CARTA DEL MES 30 de Octubre de 2009
VAMOS A DIBUJAR LAS LEYES Al preguntar, a quienes se encuentran en conflicto por la inminente expedición de las leyes que la Constitución de Montecristi mandó a elaborar, nos encontramos con una multiplicidad de discursos de “expertos” que plantean la incorporación de errores garrafales, inconstitucionalidades, atentados a los derechos constitucionales, a la doctrina, y al sentido común, en cada uno de los Proyectos de Ley en discusión. Los supuestos afectados, entonces se organizan y se “movilizan” en contra de estos “atentados jurídicos”. Los que observamos el conflicto, con la objetividad que nos otorgan las canas y el recorrido por muchos escenarios a nivel regional, no podemos dejar mirar con asombro que el ciudadano común medianamente informado y peor aún aquellos que se encuentran “movilizados”, no entienden cuál es la médula del conflicto. Tampoco conocen las diferentes propuestas, y menos aún los objetivos de cada una de las iniciativas legislativas. Y es que, en el caso de un Proyecto de Ley, se trata de plasmar en un instrumento legal un conjunto de ideas, objetivos, principios, valores, funciones, atribuciones, procedimientos, controles, nombramientos, financiamiento, infracciones, etc., que deben estar organizados en una estructura coherente, para lograr una deseada transformación de una determinada situación que en principio no responde a las necesidades sociales actuales. Para llegar a la situación deseada, se deben tener muy claros los objetivos. Luego se deben diseñar los instrumentos que conduzcan a los objetivos. ¿Conocemos los objetivos? No. ¿Nos hemos puesto de acuerdo en dichos objetivos? No. ¿Hemos elaborado síntesis de las propuestas? No. ¿Tenemos en un esquema los componentes de la Ley? No. ¿Por qué entonces estamos discutiendo la redacción de los artículos? La redacción de las leyes ha pasado entonces a ser un tema “esotérico”, dónde sólo los “iniciados” están en capacidad de emitir opiniones “jurídicas”. El ciudadano común ha quedado al margen de opinar sobre algo que no entiende, y entonces repite consignas. ¿Cómo podemos superar la situación? DIBUJANDO LAS LEYES La principal deficiencia del ser humano es la memoria de corto plazo. El individuo promedio no puede mantener en la memoria más de SIETE datos. Para comprobarlo, trate de memorizar un número telefónico de 7 dígitos, o los nombres de un grupo de siete personas. Con esta evidencia, nos queda claro que es imposible comunicar a la población el contenido de una ley conformada por cientos de artículos. Entonces, lo único que se transmite al ciudadano es la opinión, interesada o no, subjetiva o no, del “experto”. Sin embargo existen los recursos de comunicación idóneos para transmitir información compleja: Los gráficos, los esquemas, los diagramas, las tablas. Al ciudadano común no le importa que palabras
utilice el tecnólogo jurídico para redactar un determinado artículo. Lo que le interesa es saber qué es lo que se quiere lograr, y como; y opinar sobre ello. Antes de redactar una ley, hay que dibujarla. Y la discusión se debe centrar en el dibujo. El dibujo debe contener los objetivos y los elementos críticos del proyecto de ley, EN UN SOLO GRAFICO. (Ej: “La Arquitectura del Estado” http://www.lexis.com.ec/Lexis/Novedades/DocsEditoriales/2008/La%20arquitectura%20del%20estado.htm ) Cuando se haya consensuado sobre el dibujo, se puede entrar a la redacción.
Leonardo Hernández Walker, BSc, MBA, MPA PRESIDENTE EJECUTIVO
FUNDACION LEXIS