Pequeños Felipes

BIENVENIDA: Salude a cada niño personalmente, con mucho entusiasmo. COMUNICARNOS CON PAPITO DIOS: Motive a los niños a repetir su oración.

28 de noviembre de 2017 Nº 43 - Año 3

DINAMICA: Libre. OFRENDA: ¡Momento de honrar a Dios! UNIDAD: LLENOS DE ESPERANZA.

6. Tema: La visita de unos reyes al verdadero Rey Base Bíblica: Mateo 2 Texto para memorizar: Mateo 2.2 Obje vo: Mo var a los niños a esperar el cumplimiento de la promesa acerca de la venida del Señor Materiales: Los niños deben llevar un cuaderno pequeño de 50 hojas. Introducción: La adoración es la ac tud correcta que alguien debe tener ante lo que se considera que es un dios. En el caso nuestro, los cris anos, adoramos a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. En la enseñanza de hoy, veremos como estos reyes del oriente, salieron desde una erra muy lejana para adorar al rey que había nacido 1. Durante la época en que Jesús nació, había un rey muy malo que gobernaba esas erras, su nombre era el Rey Herodes. Recuerda este nombre, porque hablaremos de él más adelante. Muy pronto después de que Jesús nació, había unos reyes viajando en sus camellos; una noche notaron una estrella muy extraña en el cielo. Sabían que esta estrella significaba que el Rey de los Judíos, El que habría de salvar al mundo había nacido. Cuando el Rey malo... (¿Cómo era que se llamaba?) Herodes escuchó esto se preocupó mucho. Se reunió con todas las otras personas importantes en el área y les preguntó dónde había nacido este bebé especial. Las personas contestaron, "en Belén, porque hemos oído que un día vendría de allí una persona especial y cuidaría a toda la gente". El Rey Herodes llamó a los Reyes a una reunión secreta y averiguó donde habían visto la estrella exactamente. Luego les dijo, "Vayan y encuentren a este niño. Tan pronto lo encuentren, me lo hacen saber, así puedo ir a adorarlo". 2.

Después de haber hablado con el Rey, los reyes

par eron a encontrar al bebé. No sabían exactamente dónde estaba, pero siguieron la estrella de oriente en la noche. Siguieron la estrella hasta que estaba justo arriba del lugar donde se estaba Jesús. Cuando finalmente llegaron estaban emocionados y felices. Encontraron a Jesús en los brazos de María, se inclinaron y lo adoraron. Después de eso abrieron los regalos que le habían traído a Jesús: oro, incienso y mirra. Estos eran regalos muy costosos, regalos que uno le daría a un Rey, no a un bebé. María les agradeció por traer los regalos a Jesús, y los reyes magos se marcharon para buscar un lugar para dormir esa noche. Cuando los reyes magos dormían, cada uno tuvo el mismo sueño. No debían regresar a contarle al Rey Herodes que habían encontrado a Jesús. El rey Herodes no quería encontrar a Jesús para adorarle, quería matarlo porque estaba envidioso de que este bebé sería algún día mejor que él. Así que los reyes magos se fueron a casa por otro camino para que Herodes no supiera de dónde venían. También decidieron que no le dirían al Rey Herodes nada sobre lo que habían visto. 3. Cuando los reyes se habían marchado, un ángel se apareció a José en un sueño. "Levántate," dijo el ángel, "toma a Jesús y a María y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo regrese, porque Herodes buscará a Jesús para matarlo". José se levantó inmediatamente y despertó a María, y ella tomó a Jesús suavemente para no despertarlo de su sueño. Se fueron en medio de la noche hacia Egipto, para que nadie los viera. Estaban seguros en Egipto, y después de que el Rey Herodes murió, un ángel se le apareció a José y le dijo que podía irse a un lugar llamado Nazaret. Y allí es donde Jesús creció.