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Encantador desafío a las leyes de la física

unos artistas realzan la modernidad de su propuesta. A veces ... Cada estampa es una obra de arte: las de este recueil .... 22, en Notorious, Callao 966, en trío.
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Espectáculos

Página 8/LA NACION

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Sábado 20 de noviembre de 2010

TEATRO (Platea infantil)

Opinión

Por Juan Garff

Por Ernesto Schoo

Encantador desafío a las leyes de la física Con magia, la proyección de personajes en la pantalla y la actuación de Fernanda Gómez acompañan al relato de cuentos

(Piedra libre)

Buena ((( La manta de los sueños. Intérprete: Fernanda Gómez. Artes visuales en escena: Nahuel Franzetti. Vestuario: Noemí Bono. Dirección: Fernanda Gómez. Espacio Cultural Carlos Gardel, Olleros 3640. Sábados, a las 18. A la gorra.

Un juego para la imaginación En distintas dimensiones, los protagonistas de La

manta de los sueños interactúan en un formato fuera de lo común...

Sobre el escenario se despliega la gran manta con su trama colorida. En la pantalla detrás de ella, las reminiscencias oníricas que evocan los relatos. En el espacio que se abre en el ángulo que forman el piso de la manta y el fondo de sombras en la pantalla, toma cuerpo la narración a través de la palabra de Fernanda Gómez, quien se instala en ese lugar para desovillar los cuentos que ha elegido para su espectáculo. Pero la actriz y narradora se permite también ingresar en la dimensión de las sombras, tanto como descender a la platea para involucrar literalmente al público en la tarea de convertir la madeja en ovillo, ese archivo simbólico de los relatos. Transmite así la sensación de que el acervo es tan amplio como el tejido, y que las imágenes que despierta cada cuento pueden ser infinitas. Los sentidos se activan desde la conjunción de la voz y la imagen, que combina hábilmente sombras al estilo milenario y dibujos de generación multimedia. Se crea un espacio de sugerencias sensoriales, en el que se adivina el tacto suave de la lana que compone la manta. Y una gran nariz les da presencia a los aromas de una cocina maravillosa, en el primero de los tres originales relatos que componen La manta de los sueños. ¿Tiene el cocinero derechos de autor sobre esos aromas? Una sentencia salomónica dará sabia respuesta al reclamo.

clo del Momusi las historias de una niñez cargada de frescura y humor en sus canciones de raíz folklórica. En el Teatro 25 de Mayo, Triunvirato 4444, mañana, a las 11. Entrada libre. N Títeres gauchos. Luego de tomar un mate endulzado, el gaucho Abelardo se ve envuelto en un sueño de aventuras y confusiones. Mate dulce es una obra de títeres escrita y dirigida por Leonardo Volpedo y Diego Ercolini. Sábados, a las 17, en el C. C. Adán Buenosayres, Asamblea al 1700, Parque Chacabuco. A la gorra. N Títeres griegos. Una niña se enfrenta a las dificultades de las obligaciones que interrumpen el juego, en Flox, la caja y las nubes, por la compañía de titiriteros griega Firdin Migdin. Museo del Títere, Piedras 905, mañana, a las 20. Entrada $ 20. N De Pescetti. Dos señores singulares protagonizan Moc y Poc, e intentarán conversar con el captor de la princesa. Basada en un libro de Luis Pescetti, con puesta en escena del Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, con dirección de Román Lamas. Sábados y domingos, a las 16, en el Sarmiento, Av. Sarmiento 2715. Entradas $ 15. N Vuelo libre. Grandes éxitos, por la compañía Circo Negro, presenta coreografías acrobáticas que forman imágenes oníricas. Club de Trapecistas, Ferrari 252 (Caballito), sábados, a las 20. Entradas: $ 30, niños; estudiantes y jubilados, $ 20.

