Estrategia CIAT 2014-2020: Construyendo un futuro ... - CGSpace - cgiar

una menor huella ambiental, generando menos gases de efecto invernadero. ..... físicas de las colecciones del CIAT, al igual que la información genética.
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ISBN 978-958-694-129-7

Estrategia CIAT 2014–2020

Construyendo un Futuro

Eco-Eficiente

Centro Internacional de Agricultura Tropical Desde 1967 / Ciencia para cultivar el cambio

Contenido Prefacio

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Resumen ejecutivo

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Capítulo 1. Un mundo en constante cambio

6

Capítulo 2. Cómo el CIAT contribuye a la investigación de CGIAR

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Capítulo 3. Futuros rumbos de la investigación del CIAT

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Capítulo 4. Iniciativas estratégicas: Nuevos caminos para lograr impacto

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Capítulo 5. Materializar la estrategia: Requerimientos clave

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3

Prefacio

L

a nueva estrategia del CIAT se guía por una visión de agricultura eco-eficiente fundada en principios y valores ecuánimes. La estrategia consta de tres elementos: rumbos de la investigación, personal y funcionamiento del Centro. Si bien este documento tiene que ver principalmente con el primer elemento, es crucial recordar que quiénes somos y cómo trabajamos son tan importantes como lo que hacemos.

Al describir los rumbos futuros de la investigación del CIAT, indicamos en términos cuantitativos algunos de los resultados clave esperados, que brindan un sentido más claro del alcance y propósitos de nuestro trabajo.

El mundo ha experimentado cambios importantes en los 5 años desde que se redactó nuestra última estrategia —y el CIAT también. A través de ajustes internos significativos, el Centro ha respondido decididamente a distintos factores externos, incluidos nuevos desarrollos en CGIAR —la alianza científica a la cual pertenece el CIAT— y retos emergentes para la agricultura mundial, que han abierto múltiples oportunidades para el Centro y sus socios. El Centro cuenta con décadas de experiencia en diversas áreas de investigación, que nos permitirán aportar una perspectiva sistémica amplia frente a las tareas de reducir el hambre y la pobreza, mejorando a su vez el manejo de los recursos naturales y las políticas en pro de la población de escasos recursos en los trópicos y subtrópicos. No obstante, también es nuestro deseo expandir horizontes, forjando alianzas y emprendiendo investigaciones en respuesta a desafíos, ideas y desarrollos en la ciencia, con el objetivo de ampliar el impacto en el desarrollo. El propósito de la estrategia del CIAT es inspirar compromiso. Deseamos inspirar a nuestros socios y donantes —presentes y futuros— para que se nos unan en la construcción de un futuro eco-eficiente. Deseamos inspirar al personal del Centro para lograr nuestra meta común de una agricultura tropical que brinde mejor calidad de vida a la gente, demandando menos recursos de la tierra. La reforma de CGIAR dio paso a la creación de un marco de investigación estratégica, junto con nuevos programas importantes de investigación con fuerte énfasis en resultados e impacto. Dado que el CIAT participa activamente en muchos de estos programas, nuestra labor está estrechamente alineada con las direcciones estratégicas establecidas por CGIAR e integrada con la labor de otros centros internacionales. Esta estrategia empieza con una descripción de las tendencias mundiales y regionales en la agricultura y los retos y las oportunidades que estas han generado. Posteriormente, el documento explica cómo la labor científica del CIAT contribuye a la agenda de investigación de CGIAR a través de nuestras tres áreas de investigación: Agrobiodiversidad, Suelos y Análisis de Políticas. Al describir los rumbos futuros de esta investigación, indicamos en términos cuantitativos algunos de los resultados clave esperados —que han de haberse logrado para 2020 o antes— que brindan un sentido más claro del alcance y propósitos de nuestro trabajo.

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Estrategia CIAT 2014–2020

Asimismo, presentamos un conjunto de nuevas iniciativas estratégicas, algunas de las cuales servirán para dirigir nuevos rumbos de investigación en el CIAT, mientras que otras extienden el alcance del Centro dentro de las áreas actuales de investigación. Las iniciativas estratégicas responderán a oportunidades de desarrollo imperiosas al integrar la labor del CIAT de manera transversal a nuestras áreas de investigación y tres regiones: África subsahariana, Asia y América Latina y el Caribe. Todas las iniciativas nuevas nutrirán nuestras contribuciones a los programas de CGIAR. Finalmente, describimos un grupo de actividades transversales que son críticas para la implementación de nuestra nueva estrategia. Estas actividades incluyen esfuerzos para expandir nuestras alianzas con actores clave en los sectores público y privado y la sociedad civil, garantizar que las mujeres y otros grupos marginados se beneficien equitativamente de nuestra investigación, fortalecer las capacidades de nuestros socios en la investigación para el desarrollo, mejorar el intercambio de conocimientos y fomentar desarrollos positivos en nuestra cultura institucional y funcionamiento. Implementar esta estrategia requerirá inversiones en la capacidad científica y la innovación. En los próximos años, profundizaremos y ampliaremos nuestras fortalezas institucionales mediante la incorporación de personal nuevo, investigadores visitantes y becarios de investigación y la cercana participación de donantes, gobiernos, científicos, agricultores y comunidades rurales en la investigación. Procuraremos alianzas que potencien las capacidades de investigación para nuestras iniciativas estratégicas. Buscaremos fuentes de financiación, con el apoyo de comunicaciones proactivas, para invertir más en el personal, la investigación y la infraestructura. La preparación de este documento, guiada por un grupo de trabajo liderado por Guy Henry, se basó en consultas a nivel mundial, activas discusiones internas y la orientación constructiva de un panel de expertos independientes. Este panel estuvo conformado por Fernando Chaparro, Étienne Hainzelin, Brian Keating, Yolanda Kakabadse, Melissa Wood, Masa Iwanaga, Segenet Kelemu, Nguyen Van Bo, Greg Traxler, Joachim von Braun y el Presidente del Panel, Eduardo Trigo. Estamos inmensamente agradecidos con ellos y otros colegas por sus valiosos aportes. El 45 aniversario del CIAT en 2012 fue una feliz ocasión con mucho que celebrar. A medida que nos acercamos al 50 aniversario, nos complace usar nuestra nueva estrategia como guía para responder a los importantes retos y oportunidades que nos esperan a futuro. Cali, Colombia, abril de 2014.

Ruben G. Echeverría Director General

Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

Wanda Collins Presidenta, Junta Directiva

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Resumen ejecutivo

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En la búsqueda de nuestros objetivos, centrales para lograr espirales ascendentes de crecimiento sostenible, el CIAT hará aportes significativos a la investigación de CGIAR.

a nueva estrategia del CIAT, orientada por la visión de una agricultura eco-eficiente, responde a varias tendencias que determinan el mundo actual, incluido el crecimiento demográfico, el rápido proceso de urbanización, la degradación extensiva de la tierra, el cambio climático y emocionantes adelantos científicos. La estrategia tiene además en cuenta desarrollos clave en cada una de las regiones de trabajo del CIAT —África subsahariana, Asia y América Latina y el Caribe. Al abordar los retos y oportunidades derivados de importantes tendencias, nuestra meta es mejorar la seguridad alimentaria y los medios de vida en los trópicos y subtrópicos, contribuyendo a lograr que la agricultura sea más competitiva, sostenible e inteligente respecto al clima. Al hacerlo, estamos comprometidos con los valores del aprendizaje y la innovación —hacia nuestro personal, nuestros socios y los beneficiarios de nuestro trabajo. Implementaremos nuestra estrategia de dos formas importantes. Primera, la agenda de investigación del CIAT aportará directamente a la agenda del Consorcio CGIAR —la alianza mundial científica a la cual pertenecemos— a medida que trabajamos hacia el logro de los tres objetivos estratégicos del Centro: 1. Poner alimentos asequibles y de alta calidad al fácil alcance de la población rural y urbana de escasos recursos, impulsando la productividad agrícola y mejorando la calidad nutricional de cultivos de primera necesidad. 2. Promover el crecimiento de los ingresos rurales logrando que la agricultura de pequeña escala sea más competitiva y orientada al mercado mediante mejoras en las cadenas de valor agrícolas. 3. Proveer los medios para lograr una agricultura más intensiva y competitiva que sea ambientalmente sostenible e inteligente respecto al clima. En la búsqueda de estos objetivos, centrales para lograr espirales ascendentes de crecimiento sostenible, el Centro hará aportes significativos a los programas de investigación de CGIAR. Estos aportes serán el resultado de nuestros esfuerzos para mejorar cuatro cultivos (fríjol, yuca, forrajes tropicales y arroz), avanzar en la intensificación sostenible de la agricultura, restaurar la tierra degradada, mejorar los sistemas ambientales, vincular a los agricultores a los mercados y enfrentar al cambio climático. El uso hábil de nuevas herramientas para el análisis de big data (datos complejos) junto con la renovación de equipo e infraestructura mejorarán nuestro trabajo en todas estas instancias. Segunda, el CIAT emprenderá un conjunto de iniciativas estratégicas diseñadas para impulsar nuestro impacto en el desarrollo, basadas en las distintas fortalezas del Centro para la investigación que se hallan en constante evolución, al tiempo que influencian el enfoque futuro de la investigación de CGIAR. Las nuevas iniciativas que proponemos están dirigidas a:

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Estrategia CIAT 2014–2020

• Promover la producción pecuaria basada en los forrajes para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorando a su vez los medios de vida de la población rural de escasos recursos mediante la intensificación sostenible de la producción de carne y leche. • Desarrollar sistemas alimentarios más sostenibles al servicio de las necesidades de un mundo en rápido proceso de urbanización. • Comprender mejor de qué forma se pueden reducir las brechas e inestabilidad de los rendimientos en cultivos principales de una manera eco-eficiente. • Mejorar los servicios ambientales en los paisajes agrícolas en un intento por mejorar los medios de vida y el bienestar de la población rural de escasos recursos. En el cumplimiento de nuestra estrategia, nos esmeraremos por integrar acciones en todas las áreas de investigación, tanto dentro del contexto de los programas de investigación de CGIAR, como a través de iniciativas estratégicas. Buscaremos vehementemente nuevas alianzas —incluidas las público-privadas— y fortaleceremos la colaboración actual para lograr materializar impactos en el desarrollo en nuestras regiones objetivo. Emprenderemos las medidas necesarias para asegurar que nuestra labor empodere y transforme las vidas de las mujeres y los grupos marginados. Contribuiremos a formar mayores capacidades para la investigación y la innovación entre nuestros socios en los países en vías de desarrollo. Adoptaremos principios y prácticas de intercambio de conocimiento en el trabajo para mejorar los resultados de nuestra investigación a través del aprendizaje continuo. Finalmente, de conformidad con nuestra visión de un futuro ecoeficiente, perseguiremos este objetivo en las propias operaciones del CIAT, al lograr la neutralidad en las emisiones de carbono del Centro en el futuro cercano y registrando mayores avances en este sentido durante los años siguientes. Si bien la estrategia del CIAT refleja grandes aspiraciones —y esperamos que también sea inspiradora— estamos completamente seguros de que es alcanzable. Para reforzar esta creencia, hemos incluido en la estrategia una serie de resultados cuantificables en relación con nuestros objetivos estratégicos y actividades de investigación. La tarea de construir un futuro eco-eficiente para la agricultura tropical recién empieza. A medida que este nuevo futuro toma forma, millones de personas en los trópicos experimentarán una marcada mejora en su seguridad alimentaria y medios de vida como resultado de la labor del CIAT.

Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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Capítulo 1 Un mundo en constante cambio

E

l éxito de los esfuerzos del CIAT para fortalecer la agricultura tropical dependerá de nuestra habilidad para comprender y responder a un mundo en constante cambio.

Para 2025, la población rural total llegará a su pico y luego empezará a disminuir; la inseguridad alimentaria se convertirá en un fenómeno urbano de crecientes proporciones.

Tendencias mundiales Durante la próxima década, distintas tendencias afectarán la investigación agrícola para el desarrollo. Entre ellas, las complejas dinámicas demográficas, los ingresos y la pobreza; la creciente presión sobre los recursos naturales; el cambio climático; los sistemas alimentarios en constante evolución y nuevas formas de hacer ciencia.

Población y pobreza Los aumentos en la densidad demográfica continúan siendo una importante fuerza que afecta la demanda alimentaria (Figura 1). No obstante, se espera que la tasa anual de crecimiento demográfico mundial disminuya significativamente —de 1.1% actual a 0.4% en 2050— muchos países en vías de desarrollo experimentarán grandes aumentos en su población. La dinámica demográfica seguirá la tendencia actual hacia la urbanización. Para 2025, la población rural total llegará a su pico y luego empezará a disminuir; la inseguridad alimentaria se convertirá en un fenómeno urbano de crecientes proporciones. A pesar de la reducción de la pobreza en muchos países durante los últimos 20 años, todavía se registran más de 2.600 millones de personas que devengan menos de US$2 al día y una cifra cercana a los mil millones sufren de hambre crónica y desnutrición. Al menos el 70% de la población mundial de menos recursos vive en zonas rurales. El índice de pobreza de la población urbana ya sobrepasa al de la población rural en cifras absolutas; sin embargo, las zonas rurales todavía registran un porcentaje mayor de extrema pobreza a nivel mundial. Los medios de vida de los hogares rurales pobres son sumamente variados. Sin embargo, la agricultura continúa siendo vital en la mayoría de los países, en donde los hogares de menos recursos dependen fuertemente de las actividades agrícolas. Figura 1. Crecimiento demográfico mundial a largo plazo 10 9 Miles de millones

8 7 6

1880 1.500 millones

1960 3.020 milones

Población de China alcanza 1.300 millones en julio de 2010

Víspera de la Revolución Verde

3 2 1

10.000 AC 1–10 millones

Maíz híbrido

Invención de la agricultura

0 10.000 BC --

6

2150 9.750 millones

1930 2.070 millones

5 4

2010 6.800 millones

2050 8.900 millones

Fuente: Pardey (2011) y Naciones Unidas (s.f. y 2004). 1885

1925

1965

2005

2045

2085

Estrategia CIAT 2014–2020

Degradación de los recursos naturales El crecimiento demográfico ha ejercido una enorme presión sobre las tierras agrícolas y el agua, al igual que sobre los recursos forestales, la pesca y la biodiversidad. Esta presión amenaza las funciones ecológicas del planeta y va en detrimento de los medios de vida de los agricultores, en especial los de menos recursos, muchos de los cuales logran un sustento gracias a los bienes y servicios ambientales. Si bien la competencia por los recursos naturales para la alimentación y usos no relacionados con ella no es ninguna novedad, en la última década se ha intensificado de forma significativa. Esta tendencia continuará, a medida que la demanda por producción de biomasa continúe creciendo. La energía renovable, incluida la biomasa, contribuyó aproximadamente a un 16% de las necesidades energéticas totales en 2011 y se anticipa que esta cifra aumentará. Los alarmantes índices de degradación de los recursos naturales impactan directamente el área de tierra productiva disponible para la agricultura (Figura 2). Durante los últimos 50 años, la degradación de la tierra y el suelo ha reducido los rendimientos de los cultivos y la participación del sector agrícola en el producto interno bruto en hasta un 10%. Entretanto, el mundo está perdiendo 24 mil millones de toneladas de la capa superior del suelo fértil cada año. Más aún, cerca del 25% de la capacidad de almacenamiento mundial de agua dulce se perderá en los próximos 25–50 años como resultado de la sedimentación.

