Guy Ritchie entra en reemplazo de Madonna

10 dic. 2008 - Rocknrolla (Reino Unido). De Guy Ritchie. Con Gerard Butler y Tom Wil- ... Esta semana: Terror, comedia, drama de época y un film nacional.
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Espectáculos

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Miércoles 10 de diciembre de 2008

CINE Estrenos

Estreno: mañana llegará a los cines locales Rocknrolla

Esta semana: Terror, comedia, drama de época y un film nacional Rocknrolla (Reino Unido) De Guy Ritchie. Con Gerard Butler y Tom Wilkinson. Ver aparte.

La duquesa (Reino Unido-CanadáItalia)

Una historia violenta Tom Hardy, Ludacris (a la izquierda) y Tom Wilkinson (casi irreconocible en una silla de ruedas) aparecen en esta historia de gánsteres internacionales FOTOS DE WARNER

Guy Ritchie entra en reemplazo de Madonna II Continuación de la Pág. 1, Col. 5

se podrá ver la nueva película de su ex marido. Rocknrolla, cuyo estreno anuncia Warner para hoy, es un título que bien podría aplicarse a cualquier momento de la discografía madonniana, pero en realidad corresponde a una historia de gánsteres, mafiosos y tipos violentos. Habitantes típicos del mundo de ficción en el que el muy británico Ritchie suele moverse y que nos muestra desde los tiempos de su doble y consagratoria primera aparición, una década atrás, primero con Juegos, trampas y dos armas humeantes y poco después con Snatch: cerdos y diamantes. A partir de entonces surgió un “estilo Ritchie”, caracterizado por el virtuosismo formal, un vistoso y hábil envase visual de estética pop, un concepto narrativo vanguardista (heredero, según algunos, del modelo sugerido por Quentin Tarantino) y el recurrente uso dentro de la trama de una banda sonora elevada en decibeles. En el film que estamos por conocer, ese marco se aplica a una historia en la que un poderoso mafioso londinense (Tom Wilkinson, calvo y de anteojos) mide fuerzas con un multimillonario ruso inmediatamente asociado con un personaje real: el poderoso magnate y dueño del club

Chelsea Roman Abramovich. Entre las necesidades de ambos aparece un cuadro robado y se ponen en juego las ambiciones y las necesidades de unas cuantas personas del mundo criminal, personificadas por un elenco en el que se destacan Gerard Butler (300), Tom Hardy, Jeremy Piven y el popular rapero Ludacris. Entre todos se mueve una mujer fatal llamada Stella (Thandie Newton). “Si alguien se acerca a esta película después de haber visto Snatch, con toda seguridad va a pensar que las dos fueron hechas por la misma persona. Eso está claro porque las dos pertenecen al mismo género. Quería seguir en esa línea en parte porque me divierto y en parte porque creo que Inglaterra cambió mucho en estos últimos 15 años”, dijo Ritchie, poco antes del estreno del film en Londres. Para el director, la característica fundamental de esa transición es precisamente el enfrentamiento en términos gansteriles entre una suerte de vieja escuela (representada por el personaje de Wilkinson) y otra nueva, cuya característica principal es la fuerte presencia de criminales llegados desde el este europeo y desde Rusia. “Es casi una lucha entre individuos y corporaciones en una ciudad y en un país que ha perdido parte de su

En silencio Ritchie no habla de su separación de Madonna ARCHIVO

identidad por culpa de esta irrupción internacional”, puntualizó. Estas palabras fueron dichas a fines de agosto último, cuando era habitual escuchar a Ritchie en medios ingleses y norteamericanos. Pero todo cambió en octubre, cuando estalló el más resonante divorcio en mucho tiempo dentro del mundo del espectáculo. Madonna y Ritchie decidieron separarse, una multimillonaria

