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Miércoles 25 de febrero de 2009
TV
CINE Guerra de novias: con Anne Hathaway y Kate Hudson
Opinión
Dos íntimas rivales en una pugna camino al altar
Por Marcelo Stiletano
Continuación de la Pág. 1, Col. 6 mundo espera en su vida. Ese es el día en que se supone que tenés que estar celebrando, pero, desafortunadamente, a veces se ve opacado por otras cosas. La otra vez me preguntaron si cuando me casé me había obsesionado por todos los detalles y yo respondí que no. Pero después, mi amiga me dijo: «Te pasabas quejándote de que Chris [Robinson, el ex marido de Hudson] no hacía nada, que tu mamá te estaba volviendo loca…». Ahí me di cuenta de que había bloqueado todo eso”, cuenta, riéndose. La actriz de Cómo perder a un hombre en 10 días ya pasó por el casamiento y también por el divorcio, pero su coprotagonista todavía no tuvo esa experiencia. “No sé si quiero casarme algún día. Si conozco a alguien que me inspire lo suficiente como para firmar un contrato, absolutamente. Pero hasta ahora no pasó”, dice la actriz a LA NACION. La joven, que se hizo famosa por sus papeles en El diario de la princesa y El diablo viste a la moda, se vio envuelta en un escándalo el año pasado cuando su novio, el italiano Rafaello Follieri, con quien mantenía una relación desde hacía cuatro años, fue sentenciado a prisión por fraude y lavado de dinero, entre otros cargos. A pesar de esta desagradable situación, que la ubicó en las páginas de la prensa amarilla de la que se había mantenido alejada hasta entonces, Hathaway sigue siendo optimista en lo que respecta al amor: “Vengo de una familia de muy buenos matrimonios y no estoy peleada con el concepto del casamiento, simplemente no tengo idea de si es lo que quiero. Siempre pensé que sí, pero en este punto de mi vida se pueden imaginar por qué, me estoy cuestionando todo”.
Problemas reales Hudson, quien también fue blanco de varios rumores cuando se divorció de Robinson y cuando Owen Wilson intentó suicidarse tras la ruptura de su relación, tampoco pierde el optimismo. “Veo la vida como una serie de lecciones que aprendés. Experimentás amor, decepción, dolor.
Estrenos Esta semana. Comedia, acción y un drama francés
Si te volvés cínico suprimís toda la pureza de esas emociones.” Si el matrimonio es algo que no descartan, pero que tampoco les parece imprescindible, los hijos y el formar una familia son muy importantes para ambas. “¡Mis padres
Dos actrices incansables buscadas por los directores Hathaway actuará a las órdenes de Tim Burton
Bellas y radiantes Anne Hathaway y Kate Hudson, una morocha y la otra rubia, se parecen bastante: son hermosas, exitosas, ambas fueron nominadas al Oscar y no tienen suerte en asuntos del corazón FOX
me han dado tanto amor! –dice Hathaway–. Eso me permitió superar todo. El año pasado, aprendí lo importante que son los buenos padres. Espero ser una buena madre algún día.” La maternidad es algo que Hudson ya está experimentando con su hijo Ryder. “Mis padres fueron muy estrictos y aun así son mis personas preferidas y tenemos una gran relación. Mi mamá [Goldie Hawn] me dijo algo muy bueno: que una vez que tus hijos nacen ya no te pertenecen. Así que tenés que prepararlos. Les das todo el amor del mundo, pero tenés que ser firme.” Ambas actrices, que demuestran una gran franqueza a la hora de hablar sobre sentimientos, comparten el aprecio por la honestidad como uno de los valores más importantes del ser humano. “La honestidad es algo muy importante en las relaciones con la personas”, sentencia Hathaway, acompañando su frase con una sonrisa triste que expresa cierta herida aún no cerrada del todo. “Cualquier relación, con un hombre o una mujer, comienza con la honestidad. Eso es lo que te hace respetar realmente a una persona”, coincide Hudson. Justamente la honestidad es una
de las cuestiones que se ponen a prueba en la relación de las amigas que interpretan Hathaway y Hudson, cuando se embarcan en una guerra sin piedad. Ambas actrices juran que este tipo de traiciones no tienen lugar en sus amistades de la vida real. “Nunca podría tener amigas que no tuvieran otra cosa que buenas intenciones”, dice Hudson. Hathaway confiesa que no se pelea
mucho con sus amigas: “Soy muy paciente y no pierdo fácilmente el control. Se necesita mucho, pero mucho, para hacerme enojar. Y cuando lo hago es como un volcán en erupción: es desordenado y rápido”.
