Kirchner padeció una afección que sufren miles de ...

8 feb. 2010 - “Son las hojas del almanaque que empiezan a generar los problemas”, fue el particular análisis que dejó caer ante los cronistas apostados en ...
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POLITICA

Lunes 8 de febrero de 2010

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La salud del ex presidente | Explicación médica y antecedentes

La enseñanza que deja la historia NELSON CASTRO PARA LA NACION El delicado episodio cerebrovascular que ha puesto en riesgo la salud del ex presidente Néstor Kirchner vuelve a poner sobre el tapete el tema del impacto político que tienen las enfermedades severas cuando afectan a quienes se encuentran en el ejercicio del poder. En este contexto, la situación del ex presidente se enmarca en una situación verdaderamente singular, ya que, si bien formalmente no ocupa la primera magistratura del país, la realidad se encarga de demostrar todos los días que sigue ejerciendo el poder. Más allá de los detalles de la afección que padeció el doctor Kirchner, de cuya intervención quirúrgica salió bien, hay un dato claro: el nivel de estrés al que se expone día a día, sumado a su personalidad, constituye un factor de riesgo predisponente para la patología que lo ha puesto de cara a la necesidad de una solución quirúrgica de urgencia. La historia de la Argentina es abundante en casos de mandatarios que padecieron afecciones severas que pusieron en riesgo sus vidas o que, directamente, acabaron con ella. En el primer grupo están los casos de los presidentes Carlos Saúl Menem, Fernando de la Rúa, Roberto Eduardo Viola y el propio Néstor Kirchner, quien, en 2004, padeció una gastroduodenitis hemorrágica En el segundo grupo están los casos de los presidentes Manuel Quintana, Roque Sáenz Peña y Juan Domingo Perón. Es indiscutible que el poder opera sobre las personas que lo poseen generando un efecto adictivo y enfermizo. Ernest Hemingway le atribuyó a un periodista estadounidense la teoría

“¿Debe la sociedad saber el estado de salud de aquella persona que los gobernará?” por la que el poder afecta de una manera cierta y evidente la salud de todos los hombres que lo ejercen. Todo esto ha generado, y sigue generando, un debate de enorme trascendencia social y política que se resume en esta pregunta: ¿debe la sociedad saber el estado de salud de aquella persona sobre la que habrá de recaer la responsabilidad de gobernarla? Es precisamente en ese terreno, el que hace al conocimiento del estado físico y psíquico de quienes nos gobiernan, en el que se presentan los interrogantes más apasionantes. Es que ésta es una cuestión decididamente crucial. Por eso es importante que la población integre este concepto, que hace a la necesidad de una información clara y fiel de los avatares que atraviesan la salud de aquellos que están en el poder. Por lo tanto, es una pregunta que, por supuesto, molesta al poderoso, ya que, indiscutiblemente, una salud resquebrajada lo termina debilitando políticamente. Por eso el presidente de los Estados Unidos Wodrow Wilson, quien en septiembre de 1919 padeció una severa hemiplejia como consecuencia de la oclusión de la arteria carótida derecha, mantuvo en secreto su afección, con la complicidad de su esposa, Edith, y del médico de la Casa Blanca, el almirante Cary Grayson. Otro tanto ha sucedido con el presidente de Francia François Miterrand, quien impuso a su médico, el Dr. Claude Gubler, el ocultamiento de su cáncer de próstata. Es imprescindible conocer el estado de salud de quien ejerce el poder, ya que las consecuencias de sus enfermedades son padecidas, tarde o temprano, por la sociedad a la que gobierna. Esta es la enseñanza de la historia.

Autor del libro Enfermos de poder

Las hojas del almanaque Nilda Garré, la ministra de Defensa del gobierno de Cristina Kirchner, fue otra de las funcionarias y miembros del Gabinete que anoche se acercó al sanatorio privado del barrio de Palermo para interesarse por la salud del ex presidente. “Son las hojas del almanaque que empiezan a generar los problemas”, fue el particular análisis que dejó caer ante los cronistas apostados en el lugar.

Un cuadro frecuente en el país

El ex presidente fue operado de urgencia por una obstrucción en la arteria carótida derecha; este tipo de lesiones puede derivar en un accidente cerebrovascular

La obstrucción de la arteria

Qué tipo de operación recibió Fue una endarterectomía que duró menos de una hora. Se abrió la arteria y se resecó la placa ulcerada.

La acumulación de una sustancia grasa denominada “placa“ puede estrechar significativamente las arterias carótidas. Esta placa puede desprenderse y obstruir una arteria más pequeña en el cerebro.

