14

OPINION

I

Jueves 8 de enero de 2009

Cartas Buenos Aires, jueves 8 de enero de 2009

“LA NACION será una tribuna de doctrina” (Núm. 1, Año 1)

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Director: BARTOLOMÉ MITRE

La tragedia de Gaza El objetivo inmediato de la comunidad internacional debe ser el cese del fuego y la constitución de una fuerza de paz AS hostilidades militares y el horror de la guerra han reaparecido en Medio Oriente. Esta vez la batalla tiene por escenario la zona de Gaza, territorio palestino. Como suele suceder, las víctimas civiles inocentes se multiplican, conformando un nuevo capítulo de una demasiado dilatada tragedia. Desde hace casi dos semanas, los bombardeos aéreos son incesantes y las columnas militares israelíes operan tenazmente en zonas urbanas. En respuesta, pese a la dureza de la invasión, los misiles Grad, presumiblemente suministrados a las milicias de Hamas por Irán, siguen volando hacia Israel. El objetivo israelí es terminar con los incesantes lanzamientos de misiles que se realizan desde Gaza hacia su territorio. El año pasado, pese al prolongado cese del fuego acordado, unos 3200 misiles se dispararon desde Gaza contra Israel, según denunciaron autoridades de este país. Esto supone una ola continua de terror conformada por la explosión de un misil disparado sin blanco fijo, cada tres horas, noche y día, incluidos sábados, domingos y feriados, con el objetivo implícito de asesinar a cualquiera, quienquiera que sea y dondequiera que esté. Para un Estado, que tiene el deber primordial de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, la respuesta a esta situación no puede ciertamente ser la pasividad frente a lo que el derecho internacional define como “crimen de guerra”. En el terreno, el ejército israelí destruye centros de comando y operación de Hamas, así como depósitos de municiones y explosivos ubicados, una vez más, en subterráneos construidos bajo las viviendas, escuelas, hospitales, edificios públicos y hasta templos religiosos. Los “escudos humanos” multiplican inevitablemente las víctimas civiles inocentes, pero de ninguna manera éstas pueden ser caratuladas de simples “daños colaterales”, como ocurrió anteayer con el ataque perpetrado contra las tres escuelas de

L

la ONU, acto totalmente repudiable y fuera de toda lógica y espíritu humanitarios. Por ello, y frente a esta tragedia recurrente, el objetivo inmediato de la comunidad internacional está muy claro. Debe ser el cese del fuego. Por esto nuestro país debe apoyar sin reservas las gestiones que, en ese sentido, está realizando el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, apoyado por Nicolas Sarkozy. La mediación propuesta no debe tardar; a través de ella, una fuerza de paz conformada quizá con aportes de los países árabes moderados debería hacerse cargo de la seguridad en toda Gaza urgentemente. Sus tareas deberían apuntar a impedir que desde ese territorio se siguieran lanzando misiles hacia Israel, pero también se deberá garantizar el flujo normal de la ayuda humanitaria hacia Gaza. Hay un segundo paso obligado. La sufrida población palestina debe poder salir del prolongado bloqueo económico a la que ha sido sometida, que ha provocado una profunda crisis humanitaria y alimentado odios y resentimientos que conducen a la desesperación. Entre los responsables de esto están también los propios dirigentes palestinos, que han consentido y utilizado a su propio pueblo como rehén. Es hora de que la diplomacia se haga cargo de conducir el diálogo y se abandone definitivamente la violencia. Con una Palestina dividida por visiones diferentes entre Fatah y Hamas, la tarea no será para nada sencilla. No obstante, debe acometerse sin dilaciones. A partir de allí parece necesario retomar el marco amplio del proceso de paz, hoy empantanado. Para eso, la participación y la ayuda de la comunidad internacional son esenciales. Ese camino conduce inevitablemente a la creación de dos Estados que sean efectivamente capaces de vivir en paz. Los obstáculos son conocidos; las alternativas para tratar de superarlos, también. Es tiempo pues de que la racionalidad pueda superar al fanatismo y, paso a paso, aplacar pasiones cuya intensidad no sólo ha ahogado hasta ahora los esfuerzos en favor de una paz duradera, sino también que ha mantenido a las partes como rehenes de una situación siempre precaria, cuya continuidad es para todos peligrosa y para muchos, además, absolutamente insoportable.

