“Hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas” (Is. 52:7) La rayuela espiritual. El cartero llega con noticias frescas. Trae una sonrisa de oreja a oreja. Pero en vez de colocar la carta en el buzón, mira al suelo y allí está pintado, con tiza, una hermosa “rayuela”. Mira hacia delante y ve los diferentes casilleros y observa que en la zona de llegada hay pintada unas nubes, y en letras grandes está la palabra CIELO. Toma la piedra que está en el piso y la lanza para que caiga en “el cielo” y comienza a brincar con un solo pie (como se supone se hace este juego) hasta llegar a destino. Al llegar allí lanza un grito de júbilo, pero durante los saltos el sobre de la carta se abre y la carta es llevada por el viento. Pero no importa, el sobre está entero, y al salir la dueña de casa le entrega la correspondencia... un sobre sin contenido. Esta parodia es en verdad lo que sucede con quienes saltan con el mensaje en un solo pié. Quienes en lugar de pisar sobre dos pisan sobre un solo monte. ¿De qué hablo? Veamos... Según el contexto histórico de Isaías 52:7 el heraldo vendría desde la lejana Babilonia para traer noticias. Sus pies estaban presurosos, pues debía anunciar a los pobres judíos que habían quedado en la tierra de Palestina, que había esperanza. Que venía pronto un contingente de personas para reedificar el templo, y los muros de la ciudad. Ese heraldo era observado por cada ciudadano de una manera especial. Sus pies eran presurosos pero debían pisar sobre los montes. Esta misma imagen es la que el apóstol Pablo quiere dejar impresa en la mente de los lectores de su carta “hermosos son los pies sobre los montes”. Son LOS PIES y son LOS MONTES. Cuando somos motivados a evangelizar, nuestros pies quieren moverse y queremos hablarle a todo el mundo de Cristo. Esto es maravilloso. Pero estos pies deben caminar sobre los montes. ¿Qué montes? En las Escrituras se nos mencionan muchos montes, pero hay especialmente dos montes que revelan dos aspectos del evangelio bíblico que es olvidado en la actualidad. Uno es el monte Sinaí donde Dios le dio a Moisés las tablas de la Ley. Y el otro es el monte Calvario donde Cristo clavó el decreto que nos era contrario. Debemos recordar algo importante sin el monte Sinaí no hay monte calvario. Sin la ley no se puede entregar la gracia. Sin los rayos de la Santidad de Dios que aterrorizaban al pueblo (quienes no podían ni siquiera acercarse), no se alzaría la luz de esperanza del Amor de Dios. Sin Justicia no hay Perdón. El evangelismo moderno ha hecho la cruz más accesible. Ha tratado de rellenar el terreno que rodea el monte calvario para que no le sea muy complicado al pecador. Ha colocado pasamanos, y luces especiales, ha alfombrado el monte. Y en vez de una vía crucis ha presentado una “vía lucis.” La predicación es si crees en Jesús todo te irá de maravillas, y todos tus problemas se solucionarán. Es el mensaje del cartero y la rayuela, se entregan sobres coloreados pero desprovistos del mensaje de Dios. Bien lo expresa Ray Comfort “Si has escuchado que la felicidad viene a través de Jesucristo, debes pensarlo nuevamente. La primera cosa que Jesús dijo del apóstol Pablo (quien escribió la mayor parte del Nuevo Testamento) fue que Él le mostraría cuan grandes cosas debía sufrir por causa de su nombre (Hch. 9:16). Tres veces fue azotado con látigos, una vez fue apedreado, tres veces sufrió naufragio, una noche y un día la pasó en el mar. Hubo oportunidades en que Pablo estaba tan angustiado, que deseaba morir (2ª Co. 1:8). La Biblia dice que “todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2ª Ti. 3:12). Dice que debemos entrar al reino de Dios a través de muchas tribulaciones, (Hch. 14:22) y que estamos señalados para la aflicción (1ª Ts. 3:3). Jesús dijo que si le seguíamos seríamos insultados, perseguidos, odiados, y dirían todo tipo de mal contra nosotros mintiendo, por su causa. Él
dijo que debíamos tomar nuestra cruz diariamente, negarnos a nosotros mismos, y seguirle, Él dijo “en el mundo tendréis aflicción” y aún nos advirtió que podíamos ser llamados a morir por nuestra fe. (Mt. 24:9)” “Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente” Ahora entraremos en aguas mas profundas. Al ir pasando por esta zona, no quisiera que tengas pánico, ni que vuelvas atrás pensando que estamos introduciendo doctrinas erróneas. Por ello antes de zambullirnos abrocharemos bien algunos botones o principios básicos. a-La salvación es por gracia, no por las obras de la ley b-La salvación no se pierde, es de una vez y para siempre c-No estamos bajo la ley, sino bajo la gracia d-La ley nos debe llevar hasta la