danza de millones surgió alrededor de ambos y el director se llamó a silencio. Ese hermetismo persiste, mucho más desde que anteayer trascendió que Ritchie habría recibido de su ex esposa 73 millones de dólares (27 en efectivo y 46 en propiedades), cifra que cerraría el costado económico del rápido acuerdo de divorcio que ambos lograron a fines de noviembre en los tribunales de Londres y enriquecería todavía más la cuenta bancaria del director, proveniente de una familia de relevante condición económica. El director tiene otra excusa de peso por estos días para mantener el silencio: se encuentra ocupado a tiempo completo en el rodaje de la más ambiciosa adaptación cinematográfica concebida hasta la fecha alrededor de Sherlock Holmes, el famoso detective creado por Arthur Conan Doyle. Los estudios Warner, que financian el proyecto, sueñan con que este film y sus posibles secuelas ocupen a partir de 2011 nada menos que el lugar que dejará vacante ese año la serie de Harry Potter. Falta todavía un año para el estreno mundial de Sherlock Holmes, que en la visión de Ritchie no perderá su clásica impronta intelectual, pero a la vez también se convertirá

en un hombre de acción. Esto quizás explique que hace unos días el cada vez más cotizado Robert Downey Jr., que encarna en el film a Holmes, haya sufrido un knock out en pleno rodaje a manos de uno de sus colegas, situación que no hizo más que alimentar el rumor de que el film está castigado por una suerte de “maldición”, ya que paralelamente habría explotado un tanque de combustible en otro de los sets. Lo cierto es que, tarde o temprano, todos aguardan que Ritchie diga su verdad sobre esta película y, de más está decirlo, también sobre su relación con Madonna, con quien se casó el 22 de diciembre de 2000 y al servicio de quien filmó al año siguiente una muy cuestionada remake del film italiano Insólito destino. Hoy, por ejemplo, se afirma que Ritchie adquirió un pub en Nueva York con la idea de estar cerca de sus hijos y que sueña con volver a reunir a la familia completa en torno de la mesa navideña. Pero nunca sabremos si la fecha de estreno en la Argentina de su película más reciente responde a alguna exigencia secreta de su ex esposa, que hasta hace apenas tres días reinaba en Buenos Aires y hoy se encuentra en Chile, a una visible distancia.

De Saul Dibb. Con Keira Knightley, Ralph Fiennes y Dominic Cooper. La vida de una célebre aristócrata británica, sus amores y su época.

El engaño (Estados Unidos) De Marcel Langenegger. Con Ewan McGregor, Jonathan McQuarry y Michelle Williams. Ver página 6.

Planet Terror (Estados Unidos) De Robert Rodriguez. Con Rose McGowan, Josh Brolin y Marley Shelton. Ver aparte.

Furtivo (Argentina) De Nicolás Tannchen. Con Pablo G. Pérez y Marcelo De Bellis. Un joven llega a Buenos Aires y, en la gran ciudad, tratará de buscar trabajo y a alguien que lo quiera.

Cásate conmigo otra vez (EE.UU.) De Robert Cary. Con Chris Messina y Jennifer Westfeld. Una pareja despareja decide casarse al poco tiempo de conocerse y, con el tiempo, su decisión transforma a todo su círculo de amigos y familiares.