Historias con moraleja Ese es un punto de partida para el hilo narrativo que atraviesa situaciones de solidaridad, cooperación y revalorización de la creatividad. Cuatro personajes suman sus habilidades especiales –la velocidad, la audición, la visión y la fuerza– para poder alcanzar el agua de una cascada que salvará la vida de un rey enfermo. No son tanto superhéroes, sino un equipo. Una joven crea zapatos reciclando materiales, ante la mirada despectiva de sus vecinos, hasta que

N Cantautor. Jorge Marziali trae al ci-

unos artistas realzan la modernidad de su propuesta. A veces, hace falta la mirada de otro para descubrir lo nuevo y valioso que surge junto a nosotros. Fernanda Gómez aborda la narración en un tono apacible, sin cargar las tintas, tal vez para permitir el despliegue del conjunto de recursos que conforman un espectáculo grato, envolvente. Sin

perder esa impronta de comunicación casi cotidiana, podría, sin embargo, ganar magnetismo incorporando pausas, matizando ligeramente intensidades de tono y volumen, a fin de mantener de modo más sostenido el protagonismo de la palabra como generadora de todo un universo de sensaciones. La cuidada selección de textos y su

prolija puesta en escena con los recursos expuestos muestran una vez más cómo es posible producir propuestas artísticas que pueden ser alternativas eficaces a la sobreexposición a que se ven sometidos frecuentemente nuestros chicos ante las pantallas más estandarizadas. Un poco como los zapatos con calidad creativa frente a las zapatillas de marca.

Aquellas máquinas creadoras de ilusión En la columna del pasado sábado, dedicada a Denis Diderot (1713-1784) y su polémica Paradoja del comediante, al pasar mencionamos su obra magna: la Encyclopédie, resumen del conocimiento humano a la fecha de su publicación (1751 a 1765), en 17 volúmenes de texto, 12 de láminas y dos de índice general. Coincidió mi relectura de la Paradoja con el regalo, por amigos generosos, de la reproducción facsimilar de una de esas colecciones de grabados de la Enciclopedia, justamente la referida a “teatros y máquinas de teatro”. Cada estampa es una obra de arte: las de este recueil están firmadas Bénard Fecit, quien era, sin duda, un dibujante y grabador de calidad. Cada lámina tiene su correspondiente explicación, detallada al máximo y singularmente clara, si se atiende a la complejidad de los mecanismos, pródigos en aparejos, cabrestantes, roldanas, tirantes, engranajes y juegos neumáticos de toda clase. Gastón Baty describe en su Historia del teatro el arribo a la escena francesa de esta parafernalia técnica, a fines del “En los palcos siglo XVII, llevada por los comediantes italianos se come, se junto con la perspectiva ortogonal y el decorado conversa, se corpóreo.

ama y se traiciona”

* * *

Confieso mi gusto por las vistas de ciudades antiguas, esos primitivos álbumes de promoción turística, donde diminutos personajes aparecen en su vida cotidiana. Los hay de todas las clases y ocupaciones: abundan los perros callejeros, los aldeanos rumbo al mercado y vehículos diversos. Solícitos ciudadanos, con evidente ufanía y gestos teatrales, enseñan a los forasteros los monumentos prestigiosos. Y bien, entre estas láminas de la Enciclopedia destaco la que representa un corte de la sala de “la nueva ópera de Stuttgart”, poblada de atareados personajes. Los cuales, como corresponde a las costumbres de la época, apenas si prestan atención al escenario. Porque el verdadero escenario es la sala, e importa más la tragicomedia social que en ella se representa. En los palcos se come, se conversa, se ama y se traiciona. Varios caballeros han salido a ventilarse por los corredores y hasta por la terraza. La sala (el fragmento de sala que se ve, en perspectiva sesgada) ostenta un lujo barroco desbordante, y es apenas discernible del decorado del espectáculo. En el foso, el director alza su batuta. Tal vez dentro de un instante en escena veremos un mar tempestuoso, del cual surgirá el carro de Neptuno, arrastrado por caballos marinos. En la lámina XXII de la primera sección, nos muestran el complicado mecanismo que rige esa aparición. Algunas de las láminas incluyen –como hoy en la televisión– pequeños recuadros que muestran diversas escenografías y los extraordinarios efectos obtenidos al representar incendios, terremotos y naufragios.

MUSICA (Planeta jazz )

Al ensamble vocal Nonsense, se sumaron instrumentistas para una noche de jerarquía

Flores Quinteto. Uno de los músicos que mejor representan la filosofía de la escena local del jazz es el saxofonista Ramiro Flores, un artista que, además de sólido intérprete, es un compositor de buena pluma. El músico se encuentra presentando sus nuevas composiciones. Su grupo, con Sergio Wagner, en trompeta; Hernán Jacinto, en teclados; Patricio Carpossi, en guitarra, y Sergio Verdinelli, en batería, actuará el miércoles, a las 22, en Thelonious, Salguero 1884.

