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Sábado 30 de julio de 2011
NADA SE PIERDE, TODO SE TRANSFORMA
DESDE EUROPA
Retrociclismo
Pedalear
ANTONIO FRAGUAS EL PAIS
hacia atrás
con accesorios y piezas modernas. Un clásico ya es La Fabricicleta, taller de capacitación gratuito de bicicletas que funciona en un cuarto al fondo de la Asamblea de Villa Urquiza, en Triunvirato 4778. Algunos cursos: Freni per Tutti, Armado de ruedas, Parchado y Serigrafía en el Movidón. Para ellos, mantener una bicicleta es más que un trabajo: es una forma de combatir la cultura moderna y consumista de lo desechable (lafabricicleta.blogspot.com). El fenómeno está a la vista. Para empezar, en los talleres. Entre las maravillas que se encuentran en los galpones de los bicicleteros, como en el de Oliver (borningarage.blogspot.com), hay modelos de los años 20 con llantas de madera, una Hispano France, una deportiva con el primer cierre Campagnolo que salió al mercado, y hasta una que corrió Los Seis Días en Bicicleta bajo las órdenes de Willy De Bosscher, en 1983, en el Luna Park.
MADRID.– Las bicicletas de los chicos de la serie Verano azul vuelven a rodar por las calles. Resucitan la Motoreta de GAC, la Bicicross o la California de BH, y diseños clásicos de Torrot, Orbea y Derbi-Rabasa. Ese hierro arrumbado en la casa del pueblo es un diamante en bruto para los retrociclistas, a los que no les importa un poco más de peso si su vehículo tiene encanto. “Compré a Conchita de segunda mano. Es una Torrot de paseo y debe tener más años que Matusalén”, cuenta Isabel Ramis, periodista y autora del blog mueveteenbicipormadrid.blogspot.com La fiebre por las pedaladas retro no sólo arraiga en España. Cada país tiene sus modelos míticos que están siendo recuperados. “En Chile es la Mini de la marca CIC; en la Argentina, las Aurorita; en Estados Unidos, las Sting Ray, de Schwinn; en Reino Unido, la Chopper, de Raleigh”, dice desde Santiago, Chile, Hans Alemany, de www. alemanyretrocycles.cl. Hans recupera bicis, las restaura y también, otra tendencia en auge, las personaliza a gusto del cliente: “Empecé a hacer trabajos de restauración en 2007. Entonces muchas de las bicis antiguas eran miradas como basura, por la arremetida de las bicicletas de montaña”. El óxido del olvido y los modelos ultraligeros de última generación no lograron romper el lazo emocional que une a los actuales retrociclistas con el universo de la infancia. Además, no se trata de llegar antes, batir marcas o tragar y tragar kilómetros pedaleando, sino de rodar cada uno a su ritmo y con estilo: subrayando otro modo de vida. Aparte del recuerdo de Verano azul, ciertos referentes cinematográficos que pasan por las dos ruedas siguen firmes en el imaginario colectivo: desde sofisticadas actrices del neorrealismo italiano o de la nouvelle vague francesa (pasando por Audrey Hepburn sobre una bicicleta Schwinn, en Sabrina) hasta títulos de los años 80 como Los bicivoladores o E.T. Alemany sitúa la eclosión retro en 2009: “Hoy restauramos y vendemos unas 20 bicis al mes, y va creciendo. A esto hay que sumar los cientos de piezas que vendemos para los que restauran por su propia cuenta”.
