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Juan Junquera Temprano Secretario de Estado de Telecomunicaciones En cuanto terminó su carrera tuvo muy claro que el mundo de las telecomunicaciones era el camino que quería tomar para desarrollar su profesión. Su trabajo siempre ha estado ligado a la Administración Pública y entre sus reconocimientos destaca la Placa de la Orden Civil del Mérito de telecomunicaciones y de la sociedad de la información, la máxima condecoración civil española que reconoce los méritos excepcionales en este campo. Forum Calidad habló con él sobre cómo las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están afectando a las empresas españolas. Merce López Vargas Forum Calidad
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ENTREVISTA Vivimos en una sociedad en la que gracias a las nuevas tecnologías se intercambia y se transmite información en todo momento, cualquier acontecimiento político o económico ocurrido en un país puede tener una repercusión inmediata en la actividad económica de otro país, ¿nos favorece o nos condiciona este exceso de información? Que nos perjudique o no dependerá de cada uno. Estamos en un mundo en el que las tecnologías de la información han influido en la globalización, desde el punto de vista económico existe una interrelación muy grande. Cuando se producen cambios dentro de una revolución, o una crisis, o en una mezcla de ambas cosas (que es lo que estamos viviendo), puede ser bueno o puede ser malo en función de lo que hagamos, hay que adaptarse y al final sobrevivirá el que mejor lo haga, el que se dé cuenta y se adapte cuanto antes. Y ya no hablamos sólo de adaptación, se trata de coger las riendas e intentar, a partir de las tecnologías de la información, llegar más lejos que la competencia. Por otra parte, hay que tener en cuenta el inmenso flujo de datos que se produce todos los días en Internet. Los datos de IBM me parecen reveladores: Se genera tanta información como la que sería posible poner en una pila de libros que fuera de La Tierra a Plutón ida y vuelta 16 veces. Como ciudadanos debemos distinguir aquello que está bien de aquello que esté mal. Incluso yo creo que desde ese ámbito de proliferación de la información, se pone en tela de juicio la continuidad de los medios de comunicación tradicionales de la prensa escrita. La prensa debe jugar un papel fundamental para poder ayudar al ciudadano a sintetizar, a concretar aquello que es importante, a priorizar la información, a objetivar la información. En la parte no económica nos encontramos con que esta proliferación de información está contribuyendo a que Internet se haya convertido en un instrumento vital para nuestra libertad de expresión, por ejemplo, en política. También existen aspectos negativos, la gente no se da cuenta de que se está perdiendo la intimidad, de que hay determinadas actividades en Internet pueden quebrar nuestra intimidad, y este no es sólo un problema de las nuevas generaciones.
¿Podemos hablar de revolución tecnológica? Quizá sea una revolución aún más importante que la de la imprenta. Internet y las computadoras tendrán un impacto mayor y en un espacio de tiempo más breve. Estamos
asistiendo a una revolución, que a diferencia de anteriores, que podían afectar a unos u otros países, es global, aquí todo el mundo está intentando reequilibrarse y posicionarse. Y es posible que la crisis haya acelerado esta revolución. El motor de la economía, que hasta el momento era el sector inmobiliario, pierde fuerza, se mantiene el turismo, pero hay que intentar generar un tejido económico industrial. Y este no es un sector concreto, es un sector tan horizontal que está implicado en todos los ámbitos y tiene capacidad de crear nuevos procesos que hacen aún más competitivo el producto. Desde la administración, y antes de esta revolución, hemos hecho una apuesta importante, y tanto el ciudadano, como las empresas, deben involucrarse en este proceso. Ha habido un cambio fundamental: Primero fue estar en Internet, pero eso es básico; Ahora se trata de vender y comprar a través Internet, utilizar tecnologías y plataformas, crear empresas que generen negocios alternativos como Google, Amazon... En definitiva: ser competitivos y tener ganancias. Para afianzarse en este ámbito no necesitamos recursos materiales, sino recursos humanos, materia gris, creatividad… Y eso es una ventaja para este país, en España somos muy creativos. Tenemos una capacidad de improvisación que nos ha hecho salir airosos de determinadas circunstancias, y esto, en parte, se debe a que tenemos una gran capacidad de adaptación. Todo esto hace que tengamos muchas posibilidades en las nuevas tecnologías de la información. Existen muchas empresas con muchas posibilidades, el reto es que sigan apostando.