cruz, no mas allá de ella. e-El amor de Dios es observado de una manera más maravillosa y enorme cuando pisamos primero el terreno de la convicción de pecado y luego la sustitución de Cristo. f-El creyente verdaderamente convertido vivirá la gracia cumpliendo la ley de Cristo (la fe sin obras es muerta) g-El evangelismo bíblico no es un método, es volver a las bases bíblicas. Dios no se encierra en un método. Puedes evitar el uso de la palabra ley, pero no puedes evitar decirle al pecador que si miente, si adultera, si codicia, si tiene malos pensamientos, si toma el nombre de Dios en vano, si nunca piensa en Dios, etc. irá a la condenación. Antes de pisar el monte Sinaí y detenernos en las tablas de la Ley hagamos un cuestionario que nos ayudará a poner este tema en la perspectiva bíblica. Haz un círculo en la respuesta que consideres correcta: 1- ¿Quién convierte a las almas? A- Dios y solamente Dios por su Santo Espíritu B- Dios por su Santo Espíritu ayudado por el predicador C- El predicador y solamente el predicador D- Dios por su Santo Espíritu y el pecador 2- ¿En que consiste nacer de nuevo? A- Tomar una decisión por Cristo B- Hacer la oración del pecador C- Incluye la convicción de pecado y la conversión D- Todo lo anterior es correcto
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3- ¿A qué debes apelar para que Dios opere la convicción de pecado? A- A las emociones “Dios te ama” B- A la mente “Dios tiene un maravilloso plan” (REGALOS) C- A la conciencia “Eres un pecador y lo sabes bien” D- A la voluntad “toma una decisión por Cristo” Las respuestas según la Biblia 1- ¿Quién convierte a las almas? Rta: Jn. 1:12-13 El único que tiene el título de Salvador es Dios. No somos engendrados por medio de sangre (herencia), ni por voluntad de carne (no es por el esfuerzo del pecador), ni por voluntad de varón (no es por causa del predicador). “son engendrados … de Dios”. La respuesta correcta es la A. 2- ¿En que consiste nacer de nuevo? Rta: Jn. 3:5-6; 16:7-11; 2ª Tim. 3:16; 1ª P. 1:23-25 CONVICCIÓN DE PECADO
CONVERSIÓN
Jn. 16:7-11
Jn. 3:5-6
2ª Ti. 3:16
1ª P. 1:23-25
El método de Dios para la convicción de pecado y la conversión es el Espíritu Santo y la Palabra de Dios. Este método usó Cristo, los apóstoles y es el que debemos usar nosotros. Ni tú ni yo podemos convertir a nadie, la oración del arrepentido no convierte a nadie, y mucho menos el tomar una decisión por Cristo. La obra de CONVICCIÓN y de CONVERSIÓN es obra exclusiva de Dios por su Espíritu Santo y la Palabra de Dios. La respuesta correcta es la C. 3- ¿A qué debes apelar para que Dios opere la convicción y la conversión? Rta: Ro. 2:14-16. Hay dos cosas que Dios ha escrito en el corazón de los hombres: Su Ley (en la conciencia) y el sentido de Eternidad. La respuesta correcta es la C. Entonces ¿Qué papel jugamos tú y yo en la evangelización? Dios ha querido que seamos sus testigos, nos ha elegido para trabajar con Él. Por ello debemos usar sus herramientas. Imagina que quieres tener un rosal en tu jardín. Viene un jardinero y te da las indicaciones acerca de la semilla, la tierra, lo que debes hacer. Pero un amigo tuyo te dice que el tiene un método mas eficaz, y te planta un buen rosal artificial para que te alegre la vista. ¿Ves es así de sencillo? Te dice. Sí, verás una rosa todos los días, pero esa rosa no tiene vida, no da fragancia, no atrae las abejas, ni las mariposas. Pues no tiene vida, es artificial. Lo mismo ocurre cuando te acercas a alguien y le dices que Dios le ama y que tiene un plan maravilloso para su vida. Que Dios le quiere dar grandes regalos de bendición y que lo único que debe hacer es recitar una oración y tomar una decisión por Cristo. Este será un cristiano artificial. Uno que no dará fragancia, que no crecerá y tendrás que dedicarte mucho tiempo en el discipulado, porque en verdad no nació de nuevo. El problema es que ha sido tu obra y no la obra de Dios. Y todo lo que el hombre hace en sus fuerzas es temporal. Dios nos ha dejado su ley, sus mandamientos para crear convicción de pecado. “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”
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PARA SER LIBRE
HAY QUE ESTAR CONVICTO
HAY QUE ESTAR TRAS LAS REJAS
HAY QUE SER CULPABLE
HAY QUE TRANSGREDIR LA LEY
HAY QUE SER CONFRONTADO CON LA LEY “Por las obras de la ley, ningún ser humano será justificado delante de Él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” (Ro. 3:20) “La ley ha sido nuestro ayo para llevarnos a Cristo” (Gá. 3:24) Usado con permiso. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.
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