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Hipsters, malenis, straight edge, pin-ups… La moda, la

23 feb. 2013 - Mad men, las malenis añoran el estilo de vida de la mujer estadounidense de los años cincuenta. “Recuperar valores y gustos estéticos ...
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EN FAMILIA

coser o a redecorar sus casas empleando generalmente tonos pastel. La Polaroid o, en su defecto, un smartphone dotado de Instagram siempre asoma en su bolso para inmortalizar los momentos más idílicos. Inspiradas en personajes cinematográficos como Amélie Poulain o Betty Draper, la

perfecta esposa del protagonista de la aclamada serie Mad men, las malenis añoran el estilo de vida de la mujer estadounidense de los años cincuenta. “Recuperar valores y gustos estéticos tradicionales ayuda a recuperar la confianza ante la intranquilidad de no saber hacia donde va nuestro mundo”, explica

Andrés Contreras. Criticadas por muchos, las acusan de retroceder en la lucha por los derechos de la mujer y de ser las perfectas amas de casa cursis, pero son el prototipo de mujer ideal del siglo XXI: tienen siempre tiempo para actualizar sus blogs de repostería, cocinar, atender su hogar, y además trabajar.

TRIBUS DE MODA Texto Yaiza Saiz

Hipsters, malenis, straight edge, pin-ups… La moda, la sociedad y el consumo avanzan tan rápidamente que las tribus urbanas se multiplican por doquier configurando nuevas estéticas y estilos de vida sorprendentes que no dejan indiferente

TODD KEITH

Malenis Evocando la inocencia perdida Adoran el vintage, los vestidos estampados con flores o golondrinas, los sombreros grandes de paja, los tocados y las gafas retro. Dedican su tiempo libre a cocinar cupcakes (magdalenas adornadas de forma extremadamente barroca), a

SOFIA PI ORIOL

VIKAVALTER

en familia

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MIEKE DALLE

ES23 DE FEBRERO DEL 2013

Fanáticas del burlesque, apasionadas del vintage, locas del ganchillo y del do it yourself, jóvenes que buscan una identidad propia para alejarse de la corriente general... Son algunas de las nuevas subculturas que se imponen con fuerza en las grandes urbes. Sus representantes ya no buscan alcanzar ideales políticos o sociales como en los años sesenta y setenta, sino conseguir evadirse definiendo estéticas atrevidas y agrupando aficiones comunes. “Ya nadie quiere ser un color gris, los grises aburren”, asegura María Paz Caballero, cazadora de tendencias de la Asociación Española de Coolhunting. Es ahora, en pleno siglo XXI, cuando el ser humano necesita más que nunca sentirse independiente y único. “Esta tendencia a la subjetividad es consecuencia de la evolución de una sociedad que ha producido un vértigo cultural

Pin-ups ‘Femmes fatales’ tatuadas Provocativas y eróticas, han perdido la inocencia y pureza de sus antecesoras, las icónicas modelos de los años cuarenta fotografiadas o dibujadas en actitud sugerente para ilustrar las revistas y calendarios de la época. Ahora decoran sus cuerpos

con dilataciones, piercings y tatuajes para demostrar su rebeldía. Corazones atravesados por dagas, golondrinas, rosas, calaveras mejicanas o el retrato de otras pin-ups son los motivos elegidos para customizar su propio cuerpo. Siguen adorando el burlesque, los corsés, el carmín rojo, las melenas con ondas y los

tupes estilo rockabilly; pero también han incorporado a su vestuario los estampados animales y ya no renuncian al rubio platino o a los cabellos cortos. Dita Von Teese, Katy Perry o la fallecida Amy Winehouse, hacen de este movimiento uno de los más chic del momento, combinando rebeldía con sensualidad.

enorme”, explica Andrés Contreras, sociólogo de la Universidad Complutense de Madrid.

rar viejas tradiciones”, añade el sociólogo de la Complutense.