Fernando Castro Nevares
©EDICIONES EL PAIS
Las bicicletas antiguas ya no son lo que eran: ahora son lo más moderno que hay
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ea porque ahora existen las bicisendas, por la conciencia ecológica, por la moda del movimiento slow o la del reciclado, o por tratarse de un transporte económico, el ciclismo gana cada vez más adeptos en Buenos Aires. Y más allá de que se vean a los deportivos con calzas y a los cancheros que pedalean al ritmo de su iPod, cada vez más gente elige bicicletas de estilo inglés que tienen 20, 30, 40 años o más. Orgullosos, sacando a reducir sus rodados como si se tratara de títulos de nobleza, los retrociclistas circulan elegantes y erguidos sobre sus bicis vintage. Cuadro de caño con pipas, manubrio ancho, asiento con resortes, canasto portaequipaje y timbre son sus rasgos distintivos. La bici guapa, la llaman los españoles. En estos casos, mejor salir acompañado. Y abundan las opciones: uno puede unirse a las salidas de Masa Crítica (que juntan más de 1000 ciclistas una vez por mes, masacriticabsas.blogspot.com), a las fiestas de Biciconga (colectivo de artistas y bicicletistas sobre ruedas, www.biciconga.com) o cruzarse alguna noche con los 700 Night Riders que, aunque están muy lejos de ser 700, salen de paseo nocturno con sus bicis de carrera clásicas rodado 28, a probar, por ejemplo, las mejores pizzas de Buenos Aires, vestidos en sintonía con sus vehículos. Otro grupo, Masita Seca, también combina paseos con gastronomía: un día van a comer al Barrio Chino, otro a La Boca, otro a un carrito de la Costanera Sur..., y así las calorías ingeridas se queman con las pedaleadas. Pero las bicis retro también asoman en vidrieras y no de bicicleterías: están en locales de ropa y de diseño en
general, sobre todo en Palermo. En un multimarca de Gurruchaga al 1700, las de la marca Monochrome, sólo blancas o negras, se consiguen por 3000 pesos (www.monochromerecycledbikes.com). “Es que los que visitan el barrio quieren algo que, más allá de ser objeto, sea arte. Buscan lo personalizado, incluso las bicis. Son más refinadas, guardan historias, tienen más estilo, son íconos”, sostiene Román Zlotogora, director de arte de la zona que guarda 28 bicicletas vintage en su casa restauradas por él (www. polanskiworld.tumblr.com). Zlotogora, que empezó en 2010 alquilando para publicidades las cinco primeras bicicletas retro que pacientemente había restaurado, ahora recibe pedidos dos veces por semana; esta vez, de compra. “Al año, con lo que gané terminé comprando y armando 28”, dice. Algunas marcas que desvelan al coleccionista: “Ra-
leigh, Aurorita, Brompton. Y ahora se vienen las fixie, bicis de carrera antiguas de piñón fijo”. El séptimo arte también se sirve de su valor nostálgico. En el video de Adiós, tema del último disco de Gustavo Cerati, una Aurorita plegable colorada y una chopper verde metalizada llevan a los personajes en un viaje a través del tiempo.
Moda, médicos y cursos Mientras que en Europa Christian Dior y Gucci sacaron al mercado sus bicicletas retro, por estos pagos hay marcas como John Cook, Hush Puppies, Key Biscayne y Satori que usaron rodados para sus campañas. Y fue el médico de bicicletas Santiago Oliver que les proveyó de añosos vehículos. Todos los días se encarga de restaurar y armar bicicletas en su taller de Colegiales y en las oficinas locales de Shimano, empresa japo-
COMO ARMAR LA BICICLETA PROPIA El cuadro de los sueños puede rescatarse de bicicletas moribundas, tanto de depósitos familiares como de viejas bicicleterías de barrio, en especial las que están lejos de Buenos Aires (las porteñas ya fueron peinadas por los buscadores de tesoros). N
Es recomendable buscar los repuestos y accesorios por eBay o Mercado Libre, teniendo en cuenta que sean compatibles con el cuadro.
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Si se trata de reciclar, elegir accesorios modernos que le den practicidad al rodado, como mazas con cambios internos, automáticos o mazas delanteras con dínamo incorporado para alimentar luces de seguridad.
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Una vez que se tienen las piezas, terminar de desarmarla, lijarla para quitarle el óxido, pintar con pintura antoxidante, engrasar y armar. Para novatos, nada como los cursos de La Fabricicleta.
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Impecable tras una refrescada, Bottecchia sport circa 1980 GENTILEZA FELIX BUSSO
nesa de accesorios y bicipartes más grande del mundo, que lo contrató para desarrollar su departamento de ciclismo urbano. Gran parte de las bicicletas que llegan a sus manos son modelos que dejaron de verse hace 15 o 20 años. “Estoy restaurando una Raleigh de 1928, que era del abuelo de un cliente. Una mujer me trajo una Aurora sport rodado 28 que le regalaron en 1985, cuando tenía 15 años. Y una bici de carrera del abuelo de un artista platense, que llegó con el cuadro malherido”, sigue el médico, cuyos honorarios oscilan entre 2000 y 4000 pesos. “La gente sabe que su bicicleta antigua los vale”, dice Oliver. Con todo, es tanto el trabajo que tiene que está rechazando pedidos por falta de manos. Otros que devuelven la vida a estos rodados olvidados son Damián Raggetti, Leo Cordal y Santiago Aime, de Rashe cycles (en Facebook, Rashe-Cycles). Desde principios de año, este grupo de amigos de Vicente López restaura bicicletas que dormían el sueño de los justos y reciclan otras
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