POR EL MUNDO

GRITOS Y SUSURROS De qué habla la gente de la cultura cuando casi nadie la escucha

Irlanda vuelve al viejo Tolstoi POR HÉCTOR M. GUYOT De la Redacción de La Nacion

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Costantini presenta y Bogani se divierte

Vásquez Ocampo y Minujín: Molina mira

GALA WARHOL EN EL MALBA. Anteojos enormes, trajes rayados y flequillos por doquier, al estilo Andy Warhol, se vieron en la gala anual del Malba a beneficio del programa educativo del museo. Eduardo Costantini, sin vestigios warholianos en su atuendo, celebró el apoyo de los Amigos del Museo y el valor agregado de un programa que tiene a los niños y a las personas con capacidades diferentes como destinatarios. Lo mejor de la noche, además de la peluca blanca de Andrés von Buch y del look Emma Peel de Canela, su mujer, fue la ambientación firmada por Javier Iturrioz, el último dandi porteño. Los centros de mesa de plástico flúo resultaron un oportuno preludio de la muestra procedente de la Fundación Warhol que se inaugura el jueves. Macri hizo breve escala y saludó a Costantini. Mientras tanto, Cristiano Rattazzi, Ramiro Agulla, Teresa González Fernández, Marta Minujín, Martín Barrantes, Fernanda Laguna, Gustavo Castagnino y la plana mayor de los “amigos”, presididos por Florencia Valls, disfrutaban el menú (más francés que pop) del chef Jean-Paul Bondoux, batuta mayor de La Bourgogne.

LOS PLANES DE BELLATIN. Luego de su suspendida visita en julio debido a la pandemia de gripe A, el mexicano Mario Bellatin pudo visitar Buenos Aires, donde aprovechó al máximo cada uno de sus días. Brindó el seminario Laboratorio Bellatin en el Malba, fue uno de los protagonistas (junto a la actriz Romina Paula y la crítica Graciela Goldchluk) de la nueva película que filma Gonzalo Castro, vio en un cineclub películas de los años cincuenta, compró una estatuilla de la Difunta Correa y participó de la presentación del libro El tesoro de la lengua, de Ariel Schettini. Bellatin espera volver el año próximo, establecer una sede de su Escuela Dinámica de Escritores y quedarse varios meses si encuentra un lugar donde alojarse junto a sus dos perros collie y uno de raza pila.

Qué están leyendo

*** LA PLANTA DE MAGDALENA. En la presentación del libro Los secretos de la valija, la investigación de Hugo Alconada Mon sobre el caso Antonini Wilson, Magdalena Ruiz Guiñazú contó que una vez tuvo problemas con la aduana argentina cuando intentó entrar en el país una planta que traía desde el Uruguay. Hizo reír a los invitados cuando comparó su “caso” con el ingreso de miles de dólares clandestinos. Luego, Joaquín Morales Solá definió el escándalo de las valijas como un símbolo de la política del gobierno. Entre el público se vio a Paula Pérez Alonso, José Claudio Escribano y Hernán Iglesias Illia.

Cristina Bajo El hombre más buscado, de John le Carré “Sigo a Le Carré desde sus primeros libros. Esta novela está entre las mejores sobre la Guerra Fría, Vietnam o la cuestión israelí. Trata del terrorismo musulmán, la paranoia de Occidente y pone en juego esos personajes tan suyos, profundamente humanos.”