Y, ¿qué inventar para sentirse diferente cuando ya está todo inventado? La tendencia es mirar al pasado para recuperar antiguos valores, estéticas y tradiciones. Algunas de las nuevas tribus urbanas, como pin-ups, malenis y new traditionals, beben de él para configurar sus estéticas independientes. “Vivimos en un mundo cambiante, en un sistema resquebrajado, y las personas tienden a recuperar el mayor número de certezas posibles refugiándose en lo seguro”, explica Andrés Contreras. Y como cualquier tiempo pasado fue mejor, lo seguro es refugiarse en lo ya conocido.¿Si funcionó en los años cincuenta porque no iba a funcionar ahora? “Hay una sensación de pérdida e insatisfacción con lo que creíamos que valía y ya no vale, por eso se están volviendo a recupe-

Otra tendencia de la que se alimentan las nuevas tribus urbanas es la responsabilidad social y el ecologismo. La vuelta al ganchillo, al hazlo tú mismo, a lo natural y a lo reciclado es consecuencia del consumismo exacerbado de épocas anteriores. “Paralelamente a las modas rápidas y homogéneas que promueven las grandes cadenas, han surgido movimientos sociales que han renovado el concepto del usar y tirar cambiándolo por el de usar y reciclar”, afirma Ana Martínez Barreiro, profesora de Sociología de la Moda de la Universidad de A Coruña. Individualismo y exclusividad, ecologismo, pasado. Son los referentes de las tribus urbanas actuales. Pero ¿cuáles son estas nuevas subculturas contemporáneas? s

CLARISSA LEAHY

El lujo no es apto para todos los bolsillos y, con la reducción de salarios y el paro, la clase media está perdiendo capacidad adquisitiva para permitirse seguir los dictados de las modas de bajo coste promovidos por las grandes cadenas; por eso “están surgiendo clases sociales cada vez más creativas que imponen sus propias modas”, explica Ana Martínez Barreiro, profesora de Sociología de la Moda de la Universidad de A Coruña. ¿Por qué resignarse a dejar de estar a la moda si la pueden crear ellos mismos? Internet está dando cada vez más protagonismo a la calle; y la moda, reflejo de todo lo que ocurre en la sociedad, está ahora más que nunca ligada a las tribus que emergen. Tanto es así que las grandes firmas, con ojos en todas partes, aprovechan este filón para inspirar sus colecciones en estas estéticas urbanas. Pero entonces, ¿qué ocurre cuando lo tribal se convierte en moda? En el futuro seguirán surgiendo nuevas tribus creativas que reinventen la sociedad, ya que los adeptos a lo alternativo “son adictos a una fórmula que les hace formar parte de ese segmento social del que quieren ser protagonistas”, concluye Pilar Pasamontes, directora científica de moda del IED Barcelona Escola Superior de Disseny.

GETTY

CRISIS Y CREATIVIDAD

Knitters Locas por el ganchillo Las agujas de tejer son el arma de estas mujeres. Urbanitas, con carrera y trabajo estable (suelen rondar edades comprendidas entre los 25 a 40 años); emplean su tiempo libre en hacer calceta, solas o acompañadas. Multitud de cafeterías en todas partes del mundo se han puesto al servicio de estas mujeres para convertir el knitting (en inglés, tejer) en todo un acto social. La moda del hazlo tú mismo y la crisis económica han ayudado a que esta simple actividad se consolide como estilo de vida. “La crisis ha provocado la vuelta a los orígenes–afirma la cazadora de tendencias María Paz Ca-

New traditionals El pasado in extremis Bigotes, tweed, trajes de tres piezas, sombreros años 30, plumas de charlestón… esta nueva tribu urbana, que arrasa entre los jóvenes londinenses, olvida el pasado más inmediato para remontarse a los orígenes de la moda de principios del siglo XX. Las estéticas de los años 50 están de moda. Las de los 60, 70, 80 y 90 hace años que volvieron. Entonces, ¿por qué no desechar todo lo retro para recuperar sólo lo estrictamente anticuado? “Una de las premisas para que la gente adopte una tendencia es que esta haya sido reconocida anteriormente”, explica Maria Paz Caballero; lo anticuado y tradicional es tendencia porque, aunque venga de lejos, es nuevo para la gente joven”. Los traditionals revindican lo extremadamente clásico para distinguirse del resto. Fuman tabaco en pipa, beben licores de antaño, recuperan los buenos modales quitándose el sombrero para saludar a los transeúntes en un paso de cebra, y rechazan lo obsceno y lo moderno. Gustav Temple, fundador de The Chap (la revista de culto entre los new tradicional), definió este nuevo estilo de vida con el término de anarco-dandismo.