1.600

0.50

1.400

0.45

1.200

0.40

1.000

0.35

800

0.30

600

0.25

400

1961 1965

1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

De secano

Irrigada

2005 2008

Hectáreas por persona

Millones de hectáreas

Figura 2. Reducción en la tierra agrícola utilizable per cápita, 1961–2008

0.20

Tierra agrícola por persona

Fuente: FAO (2011) www.fao.org/docrep/017/i1688e/i1688e.pdf

Cambio climático El cambio climático es reconocido, hoy por hoy, como el principal reto ambiental que enfrenta el planeta (Figura 3). El informe más reciente del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) determinó que es probable que el cambio en la temperatura de la superficie mundial sobrepase los 1.5 °C para finales del siglo XXI, respecto a su nivel preindustrial. El aumento promedio del nivel del mar mundial para 2081–2100 podría estar entre 26 cm (en la parte baja) y 82 cm (en la parte alta), dependiendo de la trayectoria de las emisiones de gases de efecto invernadero. El IPCC sostuvo que es “extremadamente probable” que la influencia humana haya sido la causa dominante del calentamiento observado desde 1950. Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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Figura 3. Cambio promedio proyectado en la aptitud climática para 50 cultivos para el 2050

Cambio en porcentaje esperado para 2050 -95 a -31 -30 a -11 -10 a -1 0 1 a 29 30 a 47 48 a 98

El cambio climático tendrá impactos negativos significativos en la agricultura en países en vías de desarrollo, como resultado de fenómenos climáticos extremos más frecuentes; patrones variables en la precipitación; cambios en la distribución de plagas y enfermedades; menor calidad de los cultivos debido a temporadas más cortas de crecimiento y mayores temperaturas. Estos impactos plantean una especial amenaza a la seguridad alimentaria en los países de escasos recursos, que de por sí ya carecen de seguridad alimentaria. Al mismo tiempo, la agricultura continuará siendo uno de los principales factores que contribuyen al cambio climático por la emisión de gases de efecto invernadero. Ningún esfuerzo que se estime creíble para abordar el cambio climático puede pretender ignorar la agricultura, aun así los sistemas agrícolas no están preparados para afrontar los inmensos cambios que depara el futuro.

Sistemas alimentarios La evolución de los sistemas de producción alimentaria en décadas recientes se ha caracterizado por un aumento en la integración de la agricultura, la pesca y la silvicultura con otras actividades económicas. Complejas y variadas cadenas de producción agroindustrial han surgido, que implican cambios cualitativos y cuantitativos en la demanda de productos primarios, así como en la distribución de los ingresos en los sectores y grupos poblacionales. La distribución de recursos productivos también ha cambiado, con la creciente presencia de productores primarios de gran escala junto con operaciones de pequeña escala, en particular en América Latina, Europa oriental, Asia central, Asia suroriental y algunas partes de África subsahariana. En muchos casos, estos desarrollos significan nuevas oportunidades para el crecimiento económico, pero también pueden generar el desplazamiento de firmas locales y crear dificultades para pequeños productores primarios, que pueden no estar en capacidad de satisfacer las demandas de volumen y estándares de calidad más estrictos.

Nueva ciencia y tecnología La ciencia ha abierto importantes oportunidades para la agricultura en los últimos años y es probable que esta tendencia experimente un ascenso en el futuro. La convergencia de nuevas tecnologías biológicas,

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Estrategia CIAT 2014–2020

informáticas y de las comunicaciones con las ciencias de la ingeniería está creando nuevas opciones, no solamente para revertir la reciente desaceleración del crecimiento en los rendimientos de los cultivos, sino también para aportar soluciones tecnológicas efectivas frente al cambio climático y la degradación de los recursos naturales. Se requieren nuevos recursos para lograr estas metas. Aunque la inversión pública en la investigación y el desarrollo agrícola ha crecido en todo el mundo de US$16 mil millones en 1981 a $32 mil millones en 2008 aproximadamente (Figura 4), la inversión del sector privado ha crecido más rápido hasta alcanzar $18 mil millones en 2008 o 21% del total. Los informes más recientes también muestran que el gasto público en investigación y desarrollo agrícola en China, India y Brasil —los tres países más destacados en términos de gasto invertido en el mundo en desarrollo— representó un cuarto del gasto mundial y la mitad del gasto combinado en los países en desarrollo. Una nueva división se está abriendo entre los países con base en su acceso a nueva tecnología. Figura 4. Mayor gasto nacional en investigación y desarrollo agrícola mundial (2000–2008)

Miles de millones de dólares de 2005

35

El gasto aumentó 22% en este período

30

51%

25 20

Nivel de ingresos Alto

58%

Medio Bajo

15

46%

10

39%

5 0

3%

2000

3% 2008

Fuente: ASTI (2012) www.asti.cgiar.org/publications/global-assessment

Tendencias regionales La orientación de la investigación futura del CIAT tendrá en cuenta desarrollos clave en cada una de las regiones en las que trabajamos.

África subsahariana Para 2030, se estima que la población humana de África alcanzará los 1.300 millones, con el 50% residiendo en las ciudades. Aunque la demanda de alimentos aumenta rápidamente, las provisiones siguen siendo insuficientes o incluso se reportan en descenso. África alberga el 27% de las 870 millones de personas con problemas de nutrición del mundo, y la desnutrición genera retraso en el crecimiento entre el 40% de los niños de la región menores de 5 años. Los impactos del cambio climático y la degradación del suelo son factores que ponen aún más en riesgo la seguridad alimentaria y nutricional. La degradación de la tierra afecta el 67% del área agrícola

Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

de las personas que sufren desnutrición en el mundo

del área agrícola afectada por la degradación de la tierra

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de África, en donde se reporta erosión y disminución en la vegetación en aproximadamente 490 millones de hectáreas. El agotamiento de los nutrientes del suelo es un tema de especial preocupación en esta región. En general, los agricultores pierden 8 millones de toneladas de nutrientes del suelo cada año, que se calcula equivalen a US$4 mil millones. En respuesta a estos retos, se han puesto en marcha iniciativas importantes para promover el desarrollo agrícola y el crecimiento económico en la región, las cuales abren oportunidades para fortalecer la seguridad alimentaria y revertir la degradación de la tierra.

Asia Como resultado de un desarrollo económico importante en las últimas décadas, el nivel promedio de riqueza de los hogares ha aumentado enormemente en la región, aunque persisten las desigualdades entre y dentro de los países. Existe una población considerable en las zonas urbana y periurbana que sufren de pobreza, pero muchas de las personas más pobres viven en comunidades rurales marginadas. La agricultura continúa siendo un componente importante de las economías de Asia, a pesar del rápido crecimiento en otros sectores. Los sectores yuquero y pecuario son muy dinámicos, tendencia que es marcada por una demanda local, regional y mundial cada vez mayor. El crecimiento económico en la región ha abierto oportunidades y retos importantes para la agricultura. La presión demográfica en aumento junto con prácticas agrícolas insostenibles, incluida la agricultura de tala y quema y el pastoreo excesivo, han ocasionado la degradación generalizada de la tierra. Otra amenaza importante es la presión sobre la tierra para usos no agrícolas y la captación de tierras por parte de grandes compañías o incluso otros países para desviar la tierra usada por pequeños agricultores hacia la producción agrícola a gran escala. La región es además altamente vulnerable al cambio climático.

América Latina y el Caribe (ALC) El sector agrícola en ALC ha sido bastante dinámico en décadas recientes, al aumentar su contribución al valor de la producción agrícola mundial de 10% en 1960 a 13% en 2010. Al mismo tiempo, ALC ha logrado amplio reconocimiento como proveedor principal de bienes ambientales mundiales, como la biodiversidad y el agua. En los próximos años, es probable que la región fortalezca su rol como uno de los principales exportadores de alimentos (Figura 5). Adicionalmente, sus sistemas de producción agrícola se diversificarán más, con énfasis en los cultivos de valor agregado, como las frutas y otras especies hortícolas, así como plantas medicinales y alimentos funcionales. Los países de la región que han optado por acuerdos comerciales más abiertos deberán hacer un esfuerzo concertado para asegurar que las cadenas de valor agrícolas consideradas clave se vuelvan competitivas a nivel internacional. El ritmo del progreso en la agricultura dependerá de qué tan eficazmente la región pueda enfrentar una serie de retos. El cambio climático, por ejemplo, afectará a toda la región, pero en particular a Centroamérica y el Caribe. En gran parte, esto se debe a que la degradación de los recursos naturales en aquellas áreas las ha hecho especialmente vulnerables:

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Estrategia CIAT 2014–2020

Figura 5. Exportaciones de productos agrícolas y carne de América Latina y el Caribe (1990–2011)

Miles de millones de US$

200

150

100

50

0 1989

1994

1999

Exportaciones agrícolas

2004

2009

Total exportaciones de carne Fuente: FAOSTAT (2011) http://faostat.fao.org

mayores temperaturas y cambios en los patrones de precipitación podrían cambiar el paisaje agrícola en su totalidad, poniendo en peligro el futuro de millones de agricultores. En muchos países, la capacidad institucional para apoyar el desarrollo agrícola es limitada y las políticas actuales son insuficientes para estimular la inversión y el crecimiento en el sector agrícola. A pesar de estas limitaciones, la agricultura sigue siendo un determinante clave del desarrollo económico y social en la mayoría de los países latinoamericanos, y el resto del mundo ve cada vez más a la región como una despensa para el mundo.

Retos clave Con este trasfondo de desarrollos mundiales y regionales, la labor del CIAT enfrentará tres retos clave en los próximos años.

1. Responder a una mayor demanda de alimentos, cambios en los patrones de consumo y la generalización de la desnutrición Los aumentos en la población, sumados a las mejoras proyectadas en los ingresos, generarán un incremento estimado del 70% en la demanda mundial total de alimentos para 2050. El rápido proceso de urbanización en los países en vías de desarrollo afectará esta demanda significativamente, propiciando que una mayor cantidad de consumidores compren más carne, leche, frutas y verduras. Una consecuencia adicional de la demanda de dietas alimentarias más variadas es que, a medida que se diversifican las cadenas de valor, surgirán nuevas oportunidades para vincular a los productores con los consumidores a través de los mercados. La eliminación de grandes pérdidas de cultivos y desperdicio de alimentos a lo largo de las cadenas de valor podría contribuir significativamente a satisfacer la demanda sin ejercer mayor presión sobre los recursos naturales. Cálculos recientes Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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muestran que casi un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial —1.300 millones de toneladas métricas— se pueden perder, arruinar o desperdiciar cada año. Los trastornos relacionados con las dietas alimentarias, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, están aumentando en todo el mundo y a lo largo del espectro socioeconómico. Muchos países en vías de desarrollo soportan una carga triple de desnutrición, causada por la combinación de una mala nutrición, déficits de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales; y sobrenutrición debido al alto consumo de azúcares, grasas y sal. Para reducir esta carga, será necesario renovar el énfasis en los alimentos nutritivos y de alta calidad. Para la población rural, el principal reto seguirá siendo impulsar la productividad agropecuaria para elevar los ingresos. Para la población urbana de escasos recursos, la problemática central será obtener precios asequibles y estables para los alimentos básicos. Para responder a ambos retos, la investigación del CIAT debe: • Emprender estrategias novedosas de fitomejoramiento para acelerar los resultados. • Reducir las brechas y la inestabilidad del rendimiento a nivel de finca para cultivos objetivo. • Mejorar la calidad nutricional de los cultivos. • Lograr sistemas alimentarios y cadenas de valor más eficientes, enfatizando la inclusión de pequeños agricultores en los mercados, la reducción del desperdicio de comida, el procesamiento más eficiente, la creación de empleo y la dinámica de consumo en las zonas urbanas.

2. Revertir la degradación de los recursos naturales, logrando a su vez la intensificación sostenible de la agricultura Recientes declaraciones de alto nivel —incluido el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) y el informe del Panel de Expertos de Montpellier­— enfatizan la necesidad de revertir la degradación de los recursos naturales y, a su vez, lograr intensificar la agricultura. Los esfuerzos para lograr estas metas se deben fundamentar en una nueva manera de pensar. Los investigadores deben reconocer, por ejemplo, que la degradación de los recursos naturales es una señal de disminución en los servicios ambientales en los paisajes. El problema no es simplemente biofísico, sino que además tiene dimensiones sociales, económicas y políticas. Resolver el problema es crítico para satisfacer la necesidad de más alimentos, al igual que energía, incluidos los biocombustibles y la energía hidroeléctrica. Para restaurar los recursos degradados y evitar la futura degradación de la tierra, son necesarias estas acciones: • Mejorar la eficiencia en el uso de nutrientes y agua en los sistemas agrícolas y reducir las brechas de rendimiento, manteniendo a su vez

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Estrategia CIAT 2014–2020

la fertilidad del suelo a largo plazo a través de una agricultura ecoeficiente. • Desarrollar métodos para monitorear recursos en paisajes a fin de apoyar procesos de toma de decisiones, planificación y evaluación de impacto en intervenciones para el desarrollo rural. • Definir caminos para la intensificación agrícola, incluyendo esquemas de incentivos económicos y puntos de partida institucionales. • Apoyar políticas y decisiones de inversión mediante una mayor evaluación de la resiliencia y los servicios ambientales, los medios de vida rurales y las ventajas vs. las desventajas entre alimentación, agua y energía.

3. Lograr la agricultura inteligente respecto al clima La seguridad alimentaria futura depende de lograr el crecimiento continuo en la productividad agrícola, reconociendo la necesidad de la mitigación y adaptación al cambio climático en la agricultura. También es cada vez más claro que todo el sistema alimentario mundial, no solo la agricultura, debe tornarse inteligente respecto al clima. Los agricultores deberán adaptar sus prácticas y sus cultivos a las condiciones variables del clima. Para eso, agricultores y fitomejoradores deberán tener fácil acceso a la diversidad de los cultivos, gran parte de la cual se encuentra disponible en bancos de germoplasma. Con el uso competente de la diversidad de los cultivos, se pueden desarrollar nuevas variedades resilientes a inundaciones, sequías y temperaturas extremas, logrando que la diversidad sea una herramienta valiosa en los esfuerzos para adaptarse al cambio climático. Asimismo, los agricultores deberán adoptar nuevas prácticas para facilitar un uso más eficiente del recurso hídrico. Las prácticas de manejo de cultivos que optimizan el uso de nutrientes (a partir de fertilizantes orgánicos e inorgánicos) e incorporan a las rotaciones de los cultivos, leguminosas capaces de fijar oxígeno que también pueden contribuir a mitigar los efectos del cambio climático. El desafío para la ciencia es fomentar la adaptación al cambio climático por medio de acciones como las siguientes: • Desarrollar variedades de cultivos adaptadas a los climas que se proyectan a futuro y que produzcan mayores rendimientos con una menor huella ambiental, generando menos gases de efecto invernadero. • Formular prácticas para el manejo del suelo que sean inteligentes respecto al clima y que tengan en cuenta las problemáticas socioeconómicas, mediante un enfoque en el paisaje que complemente el desarrollo de nuevas variedades. • Vincular a los tomadores de decisiones en la creación de bases de datos, herramientas y métodos que apoyen el diseño de estrategias efectivas para la adaptación al cambio climático. Se debe otorgar alta prioridad a nuevos enfoques para dimensionar a menor escala el clima, identificar cultivos resilientes, realizar análisis de impacto ex ante y análisis de costo vs. beneficio de las opciones inteligentes respecto al clima, teniendo en cuenta el impacto en las mujeres y los grupos socialmente marginados.

Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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Capítulo 2 Cómo el CIAT contribuye a la investigación de CGIAR l concepto de eco-eficiencia constituye la base de la visión del CIAT

E

de lo que la agricultura debe ofrecer en el futuro. Una agricultura eco-eficiente mejora el bienestar de los agricultores y los consumidores urbanos de escasos recursos, al tiempo que refleja sensibilidad ante las preocupaciones en el tema ambiental. Por tanto, el concepto de eco-eficiencia (ver recuadro) sirve como guía para nuestros aportes a la seguridad alimentaria mundial y al desarrollo agrícola sostenible.

Hacia un futuro eco-eficiente En 2013, el CIAT publicó un libro titulado Eco-Efficiency: From Vision to Reality, una evaluación rigurosa de la relevancia de la eco-eficiencia para los retos que la agricultura tropical enfrenta hoy por hoy, en especial el cambio climático. El libro deja un mensaje claro acerca del rol potencial de la investigación en los sistemas agrícolas y los cultivos para lograr la eco-eficiencia en la agricultura: • Los sistemas agrosilvopastoriles (que combinan cultivos, árboles y pasturas); el manejo integrado de la fertilidad del suelo y la agricultura de conservación brindan opciones eco-eficientes para sortear las ventajas vs. las desventajas entre la producción agrícola y la preservación de los recursos. • El manejo adecuado de los forrajes tropicales puede estabilizar y restaurar las tierras degradadas y mejorar los servicios ambientales, y al mismo tiempo contribuir a mitigar el cambio climático y generar enormes beneficios para los medios de vida. • La yuca es un cultivo excepcional bien adaptado a estreses ambientales y que prospera incluso sin mayor uso de insumos, pero requiere grandes esfuerzos para defenderse de las amenazas de enfermedades y plagas. • El fríjol es una mina de oro nutricional para la población de escasos recursos, pero será especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático, a menos que se emprenda un importante esfuerzo para encontrar soluciones genéticas y de manejo que incrementen su adaptabilidad y productividad. • El arroz depende fuertemente de la abundancia de agua, pero existen oportunidades para desarrollar variedades y prácticas de producción que utilicen el agua de manera más eficiente.

Lograr que la agricultura sea eco-eficiente requerirá de un compromiso incansable hacia el desarrollo y la adopción generalizada de variedades más productivas de cultivos y mejores prácticas para el manejo de los recursos naturales. La formación de capacidades competentes y el intercambio de conocimiento serán necesarios en cada nivel para garantizar que la agricultura eco-eficiente no se convierta en un obstáculo para los pequeños agricultores, incluidas las mujeres y los grupos marginados. Una gran parte de la investigación que el CIAT lleva a cabo tiene que ver directamente con el logro de estos compromisos.

Principios y valores del CIAT Tenemos la convicción de que se puede lograr un futuro eco-eficiente únicamente si se da una significativa colaboración entre agricultores, técnicos, científicos y otros actores en la innovación agrícola. Al mejorar nuestras metodologías y aprender juntos, empoderaremos a nuestro personal para apoyar esta colaboración y hacer realidad la visión del

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CIAT de una agricultura eco-eficiente. Con este propósito, hemos planteado un conjunto de principios y valores que reflejan el tipo de personas y la clase de Centro que queremos ser. Ética organizacional compartida. Nos respetamos mutuamente, a nuestros socios y a las personas que se benefician de nuestra labor. Procedemos con honestidad, integridad, transparencia y responsabilidad ambiental en todos nuestros esfuerzos conjuntos. Aprendizaje a través de alianzas. Trabajamos con eficiencia y pragmatismo, juntos y con nuestros socios. Considerando que nuestra diversidad es un activo clave, nos adaptamos con facilidad al cambio y procuramos mejorar nuestro desempeño a través del aprendizaje continuo. Innovación para lograr impacto. Desarrollamos soluciones innovadoras frente a importantes retos en la agricultura tropical, que generan grandes logros para las personas que nos apoyan, se benefician de nuestra labor y participan en ella.

El rol del CIAT en la investigación de CGIAR En 2011, el Consorcio CGIAR planteó su Marco de Estrategia y Resultados, que define cuatro objetivos generales: menos pobreza rural; mayor seguridad alimentaria; mejor nutrición y salud; y manejo sostenible de los recursos naturales. El marco buscó establecer un futuro sin hambre tras la crisis mundial de los precios de los alimentos en 2007–2008, que puso en una situación precaria a los consumidores de escasos recursos en los trópicos.

La amplitud de la investigación del CIAT y su presencia regional garantizará la relevancia continuada de nuestra labor para el Marco de Estrategia y Resultados de CGIAR.

Actualmente, se está desarrollando un conjunto de objetivos globales para reemplazar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas para la reducción del hambre y la pobreza, los cuales se vencen en 2015. Es probable que los nuevos objetivos reflejen las distintas dimensiones del desarrollo sostenible —crecimiento económico, inclusión social y protección ambiental— según los pronunciamientos en Río+20 en 2012. Estas dimensiones junto con una cuarta —buena gobernanza— muy posiblemente ocuparán un lugar prominente en los nuevos objetivos, que se darán a conocer como Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La agricultura y los sistemas alimentarios serán tema central para la agenda post-2015, no solamente por ser decisivos para terminar con el hambre sino también para sobrellevar el cambio climático y la degradación ambiental. La nueva estrategia del CIAT se desarrolló para apoyar el Marco de Estrategia y Resultados de CGIAR y las prioridades que probablemente se definan en el contexto de los ODS (Figura 6). Nuestra estrategia está estrechamente alineada con el actual portafolio de CGIAR de programas globales de investigación. De hecho, el CIAT participa en muchos de estos programas, lo que nos convierte en un colaborador clave para la agenda de investigación de CGIAR. La amplitud de nuestra investigación y presencia regional garantizará la relevancia continuada de nuestra labor para el Marco de Estrategia y Resultados de CGIAR.

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Además del significativo aporte del CIAT a la actual agenda de investigación de CGIAR, nuestra estrategia propone una serie de iniciativas inspiradas por nuevos desafíos a nivel mundial, adelantos científicos y formas novedosas de pensar. Con estas iniciativas, esperamos generar innovaciones apasionantes que influyan fuertemente en los futuros rumbos de la investigación de CGIAR. Figura 6. Aporte estratégico del CIAT a la investigación mundial para el desarrollo

Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda post-2015 de las Naciones Unidas Marco de Estrategia y Resultados de CGIAR Objetivos estratégicos del CIAT Alimentos asequibles y de alta calidad

Crecimiento de los ingresos rurales

Agricultura sostenible e inteligente respecto al clima

Iniciativas estratégicas del CIAT Forrajes tropicales para la producción pecuaria eco-eficiente

Sistemas alimentarios sostenibles para un mundo en proceso de urbanización

Reducir las brechas de rendimiento para la intensificación sostenible

Elevar el valor de los servicios ambientales para el bienestar humano

Fortalezas del CIAT para la investigación Nuestra misión —reducir el hambre y la pobreza y mejorar la nutrición humana en los trópicos mediante una investigación que aumente la ecoeficiencia en la agricultura— nos ha llevado a desarrollar una amplia gama de fortalezas para la investigación, distribuidas en tres áreas de trabajo, como lo indican los ejemplos seleccionados a continuación.

Agrobiodiversidad • Recursos fitogenéticos: Conservación in vitro y de semillas • Fríjol: Mejoramiento con énfasis en tolerancia al estrés físico y mejor calidad nutricional; alianza nacional de investigación en África • Yuca: Mejoramiento para lograr rasgos de valor agregado y mejor calidad nutricional • Forrajes tropicales: Mejoramiento de Brachiaria y diversas opciones inteligentes respecto al clima • Arroz: Desarrollo híbrido; mejoramiento para mayor calidad nutricional; consorcio de investigación en América Latina y el Caribe

Suelos • Intensificación sostenible: Diagnosticar limitaciones del suelo y brechas en rendimiento e identificar intervenciones para mejorar la fertilidad del suelo y aumentar la productividad de suelos y agua • Restauración del suelo: Evaluar y monitorear los paisajes y desarrollar alternativas hacia una mayor resiliencia • Mitigación y adaptación al cambio climático: Usar la información de suelos y tierras para desarrollar soluciones específicas por sitio y métrica para la agricultura inteligente respecto al clima

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Estrategia CIAT 2014–2020

Análisis de políticas • Cambio climático: Analizar impactos, desarrollar estrategias de mitigación y adaptación y evaluar políticas • Servicios ambientales: Evaluar mecanismos de distribución de beneficios para pequeños agricultores en zonas clave de influencia • Vinculación de los agricultores a los mercados: Desarrollar relaciones comerciales sostenibles y políticas incluyentes para cadenas de abastecimiento Las investigaciones en estas áreas han dado como resultado un impresionante récord de logros durante los últimos 45 años. Al proceder con esta estrategia, nuestra intención es procurar más integración en las actividades emprendidas por nuestras tres áreas de investigación, aprovechando la experiencia sustancial del CIAT en el trabajo sobre distintos sistemas agrícolas. Nuestra investigación integrada sobre sistemas agrícolas se beneficiará del uso de herramientas de modelado de simulación para explorar nuevas opciones. Esta investigación también requerirá un fuerte componente de las ciencias sociales para determinar la viabilidad de diferentes opciones más allá de las consideraciones meramente biofísicas. Los esfuerzos para integrar el trabajo de nuestras áreas de investigación involucrarán la coordinación diligente de nuestras actividades en África subsahariana, Asia y América Latina y el Caribe. Estamos convencidos de que nuestra cercana participación en varios programas de investigación de CGIAR —que integran la labor de los centros de CGIAR y sus socios— contribuirá igualmente a mejorar la integración del trabajo del CIAT. Las fortalezas del CIAT para la investigación no son absolutas sino que evolucionan con el tiempo para enfrentar necesidades y desarrollos en constante cambio en el campo científico. Por ejemplo, nuestra labor sobre cultivos requerirá cada vez más el uso de herramientas de selección genómica y fenotipificación y genotipificación de alto rendimiento. Nuestros científicos de suelos formarán más capacidades para plantear estrategias y esquemas de incentivos encaminados a revertir la degradación de la tierra. El análisis de políticas y el compromiso serán mayores, a fin de garantizar que los avances científicos de altas instancias se traduzcan en impactos a gran escala en nuestras regiones objetivo.

Fortaleza creciente del CIAT en el análisis de datos Nuestras fortalezas para la investigación en distintas áreas han dado paso a una formidable capacidad en el CIAT para la recopilación, procesamiento, manejo y análisis de datos, incluso una habilidad para integrar diferentes tipos de datos (cuantitativos, descriptivos y digitales) en todas las disciplinas agrícolas. Esta capacidad es crítica para lograr y documentar el impacto en el desarrollo (ver recuadro). Las nuevas metodologías de la ciencia y la tecnología conferirán al análisis de datos un rol incluso más prominente en la futura investigación del CIAT. Con este propósito, el Centro fortalecerá su enfoque en big data, para lograr importantes mejoras en la forma como nuestros científicos Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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recopilan, analizan, manejan, mejoran y comparten la clase adecuada de datos para la toma de decisiones. Por ejemplo, aprovechando las experiencias pasadas con conjuntos de datos sobre recursos genéticos y el medio ambiente mundial, los científicos del Centro plantearán sistemas inteligentes de monitoreo para los cultivos que investigamos (con énfasis en la dinámica de las plagas y enfermedades y la adopción de variedades) y crearán un sistema para apoyar el manejo de cultivos específico por sitio, que responda al clima, los suelos y las condiciones socio-económicas locales.

Cultivando una cultura de impacto El análisis de datos sobre resultados e impacto es esencial para permitir que el CIAT tome decisiones apropiadas acerca de nuestro enfoque de investigación y prioridades de financiación, y para influenciar las decisiones de los donantes en materia de inversión. Los expertos en evaluación e impacto del Centro monitorean y documentan nuestros resultados de investigación en regiones objetivo y realizan y publican estudios prospectivos y de impacto ex post. Asimismo, promocionan la sensibilización entre el personal del CIAT y sus socios acerca de la importancia de analizar y documentar resultados, productos e impactos, con el fin de cultivar una cultura de impacto.

Renovación de la infraestructura Ninguna organización científica puede mantener sus fortalezas cruciales en el tiempo sin un mejoramiento continuo de sus equipos e infraestructura física. Por tal motivo, el CIAT buscará desarrollar una infraestructura más amigable con el medio ambiente y adquirir tecnologías innovadoras, a fin de mantener nuestro Centro a la vanguardia de la ciencia. La mayor parte de la infraestructura del CIAT para el mejoramiento de cultivos, en especial las instalaciones de apoyo como las cámaras de crecimiento y los invernaderos, fue diseñada y construida en la década de los setenta. Esta infraestructura de tantos años es costosa de mantener y difícil de adaptar a nuevos servicios y tecnologías, requeridos para alcanzar nuestro objetivo de lograr una agricultura más ecoeficiente. La infraestructura del CIAT debería fomentar ciencia de avanzada y aportar mayor capacidad innovadora a los programas de investigación. Nuestros planes para el desarrollo de infraestructura son: • Instalaciones de alta calidad para la investigación, que incrementen nuestra capacidad para generar impacto en el desarrollo • Automatización y tecnología de alto rendimiento para elevar la eficiencia de la investigación • Invernaderos, casas de malla y sistemas de riego que demuestren innovaciones para los socios en los sectores público y privado Al proporcionar acceso a equipo especializado en modernos laboratorios, el CIAT estará en mejor posición de permitir que sus socios se integren en investigaciones rigurosas. Una mejor infraestructura puede, por tanto, servir como una plataforma común para los programas nacionales de investigación, universidades y otras iniciativas regionales, agregando valor a nuestra colaboración a través de programas de fortalecimiento de capacidades.

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Estrategia CIAT 2014–2020

Capítulo 3 Futuros rumbos de la investigación del CIAT

E

n los próximos años, el CIAT enfrentará los retos de desarrollo descritos en el Capítulo 1 a través de una agenda de investigación influenciada por distintos factores, entre ellos, nuestra visión de eco-eficiencia, nuestro compromiso para apoyar los programas de investigación de CGIAR y nuestras fortalezas consolidadas en la investigación y el trabajo con socios. Sobre esa base, hemos definido tres objetivos estratégicos, centrales para lograr espirales ascendentes de crecimiento, así como un resultado esperado para cada uno.

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Lograr alimentos asequibles y de alta calidad a disposición de las poblaciones rurales y urbanas de escasos recursos, impulsando la productividad agrícola y mejorando la calidad nutricional de los cultivos de primera necesidad.

