JAZZ, IGUALDAD, FRATERNIDAD…

y Miles Davis se conocen en Paris, durante el Festival. Internacional de Jazz en la “Salle Pleyel”. Ella admira su talento, él – su valentía. Pero su amor está condenado al fracaso: las contradicciones raciales son todavía muy fuertes en Estados Unidos, las parejas mixtas son los marginados de la sociedad. Miles y Juliette ...
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JAZZ, IGUALDAD, FRATERNIDAD…

Autora: Olga Polevaia

J’ADORE LE JAZZ porque es sincero, tiene algo muy animal, esa naturalidad basada en los instintos, algo que tuvimos cuando éramos niños y hemos perdido al hacernos mayor. Es travieso, pretencioso, provocador pero al mismo tiempo muy sensible, delicado y sabio. Jazz es la vida como es, en toda su riqueza y ambigüedad, completamente BIO. Vive sin miramientos y nos invita a seguir su ejemplo. Gracias a él recuperamos nuestra esencia, nuestra libertad. Cada rincón de París responde con eco de Jazz. Jazz es la crónica de esa ciudad en el siglo XX, es el dialogo de su pasado con su presente, donde cada nota es una palabra. A través de esa música urbana la historia adquiere cuerpo y revive delante de nuestros ojos. Jazz entra en Francia después de la Primera Guerra Mundial desfilando llevando el paso junto a los soldados estadounidenses. Joven, aseado, bien afeitado y exótico - él es el invitado de honor en las mejores casas parisinas. Con avidez de un pasajero muriéndose de sed Jazz absorbe la energía de París de “les années folles”: el París de Picasso, Matisse, Fitzgerald, Hemingway, André Breton, Jean Cocteau; el París que le da las palmaditas amistosas y alentadoras en la espalda, como si estuviera diciéndole: “Bienvenue! Ahora eres uno de nosotros!”. Pero con los franceses siempre hay que leer entre las líneas. En realidad, todavía nadie le toma en serio, pocos le ven como un género musical independiente: jazz se baila, no se escucha. En 1925 Jazz se sube al escenario del Théâtre des Champs Elysées con el espectáculo “La Revue Nègre”. No obstante, sigue siendo el actor

secundario, el engarce perfecto para estadounidense de la danza - Joséphine Baker.

el

diamante

http://www.youtube.com/watch?v=NBGXsQfGY4M&feature=fvwp&NR= 1 Uno es ninguno: para triunfar Jazz necesita un cómplice y lo encuentra en la persona de un guitarrista de sangre gitana Django Reindhart acompañado de un violinista con un sutil acento italiano – Stéphane Grappelli. Así nace “Le Quintette du Hot Club de France”. El bebé tiene el andar muy personal, él elabora su estilo propio, jazz interpretado sin instrumentos de percusión, que entrará en la historia de música como “jazz manouche”. La orgullosa madre Francia estrecha el Jazz entre sus brazos: ya no es un simple residente de “hexágono”, tiene la nacionalidad francesa. http://www.youtube.com/watch?v=nbIrvfufi9Y Agradecido y fiel patriota de su país de acogida, durante la Segunda Guerra Mundial, se siente obligado a coger las riendas del movimiento de la resistencia a los ocupantes nazis: Jazz cura, inspira, llama a la lucha. Después de la victoria, desgastado y descarnado, Jazz se esconde en la penumbra carbonizada de las cavernas nocturnas de Saint-Germain-des-Prés, pero para su gran sorpresa, no logra pasar desapercibido: la manada intelectual francesa en seguida olfatea su presencia y se estalla en aplausos… Pronto se hace nuevos amigos, entre ellos Jean-Paul Sartre y Boris Vian… http://www.dailymotion.com/video/xk4ndy_boris-vian-musiquede-jazz_music#.UYqgUc3lMgA

El triunfo no le deslumbra, sintiendo con cada célula de su cuerpo la fugacidad de la vida, Jazz busca nuevas hazañas. No tardan en llegar: en 1948 en Niza, en el primer Festival Internacional de Jazz del mundo, comparte el escenario con ya mítico Luis Armstrong. Es un momento histórico: los Estados Unidos ceden el trono (temporalmente, por supuesto) a su sucesora – Francia. “God save the Queen”! http://www.youtube.com/watch?v=jfvUasTW4xY Ganador de todos los premios, estará él feliz? La respuesta es más bien negativa. Mientras su carrera florece, su corazón se marchita: siempre rodeado de gente, Jazz está completamente sólo en su alma. El universo se apiada de él y

le trae a la actriz y cantante francesa de la belleza y el encanto de la joven Natasha Rostova – Juliette Greco. Juliette y Miles Davis se conocen en Paris, durante el Festival Internacional de Jazz en la “Salle Pleyel”. Ella admira su talento, él – su valentía. Pero su amor está condenado al fracaso: las contradicciones raciales son todavía muy fuertes en Estados Unidos, las parejas mixtas son los marginados de la sociedad. Miles y Juliette se separan... “Nunca hubo historia de más desconsuelo que la que vivieron Julieta y Romeo”.

http://www.youtube.com/watch?v=f_b5LXTBdqI Nuestra psíquica tiene una arma perfecta contra todas los dramas de la vida – las lagrimas. Pero una persona-artista combate las penas creando. Vienen los años más fructíferos de Jazz. En 1958 hace sus primeros petits pas en el cine. La experiencia y el estilo auténtico de Jazz atraen la nueva ola de cineastas franceses. Louis Malle, un director de cine de la última cosecha, propone a Miles Davis componer la banda sonora de su primer long métrage “Ascenseur pour l’échafaud”. El genio de Miles, sin partitura alguna, crea sus perlas musicales improvisando mientras está mirando las escenas de la película. Gracias a esa colaboración Jazz entreabre la puerta en el cine de “Nouvelle vague”. http://www.youtube.com/watch?v=XQ4l4oRkh_8 Los logros profesionales le devuelven el equilibrio. Jazz se siente íntegro, harmonizado, independiente de la aprobación del entorno. Está preparado para subir un escalón más en su carrera: compartir su conocimiento. En 1959 Pierre Barbizet, el director del Conservatorio Nacional de Marsella, crea la primera clase de jazz en France. Jazz es un catedrático: ahora lo que le queda es retirarse del mundo de espectáculo y cultivar el jardín de la nueva generación de jazz francés… Hoy día, entrado en años, Jazz sigue teniendo esa mirada penetrante en la que se lee la curiosidad infinita por la vida. Año tras año reúne a todos sus amigos y discípulos en los numerosos festivales de Jazz dispersados por las tierras francesas. Pero sobre todo disfruta de festivales de verano, cuando puede escaparse del ruido de la gran ciudad a Côte d'Azur. Allí, bien relajado en la profundidad de su chaise longue, se disuelve en el susurro de la marejada y se entrega a la nostálgia... Olga POLEVAIA, de Paris qui jazz...