Estimada compañera, estimado compañero: Hace cuatro años USTEA obtuvo la confianza de una parte importante del profesorado en las elecciones sindicales. Gracias a ello, hemos sido la conciencia crítica y la herramienta combativa que tú demandabas, frente a la Administración educativa y al servicio del profesorado. Tú nos conoces. Desde hace casi cuarenta años USTEA es, somos, una organización abierta, en la que las decisiones se toman en asambleas en las que la voz de cada una y cada uno de nosotras y nosotros es imprescindible, sin comités ejecutivos, con una organización cooperativa y horizontal y donde todos los afiliados y afiliadas -y el resto de trabajador@s- pueden participar en TODOS los niveles de decisión. Una organización libre de deudas y ataduras políticas o económicas, que se financia con las aportaciones de su afiliación, que no tiene deudas bancarias, con las cuentas claras y públicas, sin subvenciones ni favores que devolver. En USTEA seguimos luchando por una escuela pública digna, innovadora, con recursos, democrática, creativa, imaginativa y de calidad. Seguimos aportando al sindicalismo nuestra visión ecologista, feminista, igualitaria y comprometida con la justicia social. Seguimos con el convencimiento de que nuestro trabajo educativo es una aventura cotidiana que puede contribuir a mejorar la realidad de nuestros centros, nuestros barrios, nuestros pueblos y nuestro mundo. Probablemente nos hayamos encontrado en tu centro o en tu zona, en asambleas y reuniones en las que hacemos y recibimos propuestas de actuación y nos comprometemos a llevarlas a cabo. Sabes también que puedes acudir a nuestro equipo provincial en demanda de apoyo o información, porque recibirás una atención personalizada, seas afiliado/a o no.

USTEA ha estado en la calle y en los centros educativos. En la calle hemos hecho público nuestro rechazo a los recortes, tanto del gobierno del Estado como del de Andalucía, que han diezmado y empobrecido a la Escuela Pública Andaluza. Hemos animado al profesorado a declararse insumiso frente a una ley segregadora y profundamente antidemocrática como la LOMCE. Hemos manifestado nuestra apuesta por una sociedad más justa e igualitaria, denunciando las situaciones de pobreza y violencia que sufren muchas mujeres. Hemos estado siempre junto al profesorado. Hemos levantado la voz contra los despidos de profesorado interino, contra el aumento de la jornada lectiva en Secundaria, contra la penalización económica de las bajas por enfermedad, contra el arrinconamiento de las enseñanzas artísticas, contra los intentos de desarticulación de la Educación Permanente y, en general, hemos reivindicado los derechos laborales de un profesorado cada vez más empobrecido, al que se le ha venido sustrayendo parte de su sueldo para lograr el “reequilibrio presupuestario”, y al que se le viene sometiendo, con una carga burocrática insoportable, a jornadas de trabajo inacabables y extenuantes Cuando nos hemos encontrado con el muro infranqueable de los oídos sordos y el ninguneo por parte de la Administración Educativa, hemos denunciado el discurso perverso de ésta sobre la calidad educativa, entendida como coartada justificativa de unas políticas que están desmantelando la educación pública y poniéndola al servicio de los intereses y exigencias del Capital. Y no hemos dudado en acudir a los tribunales de justicia en demanda del reconocimiento de derechos del profesorado tales como el de huelga, el de percepción de las retribuciones que legalmente le corresponden o el de trabajar en condiciones dignas. Porque queremos que educación pública y educación de calidad sean sinónimos. Porque la educación pública solo puede ser entendida como integradora, superadora de las diferencias sociales, atenta a la diversidad, libre de adoctrinamientos, formadora en y para la igualdad. Porque reclamamos una educación pública renovada, en la que imparta clase, en condiciones laborales y profesionales dignas, un profesorado bien considerado socialmente, a un alumnado que sea feliz dentro y fuera de las aulas. Esta es la escuela que queremos, por la que trabajamos y con la que nos atrevemos a soñar. Queremos que las ventanas de los centros educativos andaluces tengan “una cortina de estrellas” y que desde ellas podamos mirar todos y todas el futuro de pie y sin miedo. Y sabemos cómo conseguirlo: contigo, con todas y todos, con cada una y cada uno de vosotras y vosotros.