Las variedades de cultivos y prácticas mejoradas por medio de la investigación del CIAT

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reforzarán la seguridad alimentaria y el potencial de ingresos de al menos

millones 10 de hogares rurales

proporcionando a su vez alimentos más asequibles y nutritivos para al menos

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millones de hogares

Promover el crecimiento de los ingresos rurales, logrando que la agricultura a pequeña escala sea más competitiva y orientada al mercado a través de mejoras en las cadenas de valor agrícolas.

mejorando así su acceso a los mercados agrícolas actuales y les permitirán aprovechar nuevas oportunidades para ingresar a los mercados de crecimiento

Como resultado de la labor del CIAT, millones de pequeños al menos agricultores adquirirán capacidades empresariales adicionales

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Proveer los medios para lograr una agricultura más intensiva y competitiva, que sea ambientalmente sostenible e inteligente respecto al clima.

En las áreas en las que trabaja el CIAT, nuestros esfuerzos reducirán la tasa de expansión de la frontera agrícola y permitirán que al menos millón de agricultores tengan acceso a tecnologías ambientalmente amigables

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Se reducirán las emisiones de la agricultura y se establecerán políticas inteligentes respecto al clima en al menos países objetivo

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Este capítulo describe la investigación que el CIAT llevará a cabo en la búsqueda de nuestros objetivos estratégicos. Cabe resaltar que esta investigación contribuye materialmente a la agenda de investigación de CGIAR. De hecho, como se ha señalado, el CIAT participa en muchos de los programas de investigación de CGIAR, cubriendo actividades en las temáticas de producción agropecuaria, recursos naturales, sistemas agrícolas principales y otros temas clave para el desarrollo.

La investigación aquí descrita refleja la convicción que comparten CGIAR y el CIAT acerca de que la agricultura en los trópicos y subtrópicos debe experimentar un cambio significativo en distintos frentes.

La investigación aquí descrita refleja la convicción compartida de CGIAR y el CIAT de que la agricultura en los trópicos y subtrópicos debe experimentar cambios significativos en distintas instancias —variedades de cultivos sembradas por los agricultores, mercados en los que participan, sistemas de producción que manejan, paisajes agrícolas que habitan y políticas que influencian sus opiniones y decisiones, entre otras. Además de las diversas líneas de investigación descritas en este capítulo, el CIAT dará alta prioridad a varias áreas transversales: alianzas, género, formación de capacidades, gestión del conocimiento y cultura institucional. Nuestros planes para el trabajo en estas áreas se describen ampliamente en el Capítulo 5 de esta estrategia.

Mejoramiento de cultivos A futuro, el CIAT prevé una demanda constante de variedades que proporcionen mayor volumen y estabilidad en los rendimientos, a pesar de la generalizada degradación del suelo, los impactos del cambio climático y las alzas en los costos de insumos clave, como fertilizantes y agua. Para ir a la par con esta demanda, centraremos gran parte de nuestra investigación en el desarrollo de nuevas variedades que sean de alto rendimiento, adaptadas a una diversidad de entornos y resilientes ante múltiples estreses. De acuerdo con el principio de eco-eficiencia del CIAT, nuestra investigación buscará mejorar la eficiencia fisiológica y agronómica de cultivos, generando mayores rendimientos por unidad de insumo, en especial en áreas en donde la fertilidad del suelo es baja. Dado que la eco-eficiencia a menudo se traduce en una agricultura más inteligente respecto al clima, el CIAT orientará su labor a áreas en donde la mitigación y la adaptación al cambio climático sean de alta prioridad. Una de las formas más efectivas para lograr que la producción agrícola sea más eco-eficiente es alcanzar la estabilidad en los rendimientos y reducir los riesgos de falla de los cultivos frente a plagas y enfermedades, cuyas dinámicas están siendo alteradas por el cambio climático. Para ello, la investigación del CIAT se enfocará en la resistencia de las plantas hospederas y el control biológico. Adelantos recientes en la identificación de genes y el mejoramiento de precisión basado en la genómica han abierto nuevas oportunidades para acelerar y lograr el mejoramiento genético. Los científicos del CIAT ya están usando selección asistida por marcadores o selección del genoma completo. También hemos empezado a desarrollar tecnologías que puedan facilitar el mejoramiento de cultivos al revelar la base genética molecular de la yuca, el fríjol común, el arroz y los forrajes tropicales y generar una mayor comprensión de la base genética y fisiológica de rasgos agronómicos importantes.

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Resultados esperados para el mejoramiento de cultivos • En África subsahariana, la investigación del CIAT generará un incremento en los rendimientos promedio de fríjol común de 0.65 toneladas por hectárea en la actualidad a cerca de 1 tonelada. Esto impulsará la producción anual total de fríjol de la región en un 55% para 7.2 millones de toneladas hacia el 2020. • En áreas de Asia suroriental en donde variedades de yuca y prácticas de manejo relacionadas con el CIAT han contribuido a duplicar los rendimientos durante las últimas 2 décadas, los rendimientos se incrementarán aún más —en al menos un 30% de sus niveles actuales. • Los rendimientos promedio de arroz en ALC aumentarán en 2 toneladas por hectárea en al menos 1 millón de hectáreas, fortaleciendo así la seguridad alimentaria regional (así como la seguridad nutricional a través de la difusión de variedades biofortificadas) e impulsando las exportaciones de arroz. • Para 2018, los híbridos Brachiaria interespecíficos desarrollados por medio de una alianza público-privada se sembrarán en 1.5 millones de hectáreas, principalmente en América Latina. • En la región ALC, la incorporación de gramíneas Brachiaria mejoradas en sistemas de producción pecuaria bien manejados reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de ganado en un 30–50%, duplicando a su vez la capacidad de carga pecuaria.

Trabajaremos para acelerar el mejoramiento de cultivos empleando métodos y tecnologías que permitan manejar mayores volúmenes de material genético y seleccionarlo con mayor precisión. Esto implicará una mayor integración de los enfoques convencionales de fitomejoramiento con herramientas y métodos de la biotecnología, incluidos marcadores moleculares, cultivo de tejidos, genómica, fenómica y campos afines. Si bien cada uno de los grupos de enfoque del CIAT requerirá un planteamiento específico, todos deberán encontrar mejores medios para acceder, entender y usar la diversidad genética, como por ejemplo: • Elucidar y explotar la base biológica para lograr ganancias en la productividad • Reducir el ciclo de mejoramiento (por ej., de 6 a 3 años en el caso del arroz) • Fenotipificación de alto rendimiento, especialmente con el uso de la teledetección y la metabolómica • Selección multilocal de generaciones segregantes (shuttle breeding) para explotar las características complementarias de diferentes sitios de selección • Aplicar selección asistida por marcadores moleculares para rasgos controlados por genes principales • Usar selección genómica para una gama amplia de rasgos • Explotar las herramientas de la genómica y la bioinformática • Perfeccionar el manejo de datos para optimizar la eficiencia en el mejoramiento A medida que los equipos de fitomejoramiento del CIAT implementen estrategias novedosas para acelerar el mejoramiento de cultivos, harán de la información genética digital una parte integral de este trabajo, permitiéndonos brindar no solo mejor germoplasma para nuestros socios, sino también abundante información en forma de secuencias alélicas de ADN.

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Salvaguardia y uso de recursos genéticos de cultivos Los recursos genéticos de los cultivos son vitales para desarrollar nuevas variedades de cultivos que cumplan los requerimientos de la agricultura eco-eficiente. Las especies silvestres parientes de los cultivos son de particular importancia para facilitar que los cultivos sobrelleven el cambio climático, dado que estas plantas a menudo contienen genes que confieren rasgos necesarios para mejorar la resiliencia. El banco de germoplasma del CIAT mantiene las colecciones de fríjol más grandes del mundo (alrededor de 36.000 muestras) y yuca (cerca de 7.000 muestras) junto con sus parientes silvestres, así como de forrajes tropicales para la ganadería (más de 23.000 muestras). El CIAT participa en el esfuerzo global para salvaguardar las colecciones mantenidas por CGIAR y poner esta diversidad a disposición de mejoradores e investigadores bajo los términos del Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. El CIAT ha depositado cerca de 31.000 muestras duplicadas de semillas de sus colecciones en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard como respaldo de seguridad. En los próximos años, el CIAT se propone construir un nuevo banco de germoplasma que pueda aprovechar las tecnologías más recientes en el tema de secuenciación de genes para evaluar la diversidad genética más plenamente, además manejando al mismo tiempo el germoplasma (como semilla y plántulas in vitro) de forma más eficiente. Las nuevas instalaciones estarán en capacidad de distribuir semillas físicas de las colecciones del CIAT, al igual que la información genética digital relacionada, vital para liberar su potencial genético oculto. Adicionalmente, servirá como punto focal para fortalecer las capacidades nacionales y sensibilizar acerca del valor de los recursos fitogenéticos.

Mejoramiento de la calidad nutricional de los cultivos La calidad de los cultivos es otra dimensión clave de la eco-eficiencia, que ofrece un enorme potencial para el mejoramiento genético. Por ejemplo, aumentar el contenido de micronutrientes, empleando un enfoque denominado biofortificación de cultivos, se ha mostrado prometedor para ayudar a superar la desnutrición. Como parte de su contribución a la investigación de CGIAR, el CIAT trabajará en el desarrollo y escala de las variedades de fríjol y yuca biofortificadas que sean agronómicamente competitivas y más nutritivas que las variedades cultivadas en la actualidad. En los países objetivo, la utilización de variedades biofortificadas vinculará a los sectores público y privado mediante la integración con planes nacionales de inversión en nutrición y agricultura. La utilización de variedades se fortalecerá a través de la formación de capacidades en los centros internacionales y los programas nacionales para unificar y cuantificar el mejoramiento nutricional. En el CIAT, esta investigación también abordará dimensiones de mercadeo en toda la cadena de valor para minimizar fallas del mercado y otros cuellos de botella, y promover la diversificación de los alimentos mediante intervenciones basadas en un enfoque de canasta alimentaria.

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Resultados esperados para una mejor calidad nutricional Para 2018, se espera que 6 millones de personas en Ruanda, 2.5 millones en la República Democrática del Congo y 5 millones en cinco países del sur de África (Mozambique, Zambia, Zimbabue, Malawi y Suazilandia) ya estarán consumiendo fríjol con alto contenido de hierro, y el 50% de la semilla de fríjol comercializada en estos países será biofortificada.

Enfoque en cultivos El CIAT continuará concentrándose en los cuatro cultivos vitales enunciados a continuación.

Fríjol común Varias décadas de la investigación del CIAT en fríjol —la leguminosa alimenticia más importante del mundo— han llevado a una masiva adopción de variedades de alto rendimiento, con impactos significativos en la seguridad alimentaria en principales países productores de fríjol, como Etiopía, Ruanda y Uganda. El reto, hoy por hoy, es elevar los ingresos rurales facilitando el acceso de los pequeños agricultores a los mercados, estabilizando al mismo tiempo los rendimientos mediante el desarrollo de variedades de fríjol tolerantes al estrés y mejorando la nutrición humana con variedades biofortificadas. En África, en donde el fríjol común es cultivado en su mayoría por mujeres, garantizaremos que ellas se beneficien significativamente de nuestros esfuerzos para mejorar la productividad del fríjol y los mercados.

Una mirada a la producción de fríjol • En 2011, la producción mundial de fríjol seco se ubicó en 23 millones de toneladas, de las cuales se atribuye el 28% a América Latina y el Caribe y el 17% a África. • En la última década, la producción de fríjol en África ha aumentado a una tasa anual cercana al 4%, principalmente por medio de la expansión del área sembrada, con rendimientos que ascienden en promedio 0.7% anual. Por el contrario, el área de fríjol de América Latina disminuyó, en especial en Brasil, mientras que los rendimientos aumentaron en 1.8% anual.

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Yuca La yuca es el tercer cultivo alimenticio más importante en los trópicos, después del arroz y el maíz. En Asia suroriental, en donde el CIAT trabaja fuertemente en este cultivo, la yuca sirve como fuente de alimentación humana y animal, proporcionando a su vez materia prima para la fabricación de farmacéuticos, almidón industrial, biocombustibles y otros productos. Durante las últimas décadas, la investigación del CIAT ha generado aumentos considerables en la producción y productividad yuquera, en gran parte a través de la adopción generalizada de variedades mejoradas, pero también debido a mejoras en las prácticas agrícolas y en los vínculos con los mercados. Los rendimientos promedio de yuca se han duplicado desde que el CIAT empezó a trabajar en la región. Como resultado, la yuca es importante no solamente para los hogares rurales sino también para las economías nacionales. La industria yuquera de Asia suroriental genera miles de millones de dólares al año y exportaciones por encima de tres cuartos de la yuca comercializada a nivel internacional en todo el mundo, con más de la mitad destinada a China. Para contribuir a mantener el impulso del auge de la yuca de la región, durante la siguiente década, científicos del CIAT trabajarán con socios para impulsar los rendimientos en al menos otro 30% mediante un mejoramiento genético continuo y mejores prácticas agronómicas, así como el manejo de plagas y enfermedades.

Una mirada a la producción de yuca • Desde 2001, la producción mundial de yuca ha aumentado a una tasa anual de 3.4% —alcanzando 256 millones de toneladas en 2011. • En Asia, región a la que se le atribuye un tercio de la producción mundial de yuca durante este período, la producción creció a una tasa anual mayor (5%) que en África (3.5%), lo cual contribuyó con más de la mitad de la producción mundial. Los aumentos de Asia en la producción de yuca fueron más el resultado del mejoramiento en el rendimiento (que creció a una tasa anual de 3.1%) que por la expansión del área sembrada (1.8%). • La fuerte demanda de yuca como materia prima industrial en Asia ha sido el principal determinante de la adopción de tecnología y las ganancias obtenidas en los rendimientos. El comercio internacional de yuca escaló a una tasa promedio anual de 4.8%, principalmente como resultado de mayores exportaciones registradas dentro de Asia.

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Forrajes tropicales En Asia suroriental y otras regiones en donde el CIAT trabaja en forrajes tropicales1, la ganadería le ha servido a la población de escasos recursos como una red de seguridad social, brindando un seguro o una “cuenta bancaria” para los tiempos de crisis. Incluso, cada vez con mayor fuerza, la producción pecuaria más intensiva proporciona ingresos regulares, logrando mejores medios de vida. El fácil acceso a forrajes de alta calidad para animales ha resultado ser un punto de partida crucial para mejorar la producción, el manejo y la sanidad animal. Los forrajes mejorados permiten a los agricultores ahorrar mano de obra y elevar los ingresos al impulsar el valor de su ganado en el mercado. Si bien se han adoptado mejores sistemas de alimentación pecuaria de manera bastante extensa, una mayor expansión requerirá la promoción de nuevas prácticas en todo el amplio rango de ecologías y sistemas agrícolas en la región. En América Latina, las gramíneas Brachiaria de alta calidad, muchas de ellas mejoradas en el CIAT, han sido adoptadas ampliamente y cubren un área estimada de más de 25 millones de hectáreas, que generan grandes beneficios económicos. Un trabajo realizado recientemente en forrajes tropicales en África ha demostrado cómo las gramíneas superiores pueden ayudar a aliviar la grave escasez de recursos para la alimentación animal y dar así impulso a su revolución pecuaria, que es crítica para diversificar las dietas alimentarias y elevar los ingresos rurales.

