “Estoy con la gente de Ferguson”, dijo Holder, el primer afroamericano en ocupar el cargo de fiscal general en Estados Unidos. “Su visita ha sido importante para nosotros”, dijo la madre de Brown, Lesley McSpadden. También trajo calma a Ferguson el cansancio: hay quienes llevan dos semanas caminando por el epicentro de la protesta, en la avenida West Florissant. Y, también, la lluvia, que disuadió o envió a sus casas a muchos, que volvieron al televisor tras noches de ausencia y convulsión. Lo que no está claro es cuánto de todo lo prometido podrá cumplirse. “Ahora, hay que esperar. Mantener la presión y esperar”, decía el padre Rustin. Habrá que tener mucha paciencia: sólo dentro de dos meses –y con suerte– se sabrá si se abre o no juicio contra el policía. Comienza ahora la etapa de construcción del caso y de recolección de pruebas. La historia de Ferguson es más que la de un suburbio de 21.000 habitantes, cansado de brutalidad policial. Al igual que en otros puntos del país, se nutre en la trama racial aún no superada y, en buena dosis, en la desesperanza que marca el declive de la economía de la zona central del país. En la periferia de Saint Louis, orgullosa tierra de béisbol y de glorioso pasado ferroviario, el caldo de cultivo estaba servido. Bañada por el Mississippi, el río que sirvió de escenario a la denuncia racial de la peripecia de Huckleberry Finn, la historia de esta geografía está signada por las fronteras y las divisiones. Lo que muestra Ferguson es que el eco de esa historia todavía suena fuerte. Igual que la advertencia del reverendo King.ß

En West Point, cerca de Monrovia, los vecinos esperan su ración de comida

EFE

Pueblos en cuarentena. Contra el Ébola, una técnica medieval Un operativo impide que la gente salga de las aldeas infectadas E. Telmor y E. Farge AGENCIA REUTERS

BOYA, Liberia.– Para intentar controlar la epidemia del Ébola que se extiende por África Occidental, Liberia puso en cuarentena a remotas aldeas en el epicentro del virus, una medida que recuerda a los “pueblos de la plaga” de la Europa medieval. Con escaso acceso a alimentos y medicinas, muchos habitantes enfrentan una cruda opción: quedarse donde están y arriesgarse a morir o abandonar la cuarentena, extendiendo la infección en un país mal equipado para contenerla. En Boya, en el norteño distrito liberiano de Lofa, Joseph Gbembo, que se contagió de Ébola pero sobrevivió, dice que está intentando criar a diez chicos menores de cinco años y mantener a cinco viudas, luego de que nueve miembros de su familia murieran por culpa del virus. Por temor a contagiarse, los vecinos del hombre de 30 años se niegan a hablarle y lo culpan por haber traído la enfermedad al pueblo. “Estoy solo”, dijo. “Nadie me habla y la gente corre cuando me ve”, contó Gbembo. Trabajadores de ayuda dicen que si el apoyo no llega pronto, los habitantes de pueblos como Boya, donde la maleza ya comenzó a crecer entre las casas, simplemente desaparecerán por los senderos de la selva. “Si no llegan medicamentos, alimentos y agua suficientes, la comunidad buscará comida por sus medios, y eso podría llevar a una mayor propagación del virus”, dijo Tarnue Karbbar, un trabajador de la organización benéfica Plan International basado en Lofa. El Ébola causó la muerte de por lo menos 1350 personas en cuatro países africanos. La semana pasada, en Lofa se registró una cifra mayor de nuevos casos que cualquier otra parte del continente: 124 infectados y 60 muertes. En Monrovia, la capital que aún muestra las cicatrices de la brutal guerra civil de 14 años terminada en 2003, las autoridades dicen que controlar la situación en Lofa es clave para superar la crisis más grave desde el fin del conflicto. Con su país amenazado, la presidenta Ellen Johnson Sirleaf impuso medidas de emergencia, como

las comunidades en cuarentena y un “cordón sanitario”, un sistema de controles médicos en las rutas para evitar que la infección llegue a las ciudades, parecido al usado en la Edad Media durante la peste negra. La operación Escudo Blanco incluyó el despliegue de tropas para evitar que las personas abandonen sus hogares e infecten a otros, en un país donde la mayoría de los casos permanecen sin atención, porque las clínicas están llenas o porque las personas tienen miedo a los hospitales, que consideran “poco seguros”. “Debería preocupar que las personas en áreas en cuarentena estén abandonadas a su suerte”, dijo Mike Noyes, el director de respuesta humanitaria de la organización ActionAid UK. Trabajadores de ayuda dicen que el virus les recuerda a las fuerzas que azotaron Liberia durante la guerra civil, volviendo al país africano un sinónimo de brutalidad. “Era como la guerra. Tan desolado...”, dijo Adolphus Scott, un trabajador de Unicef al describir Zango, un pueblo en la jungla del norte de Liberia donde la mayoría de sus 2000 habitantes murieron por culpa del Ébola o huyeron. “Los ancianos se sentaban en la

Dan de alta a dos infectados de EE.UU. ^b^b^ Dos norteamericanos que se infectaron en Liberia con el Ébola y habían sido trasladados a Estados Unidos para ser tratados se recuperaron y fueron autorizados a abandonar el hospital esta semana, informaron ayer sus médicos. ^b^b^ El doctor Kent Brantly, de 33 años, y Nancy Writebol, de 60, fueron tratados con un suero experimental, que está en fase de desarrollo inicial, y había sido probado hasta el momento sólo en simios.