Y en el momento actual, ¿cómo convencemos a las PYMES para arriesgar? El problema para las PYMES es la financiación, y hay que ayudarles. Nosotros, en este sentido, sustituimos a la banca y les facilitamos ayudas económicas a través de subvenciones y préstamos que les posibiliten desarrollar sus ideas. Pero no se trata de invertir sin criterio, hemos puesto plataformas a disposición de todas las Administraciones Territoriales, de modo gratuito, para que puedan desarrollar opciones más ambiciosas. Es un buen momento para que las empresas hagan plataforma y generen sinergias para prestar servicio a otras empresas con menos recursos. Desde la Secretaria de Estado estamos apoyando proyectos en los que hay empresas que prestan servicios a otras o, por ejemplo, Diputaciones Provinciales a Ayuntamientos, pues lo mismo ocurre en el ámbito empresarial con las PYMES.
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Desde el Plan Avanza (Plan del Gobierno para el desarrollo de la Sociedad de la Información) hemos diseñado una serie de ayudas y de las decisiones presupuestarias. Lo que sí es cierto, es que en los últimos ocho años se ha multiplicado por cuatro la dedicación presupuestaria para este sector, y por lo tanto, también las ayudas hacia las PYMES. En estos últimos años hemos intentado priorizar políticas dentro de la Secretaria de Estado: hemos dejado de dar dinero a las Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos y hemos concentrado todos lo que teníamos en las PYMES. De manera que este año, por ejemplo, tenemos una dotación total de 690 millones de euros para pequeñas y medianas empresas, siempre y cuando inviertan en I+D+i y siempre que estén relacionadas con la sociedad de la información. Son ayudas en las que combinamos subvención con préstamo, de manera que parte del dinero lo tendrán que devolver. Por tanto, estas empresas no vienen a la Administración si no creen en su producto, deben creer en su propio producto porque al final tendrán que dar cuentas de ese dinero prestado. Esta fórmula nos ha quitado un poco la preocupación que teníamos en aquellos supuestos en los que la gente recibía una subvención a fondo perdido, porque muchas veces se estaban desarrollando actividades en las que si no pasaba nada, como era a fondo perdido, la empresa no se preocupaba lo suficiente. Ahora nos estamos encontrando con proyectos muy sólidos, en los que realmente sí hay un desarrollo tecnológico, hay un mercado y hay un plan de negocios con unos retornos.
¿Nos pueden sacar las nuevas tecnologías de la crisis? Creo que las nuevas tecnologías son las únicas que nos puede sacar de la crisis, cuando apuestas por ellas apuestas por todos los sectores. Cualquier sector que quiera sobrevivir en mayor o menor medida tiene que apostar por ellas, incluso si te va bien en tu negocio debes replantearte tu sistema. Vivimos en un mundo en el que cada vez la economía va a ser más estresante, porque la evolución tecnológica es total. Lo estamos viendo en los grandes, vemos como, por ejemplo, Apple sube, Nokia se ha caído… a la gente que le va muy bien en cuestión de un año puede perfectamente perder el negocio. Ha cambiado la filosofía de cómo se compra y cómo se vende, incluso de cómo se generan nuevas demandas. Hay que replantearse constantemente la actividad económica para poder mantenerse. No hay que ser bueno, hay que ser mejor. Ahora las reglas del juego no se establecen ni en España, ni en Europa, tenemos competidores que juegan otras reglas.
