INFORMACION GENERAL

Domingo 10 de julio de 2011

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TRAFICO DE COCAÍNA s LA EVIDENCIA QUE DEJAN LOS GRANDES CARGAMENTOS

INSEGURIDAD

La Argentina, la escala elegida por los narcos

Asesinaron al hijo de la filósofa Cohen Agrest

Continuación de la Pág. 1, Col. 6 para ingresar la cocaína en la Argentina. Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y policiales. Los 6901,90 kg de cocaína forman parte de los operativos “Mudanza Blanca”, en el que se decomisaron 1200 kg; “Manzanas Blancas”, 3347,40 kg; “Operativo Transparencia”, 966 kg, y las causas judiciales conocidas como el “narcoavión”: 944,50 kg, y el “narcovelero”, 444 kg. Un juez que investigó numerosos casos de contrabando de estupefacientes explicó a LA NACION que los dueños de la droga se manejan como verdaderos empresarios, se definen como hombres de negocios y que, casi sin excepciones, no dejan cabos sueltos que puedan vincularlos con los cargamentos decomisados. “Es muy difícil investigar para atrás. Cuando uno se topa con un cargamento de droga de casualidad, sin una pesquisa previa, es difícil reconstruir la historia, los pasos previos y encontrar a los dueños de la droga. Casi sin excepciones, las personas que son detenidas niegan su vinculación con el hecho o se callan la boca y no delatan a sus superiores”, afirmó el magistrado consultado. Distinta resulta la cuestión cuando la droga se secuestra después de una “entrega controlada”, porque los investigadores tuvieron la posibilidad de hacer escuchas telefónicas o seguimiento de los sospechosos, como el denominado operativo Guerrero de los Balcanes (sobre lo que se informa por separado). Un fiscal que tuvo acceso a numerosos casos de tráfico de droga sostuvo: “Los narcos eligen sacar la droga por la Argentina porque cualquier cargamento que sale des-

de los países productores hacia los consumidores son muy controlados. Todos tienen código de control rojo. Hasta las «mulas» salen por la Argentina en vez de hacerlo por Bolivia, Perú o Colombia. Si bien en el país los controles aumentaron, los narcos creen que no están en riesgo directo”. Por ejemplo, la investigación conocida como “Manzanas Blancas”, de junio de 2010, comenzó por casualidad en el puerto de Buenos Aires, cuando un inspector aduanero observó algo extraño por medio de un scanner: un cargamento de 1647,40 kg de cocaína oculto en contenedores de manzanas premium de Río Negro. Otra carga, con 1700 kg de droga, había salido rumbo a España, pero fue detenida cuando llegó al puerto de Santos, en Brasil.

El Pato Donald La hipótesis principal es que la droga se produjo en Colombia. “Por las características de acondicionamiento, por el sello que tenía cada paquete [el dibujo del Pato Donald] e informes que recibimos, se trataría de cocaína hecha en Cali”, explicó a LA NACION un investigador judicial. También se supone que los 3367,40 kg de cocaína llegaron a la Argentina vía aérea y que, después de ser arrojados en una pista clandestina, fueron llevados en camiones a Villa Regina, donde se ocultaron en cargamentos de manzanas. Parte de la causa, investigada por el juez en lo penal económico Jorge Brugo y por el fiscal del mismo fuero Emilio Guerberof, fue elevada a juicio. Cinco personas, entre ellas tres agentes aduaneros acusados de negligencia en los controles, deberán enfrentar un debate oral y público.

Anteayer, la Sala B de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico rechazó los planteos de nulidad y recusación del juez presentados por la defensa del empresario Valentín Temes Coto, procesado por contrabando agravado de estupefacientes y con un embargo sobre sus bienes de $ 528.000.000. El acusado es propietario de la empresa de frutas donde se ocultó la droga. Los investigadores sospecharon que los verdaderos dueños de la cocaína, los llamados inversores, eran de origen mexicano. Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, por la misma época en que se cargaron las manzanas había varios ciudadanos mexicanos interesados en comercializar frutas, pero desaparecieron de un día para el otro cuando en el puerto de Buenos Aires se incautó la cocaína. Algo similar sucede con la causa del denominado “narcoavión”. La justicia argentina sospecha que los 944,40 kg secuestrados en Barcelona el 2 de enero pasado, en el lujoso jet de Gustavo Juliá, pertenecen a tres ciudadanos colombianos, que se fueron del país cuando se conoció el decomiso en Barcelona. El juez en lo penal económico Alejandro Catania envió diferentes exhortos a Colombia para tratar de identificar a los presuntos inversores. Los dueños de los 444 kg secuestrados en un velero en Puerto Madero y los 966 kg decomisados a dos gendarmes en Salta siguen siendo un misterio. “Si la droga entra y sale con facilidad, hay que aumentar los controles. Se cree que sólo se descubre el 10 por ciento de lo que se trafica, entonces la situación es alarmante”, había dicho en junio de 2010 el juez Brugo. La situación no mejoró.

