Espectáculos
Domingo 27 de junio de 2010
LA NACION/Página 3
CINE/TEATRO (Entrelíneas) Por Pablo Sirvén
A los 86 años
Murió Aníbal Di Salvo, figura detrás de la cámara
Gasalla, el hombre del éxito sin techo A un año y medio de su estreno, ¡Más respeto que soy tu madre! sigue siendo un éxito imparable, en vías de exportación ¿Qué tiene de tan especial ¡Más respeto que soy tu madre! para que un año y medio después de su estreno no encuentre su techo en materia de convocatoria y no experimente ni el más leve atisbo de ceder? La obra, basada en el blog de Hernán Casciari y adaptada y dirigida por el propio Gasalla, no para de llenar salas desde su estreno, el 15 de enero de 2009. El capocómico corrió dos riesgos nada usuales en las últimas décadas de su carrera, como son representar un espectáculo cuyo libro original no le pertenece y encarnar sobre el escenario a un arquetipo femenino bonaerense bastante identificable y algo más alejado de sus habituales composiciones de “mujeres/monstruos” que caricaturiza con tan precisa y áspera hilaridad. Y el salto mortal le salió más que bien. El cartelito de “no hay más localidades” ya es una rutina habitual que permite vislumbrar un futuro aún más promisorio que excede los restringidos límites del escenario. En efecto, no sólo hay ¡Más respeto que soy tu madre! para rato (pues acaba de renovar su permanencia en el teatro El Nacional, volverá el próximo verano a Mar del Plata y en 2011 irá de gira por el interior y el exterior), sino que los derechos de esta obra empiezan a venderse a otros países latinoamericanos; España hará su propia versión (quizás el mismísimo Gasalla se sume en una corta temporada); Juan José Campanella piensa si la lleva al cine, en tanto que su gran protagonista ya esboza cómo será la parte 2 de este singular éxito. * * * A diferencia de la descripción idílica y aséptica de las relaciones parentales cuyo clímax modélico lo alcanzó La familia Falcón, en los primeros años 60, y que supo mantener, aunque en un tono más bullicioso, Los Campanelli, en los primeros 70, desde esa mirada más ingenua y desde aquellas épocas, el grupo que da vida a ¡Más respeto que soy tu madre! sería catalogado, sin dudas, como una familia disfuncional por el desparpajo sexual que la atraviesa, y por el cinismo caricaturesco y descarnado que imprime a las relaciones entre sus miembros. Sin embargo, desde el grotesco por momentos exasperado (una fina cuerda por la que Gasalla se desliza sin fisuras y con la máxima autoridad) que propone la obra, todo termina casi naturalizado y convertido en una eficaz caricatura que produce risas continuas en un espectador medio no muy puritano.
Destacado fotógrafo, dirigió varias películas
RODRIGO NESPOLO
El capocómico lleva una vida nada social e introvertida, que sólo se enciende sobre el escenario El torrente de público multitarget que logra Gasalla es algo también bastante inédito en el espectáculo argentino, que suele atender por vías separadas y con distintas propuestas humorísticas al público más popular, por un lado, y, por el otro, a los espectadores más refinados, con una comicidad diferenciada que sólo por momentos puede parecer más depurada. Desde los albores del café concert, allá por los años 60, Gasalla estableció un buen diálogo artístico con espectadores por lo general de clase media para arriba. El primer baño de real popularidad hacia los sectores más vastos del
(Variedades) Santana de película La vida de Carlos Santana será llevada al cine, según informó el propio guitarrista mexicano. El autor de “Samba pa’ti” trabajará con los hermanos Benjamin y Peter Bratt. El primero tendrá a su cargo interpretar a Santana, mientras que Peter Bratt dirigirá el film y coescribirá el guión con Santana. El rodaje recién comenzará el año próximo.
Zeide Shike, en el Velma El relato musical de Diego Lichtensztein y Perla Laske se presenta hoy en el Velma Café. Con Norberto Vogel en piano y bandoneón, Oscar Kreimer en saxo y las actuaciones de Divina Gloria y Zully Goldfarb como cantantes invitadas. Domingos, a las 19, en Gorriti 5520. $ 60.
Toto Castiñeiras El clown argentino, miembro del Cir-
que du Soleil, repone por cuatro funciones su unipersonal para adultos Finimondo. Mañana y pasado mañana, a las 20 y el jueves y el viernes, a las 23. En el Metropolitan 2, Corrientes 1343. Desde 30 pesos.
Kylie Minogue, benéfica La cantante subastó a beneficio de la lucha contra el sida un vestido negro sin mangas y con la espalda al desnudo, en un evento realizado anteayer al margen de la semana de la moda masculina en París. La pieza, del diseñador Jean-Paul Gaultier, fue vendida en 20.000 euros.