puerta de sus casas, mirando una calle de tierra vacía”, comentó. Medidas Países vecinos como Guinea y Sierra Leona instalaron puestos de control en Gueckedou y Kenema, para crear una zona fronteriza de cuarentena de unos 20.000 kilómetros cuadrados, aproximadamente del tamaño de Gales, llamada “sector unificado”. Dentro de esa área, según describió el ministro de Información, Lewis Brown, se aplican medidas de cuarentena más intensas en Lofa, en donde hasta un 70% de las personas están infectadas. Pero el equipo de respuesta de Liberia tiene dificultades para hacer frente al problema. El principal centro de salud en Lofa está “superado” por el ingreso de nuevos pacientes, según un reporte del Ministerio de Salud. “Podemos establecer tantos puestos de control como queramos, pero si no podemos llevar los alimentos y suministros médicos a las comunidades afectadas, se irán”, dijo Brown. Y aun si los recursos llegan, la ayuda podría ser alejada. A diferencia de otras áreas en el país donde las campañas de concientización sobre el Ébola están ayudando a las personas a no esconderse, en esta aislada zona fronteriza, alejada de los omnipresentes carteles puestos por el gobierno que dicen “el Ébola es real”, la negación aún es fuerte. Según rumores, personas disfrazadas de trabajadores de salud secuestran a las personas para vender sus órganos, lo que provocó reacciones violentas entre los locales, señala Karbarr. Brown dijo que las personas en condados no afectados en el este de Liberia recibieron bien la cuarentena. Sin embargo, advirtió el ministro, el sentimiento podría cambiar si los suministros empiezan a escasear. La raíz italiana de la palabra cuarentena, o “40 días”, se refiere al período de aislamiento para las tripulaciones de los barcos que llegaban a Venecia procedentes de las regiones de la plaga. Pero en Liberia el aislamiento podría continuar por tres meses o más, por lo que se necesita elaborar un plan a largo plazo.ß

WASHINGTON.– El segundo banco más grande de Estados Unidos deberá pagar la sanción económica más alta jamás impuesta a una entidad financiera del país. Así lo anunció ayer el Departamento de Justicia de Estados Unidos, tras llegar a un acuerdo con el Bank of America para el pago de una multa de 16.500 millones de dólares por su papel en la comercialización y venta de activos financieros respaldados por hipotecas basura que desembocaron en la aguda crisis económica de 2008. El arreglo, cuya cifra equivale a los beneficios de Bank of America obtenidos en los últimos tres años, obliga al banco a pagar punitorios por cerca de 7000 millones de dólares en efectivo y proporcionar miles de millones de dólares en exoneraciones a los dueños de viviendas que así lo requieran. La entidad financiera aseguró que sólo los pagos en efectivo sumarán 9650 millones de dólares y dijo que el acuerdo tendrá un impacto negativo de 5300 millones de dólares en sus cuentas del tercer trimestre, aproximadamente 0,43 dólares por acción. “Esta histórica resolución, la más alta de la que se tenga registro, va más allá del costo de hacer negocios. Es apropiada dados el tamaño y el alcance de los delitos cometidos por el banco”, indicó Eric Holder, fiscal general de Estados Unidos, en rueda de prensa. “Creemos que este acuerdo, que soluciona significativas exposiciones pendientes relacionadas con activos hipotecarios, es el mejor para los intereses de los accionistas y nos permite continuar enfocados en el futuro”, afirmó Brian Moynihan, el director ejecutivo de Bank of America, en un comunicado. En tanto, el Departamento de Justicia consideró que la importancia de este acuerdo no radica sólo en la cuantía de la multa, sino que además “ayuda a rectificar el daño causado por la conducta del banco”. “Esta medida podría beneficiar a cientos de miles de estadounidenses que todavía están luchando por salir de la crisis financiera”, agregó. Por su parte, el fiscal general adjunto, Tony West, comparó la venta de “hipotecas basura” con “ir a la tienda a comprar leche que está anunciada como fresca para luego descubrir que los empleados de la tienda sabían que lo que usted estaba comprando se había quedado todo el día anterior en la zona de carga sin refrigerar y nunca se lo dijeron”. “Al igual que usted se llevaría una desagradable sorpresa al llegar a casa y servirse un vaso de esa leche, los inversores se encontraron con miles de millones de dólares en pérdidas cuando estas inversiones en valores se arruinaron”, añadió West. El acuerdo civil se produce después de meses de negociaciones entre el Departamento de Justicia y la entidad financiera y descarta sanciones penales para los ejecutivos del banco. La sanción se suma a otras similares acordadas con gigantes financieros estadounidenses por parte del gobierno. En julio, Citigroup acordó el pago de 7000 millones de dólares, y a finales del año pasado se alcanzó un acuerdo parecido con JP Morgan por 13.000 millones de dólares, también por sus malas prácticas hipotecarias. Pero el monto de 16.500 millones de dólares a los que la entidad financiera deberá hacer frente eclipsa los pagos realizados anteriormente en casos similares.ß Agencias EFE, AP, Reuters y DPA