Turismo
Página 18/LA NACION
PASAJEROS FRECUENTES UN BLOC DE NOTAS EN TRANSITO
Entretenimiento a bordo y películas para llorar
Publicado por Martín Wain 20 de noviembre de 2011 | 1.30
Cuando la pequeña Alice (Jodhi May) quedó al borde del precipicio, frente al líder de los temibles hurones (Wes Studi) y ante la inminente aparición de Ojo de Halcón (Daniel Day-Lewis), exactamente en ese momento, el ómnibus llegó a la terminal de Neuquén. Así, por un mal cálculo de los choferes, me perdí las últimas escenas de El último de los mohicanos. Arribamos cuando faltaban pocos minutos para el final y no hubo manera de convencer a los choferes que dejaran el motor encendido. Nadie más insistió, como era de esperar. Logré verla completa unos años después. Resultó una de esas películas buenas para ver en el avión, definición que es casi un género cinematográfico e incluye los films que uno jamás alquilaría ni vería en el cine, pero que en un vuelo mira sin culpa e incluso, disfruta. Los programadores de cine de los ómnibus son despiadados u odian directamente el séptimo arte. No sólo eligen Exterminator 4; además la pasan doblada al español. En los aviones, en cambio, al menos en muchos vuelos internacionales, el servicio de entretenimiento ha mejorado tanto que hasta uno encuentra películas muy buenas. Hace poco vi cinco en un viaje de doce horas. Todo un récord. Pero mis ojos quedaron como los de Ewan McGregor en La naranja mecánica y me perdí de disfrutar los Primera proyección en un vuelo, en dos primeros días del viaje, por caminar como sonámbulo. 1921. Abajo, pantallas táctiles Mediante acuerdos con las distribuidoras, las aerolíneas suelen tener estrenos incluso antes que los cines. Emirates, por ejemplo, ofrece 230 largometrajes on-demand. Lo más curioso es que muestra la programación en Internet, según la fecha y número de vuelo, para armar la función antes de abordar. El problema de elegir una película realmente buena es que no se termina de disfrutar. Sin entrar en el debate pantalla chicapantalla grande, lo cierto es que en un vuelo suelen mostrarse con cortes –sexo y accidentes aéreos, afuera– y la exhibición se entrecorta. En ese mismo viaje de doce horas, el avión hizo escala en San Pablo. La gentileza de los tripulantes de explicar todo en tres idiomas (inglés, español, portugués) fue un trastorno para seguir la trama, ya que la interrupción era constante. Algunas aerolíneas decidieron jugar más fuerte. Qantas, por ejemplo, causó revuelo por el documental The Female Orgasm Explained, con desnudos y lenguaje adulto. Lo de Virgin Atlantic fue más gracioso: decidió poner avisos emocionales antes de algunos films, como advertencia a los pasajeros sensibles. La idea se basó en una encuesta que indicaba que el 55% de los pasajeros se sentía más sensibilizado durante un viaje y que el 41% de los hombres esconde sus lágrimas al ver una película en el aire. El sondeo destacó también el film más emotivo según los viajeros: Toy Story 3. Desde la exhibición de Howdy Chicago, en 1921, en un hidroavión de Aeromarine Airways –considerada la primera proyección en una aeronave–, el entretenimiento a bordo ha evolucionado. Cada vez más pasajeros llevan películas y series para ver en sus laptops o tabletas y el avance de Internet en los vuelos es tan real como el auge de canales online de cine. Mientras tanto, algunas empresas quieren doblar la apuesta. MasterImage, por ejemplo. Esta compañía trabaja para instalar cine 3D en los aviones. Especializada en el desarrollo de tecnologías de este tipo, estima que lo logrará en dos años, con aplicaciones Parallax Barrier, que no requieren de anteojos para sentir la simulación de profundidad. Entonces sí los ojos quedarán bajo la influencia hipnótica de las pantallas.
Turista heroica Por salvar a su marido, que tuvo apendicitis en pleno buceo, Rebecca Fischer recibió el Premio Hero’s Vacation (US$ 10.000), otorgado por Travel Guard.
TAGS: películas on-demand; evolución; cine 3D
Parque de elefantes Tailandia reabrió el parque Ayutaya, famoso por sus paseos en elefante hacia templos antiguos, con el fin de atraer turistas tras las trágicas inundaciones.
Buceo en altura Dos buzos italianos lograron el récord de inmersión en altura, el martes, al sumergirse 100 metros en el lago Titicaca, el más alto del mundo.
2
3
Domingo 20 de noviembre de 2011