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Posibles síntomas Debilidad muscular Entumecimiento de miembros superiores o inferiores Hormigueo en brazos Dificultad para hablar

La función de las arterias carótidas Son cada una de las dos arterias, derecha e izquierda, que se ubican a ambos lados del cuello e irrigan el cerebro.

Se hizo un corte longitudinal en un segmento que va desde la carótida común hasta la carótida interna, que es donde habitualmente se deposita la placa.

             

Flujo sanguíneo

Arteria carótida derecha

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Se penetró la arteria y se separó la placa aterosclerótica de las paredes, hasta retirarla por completo.

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Se suturó nuevamente el vaso sanguíneo.

El mayor riesgo: el accidente cerebrovascular (ACV) Es la muerte repentina de las células del cerebro como consecuencia de la falta de oxigenación. Hay dos tipos: co

IS ISQUEMICO

HEMORRAGICO

Se produce cu cuando una ar arteria se obstruye y se s interrumpe el flu flujo sanguíneo.

Se produce por la rotura de la pared de la arteria (aneurisma), que deja escapar la sangre hacia el exterior. LA NACION

Kirchner padeció una afección que sufren miles de argentinos por año Fue un accidente cerebrovascular transitorio, pero alerta sobre posibles trastornos coronarios NORA BÄR LA NACION El trastorno que originó la internación urgente del ex presidente Néstor Kirchner, el accidente cerebrovascular (o ACV) es un importante problema de salud pública en el país: lo padecen 126.000 argentinos por año. Los síntomas de alerta se presentaron inesperadamente ayer a la mañana. “Empezó con unas molestias en el brazo izquierdo –contó el doctor Sergio Perrone, director del programa de trasplante cardíaco de Fleni, y médico personal del ministro Julio De Vido y de la madre de la presidenta Cristina Fernández, mientras se desplazaba a gran velocidad por la autopista que lo traía de Pinamar de regreso a Buenos Aires–. Lo llevaron a la Clínica Olivos y, luego de los primeros estudios, decidieron trasladarlo al Sanatorio de los Arcos, en el barrio de Palermo, dotado de tecnología más avanzada.” Lo que le ocasionaba ese cuadro era una obstrucción de la arteria carótida derecha (lo mismo le había ocurrido a Carlos Menem hace casi 17 años), que impedía el normal flujo de sangre hacia el cerebro. Igual que el corazón, las neuronas necesitan un constante suministro de sangre rica en oxígeno, y la reciben principalmente a través de dos grandes arterias, las carótidas, ubicadas en la parte delantera del cuello. Si por alguna de dos razones –una obstrucción o una hemorragia– dejan de recibir ese “combustible”, puede producirse un accidente cerebrovascular o stroke. La enfermedad de las arterias carótidas aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular de tres maneras: por acumulación de colesterol y otras células en las denominadas “placas”, por la formación de un coágulo sanguíneo que obstruye la “luz” de la arteria, o porque una parte de esa placa se desprende y estrecha significativamente otro vaso más pequeño del cerebro. Esas

situaciones pueden provocar el daño o la muerte de neuronas por falta de oxígeno. “Las placas pueden ser blandas, semiblandas, semiduras, duras o calcificadas –explicó el doctor Luis de la Fuente, cardiólogo intervencionista que, junto con su colega, doctor Juan Carlos Parodi, operó de un cuadro similar al ex presidente Menem en 1993–. Las blandas tienen un alto contenido de colesterol y son las más propensas a romperse o ulcerarse; eliminan su contenido y pueden producir un coágulo por la acción de las plaquetas, las células de la sangre encargadas de promover la coagulación.” Según De la Fuente, los especialistas argentinos consideran que una arteria tiene una obstrucción de grado grave cuando su diámetro está reducido en un 70% y, si llega al 85%, incluso en reposo el flujo sanguíneo está muy disminuido. “Menem sintió adormecimientos de un lado del cuerpo la noche anterior a la intervención –recuerda De la Fuente–. Primero lo atribuyó a consecuencias de un partido de golf, pero al día siguiente se vio que tenía una obstrucción importante.” Aproximadamente al nivel de la mandíbula, la carótida derecha se divide en una rama externa, que irriga la cara, y otra interna que se introduce en el cráneo y abastece a gran parte del cerebro. “Si el flujo sanguíneo se obstruye durante media hora o 40 minutos, el daño puede ser muy importante”, afirma De la Fuente. Para evitarlo, el equipo dirigido por el doctor Víctor Caramutti, cirujano rosarino que fue colaborador de René Favaloro durante décadas en el Sanatorio Güemes, decidió intervenir al ex presidente y remover la “placa ulcerosa” que obstruía su carótida derecha. La operación es de rutina (de hecho, la técnica utilizada fue creada por el médico argentino doctor Raúl Carrea hace más de cincuenta años (y publicada en el Acta Neurológica