Lo mataron en un robo en Caballito

“Manzanas blancas” en contenedores La droga estaba oculta en contenedores de manzanas premium de Río Negro. Hay cinco personas que deberán enfrentar un juicio. Un sexto acusado es un empresario. Sobre los supuestos “inversores” se sospecha que son mexicanos.

Los Juliá y el “narcoavión” En enero pasado, la Guardia Civil española secuestro casi una tonelada de cocaína en un jet que había salido de la Argentina. Uno de los detenidos en Barcelona, Gustavo Juliá, había tenido contactos con ciudadanos colombianos.

“Guerrero de los Balcanes” En la Argentina, se hacía llamar Antonio. Disimuló ser un hombre apasionado por la pesca. Pero, en realidad, según la DEA de los Estados Unidos, el serbio Nenad Novakovic era uno de los jefes de una organización internacional dedicada al narcotráfico. Según una investigación del juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky, del fiscal Miguel Shamun y de detectives de la División Operaciones Federales de la Policía Federal, Novakovic y sus compatriotas Drasko Vukovic, Boris Laban, Marko Pandrc e Igor Stjepanovic usaron la Argentina como ruta para enviar a Europa del Este 2174 kg de cocaína. “La investigación fue un éxito porque se trabajó en cooperación con un juez de Serbia, que ya estaba

investigando a esta banda de narcotraficantes. Se puede decir que, en este caso, se logró identificar a los dueños del importante cargamento de droga. Fue distinto de los hechos de contrabando en que uno se topa de casualidad con el contrabando”, explicó a LA NACION una fuente judicial que participó de la investigación. La operación, denominada “Guerrero de los Balcanes”, también tuvo la colaboración de la justicia del Uruguay. El 15 de octubre de 2009, la droga fue decomisada en el yate Maui, que estaba amarrado en las costas aledañas a Montevideo. Novakovic había llegado a la Argentina dos meses antes. El 13 de agosto de 2009, el mismo día en que se bajó del avión en Ezeiza, se reunió con la conexión argentina de la organización.

Los detectives federales lograron identificar a tres ciudadanos argentinos que habrían tenido un papel secundario en la organización, como prestar sus nombres para alquilar viviendas o adquirir vehículos de alto valor. Se cree que fueron ellos quienes proveyeron otros elementos secuestrados por la policía, como material de contrainteligencia, vigilancia nocturna y contramedidas electrónicas, armamentos, elementos de navegación y supervivencia, equipos de comunicaciones y elementos para el transporte marítimo de la droga. “El éxito de la operación permitió que en Serbia fueran incautados bienes y dinero que los narcotraficantes habían adquirido con el dinero del narcotráfico”, recordó a LA NACION un investigador del caso.

Ezequiel Agrest tenía 26 años. Estudiaba cine. Anteayer, con unos compañeros se preparaba para filmar un corto. Pero sus sueños se desvanecieron en cuestión de segundos, cuando fue asesinado de dos balazos al intentar defender a una amiga de un ladrón armado. Así lo informaron a LA NACION familiares de la víctima, que era hijo de Diana Cohen Agrest, doctora en filosofía, especializada en temas de ética. Según fuentes de la investigación, el asesino ya estaría identificado. Se trata de un joven de 25 años de nombre Sebastián e hijo de un miembro de la Policía Federal. El padre del homicida habría colaborado con la pesquisa. El hecho sucedió anteayer, entre las 17 y las 18, en Bertres al 500, en Caballito, cuando el joven estudiante bajaba unos equipos de sonido en la casa de una compañera de estudios. Según testigos del hecho, antes de que Agrest y su compañera cerraran el portón del garaje, un delincuente logró ingresar en la casa. El ladrón redujo a los estudiantes de cine. A la dueña de casa le preguntó si había alguien más en el inmueble. Ella le respondió que sí, que su hermano estaba durmiendo la siesta. “Entonces, maniató con corbata al muchacho que estaba en la planta alta”, explicó una fuente con acceso al expediente. Testigos del caso agregaron que a pesar de que la joven propietaria había entregado joyas y dinero, el delincuente no estaba conforme con su botín. “Como el ladrón amenazaba con matar a la chica, Ezequiel quiso defenderla y le pegaron dos tiros”, afirmó a LA NACION un familiar directo de la víctima.

Un celular, la clave

FOTOS DE ARCHIVO

El “narcovelero” llegó a Puerto Madero Fue uno de los últimos grandes procedimientos en la Argentina. La droga, unos 444 kg de cocaína, fue descubierta en un velero en Puerto Madero. Los dos tripulantes abandonaron el país antes de que se dictara su captura.

Después de disparar, el asaltante salió de la casa a toda velocidad, sin advertir que, cuando se trabó en lucha con Agrest, se le cayó su teléfono celular. “El aparato telefónico fue clave para poder identificar al atacante”, afirmó un vocero de la investigación. Al cierre de esta edición, la Policía Federal esperaba detener al único sospechoso de haber cometido el homicidio. Los restos de la víctima serán inhumados hoy por la mañana en el Cementerio Israelita de Liniers.