Bueno ((( Smashing Pumpkins. Presentación de la banda norteamericana en la apertura del Hot Festival. Con Billy Corgan, voz y guitarra principal; Nicole Fiorentino, bajo; Jeff Schroeder, segunda guitarra, y Mike Burnt, batería. El jueves, en el Luna Park.

Pieranunzzi. El pianista Enrico Pieranunzzi será uno de los protagonistas del próximo festival de jazz de

MYRIAM MELONI

Trascendente vanguardia musical Santiago Santero logró que el ensamble instrumental, coro y solistas se lucieran Excelente (((((

“El Mono” Fontana ARCHIVO

Buenos Aires. Se presentará en trío, el 4 de diciembre, a las 21, en el Teatro 25 de Mayo. Su trabajo discográfico sobre la música de Ennio Morricone es sencillamente soberbio. Fontana, en Virasoro. Por su parte, “El Mono” Fontana tocará mañana, a las 22, en Virasoro Bar, Guatemala 4328, donde hará su nueva propuesta Incolumnados. El tecladista entraría próximamente en el estudio de grabación para registrar su nueva música. Remus, con Urquiza. El contrabajista Alfredo Remus actuará hoy, a las 22, en Notorious, Callao 966, en trío con Alejandro Kalinoski, en piano, y Fernando Martínez, en batería, con el trompetista Juan Cruz de Urquiza como invitado. Remus, quien cumple cincuenta años como músico, hará un repertorio básicamente jazzístico, con alguna bossa nova y algún que otro tango.

Por César Pradines

Un intento por revivir a Smashing Pumpkins

Conciertos de Música Contemporánea. Décima sesión del ciclo organizado por el Teatro San Martín. Obras de Luciano Berio. Programa: A-Ronne (1974) por Nonsense, ensamble vocal de solistas (Lucía Lalanne, Evangelina Bidart, Martín Díaz, Alejandro Spies y Javier Lezcano; dirección: Valeria Martinelli); Music for small audiences II, de Alexandre Babel; y Laborintus II (1965), de Luciano Berio, con Víctor Torres (narrador) y solistas (Ana Santorelli, Selene Lara y Ana Moraitis; dirección coral: Pablo Druker) y ensamble instrumental. Dirección musical: Santiago Santero. En la Sala Casacuberta del Teatro San Martín.

Sin lugar a dudas, constituirá este concierto un hecho saliente en la temporada 2010 del Ciclo de Música Contemporánea que organiza por el Teatro San Martín. De los tres nombres de significativa trascendencia en la vanguardia musical italiana de las últimas décadas, como los de Bruno Maderna, Luigi Nono y Luciano Berio, este último se destaca de manera notoria en el manejo de la materia sonora, ejercicio de inusual maestría técnica. No obstante constituir sus obras objetos sonoros, sus creaciones encierran una sustancia musical cuya expresión resulta fascinante. Además de requerir una siempre renovada acomodación sensible –pese a los años transcurridos desde

su gestación como en el programa ofrecido–, la música de Berio, tal como acontece en A-Ronne (1974) para ensamble vocal de solistas conserva cierto núcleo de referencia histórica o del mito de origen. El primer grito proferido por uno de los solistas al comienzo, a modo de genuina expresión primal, seguido por innumerables fonemas, sílabas o textos fragmentarios en distintos idiomas –dichos y traducidos de distintas maneras– mediante otras tantas formas de articulación vocal, rítmica y aun gestual que apuntan hacia el comienzo de lo creado, son referenciales de un punto de partida que el individuo inmerso en la civilización occidental contemporánea ha perdido. Su búsqueda desesperada, los intentos reiterados de cada solista para no “perder la afinación” apelando a un diapasón individual, para integrarse al resto, apuntan a ello.