Más información. Mirá los avances de las películas en www.lanacion.com.ar

Planet Terror, estreno de mañana

Un homenaje al cine clase Z Respaldado por Quentin Tarantino, el talentoso Robert Rodriguez vuelve a la carga Robert Rodríguez vuelve a las andadas con una propuesta adrenalínica. En 2007, el amigo y muchas veces socio de Quentin Tarantino salió una vez más al ruedo para homenajear al cine clase Z, aquel que en la Argentina se veía en programas dobles y hasta triples en viejos cines del centro y de los barrios porteños, con igual pasión que los westerns spaghetti, o las propuestas orientales de karate y kung fu, o poco tiempo después en las cuádruples matinées de Sábados de Super Acción de Teleonce. El resultado de la aventura fue Planet Terror, la propuesta que me zcla acción con persecuciones y explosiones, sangre a borbotones y terror gore, con infecciones y zombies que mañana estrenará Pachamama Cine. El film tiene como figuras centrales a la sensual actriz Rose McGowan (que fue pareja del director y acaba de recibir una firme propuesta para encarnar a la actriz porno Linda Lovelace en un film sobre su vida), Bruce Willis, Josh Brolin, Freddy Rodríguez, Fergie (la chica del grupo Black Eyed Peas, que ya había hecho algún genuino film clase Z), y el mismo Tarantino, entre otros. Allí se narran las aventuras de Cherry, una bailarina a go-go que acaba de perder una pierna de manera violenta en una ruta (que reemplaza con la pata de una mesa y finalmente con una ametralladora) y Wray, su ex novio, no tienen más remedio que ponerse al frente de un espontáneo batallón de guerreros para hacer frente a zombies que parecen brotar de la tierra y lo infectan todo a su paso. En realidad, Planet Terror es el primer episodio de un proyecto serial mucho más amplio de Rodriguez y Tarantino titulado Grindhouse, el nombre que se le daba en los Estados Unidos a las salas donde en los años 70 se proyectaban las clásicas películas “blax” y “sexploitation” (pe-

lículas protagonizadas por actores afroamericanos, de acción y terror o con grotescos excesos sexuales) en condiciones bastante precarias y en copias deterioradas (en el estilo del Arizona y el Electric Palace de la calle Lavalle o el Atlantic, de la avenida Belgrano). La segunda parte, firmada por Tarantino, es A prueba de muerte (Death Proof), una del subgénero slasher (el de psicópatas generalmente enmascarados, en episodios), que compitió en la sección oficial del Festival de

poco después de invertir los 7000 dólares que le pagaron por unas cuantas transfusiones de sangre y algún experimento en su cuerpo, en la producción independiente El mariachi. El resultado se convirtió en visado a Hollywood, a tal punto que entusiasmó a los ejecutivos de la Columbia Pictures, que le compraron los derechos para una remake con mayor presupuesto y, de paso, lo contrataron para dirigirla. Mientras tanto, aquel borrador se convertía en éxito, no solo de público (en los Estados Unidos recaudó más

PACHAMAMA CINE

Josh Brolin, uno de los amigos del binomio Tarantino-Rodriguez, como el singular doctor Block, acorralado por un zombie, sierra eléctrica cortahuesos en mano Cannes de 2007, donde fue ovacionada. La película recrea las atrocidades de Stuntman Mike, encarnado por Kurt Russell, un psycho-killer cuya arma letal es un automóvil Chevy modelo Nova 1971/1972.

Sangre digital Planet Terror saca partido de los efectos digitales, por ejemplo a la hora de reemplazar la pierna real de McGowan por una ametralladora, en rostros que burbujean y estallan o cuerpos faenados por los zombies, tarea que tuvo a su cargo el consagrado maquillador y actor Tom Savini. Rodríguez, que acaba de cumplir 40 años, comenzó su carrera en 1993,

de 2 millones de dólares) sino de festivales que lo premiaron por esos valores que el público cinéfilo detecta y convierte en objeto de culto. La carrera de Rodríguez siguió con otro títulos importantes, en los que comenzaban a asomar diversos homenajes a aquel cine cóctel de géneros, como Desperado (la remake de El mariachi, esta vez con Antonio Banderas y Salma Hayek); el episodio Inconducta (del tríptico Cuatro habitaciones); la película de vampiros Del crepúsculo al amanecer, que fue el debut en cine de George Clooney; Aulas peligrosas; las tres entregas de la serie Mini espías, la delirante Erase una vez en México y, finalmente, la primera parte de Sin City, Ciudad del pecado, de la que ya tiene en carpeta sus dos entregas siguientes, basadas en los libros de cómics de Frank Miller, quien es su codirector.

Claudio D. Minghetti