Imagen policial empañada La presunta complicidad policial en secuestros y protección a prostíbulos revela una preocupante realidad AS instituciones policiales y de seguridad a las cuales la sociedad les encomienda la protección de sus vidas y bienes deben ser eficientes y, además, esencialmente confiables. Sin embargo, esa imagen, que debería ser siempre intachable, suele ser empañada por los manejos turbios, los hechos de corrupción y hasta las actividades delictivas de algunos integrantes de esos cuerpos, quienes, cegados por la posibilidad de obtener beneficios personales, no reparan en el descrédito que causan. En esta oportunidad, el dedo acusador apunta, por un lado, a dos efectivos de la policía bonaerense, detenidos por su presunta relación con el secuestro del empresario Leonardo Bergara, ocurrido el mes pasado en Ranelagh, quien aún permanece cautivo. Se trataría de un oficial, con el grado de capitán, jefe del gabinete criminalístico de una de las jefaturas distritales, y de su ayudante. Y por el otro lado las acusaciones apuntan a algunos integrantes de la Policía Federal que habrían protegido el funcionamiento de prostíbulos. El juez federal Norberto Oyarbide resolvió convocar a un comisario, dos subcomisarios y dos suboficiales que revistan en la comisaría 42ª, para tomarles declaración indagatoria por la supuesta comisión de encubrimiento agravado, que habría sido concretado para darles protección a dos prostíbulos del barrio de Mataderos. La trama comenzó a desanudarse tras la denuncia formulada por los padres de una joven, menor de edad, que tras haber desaparecido de su domicilio fue explotada sexualmente en uno de esos antros. La trata de personas, casi de más está decirlo, es un delito sancionado en forma severa por nuestra legislación penal y, también, por las convenciones internacionales que obviamente cuentan con la adhesión de nuestro país. No es esta, precisamente, la primera vez

L

en que toman estado público sospechas de la existencia de aviesas relaciones, pago de coimas mediante, entre proxenetas y malos policías. Sin ir más lejos, denuncias en ese sentido fueron formuladas últimamente por vecinos de los barrios de Monserrat y Constitución. Ningún porteño más o menos avisado ignora, asimismo, que en el ámbito de la metrópoli hay “zonas rojas”, sospechosos locales y hasta presuntas viviendas particulares donde a la vista y paciencia de todo el mundo es ejercido ese penoso y degradante comercio, ofertado en plena zona céntrica con volantes de propaganda callejera. Tan gravísima certidumbre –la explotación de la prostitución suele ser algo así como la actividad complementaria de las organizaciones mafiosas que lucran con la venta de estupefacientes– golpea aún más y siempre con absoluta crudeza a una sociedad de suyo mancillada en estos tiempos por la inseguridad delictiva. La posibilidad de que algunos de los delitos los cometan o los encubran los encargados de combatirlos es francamente aberrante. El auge de la violencia criminal, negado únicamente por funcionarios que dan la impresión de vivir al margen de la realidad, tiene a la sociedad sumida en el temor. Esta reclama poder aferrarse a algo o a alguien con la certeza de que por esa vía logrará conjurar ese sentimiento negativo. Aspira razonablemente, entonces, a poder volver a confiar en la institución policial, nacida de su propio seno y a la cual aprecia como la excluyente tabla de salvación que puede rescatarla de ese desquicio. Esa convicción se resiente cuando ocurren episodios como el aquí comentado. La propia policía debe erradicar a quienes, si así quedase plena y debidamente probado, no habrían sabido honrarla. Y sea cual fuese el desenlace, debería ponerlo en conocimiento de la opinión pública, sin retaceos ni disimulos. Así hará honor a sus consignas fundamentales y, asimismo, al sentido del deber de los muchos otros policías que, en forma cotidiana, arriesgan sus vidas o las tributan sin vacilar para protegernos velando por el estricto cumplimiento de la ley.