Arroz Durante las décadas sesenta y setenta, la rápida difusión de nuevas variedades de arroz semienanas en ALC impulsó enormemente la producción. Desde entonces, si bien los rendimientos de arroz han subido lentamente, los investigadores han incluso registrado ganancias importantes en la eficiencia, desarrollando nuevas generaciones de arroz mejorado con aptitud climática para los entornos y prácticas arroceras de la región. En los últimos años, también han desarrollado variedades que prometen rendimientos significativamente superiores. Estos avances en el mejoramiento del arroz y el uso de recursos se fundamentan en innovaciones institucionales importantes, en particular en la creación de un exitoso consorcio regional de arroz que reúne a organizaciones de los sectores público y privado con asociaciones de agricultores.

Una mirada a la producción de arroz en ALC • El arroz sigue siendo un alimento importante de primera necesidad en América Latina y el Caribe, aunque a la región se le atribuye únicamente una pequeña parte de la producción mundial. Durante la pasada década, la producción de arroz en esta región creció a una tasa anual de 2.3% —alcanzando los 29–30 millones de toneladas en 2011— principalmente como resultado de las ganancias en los rendimientos.

Aunque se encuentran disponibles datos sobre la adopción de forrajes, la información detallada sobre las tendencias en la producción y el uso de estos recursos para la alimentación pecuaria es limitada.

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Intensificación sostenible de la agricultura Al tiempo que se aumenta el potencial de rendimiento de los cultivos, el CIAT fomentará el desarrollo de mejores prácticas de manejo de cultivos y suelo que permitan una óptima expresión del potencial genético. Este trabajo hará parte de nuestros esfuerzos globales para lograr la intensificación sostenible de la agricultura en los trópicos y subtrópicos, basados en el concepto de sanidad del suelo. Mantener o restaurar la sanidad del suelo es cuestión de manejar la biología del suelo de manera adecuada, optando por buenas decisiones sobre la cobertura del suelo y los cultivos, manteniendo un equilibrio en los insumos de nutrientes y maximizando las enmiendas orgánicas. Para mejorar la productividad agrícola, se requiere el uso más eficiente de nutrientes y agua. Con esta finalidad, los científicos de suelos del CIAT promoverán el uso de diagnósticos costo-efectivos para lograr una mejor comprensión de la variabilidad del suelo y así brindar una base para adaptar el manejo del suelo a condiciones específicas. Este trabajo partirá de nuestra amplia trayectoria en la generación de datos de suelos e información sobre sistemas de producción a pequeña escala en los trópicos. En los años siguientes, nuestros investigadores ampliarán los esfuerzos actuales —utilizando enfoques como el manejo integrado de la fertilidad del suelo y la agricultura de conservación— para abrir nuevos caminos hacia la intensificación sostenible, que consideren los distintos contextos económicos y ambientales.

Resultados esperados para un mejor manejo del suelo y la tierra La contribución del CIAT a la investigación de CGIAR será clave para lograr una inversión de más de US$100 millones en la intensificación sostenible de la agricultura. Se fortalecerá la implementación de políticas para el manejo de paisajes en países objetivo y se contará con la participación de más de 100.000 mujeres en procesos mejorados de toma de decisiones sobre la gestión de los recursos naturales, contribuyendo a una reducción de casi un 50% en la tasa de degradación de suelo y tierra en más de 100.000 kilómetros cuadrados.

Restaurar la tierra degradada En muchos lugares de los trópicos y subtrópicos, lograr aumentos sostenibles en la productividad agrícola requerirá de una inversión significativa en el manejo sostenible de la tierra. Este es un enfoque integrado y participativo para el uso de recursos de la tierra para la producción agrícola. Es esencial para garantizar la productividad a largo plazo de estos recursos y mantener sus funciones ambientales, al tiempo que mejora los medios de vida mediante una mayor seguridad alimentaria e ingresos más altos. En años recientes, se ha experimentado una demanda creciente de mayores esfuerzos concertados para lograr la neutralidad en la degradación de la tierra. Este fue un mensaje clave de Río+20 y

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sin duda surgirá en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Importantes agencias de desarrollo han asumido el llamado para construir la base de recursos naturales de la agricultura para mejorar la resiliencia de las comunidades campesinas. El CIAT ha construido una combinación única de capacidades innovadoras y alianzas para monitorear la calidad de la tierra y los servicios ambientales (incluida la evaluación del progreso en la restauración de la tierra), analizando las ventajas vs. desventajas entre los escenarios para el cambio, cuantificando los impactos en género e identificando los incentivos económicos y sociales requeridos para el cambio. Con esto presente, los científicos del CIAT contribuirán de manera importante al manejo sostenible de la tierra, al mejorar la calidad y cantidad de información acerca del suelo disponible para socios nacionales, generando mapas de las propiedades funcionales del suelo (como el carbono orgánico del suelo) y evaluando la sanidad de los ecosistemas a escala de paisaje. Para lograr impacto a través de este trabajo, se requerirá una integración intensiva con planificadores e inversionistas en el manejo de la tierra.

Mejorar los servicios ambientales Los esfuerzos globales del CIAT para revertir la degradación de la tierra están vinculados a una importante labor encaminada a la protección de servicios ambientales vitales, que incluyen la provisión de agua y suministros alimenticios, el mantenimiento de la fertilidad del suelo, la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. La actual labor del Centro en este tema implica el desarrollo de herramientas y metodologías para cuantificar, mapear y evaluar los servicios ambientales en paisajes y cuencas hidrográficas. Además, evaluamos los sistemas ambientales para una variedad de grupos de interés para aportar información a la negociación de mecanismos de distribución de beneficios y determinar el nivel de inversión e incentivos requeridos para proteger los servicios ambientales. Igualmente, analizamos los impactos ambientales de introducir nuevas alternativas de uso de la tierra en áreas agrícolas, determinamos las consecuencias socio-económicas de esquemas de pagos por servicios ambientales y planteamos recomendaciones sobre los medios más apropiados para distribuir los beneficios y los costos de mejorar estos servicios de una manera más equitativa. Para mejorar el impacto de este trabajo, el CIAT trabajará con tomadores de decisiones y formuladores de políticas para conectar la investigación con mecanismos institucionales para la protección de los servicios ambientales, como la distribución de beneficios, incentivos tributarios y políticas en el manejo de la tierra. Con este propósito, realizaremos estudios de caso con ministros de gobierno, organizaciones científicas, asociaciones de agricultores y con otros actores en nuestra investigación en América Latina y África subsahariana. Estos estudios estarán relacionados con el impacto de usos alternativos de la tierra en los servicios ambientales y con las estrategias institucionales para materializar el valor de estos servicios. Un producto clave de este trabajo será la formulación de recomendaciones

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en pro de la población de escasos recursos sobre los medios más efectivos para distribuir los beneficios y los costos de los servicios ambientales más equitativamente. Asimismo, nuestra investigación examinará el impacto de escenarios de cambio climático plausibles sobre la provisión de servicios ambientales relacionados con el agua en las cuencas hidrográficas. Adicionalmente, a través de la iniciativa estratégica presentada en el Capítulo 4, buscaremos comprender mejor la manera como los servicios ambientales contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional en las zonas rurales en situación de pobreza e identificar —mediante análisis sociales y culturales— otras implicaciones de estos servicios para el bienestar de la población rural.

Resultados esperados para mejorar los servicios ambientales Se mejorarán los servicios ambientales en docenas de paisajes agrícolas, incluida una mayor calidad del suelo en aproximadamente 1.2 millones de hectáreas, con beneficios para 1.8 millones de personas de zonas rurales.

Vinculación de los agricultores a los mercados Si tienen éxito los esfuerzos para intensificar la agricultura de manera sostenible, restaurando a su vez la tierra degradada y mejorando los servicios ambientales, permitirán que los hombres y mujeres de las zonas rurales obtengan una porción mayor de los beneficios de la modernización económica y la globalización. Con frecuencia, estos beneficios no se ven reflejados en mayores ingresos para la población rural de escasos recursos, debido a que la rápida modernización de los mercados nacionales para productos agrícolas es bastante desigual y financiada por proveedores de gran escala que progresivamente capturan los mercados para los productos de exportación de mayor valor. Es fundamental superar estos obstáculos para elevar el enorme potencial de la agricultura de pequeña escala como motor de crecimiento económico incluyente. En conexión con la investigación de CGIAR, el CIAT identificará puntos clave de influencia que permitan mantener relaciones comerciales sostenidas y provechosas entre los agricultores o sus organizaciones y los compradores en diversos contextos de mercado. Llevaremos a cabo investigación en políticas que fomenten un entorno propicio para la vinculación de los agricultores a los mercados. En colaboración con actores clave en los sectores público y privado, los investigadores del CIAT desarrollarán métodos, herramientas y lineamientos para promover y evaluar relaciones comerciales y realizarán evaluaciones cuantitativas y cualitativas de los diferentes impactos y resultados de estos enfoques en los medios de vida de las mujeres y hombres de las zonas rurales. A través de la iniciativa estratégica descrita en el Capítulo 4, el CIAT adaptará y aplicará estos métodos y herramientas con el fin de mejorar la influencia de los consumidores urbanos en los mercados, con énfasis en los aspectos de la salud y el medio ambiente pertinentes al consumo

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de alimentos. Se usarán herramientas avanzadas de información y comunicaciones para ampliar significativamente nuestros conocimientos sobre cómo funcionan en realidad las cadenas de valor y de qué manera las podemos hacer más eficientes. Además, buscaremos mejores formas de elevar el potencial de mercado de los cultivos para los cuales llevamos a cabo mejoramiento genético. Por ejemplo, creando calidades únicas de almidón en la yuca, elevaremos su valor para una variedad de propósitos agroindustriales, ofreciendo así nuevas oportunidades de obtención de ingresos para los pequeños productores yuqueros, especialmente en Asia suroriental y en algunos países de África, en particular Nigeria. Asimismo, los forrajes tropicales mejorados, al elevar la nutrición animal, ayudarán a convertir la crianza de ganado de subsistencia en producción de carne y leche a pequeña escala, sostenible y orientada al mercado. El alcance de lograr esta transformación es especialmente amplio en el oriente y sur de África, América Central y Asia. Además de los beneficios inmediatos para los medios de vida, las nuevas oportunidades de mercado les brindarán a los agricultores incentivos contundentes para adoptar tecnologías que permitan cerrar las brechas de rendimiento.

Resultados esperados para vincular los agricultores a los mercados • Aproximadamente 675.000 hogares rurales aumentarán y diversificarán sus ingresos, para beneficio de todos los miembros del hogar, como resultado de una mayor capacidad en las organizaciones de agricultores de vincularse en relaciones comerciales rentables. • Los pequeños productores de yuca que ocupan al menos la mitad de las más de 2 millones de hectáreas en las que se siembra este cultivo en la subregión del Mekong Mayor se beneficiarán de vínculos más sólidos con la industria procesadora de yuca. • La adopción de nuevas variedades de fríjol de alto rendimiento con fuerte atractivo para el mercado fortalecerá la seguridad alimentaria y elevará los ingresos de 3 millones de hogares rurales (o cerca de 15 millones de personas) en África subsahariana y América Latina. • En la próxima década, al menos medio millón de agricultores en Asia suroriental y América Latina empezarán a sembrar pasturas mejoradas en 3 millones de hectáreas adicionales, aumentando así la productividad de carne y leche en un 20%.

Hacia una agricultura inteligente respecto al clima El cambio climático plantea un reto formidable para la agricultura y el sistema alimentario mundial en su conjunto. En respuesta, el CIAT ha emprendido un esfuerzo importante para desarrollar e implementar métodos novedosos para generar información que pueda orientar políticas y decisiones relacionadas con la adaptación al cambio climático en la agricultura tropical.

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Realizado en apoyo al Programa de Investigación de CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglas en inglés), liderado por el CIAT, este trabajo incluye la evaluación ex ante de los posibles impactos del cambio climático en la productividad agrícola, los servicios ambientales y los medios de vida rurales. Los científicos del CIAT también llevan a cabo evaluaciones socio-económicas y ambientales de las opciones tecnológicas y los instrumentos de políticas, con el objeto de aportar recursos de información al desarrollo de planes nacionales y sectoriales de adaptación y mitigación. Con socios locales en América Latina, África y Asia, el CIAT desarrollará e implementará mecanismos para facilitar que los agricultores manejen los riesgos agrícolas, incluidos los esquemas de pólizas de seguro basados en índices y el pronóstico climático. Para promover la adopción a gran escala de prácticas y tecnologías agrícolas inteligentes respecto al clima en las regiones objetivo, el CIAT identificará, priorizará y evaluará estas prácticas y podrá entender mejor las condiciones necesarias para acelerar su adopción. Para apoyar este trabajo, el Centro ha emprendido un esfuerzo significativo para fomentar la mitigación y adaptación al cambio climático mediante un mejor manejo del suelo, una dimensión anteriormente desatendida del desafío. Nuestros esfuerzos se enfocarán en compartir información sobre las propiedades funcionales del suelo, como la capacidad de retención de agua y el contenido de carbono orgánico, que es esencial para evaluar los impactos del cambio climático de una manera significativa y entender en dónde y cómo pueden tener éxito las estrategias de adaptación. El CIAT puede contribuir a superar las barreras para el uso de esa información a través de nuevas capacidades desarrolladas en años recientes para brindar datos de alta calidad sobre el suelo de manera rápida y a un bajo costo. Gran parte de la investigación en cultivos del CIAT también ayudará a enfrentar el reto del cambio climático —por ejemplo, a través del mejoramiento de la tolerancia a la sequía en fríjol y arroz y el desarrollo y la promoción de gramíneas Brachiaria, que muestran un enorme potencial de mitigación.

Resultados esperados para una agricultura inteligente respecto al clima La contribución del CIAT a la investigación de CGIAR permitirá aumentar la eficiencia de las emisiones2 en la agricultura tropical en un 15% en 10 países que poseen alto potencial de mitigación. Los gobiernos de estos países desarrollarán políticas inteligentes respecto al clima, con la ayuda de la investigación del Centro, influyendo en una inversión de al menos US$50 millones en programas para mejorar la agricultura. La eficiencia de las emisiones se refiere a las emisiones equivalentes de dióxido de carbono por unidad de producto (por ej., tonelada de grano, kilogramo de carne o litro de leche). Para los crecientes sectores agrícolas de muchos países en vías de desarrollo, esto brinda una medida más apropiada de esfuerzos de mitigación que los valores netos de emisiones totales. Por ejemplo, aumentar el índice de agostadero del ganado por hectárea implica mayores emisiones por hectárea, pero a la vez vastas mejoras en la eficiencia de las emisiones por unidad de producto.

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Capítulo 4 Iniciativas estratégicas: Nuevos caminos para lograr impacto

D

urante los próximos años, el CIAT pondrá en marcha un conjunto de iniciativas estratégicas progresistas, diseñadas para impulsar el impacto de nuestro trabajo en el desarrollo a través de un enfoque integrado que se nutre de las tres áreas de investigación del CIAT. Nuestras nuevas iniciativas responderán a problemáticas emergentes en la investigación, teniendo como base los nuevos desarrollos de la ciencia. Algunas de ellas complementarán estrechamente las contribuciones del Centro a los programas de investigación de CGIAR. Otras abordarán, a manera de piloto, temáticas emergentes que en la actualidad se hallan fuera del alcance de estos programas, creando reflexiones y enfoques que podrían influir de manera significativa en la investigación futura de CGIAR. A continuación se describen las iniciativas estratégicas propuestas.

Nuestras nuevas iniciativas responderán a problemáticas emergentes en la investigación, teniendo como base los nuevos desarrollos de la ciencia.