Catarineu, en Jazzología El actor y cantante Roberto Catarineu se presentará pasado mañana, a las 20.30, en el ciclo Jazzología, con Jorge González en contrabajo y Tomás Fraga en guitarra. En el Centro Cultural San Martín, Sarmiento 1551.
público lo consiguió con una seguidilla de muy vistas temporadas televisivas a partir de los últimos años 80. Sin embargo, intermitentemente volvía a replegarse cada tanto en los auditorios más sofisticados y minoritarios. Lo prueban sus inspirados, pero pequeños espectáculos presentados en Punta del Este en los veranos de 2006 y 2007. De la mano de Nito Artaza (Cristina en el país de las maravillas, en el verano de 2008) se reconecta con el caudaloso público más popular pero, una vez más, se aparta para volver a la platea más selecta en su fugaz paso por Maipo siempre Maipo, ese mismo año. * * * Acercándose a las 450 funciones representadas, y luego de pasar por tres teatros –Metropolitan, Neptuno (Mar del Plata) y ahora El Nacional–, ¡Más respeto que soy tu madre! ya superó las 380.000 entradas vendidas. De seguir así, subirá al podio de las obras más vistas del teatro argentino, junto con Salsa criolla (1.700.000 espectadores) y Brujas (1.200.000). Ignacio Laviaguerre era un empre-
sario postal que, al estudiar teatro con Carlos Rivas, encontró allí una vocación inesperada. Le produjo a ese director dos obras exitosas: La duda y La prueba. Pero el batacazo total se le dio con ¡Más respeto que soy tu madre!, una auténtica mina de oro que parece todavía estar lejos de agotarse. Con Adrián Suar produjo El año que viene a la misma hora, que protagonizaron Julieta Díaz y Suar con gran repercusión. Ahora, ambos productores compraron los derechos de Los puentes de Madison. * * * Desde su primer éxito, Help Valentino (1966), junto a Carlos Perciavalle, pasando por su participación en La tregua (1974) y su protagónico consagratorio en Esperando la carroza (1985), Gasalla supo llegar varias veces a la cresta de la ola. Sigue animando, en el papel de la vieja, uno de los tramos más desopilantes y afilados del show dominical de Susana Giménez; se lució, junto a Graciela Borges, en Dos hermanos, la película que Daniel Burman estrenó este año, y el 5
de agosto grabará tres escenas clave para uno de los unitarios del programa Lo que el tiempo nos dejó (Telefé) donde encarnará a un arzobispo en tiempos de la dictadura. Aun cuando gana fortunas en el teatro y en la televisión, Gasalla vive casi recluido y escudriña el mundo por medio de Internet. Introvertido y poco amigo de la vida social, en el verano se hacía llevar la comida de una rotisería cercana hasta el teatro y de allí se marchaba a dar cuenta de ella en la soledad de su casa. Sólo salió a la superficie cuando en marzo le festejaron su cumpleaños N° 69 y al mes siguiente al ser declarado ciudadano ilustre por la Legislatura porteña. Hombre de pocas pulgas, únicamente se enciende sobre el escenario. Sólo allí su seriedad reconcentrada cede para convertirse en pura energía. Objeto de un culto muy particular, únicamente admite dos tipos de reverencias: el aplauso y la carcajada.
[email protected] En Twitter: @psirven
Con el fallecimiento de Aníbal Di Salvo, ocurrido ayer, a los 86 años, como consecuencia de una larga enfermedad, desaparece uno de los directores más trascendentales de la cinematografía nacional. Nació en Bella Vista el 5 de octubre de 1924, y comenzó su tarea en 1942 en los míticos Estudios San Miguel como ayudante de cámara de Melodías de América, de Eduardo Morera. Allí se desempeñó como camarógrafo hasta 1960 y participó en casi 160 largometrajes y 20 documentales. Su maestro, siempre recordado por él, fue Pablo Tabernero, y Di Salvo se convirtió en el iluminador de casi toda la filmografía de Leopoldo Torre Nilsson, entre cuyos títulos se destacan Martín Fierro y La mafia, labores por las que recibió numerosos premios. Fue también director de fotografía en películas de Lucas Demare, René Mugica, Hugo del Carril y Mario Soffici. En 1984 Di Salvo decidió internarse en el cine puramente comercial, y así rodó Atrapadas, un film acerca de la vida carcelaria de las mujeres, al que siguió, en 1986, Seguridad personal, un policial en el que volvió a demostrar su indudable pericia para el manejo de la cámara y de los personajes. Las lobas, de ese mismo año, lo ubicó entre uno de los realizadores más populares de la época, y a este film siguió, en 1990, Enfermero de día, camarero de noche, una comedia picaresca. En 1997 filmó El Che, relato acerca de la vida de Ernesto Guevara en Bolivia, y desde entonces la trayectoria de Di Salvo sufrió, debido a algunos problemas de salud, un largo intervalo. El año anterior, mientras residía en un geriátrico, pudo filmar la película que sería su canto del cisne: ¡Me robaron el papel picado!, cálido relato en el que resumió toda su larga trayectoria cinematográfica. Los restos de Di Salvo será velados hoy, de 10 a 12, en Gral. Ramírez de Velazco 1070 y posteriormente recibirán sepultura en la Chacarita.
Adolfo C. Martínez