SECRETOS GASTRONÓMICOS. “Resisto a todo, menos a las tentaciones”, decía Oscar Wilde. En Buenos Aires, la tentación gastronómica del momento la propone María Zago, mánager de la Orquesta Típica Fernández Fierro, quien algunos jueves aparece como chef invitada en Bardepán (Virrey Arredondo 3486, barrio de Colegiales). Con grandes influencias latinoamericanas, muy visibles en su pasión por la salsa de tamarindo, la cocina de Zago es el secreto mejor guardado entre los artistas locales. Pasta de salmón, acelgas gratinadas y una espectacular colita de cuadril fueron algunos de los memorables quince platos que el último jueves pasaron por la mesa de Kevin Johansen y sus invitados brasileños, quienes elogiaron la sopa de pollo con croutons, el vino espumante con frutillas y la calidez general. ¡Salud y buenos tangos!

a globalización ofrece un maravilloso panorama de la diversidad cultural de los pueblos, pero en el mismo pase tiende a borrar las diferencias. La paradoja viene a cuento de lo que relató Fintan O’Toole, crítico literario y columnista político del Irish Times, en su reciente paso por Buenos Aires. El de Irlanda, se sabe, ha sido un caso extremo: tanto había crecido su economía desde que en los años 90 se abrió al mundo que aún no se repone del golpe que produjo, en medio del crack global de fines del año pasado, la caída del Tigre Celta. Fue un sueño breve, pero tan intenso que puso entre paréntesis las coordenadas sobre las que había trabajado la literatura del país durante buena parte del siglo XX. Sobre todo, el conflicto entre tradición y modernidad. Claro, la irrupción de la posmodernidad volvió obsoleta esa tensión que latía en la sociedad irlandesa y que había alimentado los relatos de John McGahern y Edna O’Brien, por caso. El casamiento y la familia ya no son tema en la ficción de la isla, ejemplificó el crítico, uno de los expositores en el Cuarto Simposio de Estudios Irlandeses en América del Sur, celebrado en el Instituto Goethe. La globalización –señaló– conspira contra la idea de una literatura nacional. La categoría puede sonar pretenciosa y hasta algo rancia, pero tal vez no lo sea, si pensamos en aquellas historias pequeñas pero de gran resonancia en la comunidad que, a decir de O’Toole, tienen la virtud de comunicar la dimensión privada con la pública. Desmantelada la noción de conflicto, los escritores sólo volvían a los asuntos tradicionales de modo evocativo, tal como Yeats en los tiempos del renacimiento literario irlandés. O’Toole mencionó al dramaturgo y novelista Sebastian Barry. Podemos agregar a la cuentista Claire Keegan. Pero todo parece estar cambiando tras la crisis, observó el crítico, que después de haber escrito varios libros sobre literatura, teatro y cultura en el más amplio sentido está a punto de publicar Ship of Fools: How Corruption and Stupidity Killed the Celtic Tiger. Ahora que lo que parecía una sólida realidad se desvaneció en el aire, en medio de las cenizas del boom, quizá el falso cosmopolitismo y la cultura for export queden atrás. A fin de cuentas, la verdadera globalización fue la que previó Tolstoi, con aquello de “Pinta tu aldea…”. Un golpe de realidad puede despertar la mejor ficción.

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Cross, Pradelli y Battista escuchan al padre Luis Farinello

CUENTOS SOBRE LA BIBLIA. Una multitud se reunió en La Boutique del Libro de Palermo para la presentación de La Biblia según 25 escritores argentinos, libro de cuentos inspirados en las sagradas escrituras compilados por Ángela Pradelli y Esther Cross. Concurrieron varios autores: Tununa Mercado, Noé Jitrik, Carlos Chernov, Diana Bellessi, Vicente Battista, Ricardo Coler e Hinde Pomeraniec, entre otros. Juan Sasturain contó cómo convirtió a Isaías en un profeta del peronismo. Luisa Valenzuela explicó su versión de Sodoma y Gomorra. José Pablo Feinmann habló sobre un personaje recurrente en el libro: Dios. “Si el mundo es como es, gracias a su creación, mejor que Dios no exista”, dijo el ensayista. Una mujer del público le gritó: “Te vas a ir al infierno”. Era la escritora Aurora Venturini. Luego de la sorpresa inicial, el público festejó la ocurrencia. ***

Sábado 17 de octubre de 2009 | adn | 3