Forrajes tropicales para una producción pecuaria eco-eficiente En décadas recientes, una revolución pecuaria ha cobrado impulso en muchos países en vías de desarrollo. Determinado por el crecimiento demográfico y los ingresos urbanos en aumento, el consumo de productos pecuarios se ha triplicado desde los setenta y está camino a duplicarse de nuevo para el 2050. La productividad pecuaria se puede impulsar incrementando la cantidad y calidad de la alimentación animal, mejorando las prácticas para la sanidad animal y empleando estrategias de mejoramiento dirigido. El reto es sostener la revolución pecuaria —brindando así más alimento para los consumidores e ingresos para los agricultores— sin destruir los recursos naturales ni aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero en el proceso. Los sistemas pecuarios dominan la agricultura en el mundo en desarrollo, proporcionando medios de vida para cerca de mil millones de personas. Infortunadamente, también pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente. Se estima que los sistemas pecuarios contribuyen con cerca del 50% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes del sector agropecuario. Gran parte de las tierras de pastura ya han sido degradadas por el pastoreo o la producción de forrajes para alimentación animal, y se han talado bosques para expandir la producción agropecuaria. La producción de alimentación animal basada en los granos requiere el uso intensivo de agua, fertilizantes, pesticidas y combustibles fósiles. Existe amplia evidencia de que los sistemas basados en forrajes tropicales mejorados tienen el potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y capturar cantidades sustanciales de carbono en el suelo. El CIAT ha informado que los forrajes de alta calidad, como las gramíneas Brachiaria, ocupan el segundo puesto después de los forrajes Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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nativos en términos de su potencial para almacenar carbono en el suelo. En zonas con altas precipitaciones, podrían incluso capturar más CO2 atmosférico que los bosques. Algunas Brachiaria también reducen niveles del gas de efecto invernadero más potente emitido por los sistemas agropecuarios —el óxido nitroso— a través de un mecanismo en sus raíces que limita la pérdida de nitrógeno del suelo. Con más nitrógeno en el suelo, los agricultores aplicarían menos fertilizante de nitrógeno. Se ha comprobado que las Brachiaria producen mayores rendimientos de leche y carne en el ganado —diez veces más por unidad de área de tierra que si los animales se alimentaran de pastos nativos de sabana. Y ya que se trata de un alimento de alta calidad y fácilmente digerible, los animales alimentados con Brachiaria emiten menos metano por kilo de carne producida.   El CIAT cree que un nuevo enfoque —al que denominamos LivestockPlus— centrado en los sistemas de producción basados en forrajes puede contribuir significativamente a mitigar el cambio climático, generando a su vez beneficios adicionales, como mejores medios de vida, control de la erosión, mejoramiento del suelo y restauración de tierras degradadas. Mejores prácticas de alimentación pecuaria en Brasil, respaldadas por fuertes incentivos tributarios, ya han generado una reducción significativa en las emisiones de gases de efecto invernadero. Conceptos similares se están explorando en Colombia. En los próximos años, el CIAT identificará enfoques para la intensificación sostenible que eleven los beneficios de los sistemas basados en forrajes para los medios de vida y el medio ambiente a gran escala. Estudiaremos los impactos actuales y potenciales del cambio climático de distintos sistemas pecuarios en los trópicos y definiremos estrategias para la intensificación a gran escala de estos sistemas que sean más amigables con el clima, más eficientes en el uso de los recursos y más sostenibles económica y ecológicamente.

Sistemas alimentarios sostenibles para un mundo en rápido proceso de urbanización El rápido proceso de urbanización está determinando profundos cambios en las dietas alimentarias globales, que a su vez tienen importantes implicaciones sociales, económicas, políticas, ambientales y para la salud. Los principales cambios incluyen menor consumo de cultivos ricos en almidón, mayor consumo de productos pecuarios y procesados, mayor frecuencia en comer fuera de casa y menos conciencia alimentaria. Estas y otras tendencias relacionadas están aumentando la triple carga de desnutrición, malnutrición y sobrenutrición en los países en desarrollo, contribuyendo a su vez al desperdicio de alimentos (Figura 7). Más de un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierden3 o se desperdician, y el problema sigue creciendo. Mientras que en países 3

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La pérdida de alimentos se refiere a la disminución en la masa alimentaria consumible en las etapas de producción, poscosecha y procesamiento de la cadena alimentaria, principalmente en los países en desarrollo. El desperdicio de alimentos, un síntoma de estilos de vida de consumo, se refiere a los alimentos desechados a nivel de distribuidores y consumidores. Estrategia CIAT 2014–2020

industrializados el desperdicio de alimentos puede llegar hasta un 40– 50% y se concentra principalmente hacia el extremo del consumidor en la cadena de abastecimiento de alimentos, la cifra es de 20–30% para los países menos desarrollados, en donde las pérdidas normalmente ocurren cerca al extremo de la producción y la distribución. El desperdicio de alimentos representa una importante oportunidad perdida para fortalecer la seguridad alimentaria a un precio ambiental más bajo. Figura 7. Pérdidas y desperdicio de alimentos per cápita 300

Kilogramos por año

250 200 150 100 50 0

Europa

Consumidor

Norte Asia África Norte de América industrializada subsahariana África, y Oceanía oriental y central

Sur y sureste de Asia

América Latina

Producción hasta distribución Fuente: CCAFS (2012) www.ccafs.cgiar.org/bigfacts

Direccionar a los sistemas alimentarios de rápido y constante cambio hacia un camino de desarrollo sostenible es un reto enorme, que requiere intervenciones simultáneas a lo largo de las cadenas alimentarias —desde la producción y procesamiento hasta la distribución y consumo. Investigaciones recientes identificaron cinco transformaciones interconectadas en los sistemas alimentarios, que se necesitan para satisfacer la demanda. Estas se relacionan con la urbanización; la dieta alimentaria; los mercados alimentarios; mercados de factores rurales; tecnología agrícola y dimensiones de la tierra. Estas investigaciones también enfatizan la necesidad de prestar mayor atención a las cadenas de abastecimiento rurales-urbanas, especialmente a sus segmentos posteriores a la salida del producto de la finca. Sin embargo, hace falta información acerca de las nuevas dinámicas y retos de las cadenas de abastecimiento rurales-urbanas. Hasta ahora, la investigación de CGIAR se ha ocupado casi de lleno con los sistemas de producción rural. La investigación del CIAT y CGIAR debe profundizar sus conocimientos sobre el funcionamiento de los sistemas alimentarios en su totalidad si hemos de tener éxito en el fortalecimiento de la seguridad alimentaria. Como un primer paso para enfrentar estos retos, el CIAT propone expandir nuestra exitosa agenda de investigación sobre la vinculación de los agricultores a los mercados, de manera que aborde (1) el flujo desde los mercados hasta los consumidores finales y (2) el desempeño de las cadenas de valor en su totalidad, incluidos procesamiento y distribución. Al mismo tiempo, la investigación que adelantamos sobre las preferencias del consumidor con respecto a los cultivos biofortificados se ampliará significativamente para permitirnos entender Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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mejor las necesidades alimentarias y las variaciones en las demandas. Igualmente, abordaremos los atributos de calidad de los alimentos y los temas de inocuidad alimentaria. La expectativa es que los resultados de esta investigación aporten al impacto de las estrategias de mejoramiento de cultivos del CIAT y nos permitan enfrentar los retos de seguridad alimentaria de una manera más integral a través de esfuerzos efectivos que aborden el acceso, la distribución y la nutrición. La investigación en cadenas enteras de valor se enfocará en optimizar la eficiencia de estas; reducir el desperdicio de alimentos y las pérdidas de cultivos y aprovechar las oportunidades para agregar valor en los flujos de nutrientes urbano-rurales. Esto implica investigaciones adicionales sobre la organización e integración de los actores en las cadenas, entre otras temáticas. Partiendo de la experiencia que posee el CIAT en investigación poscosecha, se emprenderán nuevos esfuerzos que intentarán reducir el desperdicio de alimentos desde el segmento del abastecimiento. Tecnologías alternativas basadas en genes, incluido el desarrollo de cultivos con un tiempo de caducidad más prolongado, pueden ayudar a reducir las pérdidas en diferentes etapas de la cadena de abastecimiento de alimentos. Futuras investigaciones sobre flujos de nutrientes y metabolismo empezarán con evaluaciones de los ciclos de vida, con lo cual el CIAT tiene ya experiencia relacionada con la yuca en Asia suroriental. Se espera que los resultados de esta investigación incluyan cultivos con mayor contenido de nutrientes y otras propiedades funcionales que sean más apropiadas para grupos específicos de consumidores, así como una mejor comprensión de cómo se puede lograr la seguridad alimentaria a través de un enfoque en las cadenas de abastecimiento, centrándose primordialmente en las cadenas para los alimentos en los que trabaja el CIAT. Esto debería reflejarse en menores pérdidas de alimentos y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mejor reciclaje de biomasa y menores precios para alimentos más asequibles y de mejor calidad en las zonas urbanas. Estos cambios tendrán impactos socioeconómicos y ambientales significativos a nivel mundial, especialmente en las áreas urbanas, en donde vive la mayoría de la población de escasos recursos. Reducir el desperdicio de alimentos en un 30% en la parte del consumo en los países desarrollados podría ahorrar alrededor de 40 millones de hectáreas de tierra cultivada, así como enormes cantidades de agua y fertilizante. Para los cientos de millones de pequeños agricultores que son sustancialmente autosuficientes en la alimentación y comercializan sus excedentes, reducir las pérdidas de alimentos significará incrementos sustanciales en el consumo y los ingresos, con mejoras significativas en la salud.

Reducción de las brechas de rendimiento para la intensificación sostenible de la agricultura Una brecha de rendimiento es la diferencia entre los rendimientos observados de los cultivos y los que se pueden alcanzar en una región determinada. Los rendimientos de los cultivos principales que se siembran en los países en vías de desarrollo a menudo se encuentran muy por debajo de su potencial económica y ecológicamente viable.

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Facilitar que los agricultores reduzcan estas brechas y estabilicen los rendimientos de una manera sostenible es un requerimiento importante para lograr la seguridad alimentaria mundial a largo plazo. Sin embargo, el reto no es así de simple (Figura 8). Se ha logrado un gran progreso recientemente en el desarrollo de mejores metodologías para analizar brechas en los rendimientos, mapear estas brechas para cultivos principales a escala mundial y regional y estudiar los distintos contextos. No obstante, queda mucho por hacer antes de que podamos llegar a una comprensión suficiente de las brechas e inestabilidad del rendimiento en la agricultura a pequeña escala para permitir la aplicación de estos conocimientos a gran escala a través de acciones concretas en los campos de los agricultores.

Figura 8. Hacia una nueva comprensión de las principales brechas de rendimiento y mejores soluciones para los cultivos principales 100

Porcentaje %

75

50

25

Potencial Mejores agricultores Promedio

Nuestra meta

A medida que los modeladores de cultivos y agrónomos se esfuerzan por cuantificar el potencial de rendimiento de un cultivo determinado en un lugar en particular, los rendimientos que son biofísica o genéticamente posibles a menudo no se correlacionan bien con el potencial alcanzable en un agroecosistema y contexto socioeconómico determinados. Como resultado, esforzarse por aumentar los rendimientos hasta el óptimo económico puede resultar en conflicto con la meta de optimizar la eficiencia en el uso de los recursos. Una complicación adicional es que los rendimientos que los agricultores realmente obtienen varían en gran medida con el tiempo y espacio, y que los datos confiables y a largo plazo de los rendimientos son escasos. Cualquier plan encaminado a reducir las brechas de rendimiento debe empezar por profundizar en conocimientos más precisos, no solamente de sus dimensiones y distribución geográfica, sino también de las causas biofísicas y socio-económicas de fondo para estas brechas a nivel subnacional y local. Nuestra amplia experticia en agronomía; modelación de cultivos; manejo integrado de plagas y enfermedades y la evaluación, mapeo y manejo de la fertilidad del suelo nos da una fuerte ventaja comparativa para evaluar las brechas de rendimiento e identificar oportunidades para mejorar la eficiencia en el uso de nutrientes y agua en cultivos principales, incluidos maíz, fríjol, yuca y arroz. Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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Poner en marcha esta iniciativa estratégica implicará dos pasos principales. El primero es definir en alta resolución espacial la importancia cuantitativa de los limitantes biofísicos, incluidos el agua o las precipitaciones, los nutrientes y la fertilidad del suelo, y la incidencia de plagas y enfermedades. La investigación del CIAT puede llevar la evaluación un paso adelante al identificar también la influencia de un deficiente acceso al mercado, vacíos en el conocimiento, políticas opuestas, desigualdades de género y acuerdos institucionales. El segundo paso involucra el desarrollo de recomendaciones en el manejo para reducir las brechas de rendimiento. En colaboración con sus socios nacionales, el CIAT identificará regiones en África subsahariana en donde existan brechas notables de rendimiento y haya posibilidades contundentes de cerrar estas brechas. Nuestra investigación se centrará inicialmente en maíz y fríjol común, dos de los cultivos más importantes de la región. Los investigadores del CIAT ya poseen conocimientos detallados sobre el desempeño y la agronomía de estos cultivos. Tomaremos un enfoque similar con la yuca en Asia y sistemas agrícolas principales en América Latina, partiendo de nuestra experiencia exitosa con la reducción de brechas de rendimiento en la producción de arroz. Esta investigación contará con la extensa base de datos sobre fertilidad de suelos y mapas que el CIAT ha desarrollado en los últimos años y también se apoyará en nuestras fortalezas en la investigación socioeconómica, de género y de mercados. De esta manera, podemos establecer una métrica común e identificar las causas biofísicas y sociales de los bajos rendimientos, aportando al mismo tiempo a las estrategias objetivo que enfrentan las limitaciones de la agricultura a pequeña escala. En las regiones objetivo, los científicos de las tres áreas de investigación del CIAT trabajarán juntos para analizar información sobre la productividad actual y la alcanzable de productos básicos clave y sobre su relación con las condiciones climáticas, socio-económicas y biofísicas (incluidas las variables de suelo y paisaje), que conduzca al desarrollo de intervenciones específicas por sitio a través de enfoques de big data que apliquen la revolución digital en la agricultura. Nuestra investigación también buscará fortalecer los vínculos de los agricultores a los mercados, con el propósito de brindarles incentivos más atractivos para reducir las brechas de rendimiento.