Fotogalería. Mirá más fotos de la película en www.lanacion.com.ar
Las dos protagonistas de Guerra de novias están muy ocupadas por estos días. Hathaway fue nominada al Oscar a mejor actriz por su papel en Rachel Getting Married: “Para mí fue una película muy importante, marcó un antes y un después en mi vida”, dice la actriz. En la entrega de los premios, sorprendió al demostrar su talento y humor participando del número musical de apertura junto con Hugh Jackman. Aunque no ganó la codiciada estatuilla, recibió unas cálidas palabras de parte de Shirley MacLaine, quien le aconsejó seguir cantando, y predijo que habría muchas más nominaciones en el futuro de la actriz. En el horizonte cercano, el año que viene se estrenará la esperada versión de Tim Burton de Alicia en el país de las maravillas, en la que Hathaway interpreta a la Reina Blanca como parte de un elenco que incluye a Johnny Depp, Helena Bonham Carter y Alan Rickman. En cuanto a Hudson, además de haber incursionado en la producción con Guerra de novias, acaba de terminar de filmar la versión cinematográfica del musical Nine, basado en 8½, de Federico Fellini. Dirigida por Rob Marshall, el impresionante elenco incluye a Daniel Day Lewis, Sophia Loren, Judi Dench, la cantante Fergie, Nicole Kidman, Marion Cotillard y la flamante ganadora del Oscar Penélope Cruz. En el film, Hudson interpreta a una periodista de modas, papel escrito para la pantalla grande que no aparece en la obra original. Próximamente, la actriz protagonizará un drama sobre la pintora Margaret Keane y un thriller dirigido por Michael Winterbottom.
Desde mañana
La francesa Isabelle Czajka habla sobre su ópera prima, El año siguiente, que ganó un premio Leonardo
Siete almas (EE.UU.) De Gabriele Muccino. Con Will Smith y Rosario Dawson. Un hombre trata de redimirse cambiando drásticamente la vida de siete extraños.
Guerra de novias (EE.UU.) De Gary Winick. Con Kate Hudson y Anne Hathaway. Ver aparte.
A prueba de muerte (EE.UU.) De Quentin Tarantino, con Kurt Russell y Zoe Bell. Un homenaje al cine clase B de los años 70, a través de la historia de un psycho-killer que seduce jóvenes a la vera de la ruta.
El año siguiente (Francia). De Isabelle Czajka. Con Ariane Ascaride y Patrick Catalijo. Ver aparte.