de lectores

Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@ lanacion.com.ar; fax: 4319-4509; dirección: Bouchard 557, 5º piso, Capital. CP: C1106ABG

El Dakar y el TC Señor Director: “Resultan inolvidables aquellas carreras de Turismo Carretera (TC) de mi infancia y adolescencia. El país, unido a través de la radio que las transmitía. Y por cada lugar recorrido era una fiesta popular para verlos pasar. Los autitos de juguete eran miniaturas de los autos de los mejores pilotos y corrían por el cordón de la vereda o en pistas pintadas en la calle. Pero un día aciago, argumentando razones de seguridad vial, algunos decidieron que esa fiesta se acabara. Se organizaron en autódromos, pero nunca fue igual. Aquellas fiestas nacionales quedaron sepultadas en el tiempo, pero no en el olvido de quienes pudimos vivirlo. “El TC es anterior al rally Dakar y lo de la seguridad vial fue un pretexto, si no hoy no podría estar corriéndose el rally Argentina-Chile. Ahora que se corrió el velo y podemos ver las patas de la mentira hay una oportunidad de organizar nuevamente las carreras de Turismo Carretera en la Argentina.”

Leonardo Martínez Verdier DNI 08.447.981

Registro por puntos Señor Director: “Sería bueno conocer si las personas que tienen a su cargo la responsabilidad de despenalizar el consumo de drogas, como parecería que va a ocurrir, han tenido en cuenta implementar un control de «drogalemia» y un «scoring» para quienes manejen bajo la influencia de estupefacientes, habida cuenta de que no debe de ser menos peligroso que conducir en estado de ebriedad.”

les opuesta a la embocadura. Nada tiene que ver aquí la otra acepción de «foro» (sitio en que los tribunales oyen y determinan las causas), que puede haber llevado a error al doctor Santillán.”

Motociclistas Señor Director: “Más del 80 por ciento de los motociclistas circulan cometiendo todas o alguna de estas infracciones: a) sin chapa; b) chapa intencionalmente ilegible; c) sin espejos retrovisores; d) sin seguro; e) sin casco; f) cometiendo todo tipo de infracciones de tránsito. “En el microcentro se ve cantidad de motos estacionadas, muchas de ellas incluidas en los ítems a), b) y c), a la vista de la policía.”

Alberto Montoreano [email protected]

Cuba Señor Director: “Como sucede con el caso de los automovilistas, los giros descontrolados hacia la derecha o hacia la izquierda pueden ocasionar daños irreparables. “La primera rotación suele ser la de la cabeza, que cuando resulta extrema compromete en esa calidad a todo el cuerpo, aunque esto requiera, por ejemplo, que los brazos y las manos enarbolen armas letales. ¿Qué es lo que se pondera en los festejos de la revolución cubana? Si se valora, verbigracia, la idea de una distribución más justa de la riqueza, la festividad es más que elogiable. Si se emulan, en cambio, el asesinato,

Vacuna antirrábica

Marcelo Luis Tassara DNI 11.774.348

Alberto J. Hubert Campos DNI 18.175.299

“Mutis por el foro” Señor Director: “Se equivoca el doctor Zenón Santillán cuando dice, en su carta publicada el 4/1 («Autos invisibles»), que los abogados decimos «mutis por el foro» cuando no obtenemos respuesta a una petición. La expresión «mutis por el foro» tiene su origen en el teatro y no guarda relación alguna con cuestiones tribunalicias. “«Mutis», según la Real Academia, es la expresión contenida en el texto o la representación teatral que indica que uno o varios actores deben retirarse de la escena. «Foro», según la misma fuente, es la parte del escenario o de los decorados teatra-

Embarcación (II) Señor Director: “Completando la información acercada por el señor J. L. Rojas Lagarde sobre la embarcación La Juruna, digo que los aviadores asistidos por la tripulación del barco fueron los argentinos Eduardo Olivero, Bernardo Duggan y Ernesto Campanelli, los cuales emprendieron el primer viaje aéreo de la historia entre Nueva York y Buenos Aires en el hidroavión bautizado con el nombre de nuestra capital. “El viaje se realizó en agosto de 1926. Poco antes, en enero, otra hazaña colmó la atención de los porteños: el vuelo del Plus Ultra que unió Palos de la Frontera, España, con Buenos Aires. Una medalla conmemorativa recuerda aquel hecho. “El nombre de la embarcación responde al de una tribu indígena brasileña.”