Elevar el valor de los servicios ambientales para el bienestar humano Está surgiendo un nuevo paradigma para el desarrollo agrícola, en el cual los ecosistemas saludables son vistos como un prerrequisito para sistemas alimentarios más resilientes y un mayor bienestar humano. El CIAT ampliará su trabajo actual en servicios ambientales para elevar de una mejor manera su enorme potencial para generar progreso en los medios de vida. Según cálculos recientes, los servicios ambientales representan entre el 47–89% del denominado PIB de la población pobre, es decir, los recursos totales para medios de vida disponibles para los hogares pobres que viven en zonas rurales y bosques. Las interacciones entre los servicios

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ambientales y el bienestar humano en localidades específicas por lo general no se entienden bien o no se tienen en cuenta. Comprender esta complejidad es esencial para sortear las ventajas vs. las desventajas y garantizar que la población pobre se pueda beneficiar de los esfuerzos para lograr la intensificación sostenible de la agricultura. Nuevas investigaciones del CIAT explorarán cómo los esfuerzos para aumentar los servicios ambientales en los paisajes agrícolas, incluida la producción de alimentos, pueden mejorar el bienestar y la capacidad adaptativa de las comunidades rurales. Este trabajo complementará otras investigaciones del CIAT que buscan reducir la pobreza recalcando las oportunidades para la población rural pobre que se pueden abrir por un mejor manejo de los servicios ambientales. Para materializar estas oportunidades, se requiere un enfoque más integrado, que incorpore totalmente las dimensiones humanas de los servicios ambientales. En paisajes específicos, esta investigación determinará los vínculos entre los servicios ambientales y los medios de vida de las personas e identificará oportunidades para que la gente de la localidad se beneficie —por ejemplo, la venta de bienes promisorios no comercializados en el mercado y el diseño de mecanismos para la distribución de beneficios, como el pago por servicios ambientales. Para garantizar que nuestra investigación sobre servicios ambientales contribuya a mejorar el bienestar de la población rural pobre, debe incorporar el análisis de género e indicadores no monetarios, como los relacionados con la seguridad alimentaria, la diversidad en las dietas y la nutrición. La investigación propuesta requiere un enfoque interdisciplinario, que reúna especialistas de las ciencias sociales, agronomía, nutrición, ecología, economía, biotecnología y otros campos. Esta iniciativa estratégica se enfocará en paisajes mixtos, en donde los pequeños agricultores carecen de vínculos fuertes con los mercados y sus medios de vida dependen de los servicios ambientales de las zonas que no han sido perturbadas y de los sistemas agrícolas. Al poner a la población rural en el centro de nuestra investigación sobre servicios ambientales, la iniciativa garantizará que se aborden dimensiones importantes de los medios de vida rurales que a menudo son desatendidas. Se iniciarán nuevas actividades en zonas de América Latina y África subsahariana en donde el trabajo actual del CIAT en servicios ambientales puede servir como punto de partida. El trabajo en esta área promete múltiples ventajas. Los agricultores se beneficiarán de una mayor seguridad alimentaria y fuentes de ingresos más variadas. Los tomadores de decisiones estarán mejor informados acerca de las oportunidades que los servicios ambientales ofrecen para mejorar el bienestar de la población rural pobre. Los investigadores estarán en capacidad de cuantificar el progreso de la agricultura con base en indicadores distintos de los rendimientos de los cultivos y los ingresos agrícolas, incluidos diversidad en la dieta alimentaria, nutrición y resiliencia de los medios de vida. Además, contarán con un mejor entendimiento de las ventajas vs. las desventajas entre la producción agrícola y otros servicios ambientales esenciales.

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Capítulo 5 Materializar la estrategia: Requerimientos clave

L Lograr nuestras metas científicas y organizacionales depende de nuestra capacidad para cumplir una serie de requerimientos clave que son transversales a toda nuestra labor.

a nueva estrategia del CIAT se ha inspirado en la enorme promesa de la agricultura para mejorar los medios de vida y la seguridad alimentaria de la población de escasos recursos en los trópicos y subtrópicos. Nuestra meta es materializar la estrategia partiendo de nuestras fortalezas tradicionales para la investigación en apoyo a la agenda científica de CGIAR y emprendiendo una serie de nuevas iniciativas que integren la labor en nuestras áreas de trabajo y prometan acercarnos a nuevas y apasionantes áreas de la investigación para el desarrollo. Lograr nuestras metas científicas y organizacionales depende de nuestra capacidad para cumplir una serie de requerimientos clave que son transversales a toda nuestra labor. Entre ellos, aprovechar al máximo las alianzas del Centro, garantizar que la agricultura eco-eficiente empodere y mejore las vidas de las mujeres de las zonas rurales, fortalecer las capacidades nacionales, compartir conocimientos de manera efectiva y lograr una mayor eficiencia en todas las actividades del CIAT. Habiendo ya cubierto brevemente la mayoría de estos temas en capítulos anteriores, aquí les otorgamos la atención especial que merecen.

Progreso a través de alianzas El CIAT busca concretar resultados e impacto en el desarrollo en tres regiones —África subsahariana, Asia y América Latina y el Caribe— por medio de una amplia gama de alianzas. Estas son esenciales para el desarrollo y la difusión de tecnologías, así como para fomentar la innovación y el aprendizaje conjunto.

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En la actualidad, el CIAT trabaja con más de 500 socios, incluidas organizaciones nacionales de investigación y extensión agrícola, institutos de investigación avanzada, universidades, organizaciones internacionales, compañías privadas, ONG, ministros de gobierno y asociaciones de agricultores. Para lograr nuestras metas de fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional, reducir la pobreza y mejorar la salud del medio ambiente, el CIAT deberá asumir alianzas que vayan más allá de la investigación. En los últimos años, el CIAT ha prestado especial atención a la formación de alianzas público-privadas que prometan concretar impactos importantes. Por ejemplo, una de ellas brinda un medio para crear mercados significativos para la yuca que posee rasgos novedosos en el almidón. Otra, en la que participa una compañía multinacional de semillas, se espera que dé como resultado la diseminación generalizada de híbridos de las gramíneas Brachiaria en las regiones en vías de desarrollo, incluida África. El Parque Biopacífico (ver recuadro en la pág. 42) es otro nuevo ejemplo de una alianza público-privada. En los próximos años, el CIAT estará abierto a nuevas alianzas de este tipo, con el propósito de explorar nuevos caminos para el impacto en el desarrollo. La naturaleza específica de las alianzas del CIAT varía de una región a otra, de acuerdo con distintas circunstancias, necesidades y oportunidades para lograr la eco-eficiencia en la agricultura.

Concretar el impacto en África subsahariana El Programa Integral para el Desarrollo de la Agricultura en África (CAADP, por sus siglas en inglés) brinda un marco común para los esfuerzos de los gobiernos africanos para acelerar el crecimiento y eliminar la pobreza y el hambre. El CAADP define puntos de partida clave para la inversión y la acción que buscan aumentos sostenibles en la productividad de cultivos, ganadería, silvicultura y pesca. Muchos de los países en donde trabaja el CIAT están comprometidos con el CAADP y han desarrollado planes de inversión, que definen necesidades y prioridades específicas para la investigación. El CIAT alineará su apoyo para países africanos con sus objetivos bajo los Planes de Inversión del CAADP. Nuestros científicos trabajarán con estos países para determinar las contribuciones que nuestra investigación puede hacer en línea con sus prioridades y para lograr que la implementación de sus planes sea más efectiva y sostenible. Si bien el CIAT en la actualidad se enfoca principalmente en el oriente y sur de África, también lleva a cabo investigación estratégica en África central y occidental y promoverá nuevos esfuerzos en Sudán del Sur, en donde existe una necesidad y demanda claras de apoyo científico. Para implementar la nueva estrategia del CIAT en línea con los objetivos del CAADP, deberemos fortalecer significativamente nuestra colaboración con socios nacionales, así como con organizaciones subregionales. Un ejemplo destacado de estas últimas es la Alianza Panafricana de Investigación en Fríjol (PABRA, por sus siglas en inglés), que es facilitada por el CIAT. PABRA es un consorcio innovador de organizaciones africanas de investigación agrícola en 29 países, que ha logrado un éxito espectacular desde su fundación en 1996. Construyendo un Futuro Eco-eficiente

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Adicionalmente, el CIAT aplicará lecciones aprendidas de la experiencia de PABRA para forjar nuevas alianzas, enfrentar la escasez severa de alimentos pecuarios de la región y ampliar el impacto de nuestra investigación en suelos. Estas alianzas incluirán centros de CGIAR, al igual que organizaciones nacionales de investigación, programas subregionales, ONG, asociaciones de agricultores, donantes y compañías privadas interesadas en el manejo de suelos, alimentos pecuarios y semillas forrajeras. El trabajo del CIAT en el manejo de suelos, agricultura inteligente respecto al clima y servicios ambientales permitirá que los gobiernos y agricultores respondan de una mejor manera a las amenazas inminentes de la degradación de la tierra y el cambio climático. Trabajando con socios nacionales e internacionales, el Centro apoyará esfuerzos para direccionar las inversiones actuales hacia un camino más sostenible, brindando mayores beneficios a largo plazo para las poblaciones locales.

Partiendo del éxito en Asia La investigación del CIAT en esta región, que se concentra en especial en la subregión del Mekong Mayor y China, ha creado en los últimos años nuevas oportunidades para que la población rural en las zonas de tierras altas aumente sus ingresos al responder a una mayor demanda de yuca (principalmente para usos industriales) e impulsar la producción pecuaria mediante el uso de forrajes tropicales mejorados. En este trabajo, las alianzas con las asociaciones industriales han sido vitales. El CIAT y sus socios están desarrollando nuevas iniciativas en Asia que consolidarán y extenderán los beneficios de la investigación concretados hasta ahora. Por ejemplo, estamos respondiendo a las amenazas planteadas por plagas y enfermedades emergentes de la yuca por medio de la vigilancia, el control biológico y el mejoramiento genético para conferir rasgos de resistencia. También estamos explorando nuevas formas para que los agricultores se vinculen de manera más efectiva con los mercados y mejoren la eco-eficiencia en diversos sistemas agropecuarios. El manejo de los recursos es otro aspecto clave de la agricultura sostenible sobre el cual el CIAT ha enfocado su trabajo colaborativo con socios en Asia. La producción de alimentos inteligente respecto al clima es un requerimiento fundamental para la región. Los retos son mayores en las tierras altas marginales y sumamente variables, que albergan una buena parte de la población de escasos recursos de la región. El manejo adecuado de los recursos hídricos y del suelo para sostener una agricultura más productiva y orientada al mercado es de suma importancia. La colaboración continua con socios de investigación y desarrollo, incluido el fortalecimiento de lazos de investigación con Vietnam, garantizará que nuestra labor futura en la región se enfoque adecuadamente y permitirá que nuestros socios formen de una mejor manera las capacidades necesarias para emprender investigación, desarrollo, extensión y comercialización. Al haber logrado impacto considerable en muchas partes de Asia suroriental, incluida China, ampliaremos el alcance de nuestro trabajo para incluir a Birmania y otras zonas del sur y oriente de Asia.

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Múltiples modelos para América Latina y el Caribe El CIAT tiene una larga trayectoria de colaboración científica en América Latina y el Caribe (ALC). En la región, se nos conoce por nuestras fortalezas en el manejo de los recursos genéticos y el mejoramiento genético de fríjol, yuca, forrajes y arroz. En los últimos años, el Centro también ha ganado reconocimiento por realizar trabajo valioso sobre cambio climático, servicios ambientales, vinculación de los agricultores a los mercados, género y evaluación de impacto. Por tanto, el CIAT se encuentra bien posicionado para apoyar el desarrollo agrícola en ALC a través de una amplia gama de alianzas. Estas se enfocarán especialmente en fortalecer la contribución de la región a la seguridad alimentaria mundial, elevando su rol como proveedor de servicios ambientales y ayudando a diversificar e impulsar la resiliencia de los sistemas agrícolas clave. Lograr estas metas requerirá, además de la investigación sobre cultivos y suelos, un rol más fuerte para el CIAT en la promoción de políticas, que aborden temas como la adaptación al cambio climático y la necesidad de que las cadenas de valor agrícolas sean más competitivas bajo un comercio más abierto. Nuestra colaboración con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), al igual que con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia (MADR) y universidades, está estrechamente conectada con las prioridades nacionales. Contribuimos en mayor medida a través del mejoramiento de cultivos, el manejo de los recursos naturales y la mitigación y adaptación al cambio climático. Esta investigación busca fortalecer la seguridad alimentaria nacional, ayudando a su vez a crear nuevas oportunidades para la exportación. En los próximos años, la alianza del CIAT con Colombia servirá como modelo para trabajar con otros países cuyos gobiernos estén dando prioridad a la agricultura. La Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa, por sus siglas en portugués) es la más grande organización nacional de investigación en ALC. Prevemos que habrá una nueva e importante interacción con Embrapa y otras instituciones de investigación avanzada en Brasil, con énfasis en la investigación conjunta en manejo de tierra, mejoramiento de cultivos y sistemas de producción. El fortalecimiento de capacidades también ocupa un lugar importante en la alianza. En el futuro, nuevos conocimientos y germoplasma producidos por esta colaboración deberán beneficiar no solamente a ALC, sino también a África y Asia. Asimismo, el CIAT fortalecerá sus lazos de investigación con socios en México. Si bien las organizaciones nacionales de investigación en Brasil y México, al igual que en Argentina, se han fortalecido considerablemente en las últimas 2 décadas, existe un vacío bastante grande en el desarrollo tecnológico entre ellas y sus contrapartes en la mayoría de los otros países de la región. El CIAT ayudará a llenar este vacío a través del fortalecimiento de capacidades y nuevos modelos de alianzas. Nuestra Plataforma de Biociencias de ALC contribuirá de manera significativa a llenar los vacíos de capacidades apoyando esfuerzos Construyendo un Futuro Eco-Eficiente

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nacionales para desarrollar nuevas tecnologías con el fin de fortalecer la seguridad alimentaria y lograr que la agricultura sea más competitiva. Contando con el talento humano y la infraestructura de laboratorios de última generación en la sede principal del CIAT, la plataforma involucrará también una red amplia de instituciones nacionales e internacionales, como el Cirad (Investigación Agrícola para el Desarrollo) de Francia. En Centroamérica, el CIAT buscará nuevas oportunidades para construir un portafolio de investigación más integrado, logrando al mismo tiempo una fuerte sinergia entre el trabajo del CIAT y el de muchos programas de investigación de CGIAR. En la Amazonia, el Centro forjará nuevas alianzas de investigación enfocadas en recuperar las tierras degradadas, mejorar los servicios ambientales, monitorear la deforestación y elevar el potencial de los sistemas agrosilvopastoriles para la mitigación y adaptación al cambio climático. Finalmente, vemos grandes oportunidades para apoyar el desarrollo agrícola en Haití, con énfasis en fortalecer la seguridad alimentaria y formar capacidades institucionales y científicas.

Parque Biopacífico El Parque Biopacífico nació de una alianza estratégica entre el CIAT y Colombia, con el propósito de abordar los retos que enfrenta la agricultura de nuestro país anfitrión. Fundado en 2011, el Parque actúa como una incubadora para empresas competitivas basadas en las ciencias agrícolas. Reúne a organizaciones científicas, universidades y el sector privado con el objetivo común de promover una cultura de investigación, innovación y alianzas público-privadas para una agricultura más competitiva. Juntos, los socios emplean alrededor de 1.400 profesionales, incluidos 500 con posdoctorados. La agenda de investigación del Parque Biopacífico se ocupa en particular de la necesidad de impulsar los ingresos de los agricultores en las zonas de ladera de la región suroccidental del Pacífico colombiano, mejorando la productividad agrícola.