Interrogantes

Latinoamericana) y duró alrededor de una hora. “Distintos estudios muestran que, en casos como éste, hay que proceder a la operación –dijo el doctor Pedro Lylyk, neurocirujano y director del Instituto Eneri–. Generalmente, la placa se deposita en la carótida común y se infiltra hasta la interna . Se hace un corte longitudinal sobre todo ese segmento y se la separa de la arteria.” “El hecho de que el problema se haya radicado en la carótida derecha sugiere que la evolución posoperatoria debería ser auspiciosa –dijo la doctora Rosana Ceratto, neurorradióloga de la misma institución médica–, porque irriga el hemisferio derecho, que no es el área en que reside el lenguaje. Para los diestros, la izquierda tiene mayor morbimortalidad.” Los neurólogos indican que es muy importante tener en cuenta que existe una ventana de tiempo para reducir las consecuencias de estos cuadros. “Ahora, se extendió hasta las ocho horas –dice Ceratto–. A veces, la obstrucción es transitoria y no queda ninguna lesión.” Utilizando la resonancia magnética, los especialistas pueden ver si existe un daño y determinar los pasos por seguir. La cirugía es el método de elección, y la técnica tradicional (llamada endarterectomía) consiste en hacer una incisión longitudinal en la arteria para retirar la placa. También puede insertarse un stent por vía endovascular. “La cirugía deja marca, pero ha dado unos resultados maravillosos –agrega Ceratto–. En buenas manos, tiene un riesgo muy bajo. Por otro lado, la angioplastia [que se hace mediante una punción en la arteria femoral] no necesita siquiera anestesia; sólo una sedación muy suave.” Según Lylyk, es muy difícil que queden lesiones y probablemente, en 48 o 72 horas, el doctor Kirchner sea dado de alta. “Luego habrá que averiguar por qué se formó la placa”, concluyó.

➔ El accidente cerebrovascular o

ACV se produce porque las células del cerebro se ven privadas de su alimento: el oxígeno que llega a través de la sangre.

➔ Puede ser isquémico o hemo-

rrágico: en el primer caso se produce por una obstrucción y en el segundo, por hemorragia.

➔ El ex presidente registró una

obstrucción en la arteria carótida derecha (que pasa por el frente del cuello e irriga una amplia zona del cerebro) causada por la ulceración de una placa aterosclerótica.

➔ Tras los primeros síntomas, que

consistieron en un hormigueo en el brazo izquierdo, el doctor Víctor Caramutti, al frente de un equipo de seis personas, decidió someterlo a una cirugía para extraer la placa y liberar la arteria.

➔ La operación se realizó en el

Sanatorio de los Arcos, en el barrio de Palermo. Duró alrededor de una hora y, según informó Caramutti, arrojó los resultados esperados. “Fue una cirugía de rutina y pudimos realizar todo lo previsto”, afirmó.

➔ De aquí en más, según los

especialistas, es fundamental estudiar las causas que llevaron a la formación de la placa aterosclerótica.

➔ Todo indica que, por tratarse de

un ACV transitorio (es decir, de menos de 24 horas) es probable que no queden secuelas y el paciente se recupere completamente. Sin embargo, advierte el neurocirujano Pedro Lylyk, se trata de una llamada de alerta sobre la posibilidad de que exista enfermedad en otros vasos del organismo.

Un mal que también complicó a Menem En 1993, en el apogeo de su poder, sufrió un episodio similar y fue operado de urgencia En el apogeo de su poder, Carlos Menem sufrió un episodio cardiovascular casi idéntico al que ayer llevó a Néstor Kirchner al quirófano: una repentina obstrucción de la arteria carótida derecha. Después de una operación de dos horas y un par de días de reposo, Menem volvió a su actividad normal. Tenía entonces 63 años, cuatro más que Kirchner, y atravesaba un momento exitoso. Fue en octubre de 1993, diez días después de las elecciones legislativas en las que el justicialismo aventajó a la UCR por unos diez puntos en todo el país, ganó en casi todas las provincias y consiguió lo impensable: el triunfo de Erman González en la Capital Federal. Dos días después de aquellas elecciones, Menem había cumplido con la recomendación de su médico, Alejandro Tfeli, y se había hecho un chequeo general. Tan buenos habían sido los resultados que cuando en la mañana del jueves siguiente terminó de jugar al golf y sintió “algo raro”, no se preocupó.

