En una ciudad que aún desconozco su nombre, vivían una chica y un chico, residían muy lejos uno del otro; sus nombres eran Deysi y Rafael. Fue en el mes de enero que las clases habían comenzado; Rafael un estudiante muy inteligente, cursaba el nivel básico; una tarde él salía del salón, salió del colegio muy apresurado, en el momento cuando cruzaría la puerta de salida, se estrelló con Deysi. Los cuadernos cayeron, Rafael los recogió y, al entregárselos la miró fijamente a los ojos, ella lo miró de igual manera hasta que ella pregunta: -¿Estudias aquí?-; Rafael responde: -Sí, a ti no te había visto en el colegio, acaso estudias aquí?-; Deysi responde: -Sí, yo estudio aquí, solo vine a notificar que estoy como alumna de intercambio-; Rafael pregunta: -¿Qué grado cursas?-; Deysi contesta: -Estos en el último año de la secundaria-; a Rafael lo llaman sus compañeros de estudio y le dice a Deysi:-Antes de retirarme, ¿cuál es tu nombre?-; Deysi responde:-Mi nombre es Deysi, y el tuyo?-; Rafael responde con un poco deprisa: -Mi nombre es Rafael-; Deysi dice:-Fue un gusto haberte conocido, Rafael-. El responde:-Para mí también ha sido un gusto, quizás nos volveremos a ver-.
Han pasado varios días después que ellos se habían conocido, Deysi acudía a sus estudios, prácticamente es la niña más inteligente del aula; Rafael aún no sabe que Deysi se encuentra en el salón de clases, hasta que un día….un catedrático había dejado una tarea muy difícil, con lo cual él asignó a grupos pares para poder trabajar, Deysi y Rafael habían quedado como pareja de trabajo; en el aula son entre los últimos asignados a cierta tarea como proyecto. Ellos comenzaron a trabajar en su proyecto que tenía a afinidades como el compartir, conocer, aventurar entre muchos aspectos de trabajo en equipo, colaboración, eficiencia entre otros. Desarrollan el proyecto en la casa de Deysi, estuvieron trabajando durante catorce días. Desde el primer día, Deysi le había preguntado a Rafael si se había enamorado alguna vez de alguna chica, –de alguna manera u otra el trabajo asignado estaba tomando otra formaRafael se impresionó por lo que preguntó y se hizo el desentendido para evadir una respuesta que pudiera ser perjudicial para Deysi – Rafael se percató que la chica se estaba enamorando de él-.
Deysi y Rafael tenían que concluir con su proyecto asignado; no era precisar cometer errores, mucho menos la distracción podría ocupar lugar. Entonces, llegó el día de presentar el proyecto…ese día no asistió Deysi. Rafael no entregó la tarea asignada puesto que su compañera de trabajo faltó. El día lentamente avanza para Rafael, de alguna manera lo siente pesado, se siente desesperado por la ausencia de Deysi por lo toma el teléfono público más cercano y llama a casa de la chica, al percatarse que nadie contesta, decidió ir a ver qué era lo que estaba sucediendo. Al estar frente de la casa de Deysi, toca la puerta,
momentos
después
Deysi
abre
la
puerta. Rafael pregunta: -¿Por qué no asististe al colegio?-; Deysi responde:-Tuve que estar con mi mami…porque tuvo temperatura-, Rafael pregunta: -¿Ella se encuentra bien?Deysi responde: -Sí, está bien, no te preocupes por ella-. Rafael desconociendo y sin saber qué era lo que sucedía, le obsequió una rosa que llevó en su bolsillo después de salir del colegio.
Rafael pregunta: -¿Vendrás mañana al colegio?-; Deysi
responde:
-No
lo
sé,
quizás
no
asista
mañana,
posiblemente hasta la próxima semana-; Rafael dice: -No entregaré el trabajo que nos dejaron si tú no estás-; Deysi dice: -Rafael por favor, si no estoy presente quiero que presentes ese proyecto, tú sabes que es muy importante para nosotros el obtener buen resultado-; Rafael no pudo comprender el porqué era tan importante entregarlo si alguno de ellos no conseguía el punteo para la materia de ciencias sociales. Avanzó el primer día; lentamente se acercó el siguiente y, así fueron los días para Rafael sin la compañía de Deysi. Llegó el día lunes, ese día Deysi tenía que haber asistido al colegio…pero lo fue así; Rafael no presentó dicha tarea, se dirigió a casa de Deysi, tocó a la puerta y… nadie abría, volvió a tocar y nadie atendía, tocó por última vez y, la madre de Deysi atendió. Rafael pregunta exaltado: -Se siente mejor señora?-; ella responde con cierta tristeza: -Yo siempre he estado bien, no sé por qué me lo preguntas-; Rafael responde: Porque su hija me dijo que usted tenía que reposar-; ella le dice-Pasa adelante hijo-. Rafael entró a la casa; mientras que la madre de Deysi le mostraba en el lugar donde se encontraba.
Rafael se arrodilló al ver que Deysi agonizaba en cama; Deysi abre sus ojos y se percató que Rafael estaba en su cuarto y le dijo con unos gritos muy apagados: -No quería que me vieras así!-; Rafael se acercó a Deysi, tomó su mano y le dijo: Quiero confesarte algo-; Deysi dice: -Dime-; Rafael responde llorando: - Tanto que te preocupaba este proyecto que lo traje conmigo!, quiero decírtelo…yo te amo y no quiero perderte por nada del mundo!, quiero hacer mi vida contigo…-, ───el alma de Rafael parecía hacerse pedazos al ver el estado de Deysi, y ella al ver cuán sutil era la profunda tristeza de Rafael le dice: ─── -Yo también quiero hacer mi vida contigo!-;Rafael prosigue:-…Pediré a Dios para que te recuperes pronto mi vida!-; Deysi responde con voz muy cansada: - Quiero confesarte algo…sé que el proyecto…sé que hicimos el proyecto…lo que me da tristeza es que…no….no puedo disfrutarlo contigo…-; Deysi
con
todas
entrañablemente,
las
fuerzas
que
Rafael
acaricia
su
tenía rostro
llora y
por
primera vez besas sus frágiles labios. La madre de Deysi llora al ver que la felicidad de ambos se ve interrumpida. Cayó la noche y la luna acompaña a Deysi y a Rafael; él tomado de la mano con Deysi hasta que amaneció, el corazón del sol aún palpitaba pero el de Deysi ya no.
───o───o───o───o───o───o───o───o───o───o───o───o─── En el día de su último adiós, Rafael colocó una rosa roja encima del ataúd, antes de ser encerrado por los caminos que la llevarán hacia la eternidad, esa tarde Rafael la recordó…Rafael lloró con toda su alma, recordó el día que la conoció y aun así lloró. Ahora, Rafael con 85 años; cada tarde, cuando el sol le recuerda aquella misma tarde que la vio por última vez; deja encima de su panteón una rosa roja; cada tarde recuerda el día que la conoció, sólo espera estar con ella para tomarla de nuevo de la mano y…amarla por toda la eternidad. ───o───o───o───o───o───o───o───o───o───o───o───o───