Más información. Mirá los avances de las películas en www.lanacion.com.ar
A primera vista, la ya confirmada y definitiva salida del aire, a partir del 1° de abril, de la señal conocida como Retro no es la mejor noticia para los televidentes. Desde esa fecha, los hogares con servicios de TV paga que sólo contratan el abono básico verán reducido a la mínima expresión el acceso al cine internacional de todos los tiempos: el único canal que los difundirá de aquí en adelante será TCM. La decisión se esperaba y era
Todavía lamentamos la ausencia de Filmoteca por Canal 7 previsible desde una lógica empresarial. Luego de comprar los canales que pertenecieron a Claxson, Turner se encontraba con dos miembros de su ahora extendida escudería (TCM y Retro) en visible superposición, compartiendo contenidos y públicos. La nueva estrategia amplía en principio los horizontes del canal. TCM deja de ser Turner Classic Hollywood para convertirse en Turner Classic Entertainment. A su columna vertebral de cine clásico norteamericano se agregarán títulos de esa índole europeos, asiáticos y latinoamericanos, más grabaciones de conciertos históricos de rock y pop. Y las series que ya ocupan importantes segmentos horarios se renovarán en los próximos meses con títulos que podrán seguirse en estricto orden cronológico: Batman, Los invasores, Martillo Hammer. También es un hecho que al nuevo TCM se agregarán secciones que caracterizaron al proyecto Retro, que pasó a llamarse así cuando dejó de ser Uniseries e incorporó material cinematográfico: las maratones de Filmoteca y el terror y el suspenso de Vade Retro. No parece ocurrir lo mismo con un segmento de Retro que seguramente extrañaremos: la feliz idea de haber programado cine mudo con una excelencia que persiste hasta el final. * * *
Intimidades de una adolescente “Mi intención era hablar de la violencia que el mundo del mercado ejerce sobre el ser humano y de la experiencia de la muerte de un ser querido en un contexto tan contemporáneo como puede ser el de los suburbios. Básicamente, quería preguntarme qué queda de lo humano en este entorno fundamentalmente mercantil.” La francesa Isabelle Czajka resume así las preocupaciones que la llevaron a encarar su primer largometraje, El año siguiente, con el que ganó el Leopardo a la mejor ópera prima en el Festival de Locarno, de 2006, y cuyo estreno entre nosotros anuncia Zeta Films. El jurado de esa muestra, que integraba el realizador argentino Lisandro Alonso, destacó “el rigor y la austeridad de la narración, y su nueva mirada sobre la banlieue parisiense”, en el fondo, similar a cualquier urbanización de las que abundan en la periferia de las grandes ciudades, con su impersonalidad, sus centros comerciales y su violencia. “El ambiente fue lo primero”, confirmó la directora meses atrás en una entrevista con LA NACION realizada en París, su ciudad natal, merced a una invitación de Unifrance. “Quería filmar el suburbio en este principio de siglo en que los cambios sociales soñados en otra época no se produjeron y el mundo se ha convertido en lo que vemos aquí, esos barrios armados en torno a centros comerciales, en los que nada está concebido a escala humana, las identidades van desapareciendo, todos nos sentimos ajenos y el vacío se hace más evidente. En el suburbio veo la destrucción de todo un paisaje devastado por las marcas y por los espacios de consumo. Me hace pensar en las ruinas.” –Pero El año siguiente habla de las experiencias de una adolescente. –Sí, porque me interesó cierta resonancia que percibo entre la extrañeza que vive un adolescente y la falta de pertenencia que generan estos suburbios, todos idénticos e impersonales. No es que me preocupara especialmente la problemática de esa edad, lo que
Clásicos en su mínima expresión
Z FILMS
Anaïs Demoustier como Emmanuelle, la solitaria protagonista
quería era observar a una chica de 17 años en un momento en que todo a su alrededor se derrumba: su padre muere, su madre ya no le presta atención, el lazo familiar se deshace, y ella tiene la impresión de que su infancia desaparece y que no tiene ya de dónde agarrarse, aunque es ahora cuando debe empezar a tomar decisiones. Deliberadamente –un
“Se da una imagen falsa de la adolescencia cuando se la asocia con la extraversión” adolescente está en construcción, se siente incómodo en su cuerpo, le cuesta trabajo moverse, nunca está bien en donde está– busqué ubicar en ese contexto tan actual y tan impersonal esta historia sobre la pérdida de los vínculos. Y también jugué con el contraste porque Emmanuelle es lo contrario de lo que significan esas urbanizaciones:
serena, silenciosa, introspectiva, no entra en los comportamientos colectivos; de alguna manera, resiste. –Y también está el tema de la muerte. –Sí, de la muerte como se la considera a esa edad, cuando uno está construyendo su identidad. Y de cómo esa muerte va a ayudarla a encaminar su vida, todo ello frente a la deconstrucción del paisaje en que vive. El año siguiente del título es el que sigue a la muerte del padre de la protagonista, personaje confiado a Anaïs Demoustier, una actriz que a pesar de tener sólo un par de años más que Emmanuelle reconoce que hay algunas coincidencias entre las dos: “En algunos rasgos nos parecemos: ella se siente muy sola –está en conflicto con su madre y apenas cuenta con la amistad de una inmigrante malí–, y yo pienso que los jóvenes, en general, nos sentimos un poco solos. También soy, como Emmanuelle, bastante observadora, pero creo que tengo más humor o, por lo menos, soy más jovial”. Claro que la protagonista del film está en una situación muy complicada, en una búsqueda desesperada de su identidad: se ha quedado sin referentes y se encuentra metida en un mundo impersonal que la
absorbe y del que procura evadirse, aunque las escapatorias que halla no la conforman; ni la televisión ni los engañosos anzuelos de la publicidad ni las boutiques. “Pero eso no le impide contar con una fuerte imaginación”, apunta Czajka. Nacida en 1962 y egresada de la Escuela Nacional Louis Lumière a los 21 años, la realizadora trabajó largo tiempo como asistente de cámara o directora de fotografía junto con directores, como Pierre Granier-Deferre, Francis Girod y Cédric Klapisch. Antes de su ópera prima, filmó un documental y un cortometraje en los que parecen anticiparse algunos de los temas de El año siguiente: la filiación en Tout à inventer, sobre los conflictos de una madre primeriza, y el consumo en La cible (premiada en Clermont Ferrand), que transcurre íntegramente en un centro comercial. Más recientemente rodó otro corto, Un bébé tout neuf, para el que volvió a convocar a Anaïs Demoustier. –¿Emmanuelle fue un papel pensado para Anaïs? –No, no nos conocíamos; yo necesitaba una jovencita reservada que tuviera fuerte presencia y pudiera expresar sus emociones de esa manera callada. Cuando encontramos a Anaïs, no hubo nada que retocar en el guión: todas las piezas encajaron perfectamente y lo mismo sucedió con Ariane Ascaride, que encarna a la madre. Tenía que ser así porque en el film depende mucho de lo que Emmanuelle puede transmitir sin palabras. No por una cuestión de estilo –hablar de estilo habiendo hecho sólo una película sería pura pedantería y desubicación de mi parte–, sino porque soy así en la vida: prefiero la parquedad, la economía, la síntesis. Además, creo que se da una imagen falsa de la adolescencia cuando se la asocia con la exuberancia o la extraversión. Yo no la viví así y me parece que esa edad tiene que ver con algo silencioso e introvertido. Es más, creo que ése es el modo más frecuente en que se manifiesta entre las jovencitas.
Fernando López
El rescate de joyas y rarezas del cine clásico no es algo que abunde en la televisión actual. Por un lado aparece una propuesta casi ideal como Cinecanal Classics, cuya programación se compone exclusivamente de largometrajes emitidos en versión original y subtitulada, muchos de los cuales no han sido vistos en muchísimo tiempo, pero que está restringida sólo para quienes estén dispuestos voluntariamente a pagar un costo adicional por tratarse de un canal premium. Y por otro, todavía lamentamos la ausencia de Filmoteca en Canal 7, un ciclo tan cuidado que al armarse sobre la base de ciclos (temas, actores, directores) cumplía una función didáctica. En el ámbito deportivo, ESPN cuenta con dos canales simultáneos y nadie se queja de una supuesta abundancia. En el documental, Discovery hace lo propio y reparte su propuesta. ¿Por qué no hacer lo mismo con el cine clásico? Un solo canal es poco para recuperar tan valioso patrimonio.
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ARCHIVO
Recordando a Pappo: esta noche, a las 21, por Canal (á), el ciclo Rockeros tendrá una emisión especial a cuatro años de la muerte del músico, que contará con testimonios inéditos de Vitico, Pomo, Emilio Villanueva, Héctor Starc y Michel Peyronel.