Arq. Ricardo J. Rosa LE 4.128.227

Embarcación (III) Señor Director: “Simplemente me gustaría aportar datos de La Juruna, ya que en ella se trasladaron Eduardo Olivero, Julio Campanelli y Bernardo Duggan, que fueron los tripulantes del hidroavión Savoia, en el raid que cumplieron con éxito entre las ciudades de Nueva York y Buenos Aires. “Estos datos y todos los pormenores de cómo fueron rescatados por La Juruna, cuyo capitán era Josinho Cardoso, están largamente relatados en el libro Crónica de una vida legendaria, de Juan R. Castelnuovo, referente a las aventuras vividas por Olivero en Italia, durante la Primera Guerra Mundial, y en nuestro país, a su regreso como héroe de aquella epopeya.”

Luis Barreira Ing. aeronáutico DNI 5.573.243

STO la prisión perpetua y la inmovilidad de los hombres que piensan de modo diferente, se están valorando pensamientos homicidas. “Descreo de las revoluciones que suprimen el primer derecho de los hombres: la vida. Los ejemplos históricos sobre tamaña anulación en aras de los cambios deberían considerarse un signo de involución antes que una meta del género humano. Jacques Maritain escribió acertadamente que los verdaderos revolucionarios son los filósofos y los santos.”

Prof. Daniel R. Calistro DNI 11.248.390

“Futuro negro” Señor Director: “Hoy recibí la boleta de Edenor por un total de 750 pesos y algunos centavos. De ese total, 235 corresponden a mi consumo, el resto se distribuye entre los impuestos correspondientes el fondo Santa Cruz, el fondo Pcia. de Buenos Aires, y la mayor parte a la Res. de la Secretaría de Energía 745/05. “Aclaro que vivo en una casa de 90 metros cuadrados y tengo los artefactos eléctricos que cualquier familia tipo puede tener. Agréguesele a eso el motor para extraer agua, ya que, como la gran mayoría de los que vivimos en el conurbano bonaerense, no tenemos agua de red. “Si éste es el principio del cambio, puedo adivinar un futuro negro... un panorama nefasto.”

Fulgencio Héctor Torres DNI 4.034.118

Juan Javier Negri Avda. Corrientes 316, Capital

Carlos Blanco DNI 4.313.685

Señor Director: “El 1/1 un perro mordió a una sobrina mía en la cara y le produjo una herida leve. Fue en el partido de la Costa, más precisamente en San Clemente del Tuyú. El hecho parece no tener ninguna complejidad médica. El problema es que en el hospital de San Clemente no cuentan con vacuna antirrábica humana. “La familia tuvo que venir, cortando sus vacaciones, a la ciudad de Buenos Aires para que le fuera administrada la correspondiente vacuna. Este pequeño relato tiene que ver con un gran problema: la destrucción del sistema de salud pública en la provincia de Buenos Aires. “¿Cómo puede ser que en un hospital de un lugar donde veranean decenas de miles de personas no se cuente con una simple vacuna antirrábica? Eso deja ver claramente el grado de deterioro de un sistema de salud.

San Martín y Donato Alvarez, barrio de la Paternal, de esta ciudad. En su rostro tenía cicatrices, resultado de sus hazañas como piloto.”

Obras callejeras Señor Director: “Son de público dominio los inconvenientes (graves) que causan cuando se descargan materiales, bombean concreto, etcétera. Deberían pagar un canon por todos los problemas que causan al vecindario. “Es importante que se mejore la seguridad para los peatones que deben cruzar por la calle frente a las obras.”

