La AFA rompió con TSC y se asoció con el Gobierno

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Jueves 31 de diciembre de 2009

ANUARIO 2009

Fútbol

Un nuevo vínculo

Las deudas de los clubes con los jugadores motorizaron reclamos por más dinero de la TV; los dirigentes anularon el anterior contrato y aceptaron 600 millones por año de la Casa Rosada

La AFA rompió con TSC y se asoció con el Gobierno

Por Alejandro Casar González De la Redacción de LA NACION ingún matrimonio está a salvo del divorcio. Ni siquiera la unión AFA–Televisión Satelital Codificada (TSC), que se mantenía a salvo de las peleas desde 1987, cuando se firmó el primer contrato de televisación del fútbol, a cambio de un millón de australes. Bastó que, en julio, el gremio de los jugadores motorizara el reclamo por el pago de viejas deudas para que la AFA pidiera más dinero por los partidos. La chispa entre los cónyuges (AFA y TSC) se hizo cortocircuito cuando la compañía, participada en mitades por el Grupo Clarín y Torneos y Competencias, se negó a pagar los 600 millones de pesos anuales que pedía la casa del fútbol. “A partir de las 20.40, en que el Comité Ejecutivo resolvió rescindir el contrato con TSC y sus empresas asociadas, la AFA se halla abierta a cualquier negociación para vender el fútbol”. Con esas palabras, Ernesto Cherquis Bialo, vocero de la AFA, certificó la defunción del convenio por el que se transmitían los partidos, y que tenía vigencia hasta 2014. Era el 11 de agosto, y por entonces casi nadie hablaba de lo que vendría: el Fútbol para Todos. A la ruptura del convenio le siguieron sucesivas reuniones de la cúpula de la AFA con funcionarios del Gobierno. De un lado, Julio Grondona y su ladero más fiel, José Luis Meiszner. Del otro, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, amigo de la infancia de Meiszner. Como actores secundarios, los presidentes de clubes cuyas economías gozaban de una relativa buena salud, como Vélez, Lanús y Colón. Caído el contrato con TSC, el Gobierno podía entrar en escena sin temor a represalias legales. El sueño kirchnerista de llevar la pelota a todo el país estaba más cerca que nunca de hacerse realidad. Días más tarde, el Gobierno hizo la oferta que esperaban en el edificio de la calle Viamonte: 600 millones de pesos anuales para transmitir el fútbol por la televisión pública, durante diez años. Con el número cerrado, se creó la asociación mixta entre la Jefatura de Gobierno y la AFA, que cobija al programa Fútbol Para Todos. Y mientras TSC amenazaba con llevar el caso a los Tribunales –algo que con seguridad ocurrirá en 2010–, el Gobierno tuvo su festejo en el predio de Ezeiza, que sirvió de anuncio para el flamante convenio. “Yo no quiero una sociedad de secuestros, ni de personas, ni de imágenes ni de goles”, reclamó entonces la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Y prometió distribuir las ganancias que, seguramente, traería el fútbol: “El 50 por ciento de las ganancias va a ser destinado a la AFA y el otro resto a promocionar el deporte olímpico”.

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“Yo no quiero una sociedad de secuestros, ni de personas, ni de imágenes, ni de goles. El 50% de las ganancias va a ser destinado a la AFA y el resto, a promocionar el deporte olímpico”. Cristina FERNÁNDEZ

268 MILLONES

Son los pesos que pagaba TSC a la AFA por temporada, hasta el año 2014. Según la empresa, la publicidad de los partidos “era marginal” y apenas cubría el 5% de los costos

La Presidenta recibe de Maradona la camiseta de la selección, el día del anuncio del nuevo convenio

EL DATO Pasó el Apertura, con cámaras de la televisión pública. Pasó la gestión de la Jefatura de Gabinete, y también la auditoría de la AFA en la comercialización del fútbol –aunque casi nunca se hizo cargo de su rol de fiscalizador–. Pasaron los altísimos precios en los costos de producción y transmisión de los partidos –un 257% más de lo que gastaba TyC Sports–. Pasaron, también, las presiones que denunciaron las empresas privadas para pautar en los partidos de fútbol, y que desde el Gobierno negaron. Pasó el déficit cercano a los 180 millones de pesos en la publicidad del fútbol para todos, que tuvo al Gobierno como principal –y por momentos, único– avisador. Pasó, por último, el nuevo reparto de los millones de la televisión, por el que se fragmentó la AFA. Ya lo había profetizado Julio Grondona en su célebre anillo: “Todo pasa”.

Habría 500 lugares para Sudáfrica

La idea de formar una ONG con los violentos

Los barrabravas con estímulos K A menos de un año del Mundial, un puntero kirchnerista que responde a la línea de Rudy Ulloa Igor –ex chofer de Néstor Kirchner– tuvo una idea: aleccionar a las barras más bravas del fútbol argentino ofreciéndoles pasajes a Sudáfrica. Marcelo Mallo –de él se trata– pretende formar una ONG, denominada Hinchadas Unidas Argentinas (HUA). “Queremos ser la bandera de Kirchner en el Mundial”, declamó el fundador de la organización a LA NACION a mediados

de noviembre. Por entonces, las tribunas argentinas ya tenían una nueva postal: la bandera argentina con el nombre de la ONG, una “V”, una “K” y un pingüino, en obvia alusión a los Kirchner. Ahora, Mallo va por más. Terminó el 2009 inaugurando la céntrica sede de la organización (un petit hotel sito en Junín 154) y sueña con convertir a la ONG en una agrupación social que vehiculice votos kirchneristas. Claro que, mucho antes de eso, está el mundial de Sudáfrica.

DE LOS 600 MILLONES DE PESOS QUE EL ESTADO APORTA POR AÑO, A LA PRIMERA DIVISION SOLO LE QUEDAN 415. EL RESTO VA A PARAR A LAS CATEGORIAS DE ASCENSO Y A LOS OPERATIVOS DE SEGURIDAD

La bandera de Hinchadas Unidas Argentinas

Primero fueron 11 barras las que acompañaron el lanzamiento de la ONG. Luego, se plegaron desde todas las categorías del ascenso. Nadie quiere perderse el viaje.