El último susto, una complicación gástrica En 2004, Kirchner fue internado de urgencia

Placa

Menem sale de la clínica tras su operación de carótida

ARCHIVO

OPINION

El escenario también fue el mismo: la quinta de Olivos. Además, tanto uno como otro se dieron cuenta de que había un problema por un fuerte dolor de brazo. A las 12.30 del 14 de octubre Menem llegaba al Instituto Cardiovascular Buenos Aires con sus hijos y, sonriente, decía que estaba perfecto. No en vano una de sus frases de cabecera era “nadie muere en la víspera”. A las 19 le abrían la carótida. Entre quienes desfilaron por la clínica ese día estaban Zulema Yoma, Domingo Cavallo, Armando Gostanian, Francisco Macri y el Soldado Chamamé. Aquella operación, que duró dos horas, fue muy parecida a la de Kirchner. Todas estas coincidencias fueron advertidas ayer por la oposición. Casi todos por lo bajo, pero algunos públicamente, aprovecharon el guiño. “Se parece tanto a Menem que lo tuvieron que operar de lo mismo”, dijo Margarita Stolblizer, que de inmediato mitigó el comentario con un deseo de pronta recuperación.

No es la primera vez que Néstor Kirchner padece complicaciones de salud que obligan a una intervención de urgencia. Un cuadro agudo gastrointestinal, en abril de 2004, obligó al entonces presidente a cambiar su descanso de fin de semana largo en El Calafate por una internación en el Hospital Regional de alta complejidad de Río Gallegos. Kirchner había padecido un cuadro agudo de gastroduodenitis y permaneció 72 horas con tratamiento médico. El diagnóstico fue una gastroduodenitis erosiva aguda como consecuencia colateral de la ingesta de un medicamento antiinflamatorio no esteroide. Kirchner llevaba adelante un tratamiento odontológico particularmente doloroso en su evolución y, para hacerle frente, había sido medicado con antibióticos y antiinflamatorios. Según explicó en aquel momento el médico de Kirchner, Luis Buonomo, la dosis que tomó era la recomendada para los casos. Lo cierto es que Kirchner sufrió, como consecuencia de esa medicación, un cuadro de vómitos, baja presión y otros síntomas agudos. Buonomo procuró, en aquel entonces, despejar fantasmas sobre la salud presidencial. El médico fue terminante al asegurar que la situación médica no tenía que ver con molestias anteriores. “Es un proceso agudo y no sufre enfermedades crónicas”, dijo Buonomo en 2004. Kirchner había sido sometido a un tratamiento de conducto y sus fuertes dolores le provocaron serias molestias que derivaron en la medicación con Ketorolac, un antiinflamatorio no esteroide. El medicamento fue el causante de las molestias como efecto colateral no deseado. Náuseas, vómitos y una irritación gastroduodenal complicaron el cuadro. Kirchner se encontraba descansando en El Calafate, cuando comenzó a desarrollar síntomas que derivaron en su internación. Debió suspender actividades recreativas, entre ellas una visita que había previsto a La Manga, emprendimiento turístico situado en las cercanías del glaciar Perito Moreno. Por la noche, una baja de presión y un cuadro de vómitos determinaron el ingreso en la guardia del hospital José Formenti de El Calafate, y de allí fue a derivado a Río Gallegos.

Inmediato eco en la región Repercusión en portales de varios diarios Los principales medios de la región y de España se hicieron eco, apenas conocida la noticia, de los problemas de salud y de la sorpresiva operación a la que debió someterse ayer el ex presidente Néstor Kirchner, unánimemente retratado como el “hombre fuerte” de la política argentina. “El ex presidente argentino Néstor Kirchner debió ser internado de urgencia hoy en la clínica Los Arcos, de la ciudad de Buenos Aires, luego de que esta mañana sufriera una descompensación producto de un problema vascular”, informó el portal en Internet del diario chileno El Mercurio. La noticia ocupó ayer la portada de los principales diarios españoles. “Néstor Kirchner, operado de urgencia”, tituló El País. “El conocido como el hombre fuerte de la Argentina y ex presidente está siendo operado a causa de una obstrucción en la carótida”, informó El Mundo. En tanto, el ABC hizo hincapié en que “los precedentes de mala salud de Kirchner hacen que cualquier intervención médica sea especialmente delicada”. También en Brasil los diarios online destacaron la noticia. “Néstor Kirchner es internado para una operación de emergencia”, tituló el paulista Folha de S. Paulo, mientras que el carioca O Globo señaló que el diputado “tiene una gran influencia en el gobierno de su mujer”. En Colombia, la versión electrónica del diario El Tiempo destacó que el ex presidente “en los últimos días enfrentó severas críticas tras conocerse que hizo una compra millonaria de dólares en 2008”. “Kirchner está fuera de peligro, pero antes de ser operado habría recibido la unción de los enfermos”, tituló, tras la operación, el portal en Internet del diario peruano El Comercio.