Ing. Alfredo Rendina DNI 4.156.719

Señor Director: “Ningún responsable del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires atiende el teléfono ni responde mi correo electrónico enviado el 24 de diciembre de 2008. Ese día, cerca de las 17, dejé estacionado mi auto sobre la calle Guido casi llegando a Parera. Después de tres horas volví, acompañada por mi madre, y vi asombrada que mi auto no estaba. Le digo a mi madre: «Mamá, me robaron el auto». Mi madre me respondió: «¿Estás segura de que lo dejaste ahí? Vamos a preguntar si alguien vio algo». Le preguntamos al encargado de un edificio y efectivamente había visto algo: había visto cómo la grúa se llevaba mi auto. “Hice el trámite burocrático, pagué 190 pesos y retiré mi auto del Sistema de Tránsito Ordenado (STO) en la avenida Figueroa Alcorta, donde previamente pregunté dónde podía estacionar y a partir de qué hora el estacionamiento era realmente libre. No supieron contestarme y me derivaron al gobierno de la ciudad. Tampoco allí supieron darme la información. “Ahora bien, nadie me supo informar en qué calles había libre estacionamiento. Entonces me pregunto con qué información se manejó el STO para llevarse mi auto.”

Mercedes Anzoategui DNI 22.992.934

Embarcación Señor Director: “Con relación a la carta denominada «Embarcación», referida al barco que permaneció durante años en los lagos de Palermo (LA NACION 29/12) y que suscribe el señor Jorge E. Andreasen, puedo aportar lo siguiente: “La embarcación se llamaba La Juruna, de color blanco, construida en madera, de unos 15 metros de eslora, con un mástil y botavara (palo horizontal, perpendicular al mástil, sobre la cubierta, hacia popa). “Se decía que sus tripulantes habían salvado al mayor Olivero y a sus camaradas, víctimas de un accidente aéreo en la región del Amazonas. “El mayor Olivero fue un distinguido protagonista de nuestra aviación. Había integrado la Escuadrilla Baracca, que intervino en la Gran Guerra, en la aviación italiana. Recuerdo haberlo visto en varias oportunidades, en las cercanías de las avenidas

Atención al lector 5199-4777 Impresión y distribución: Zepita 3251, Capital Federal U Las ventas de LA NACION son auditadas por el IVC. U © Año 2009, S.A. LA NACION, Dirección Nacional del Derecho de Autor, expediente Nº 452.769. Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido del presente diario.

Agradecimiento Señor Director: “Quiero testimoniar el excelente trato recibido por mi hermana durante los días de internación en el Imeco, prestigiosa institución dedicada a la salud que, juntamente con Osplad, presta servicios de muy alta calidad a sus pacientes. “A la doctora María Lapetina, al doctor Javier Kaplán y a todo su equipo, sin olvidar al personal afectado a la Guardia del Policlínico del Docente, a la sección Traumatología, dirigida por el doctor Monteleone, a los que los secundaron, doctores, Gallo, Balduzzi, y a todo el personal auxiliar, de laboratorio, de estudios especiales, enfermero/as, camilleros y maestranza.

Noemí E. Zanetta DNI 1.076.068

www.lanacion.com.ar/contactenos

Precio del ejemplar: Lunes/Miércoles/Viernes $ 2,25.- Martes/Jueves $ 2,65.- Sábado $ 3,25. Domingo $ 5,50.- Recargo envío al interior: $ 0,50.- Recargo c/Corriere della Sera $ 0,70.- Ejemplares atrasados (5 años a la fecha): 50% de recargo sobre precio de tapa vigente.- En Uruguay: Lunes/Sábado: $U 40.- Domingo $U 60.- Recargo c/Corriere $U 10,00.- En Paraguay: Lun./Sáb. G 9000.- Dgo. G 12.000.- En Brasil: Lun./Sáb. R$ 10/Dgo. R$ 12.- Grandes pensadores $ 24,90.- Grandes Civilizaciones $ 24,90.- Dolli Irigoyen $ 29,90.Colección Hna. Bernarda $ 6,90.- Colección Deutsche Grammaphon $ 29,90.-

Propietario: S.A. LA NACION, Bouchard 557, (C1106ABG) CABA; Tel.: 4319-1600, Fax: 4313-1697 Atención personalizada: ver Red Comercial en el Suplemento de Clasificados