EN FAMILIA

Ego-bloggers La eclosión del egocentrismo Fieles seguidoras del mundo de la moda, se ponen ante la cámara de forma diaria para enseñar al mundo sus estilismos y crear tendencia en sus blogs. Polivalentes y versátiles, son al mismo tiempo fotógrafas, estilistas, maquilladoras y modelos. Matarían por un asiento en primera fila en los

desfiles y por ser invitadas a los mejores eventos.“Mucha gente cree que no son una tribu urbana, pero cuando hay más de doscientas mil chicas posando en su blog diariamente hay que replanteárselo”, asegura Caballero. Cada vez son más influyentes, reciben millones de visitas mensuales en sus blogs, y es tal el poder que tienen algunas ego-bloggers que las

grandes marcas se fijan en ellas para promocionar sus productos. “Saben manejar las redes sociales a las mil maravillas y, sobre todo, juegan con la inseguridad de muchas personas que necesitan un guía o faro estético”, explica Pilar Pasamontes. ¿Quién mejor que una chica (en teoría) del montón para guiar al público en los entresijos de la moda?

El cantante Brandan Schiepatti, de Bleeding Through es un seguidor de la filosofía straight edge

LAS EGOBLOGGERS BUSCAN CREAR TENDENCIA EN EL MUNDO DE LA MODA

ballero–, muchas personas ya no pueden permitirse salir a cenar los viernes, por lo que recuperan actividades más económicas como hacer punto o ganchillo”. Famosas como Julia Roberts, Sarah Jessica Parker, Cameron Díaz o Hillary Swank ya se han declarado knitters. Y tal es la fiebre por las agujas que hasta ha surgido un movimiento, denominado yarn bombing, que tiene por objeto embellecer las ciudades decorando el mobiliario urbano con lana e hilo. Arte urbano responsable, sin pintura y sin spray.

JULIA ROBERTS O CAMERON DÍAZ SON CÉLEBRES FANS DEL GANCHILLO

SER HIPSTER ES ESTAR INFORMADO, SER CULTO Y CONSUMIR CULTURA INDIE

BROOK PIFER

LOS NEW TRADITIONAL BASAN SU IDENTIDAD EN EL PASADO Y LOS BUENOS MODALES

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FILM MAGIC/REDFERNS/ MIRROR MENG MIRROR MENG MIRROR MENG

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HELEN CATHCART

ES23 DE FEBRERO DEL 2013

LOS HÁBITOS DE LOS EDGE SON SANOS Y CONTRASTAN CON SU ESTÉTICA CASI PUNK Straight edge El cordero en la piel del lobo Dicen no al alcohol, al tabaco, a las drogas y a la promiscuidad. No participan en ideologías políticas o religiones. Llevan una dieta vegana o vegetariana, y se identifican como ecologistas y en pro de los derechos de los animales. Parecen jóvenes modélicos en cuanto a conducta, pero sus estéticas son tan duras como la música que escuchan.Tatuados de pies a cabeza, lucen ropa estilo skater, dilataciones y cortes de pelo atrevidos que casi

rozan la estética punk. No se identifican con los valores del hardcore, subcultura surgida en los años setenta a la que se los vincula, pero escuchan la misma música y adoptan el mismo estilismo. El sello de diferenciación con los hard­ core es una gran X tatuada en la mano. Esa es su marca de identidad, de pertenencia al grupo.El último famoso en sumarse al straight edge fue James Hetfield vocalista y guitarrista de Metallica. Aunque más que sumarse, él reconoció haber renacido en el movimiento.

Hipsters La moda de no estar a la moda Buscan ser alternativos y underground, escapan de la moda, y aunque reniegan de su tribu, se reproducen por doquier. Obsesionados por no formar parte del mainstream (la masa), los hipsters son sofisticados consumidores de cultura independiente. Extremadamente informados sobre las tendencias más vanguardistas, saben elegir lo mejor de cada una de ellas. “Su lema es: lo conocemos todo y, por eso, utilizamos lo que creemos oportuno”, explica Pilar Pasamontes, directora científica de moda del IED Barcelona Escola Superior de Disseny. Dependientes de la tecnolo-

gía y amantes de las lentes grandes de pasta gruesa con o sin cristal, buscan profesiones que les permitan canalizar su creatividad en las áreas de la publicidad, las artes, la música, la fotografía o la comunicación. A la hora de vestir huyen de las reglas, de las marcas y de las estéticas de nuevo rico. “Buscan piezas que valgan la pena y jamás utilizan nada que parezca obsceno a la estética”, asegura Pasamontes. Lo importante para ellos es ser diferente, pero el problema surge cuando los productos que consumen se convierten en moda. Cuando eso pasa, rechazan esas estéticas para descubrir nuevas tendencias que les garanticen la exclusividad.