Destreza En Music for Small Audiences II, de Alexandre Babel (Suiza), en percusión ejecutada por el autor se pudo asistir a un virtuosismo rítmico de alta precisión, sin que esto fuese considerado de manera excluyente por el intérprete, quien además de su asombrosa destreza exhibió una dosis no menor de imaginación para hacer de esto una genuina creación artística. Su

intervención enfatizó de peculiar manera el rasgo que la generación de Berio convirtió en rítmica integral. Un rasgo significativamente distintivo que en Laborintus II (1965) la ejemplar conducción de Santiago Santero –al encarar la vasta y compleja creación y su diversificada orquestación– llevó a un grado de máximo virtuosismo. Fue admirable el grado de sincronización logrado entre los tres niveles contrastantes de emisión vocal: Víctor Torres (narrador), las tres excelentes sopranos solistas y el coro de ocho cantantes actores cuyas voces se amplificaron para tornarlas audibles en medio de lo que podría designarse magma sinfónico de Berio. El estridor de empinadas disonancias se sumerge no pocas veces en simas de cortantes silencios. Santero tornó la versión, merced a su pulso excepcional, en un todo coherente y fácilmente asequible para el oyente, al que prepara para recibir el cúmulo de sonidos sin asombros anonadantes, lo que posibilita un cercamiento válido a la inspiración del conjunta del poeta italiano Edoardo Sanguinetti y del propio Berio hacia un análisis evocativo de la inmortal Commedia del Dante, realizada en 1965, con motivo del 700º aniversario de su nacimiento.

Héctor Coda

Comenzó el Hot y no en el predio de Costanera Sur, sino en el Luna Park. Paradojas de los festivales, la apertura y el cierre de este encuentro es con shows individuales de dos bandas que cruzaron y marcaron a fuego el indie-rock de los 90: Smashing Pumpkins (anteanoche en el Luna Park) y Pavement, que tocará mañana y el lunes en La Trastienda Club. Billy Corgan despidió a los Pumpkins, emprendió un breve camino como solista y se reencontró con el nombre de la banda. Pero sólo con el nombre, porque tras un reencuentro con el primer baterista del grupo, Jimmy Chamberlin, éste pegó el portazo y lo dejó solo. Los otros dos miembros originales, James Iha y D’arcy Wretzky, rechazaron ser de la partida. Así las cosas, Corgan, al fin de cuentas el líder y dueño del proyecto, convocó a tres jóve- Corgan, el líder nes músicos para que lo secunden y ésa es la realidad que el calvo cantante y guitarrista mostró en el Luna. Costó que el viejo templo del boxeo entrara en calor. Y no por la temperatura ambiente, sino por la poca conexión que hubo en buena parte del concierto entre banda y público. Si en 1998 la otra formación entregó un show contundente, con un final que incluyó la destrucción total de todos los instrumentos, en este 2010 lo que vimos es el intento de tres nuevos integrantes por ganarse al público de la banda y el esfuerzo de Corgan por cubrir los espacios, por copar

con solos de guitarra por momentos efectivos y por otros sólo efectistas, los huecos que dejaban sus compañeros. En la base, mientras la bajista Nicole Fiorentino cumplía al pie de la letra con su función, el baterista Mike Burnt se esforzaba por ganarse el aplauso de la gente. Pero fue tan notorio su esfuerzo como evidente. Iba a tener un solo de batería para lucirse, tras un pasaje zeppelinesco, pero no se conformaría con él. La otra guitarra, la de Jeff Schroeder, no se excedía de su papel y le daba aire a Corgan a que ensayara, con decisión, el rol de guitar-hero.

Vivir el presente Ya nos había anticipado Corgan que estos Smashing no viven del pasado. Y la lista de temas lo demostró: parte de los 44 temas nuevos que tiene y que entrega periódicamente en la Red en dosis de EP –seis por vez– sonaron anteanoche en el Luna. “Freak” y, especialmente, “A Song for a Son” tienen bastante del sonido clásico de la banda, con una pizca psicodélica interesante. Sin embargo, no lograron despegar al público de su tibieza. Por el contrario, cuando sonaron clásicos, como “Ava Adore” y “Tonight”, la gente desENRIQUE VILLEGAS plegó toda su efusividad. Es lógico, estaban allí para ver a una banda que se lucía en los días que MTV mandaba y la Generación X merecía la atención de periodistas y hasta de sociólogos. Esa angustia de fin de siglo tan creativa para Corgan hoy está en plena mutación. Mientras tanto, se sube a un escenario, entrega nuevas canciones y sigue con su vida de músico, lejos de la superexposición de otros tiempos. Ahí lo tienen en el tramo final, sólo, en plan acústico. Qué paradoja, resulta lo más exquisito de la noche.

Sebastián Espósito