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“La política fundamental que hemos mantenido y debemos seguir apoyando es la de fomentar la exportación, animar a que la gente venda en el extranjero. Sobre todo que las empresas se den a conocer fuera, los mercados ahora son mercados globales” Este es otro problema muy importante, tengo la impresión de que Europa, que hasta el momento le ha ido muy bien, ha legislado mirándose al ombligo, como si no existiera un mundo más allá. Hemos regulado en exceso, hasta tal punto que hemos puesto demasiados obstáculos a algunas empresas, y a la hora de competir con otras en el extranjero se han visto más impedidas. Veo a Europa demasiado conservadora, tendría que haber un cambio radical en la normativa europea, y una desregularización en algunos ámbitos para poder ser competitivos, conservar tejido económico, desarrollar empleo, evitar deslocalización… Por eso es muy importante apostar por las tecnologías, porque ahí no hay recursos naturales, hay recursos humanos, y la mejor forma de que no haya deslocalización es que los que piensan, la materia gris, estén y radiquen en España. La política fundamental que hemos mantenido y debemos seguir apoyando es la de fomentar la exportación, animar a que la gente venda en el extranjero. Sobre todo que las empresas se den a conocer fuera, los mercados ahora son mercados globales.
¿Cree que existe una buena comunicación entre las empresas y las universidades? Existe un déficit en las universidades, pero es algo que no sólo pasa en España, afecta a todo el mundo. Hay que apostar por un cambio, pero un cambio que parta de más abajo, de los colegios, hay que enseñar a los niños a pensar y a estudiar de otra manera. La memoria es muy importante, pero tenemos que enseñar a los niños a poner todo en tela de juicio, es un tema más filosófico. Para que los niños, cuando se enfrenten al mundo real, lo cuestionen todo. Y también enseñarles que vivimos en un
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ENTREVISTA mundo en el que los conocimientos humanos son tan avanzados en cada uno de los ámbitos, que quizá lo que nos falta es una visión integradora, alguien que pueda tener conocimientos, a lo mejor no tan extensos, pero que sepa cómo combinar las matemáticas, con las ciencias naturales o con la literatura clásica. Ahí es donde puede estar el futuro negocio, partiendo de esa visión integradora. Sí existe, más de lo que existía antes, una vinculación entre universidad y empresa, y hay que seguir fomentándola.
Y un Secretario de Estado de Telecomunicaciones, ¿qué uso le da a las nuevas tecnologías? ¿Qué adelanto le parece más útil? Las tecnologías las uso muy intensamente. La firma electrónica, por ejemplo, me parece un gran avance, estamos ganando un montón de tiempo. De hecho somos líderes en la Administración en la utilización de este sistema, y yo, sin ir más lejos, hay meses que he llegado a firmar mil documentos electrónicos. Por mis circunstancias profesionales viajo continuamente, y gracias a estos avances no se paraliza la actividad, es una maravilla. Me ha sorprendido muchísimo la gente, en principio parecía reticente a este tipo de cambios, pero se han adaptado rapidísimo y están encantados, porque realmente gana mucho tiempo.
Juan Junquera, nacido en julio del 1967 y licenciado en Derecho, es el actual Secretario de Estado de Telecomunicaciones. Su carrera profesional siempre ha estado ligada a la Administración Pública y al sector de las Telecomunicaciones. En noviembre de 2003 fue nombrado Director del Gabinete de la Subsecretaría de Justicia, un año después fue nombrado Director del Gabinete del Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de l a Información; y en 2010, Director General de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información.
¿Qué consejo les da a las empresas españolas en esta nueva senda? Que confíen en las tecnologías de la información, que apuesten y que se sientan respaldados por el Estado, es una apuesta sin riesgo. Pero no me refiero a comprarse un ordenador o a estar en Internet, se trata de ir más allá, que se dejen asesorar y que vean que detrás de la sociedad de la información hay aplicaciones múltiples. Yo creo que aquí van a jugar un papel muy importante las Cámaras de Comercio, ya no van a tener la cuota obligatoria económica, pero sí van a jugar un papel muy importante para las PYMES en asesoramiento.
¿Qué futuro le pronostica a las tecnologías de la información? Nos gustaría que de aquí a cinco años las tecnologías de la información se convirtieran en el motor de la economía por detrás del Turismo. q
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