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Investigación en género y agricultura Comprender las relaciones sociales desiguales, especialmente las relaciones de género, es vital para lograr los objetivos del CIAT en la investigación agrícola para el desarrollo. Estas relaciones desiguales a menudo hacen que las mujeres y los grupos marginados sean más vulnerables a los efectos de la pobreza, la degradación de la tierra y el cambio climático. Investigaciones han demostrado que las mujeres con frecuencia cosechan menos alimentos por sus esfuerzos que los hombres debido a la brecha de género en el acceso a la tierra, insumos (como semillas mejoradas y fertilizantes) y oportunidades. Si se eliminara la brecha de género, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirma que el producto total agrícola en los países en desarrollo aumentaría, reduciendo así el número de personas que padecen hambre. Cada programa de investigación de CGIAR ha desarrollado una estrategia de 4 años para concretar beneficios cuantificables en pro de las agricultoras en zonas objetivo. Las estrategias requieren la incorporación de preocupaciones sobre el tema de género en los objetivos de investigación, desarrollo de tecnología, estrategias de extensión y marcos de evaluación, e involucran dos enfoques: (1) la investigación estratégica para lograr conocimientos más profundos sobre cómo las desigualdades de género o las relaciones de género afectan la innovación, productividad y sostenibilidad de la agricultura; y (2) integrar el análisis de género a la investigación en temas como fitomejoramiento, adaptación al cambio climático y manejo integrado de plagas. Por ejemplo, el Programa de Investigación de CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) ha hecho de la necesidad de entender y transformar la dinámica de género en relación al cambio climático una de sus más altas prioridades. CCAFS está empleando lecciones aprendidas de la investigación para planear actividades científicas que buscan formular medidas de adaptación y mitigación diseñadas específicamente para satisfacer las distintas necesidades de los diversos grupos de mujeres y hombres. Asimismo, en la investigación sobre raíces, tubérculos y banano, CGIAR está integrando el análisis de género en proyectos actuales y nuevos, realizando a su vez investigación estratégica para mejorar nuestros conocimientos sobre las relaciones entre las desigualdades estructurales, las innovaciones agrícolas y los resultados de investigación. El CIAT está liderando la investigación en género sobre los beneficios para los medios de vida del procesamiento poscosecha de la yuca, las implicaciones de pasar de mercados tradicionales a industriales para la yuca y la introducción de yuca biofortificada. El Centro incorporará el análisis de género en todas sus tres áreas de investigación —Agrobiodiversidad, Suelos y Análisis de Políticas— partiendo de historias de éxito, como el fuerte enfoque en género de PABRA en África. Una comunidad de práctica interprogramas garantizará la excelencia disciplinaria y procurará poner al CIAT a la vanguardia del análisis de género en la investigación sobre agricultura

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y medio ambiente. Los investigadores del Centro generarán una base de evidencia sobre los temas de género en la producción agrícola y el manejo de los recursos naturales, incluido el acceso de hombres y mujeres a los recursos, su participación en los procesos de toma de decisiones, sus conocimientos y prioridades y su adopción de nuevas tecnologías y prácticas.

Cerrar las brechas en las capacidades para la investigación A medida que la agricultura ha ido cobrando prioridad en las agencias de desarrollo nacionales e internacionales durante los últimos años, la atención prestada a la investigación agrícola ha estado acompañada, como era de esperarse, por una mayor conciencia de la necesidad de fortalecer las capacidades de investigación y desarrollo. Solo si se satisface esta necesidad adecuadamente, la investigación de CGIAR puede lograr un progreso significativo en reducir el hambre y la pobreza y mejorar el manejo de los recursos naturales. Las capacidades actuales de países emergentes y en desarrollo en todo el mundo para la investigación presentan una imagen contradictoria. A pesar de graves limitaciones en los recursos, estos países están invirtiendo más en la investigación para el desarrollo en general. Sin embargo, este aumento oculta una creciente división entre los pocos países que tienen un desempeño impresionante y la gran mayoría que se están quedando rezagados. La capacidad científica de algunos países es realmente más débil de lo que era hace un par de décadas. Para cerrar las brechas en la capacidad científica entre países, se requiere un replanteamiento radical de la tendencia de suponer que una mayor capacidad es un resultado automático de la investigación.

Fortalecer capacidades para la innovación Gran parte de la experiencia documentada ha demostrado que las innovaciones tecnológicas y otras a menudo son desarrolladas no solamente por investigadores sino también por otros actores en las cadenas de valor agrícolas. Por tal motivo, agricultores, técnicos, científicos y otros grupos que contribuyen a la innovación agrícola (incluidas firmas privadas y organizaciones no gubernamentales) necesitan formar nuevas capacidades, de manera que puedan crear conjuntamente y adaptar las innovaciones y los conocimientos de forma más efectiva a través de la colaboración y el aprendizaje. En un esfuerzo renovado para contribuir a satisfacer la necesidad de capacidades nuevas y más sólidas, el CIAT se planteará dos enfoques principales en los próximos años: • Explorar distintas opciones para brindar la capacitación estratégica necesaria para implementar la futura agenda de investigación del CIAT, con base en teorías claras de cambio y vías de impacto • Fomentar la transformación organizacional en el CIAT y entre nuestros socios, de modo que podamos vincularnos más eficazmente en la investigación integrada para el desarrollo

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Capacitación estratégica Durante las pasadas 3 décadas, el costo cada vez menor de emplear nuevas herramientas (por ej., la tecnología de la información, la biotecnología y ciencias asociadas) ha abierto una oportunidad importante para cerrar las divisiones entre los países en cuanto a tecnología. Para aprovechar estos desarrollos, muchos países requieren fortalecer sus capacidades para acceder a nuevas herramientas y utilizarlas, tratar temas de propiedad intelectual y conformar alianzas productivas con diversos actores en sistemas de innovación agrícola, incluido el sector privado. Una segunda vertiente involucra la tendencia de que los investigadores se organicen ellos mismos cada vez más en torno a grupos transdisciplinarios y multidisciplinarios. Sin embargo, no siempre es claro qué capacidades individuales y organizacionales se necesitan para apoyar el trabajo de dichos grupos. En respuesta a estas tendencias, el CIAT apoyará la capacitación científica y técnica en diversas áreas de investigación. La avanzada Plataforma de Biociencias del Centro, por ejemplo, elevará la capacidad de los socios nacionales para acceder a nuevas herramientas y utilizarlas a partir de la genética molecular y campos afines. Estas instalaciones brindarán capacitación en estas áreas, proporcionando al mismo tiempo apoyo en el manejo de la propiedad intelectual y otros temas de gestión. Adicionalmente, la Plataforma de Biociencias mejorará el acceso de los investigadores nacionales a infraestructura avanzada y asesoría científica para la implementación de proyectos de investigación. Además, identificaremos algunos esfuerzos de alta prioridad para el fortalecimiento de capacidades, que respondan a demandas regionales y contribuyan a adelantar las iniciativas estratégicas que el CIAT se propone emprender. En sus esfuerzos de capacitación, el Centro contará con una amplia gama de alianzas con universidades, que harán posible poner importantes oportunidades para el fortalecimiento de capacidades al fácil alcance de los países en desarrollo.

Cambio organizacional Para lograr que la investigación del CIAT sea más integrada e innovadora, se requieren cambios organizacionales encaminados a optimizar la colaboración. Estos cambios incluyen un mayor compromiso hacia formas más horizontales de gestión y alianzas multisectoriales, mayor uso del monitoreo y la evaluación y una cultura más afianzada de aprendizaje e innovación. Para ello, el CIAT creará nuevos incentivos y procedimientos para fomentar el trabajo en equipo, buscando a su vez una mejor comprensión de lo que significa en la práctica la investigación agrícola para el desarrollo, qué función tiene la investigación formal en la innovación y cómo se pueden desarrollar y apoyar los grupos transdisciplinarios y multidisciplinarios de investigación de la mejor manera posible. A medida que el Centro empiece a diseñar nuevas iniciativas estratégicas con socios, comenzará a formar las capacidades internas necesarias para una investigación más integrada.

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Por otro lado, el CIAT apoyará cada vez más los enfoques en sistemas de innovación que tengan en cuenta las perspectivas y necesidades de distintos actores de investigación y desarrollo en relación a problemas, soluciones alternativas y las ventajas vs. las desventajas que puedan implicar. El Centro aporta a este trabajo un gran bagaje de experiencia en la aplicación de métodos y herramientas de investigación participativa a tareas clave, como la selección de variedades, análisis de cadenas de valor, monitoreo cualitativo y evaluación, coinnovación y gestión de conocimiento.

Integración de la gestión de conocimiento para el desarrollo Durante quizás los últimos diez años, el campo de la gestión y el intercambio de conocimiento ha pasado de un lugar marginal a ocupar el centro de las discusiones estratégicas en CGIAR. Existe, hoy por hoy, un consenso general de que se necesita una mejor gestión de conocimiento para fomentar el aprendizaje entre los actores de la investigación para el desarrollo. El CIAT fue uno de los primeros centros en explorar los enfoques de gestión de conocimiento en CGIAR y, como resultado, hemos logrado importantes avances en esta área. Por ejemplo, el Centro usa activamente los medios sociales para discusiones virtuales y la creación de contenidos, y empleamos prácticas y herramientas colaborativas para interacciones virtuales y presenciales. Además, hemos ayudado a desarrollar enfoques innovadores de gestión de conocimiento, como alianzas de aprendizaje y análisis participativo de las vías de impacto, que han resultado efectivas para mejorar los resultados para el desarrollo a través de ciclos de aprendizaje continuo. No obstante, todavía nos falta mucho camino por recorrer para incorporar principios y prácticas de la gestión de conocimiento más plenamente en nuestra agenda de investigación. Por ejemplo, podemos hacer un mejor trabajo en compartir y discutir el progreso de la investigación con socios para acelerar el uso de resultados y reforzar el aprendizaje. Igualmente, a través de intervenciones de gestión de conocimiento con la ayuda de nuevas tecnologías de la información, podemos contribuir a mejorar el acceso de los pequeños agricultores a los recursos que les permitan mejorar la productividad de sus fincas y capacidad competitiva. La gestión de conocimiento también ayudará a que el CIAT genere productos de investigación de una manera más colaborativa, que los haga más apropiados para diversas audiencias. Con este fin, nos proponemos que los datos y los resultados de investigación queden a disposición y de fácil acceso, de acuerdo con la política de CGIAR sobre acceso abierto y manejo de datos. Asimismo, el Centro explorará nuevos enfoques de gestión de conocimiento y comunicaciones para fortalecer la influencia de los resultados de investigación en el desarrollo de nuevas políticas y prácticas. El CIAT tomará acciones decisivas durante el período cubierto por esta estrategia para acelerar la integración de la gestión de conocimiento con respecto a las operaciones internas y las redes externas del

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Centro, a través de las cuales trabajan nuestros investigadores. Para ello, el Centro formará constantemente la capacidad de nuestro personal para incorporar herramientas y métodos de la gestión de conocimiento en su trabajo. A medida que nos involucramos más en plataformas multiactorales que facilitan la interacción y promueven el aprendizaje para el cambio, será de especial importancia mejorar las habilidades de nuestro equipo humano en las actividades de facilitación, tutoría y trabajo en redes y en el uso de medios sociales y métodos de investigación participativa.

La eco-eficiencia empieza por casa Para asegurar la efectiva implementación de nuestra nueva estrategia, el CIAT invertirá mayores esfuerzos en mejorar la eficiencia de nuestras operaciones internas. Dado el enfoque

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de nuestra investigación en la eco-eficiencia, es especialmente necesario que apliquemos este principio en nuestro propio entorno laboral. Para este propósito, desarrollaremos un mejor conocimiento interno de la eco-eficiencia y adoptaremos prácticas y políticas apropiadas de funcionamiento, como estándares de huella de carbono y planteamientos para el diseño, renovación y construcción del espacio de oficinas con un manejo óptimo de los recursos disponibles. El funcionamiento del CIAT debe ser amigable con el medio ambiente y demostrar prácticas sostenibles en la investigación agrícola y el uso eficiente de los recursos (por ej., agua y energía) para reducir nuestros costos operacionales y huella ambiental. Para el 2015, el CIAT espera ser una organización neutral en carbono y procuraremos reducir aún más nuestra huella de carbono en un 2% anual.

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El Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) —miembro del Consorcio CGIAR— desarrolla tecnologías, métodos innovadores y nuevos conocimientos que contribuyen a que los agricultores, en especial los de escasos recursos, logren una agricultura eco-eficiente —es decir, competitiva y rentable, así como sostenible y resiliente. La agricultura eco-eficiente reduce el hambre y la pobreza, mejora la nutrición humana y brinda soluciones ante la degradación ambiental y el cambio climático en los trópicos. Con su sede principal cerca de Cali, Colombia, el CIAT realiza investigación orientada al desarrollo en las regiones tropicales de América Latina, África y Asia.

Sede Principal y Oficina Regional para América Latina y el Caribe Km 17, Recta Cali–Palmira Apartado Aéreo 6713 Cali, Colombia Teléfono: +57 2 4450000 Fax: +57 2 4450073 Correo electrónico: [email protected] Contacto: Elcio Guimarães, Director Regional Correo electrónico: [email protected] Oficina Regional para África c/o ICIPE Duduville Campus, off Kasarani Road P.O. Box 823-00621 Nairobi, Kenya Teléfonos: +254 20 8632800 / +254 719 052800 / 721 574967 Fax: +254 20 8632001 Contacto: Robin Buruchara, Director Regional Correo electrónico: [email protected] Oficina Regional para Asia c/o Agricultural Genetics Institute (Vien Di Truyen Nong Nghiep) Pham Van Dong Street Tu Liem (opposite the Ministry of Security – Doi dien voi Bo Cong An) Hanoi, Vietnam Teléfono: +844 37576969 Fax: +844 37570999 Contacto: Dindo Campilan, Director Regional Correo electrónico: [email protected]

Apoyo de donantes La investigación descrita en la Estrategia CIAT 2014–2020 es posible gracias al Fondo CGIAR, conformado por múltiples donantes, así como a subvenciones de distintas organizaciones, algunas de ellas también donantes del Fondo. Agradecemos a todos quienes han apoyado nuestros esfuerzos para construir un futuro ecoeficiente para la agricultura tropical mediante ciencia de alta calidad que reduce el hambre y la pobreza, al tiempo que mejora el manejo de los recursos naturales. Contacto: André Zandstra, Jefe, Alianzas y Relaciones con Donantes [email protected]

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© CIAT 2014 ISBN 978-958-694-128-0 Tiraje: 1000 Abril 2014 Cita correcta: CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical). 2014. Estrategia CIAT 2014–2020: Construyendo un futuro eco-eficiente. CIAT, Cali, Colombia. 48 p. Impresión: Imágenes Gráficas S.A., Cali, Colombia Redacción y edición: Nathan Russell, Ruth Raymond, Guy Henry y Maya Rajasekharan Traducción al español: Victoria Eugenia Rengifo Edición en español: Adriana Varón Diseño y diagramación: Julio César Martínez Edición de producción: Victoria Eugenia Rengifo y Claudia Calderón Créditos de fotos: Julio César Martínez: 1, 4, 21, 38, 44 (parte inferior), 45, 47 John Miles: 31 Neil Palmer: Carátula, reverso de carátula, reverso de contracarátula, 2, 3, 5, 6, 8–20, 22–30, 32–37, 39–44, 46

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Centro Internacional de Agricultura Tropical Desde 1967 / Ciencia para cultivar el cambio

Miembro del Consorcio CGIAR

www.ciat.cgiar.org www.cgiar.org

CGIAR es una alianza mundial de investigación agrícola para un futuro sin hambre. Su labor científica la llevan a cabo los 15 centros de investigación que conforman el Consorcio CGIAR, en colaboración con cientos de organizaciones socias.