Julio Cortázar La construcción del mito

19 sept. 2014 - Las muestras sobre escritores no son un asunto sencillo. Ocurre algo simi- lar con los libros de arte: intentan ha- blar de un universo cultural ...
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18 | ADN CULTURA | Viernes 19 de septiembre de 2014 muestras

en la trastienda

Bazán y el palimpsesto como método Daniel Gigena la nacion

L Cortázar en Marsella, 1940

gentileza mnba

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#ElTuitDeLaSemana

Julio Cortázar La construcción del mito

Argentinos por el mundo

Mercedes Urquiza para la nacion

L

as muestras sobre escritores no son un asunto sencillo. Ocurre algo similar con los libros de arte: intentan hablar de un universo cultural con el lenguaje de otro. Los otros cielos y Los fotógrafos: ventanas a Julio Cortázar, en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), salen bien paradas del desafío, pese a que el sujeto de ambas es nada menos que Julio Cortázar, uno de los escritores-mito de la Argentina. Son dos exposiciones con objetivos y contexturas diferentes, que se complementan para hacer su aporte a los festejos por los cien años del nacimiento del autor de Rayuela. Diseñada con la curaduría de Juan Becerra y Graciela García Romero, Los otros cielos es una propuesta ambiciosa que establece un corte transversal en la vida y la obra de Cortázar a partir de su colección personal de objetos, material fotográfico, correspondencia, documentación y películas filmadas en súper 8. Tanto para los curiosos como para la populosa tribu cortazariana, Los otros cielos se ofrece como un recorrido lleno de momentos reveladores y emocionantes que le escapa al concepto de “parque temático” que suele sobrevolar propuestas vinculadas con un personaje famoso. Evade muchos lugares comunes simplemente informativos o exaltadores de la figura del homenajeado, con la intención de ir al hueso de la intimidad del escritor. Sobre todo la de sus años de infancia y juventud, en la que se cristalizan muchas de las visiones del mundo que luego alimentarán tanto la forma como el contenido de su literatura. Los otros cielos no es una exposición convencional y por eso es un acierto que su sede sea el pabellón de exposiciones temporarias,

el espacio del museo orientado a la producción contemporánea y a expresiones menos académicas. Además de establecer un sistema de hitos personales y de referencias a gente que marcó la vida y la obra del escritor –en el que juegan un papel fundamental sus mujeres, Aurora Bernárdez, Ugné Karvelis y Carol Dunlop–, Los otros cielos se anima a construir un diálogo entre Cortázar y las artes plásticas. Tomando como punto de partida referencias volcadas en Territorio (1977), los curadores introdujeron una selección de obras pertenecientes al patrimonio del museo; una especie de exposición de arte curada involuntariamente por el propio Cortázar en aquel libro dedicado a las artes plásticas. Un ejercicio arriesgado pero que se disfruta como si se tratara de un juego interesante y revelador del sistema de gustos artísticos del autor. Para muchos, Cortázar fue uno de los escritores que mejor se relacionaron con las expresiones características del siglo XX. Su pasión por el jazz y la política (mayo francés, Nicaragua sandinista) es conocida. También su relación con la fotografía, arte que supo admirar y utilizar por partes iguales. Una buena prueba de esa sintonía entre Cortázar y la construcción mítica que permite la fotografía se percibe en Los fotógrafos: ventanas a Julio Cortázar, en el segundo piso. Esta exposición se propone mostrar la figura del escritor a través de la mirada de famosos fotógrafos –como Antonio Gálvez, Sara Facio, Alicia D’Amico, Carlos Bosch y René Burri– que lo conocieron y lo inmortalizaron con sus Leicas o sus Nikon. Fotógrafos que, de forma voluntaria o no, ayudaron a constituir el mito literario y pop que responde al nombre de Julio Cortázar. C Ficha. Los otros cielos y Los fotógrafos: ventanas a Julio Cortázar en el MNBA (Avenida Del Libertador 1473) hasta el 28 de septiembre.

Tate (@Tate): Gracias a todos por venir! La exposición #Matisse fue más visitada que cualquier otra de Tate

Adriana Bustos, Leandro Erlich y Eduardo Stupía se cuentan entre el medio centenar de artistas que participarán desde el jueves próximo de la segunda edición de la Bienal de Montevideo, curada por Alfons Hug y Santiago Tavella. Por su parte, Andrea Juan inauguró ayer una muestra de fotografía en San Petersburgo.

Los puntos cardinales, unidos por el arte

En la esquina de Quinquela Martín y Garibaldi, en La Boca, el fotógrafo suizo Gian Paolo Minelli realizó una instalación para Cardinal Points/ Buenos Aires, una sección del Festival Images (www.images.ch) con muestras simultáneas en Berlín, Johannesburgo y Kobe. La producción local estuvo a cargo de Kültur Büro Buenos Aires, que además presentó una serie de libros autografiados por Ai Weiwei sobre una obra del artista chino exhibida en Chile el año pasado en el marco de Of Bridges & Borders (www.ofbridgesandborders. com). Mientras tanto, en los últimos días se inauguró la muestra de Luján Candria y Ezequiel Black en Mock Galería. Y el martes próximo, la galería Holz abrirá su nueva sede en el Palacio Bellini, mientras que en Clásica y Moderna se presentarán obras de Valeria Calvo, Verónica Di Toro, Silvana Lacarra y Cristina Rochaix.

a nueva exposición de Sergio Bazán (Buenos Aires, 1962) en Zavaleta Lab integra dos series de seis grandes óleos sobre lienzo y otros seis sobre papel. Curada por el buen ojo de Sonia Becce, con quien Bazán trabajó durante años en la Beca Kuitca, la yuxtaposición en las obras de fondos quiméricos, en los que el color oscila, velado o difuso, con formas reconocibles como ruedas, puertas o vallas crea una ecuación visual única. Maestro de artistas desde 1982 (en 2010 recibió el premio que otorga la Asociación Argentina de Críticos de Arte al mejor docente), Bazán trabaja a su vez con maestría la superficie pictórica como si fuera un palimpsesto. En Cerca de Arlés, una de las piezas más destacadas junto con Tres sangres, el homenaje a Van Gogh se manifiesta en el uso ahogado del color amarillo usado por el artista holandés, apenas esfumado de negro, al que Bazán le ha estampado una figura blanca similar a una boya o un salvavidas. De un modo misterioso, en las pinturas de Bazán parecen convivir varias imágenes, como derivaciones o espectros que la propia obra alcanza o emite. Una calavera rojiza tapiada por una persiana turquesa (los combinaciones cromáticas son siempre atrevidas), aros rojos sobre fondo amarillo que crean una máscara electrizante, y, en las obras sobre papel, la desagregación de estandartes revolucionarios (como la hoz y el martillo) en elementos sueltos sobre gris perlado conviven en ellas. La política, la historia de la mirada, el dominio de la técnica (a la que Bazán parece al mismo tiempo honrar y transgredir), e incluso la biografía personal, se enlazan de manera estricta y compleja en una trama visual que afina la geometría en paisajes crepusculares y radiantes. Probablemente ésta, tan discreta como notable, sea una de las muestras de pintura local más recomendables de 2014. C

Ficha. Sergio Bazán en Zavaleta Lab (Defensa 269, piso 2), hasta el 4 de octubre

40.000

visitas De 80 países Es la cifra que alcanzó la convocatoria online para la tercera edición de la Bienal Kosice (www.bienalkosice. com), alojada hasta el 28 en el Centro Cultural Borges. Cerca de Arlés

gentileza zavaleta lab